1 jun 2013

Capítulo 40

-Styles… ¿Alguna relación con Harry Styles?- Pregunte esbozando una sonrisa divertida ya que no creía posible que exista algún parentesco entre ellos. En Inglaterra puede haber millones de personas con ese apellido.
-¿Conoces a mi hermano? – Encorvó las cejas en forma de V extrañada- Que raro, me parecía que eras extranjera, por el acento digo- Se explicó.
Su contestación me tomo totalmente por sorpresa ¿su hermana?, Cómo era posible que habiendo tanta gente en Londres tenga que cruzarme justamente con la hermana de Harry y que a mi pesar tiene muy buen gusto. Me quede mirándola tratando de descubrir el parecido entre ellos. Mismos ojos, labios finos…
-Tierra llamando a Kirsten- Gemma sacudió sus manos frente a mí para llamar la atención- ¿A caso sos directioner?
Directioner, esa palabra me distrajo de mi análisis-¿Directioner? ¿Qué es eso?
Gemma me examino con la mirada como yo  había hecho unos minutos antes con ella- Si no sos directioner ¿Por qué racionaste así cuando te dije que era mi hermano?- Su voz denotaba duda.
Suspire. Gemma me caía bien, era linda y parecía saber de moda, no como Amy, Lucy o Emma, está claro que necesitaba a alguien con quien poder hablar de este tema y ella parecía la indicada. Así que ¿Por qué no contarle la verdad?
-Tu hermano es amigo del novio de una amiga, Zayn, ella me lo presento y bueno digamos que de ahí lo conozco.
-Aja pero eso no explica tu reacción- Gemma parecía decidida a averiguar cualquier cosa que haya pasado entre Harry y yo.
Puse los ojos en blanco- Es solo que llegue a este país hace poco y me sorprendió encontrar a la hermana de una de las pocas personas que conozco.
La chica volvió a examinarme para asegurarse de que mi historia era cierta- Esta bien, te creo- Sonrió, al parecer mi argumento funciono- Así que… no sos de acá, ¡sabía que eras extranjera!- Exclamo complacida por su astucia.
-Sip, Soy de Alemania- Confirme.
-¿Y que te trajo a Reino Unido?
-Es una larga historia…-
- ¿Por qué no vamos a tomar algo?, así me contás tu historia-
Realmente me agradaba Gemma, podríamos llegar a ser amigas.-Claro-Dije con una sonrisa amistosa.
La morocha se acomodó su bolso Kenneth Cole azul, que por cierto era envidiable, y nos encaminamos hacia la salida.
En el bar ambas pedimos te Twilight, otra cosa que teníamos en común además del buen gusto, y comenzamos nuestra charla para conocernos mejor. Le conté porque había venido a Londres y como era la academia de ballet. También ella me relato  un poco de su vida. Trate de parecer indiferente cada vez que nombraba a Harry, quería evitar un nuevo interrogatorio de su parte.
Gemma era divertida y alegre, le gusta Katy Perry lo que es buen porque a mí también me gusta y eso aumenta las cosas que tenemos en común, además es inteligente, una amiga perfecta que estuve buscando pero que nunca encontré, hasta ahora.
Continuamos hablando hasta que anocheció y decidimos que era hora de volver. Después de pagar la cuenta salimos del bar. Nubes grises cubrían el cielo que hacia un par de horas había estado despejado y una ventisca helada me recorrió la espalda.
-Va a llover- Anuncio Gemma.
-Si ya lo creo- Dije mientras me envolvía con los brazos el cuerpo para calentarme.
-¿Estas caminando? ¿Querés que te lleve?- Se ofreció Gemma.
-Seria genial- Acepte su propuesta y nos pusimos en marcha hacia su auto, un Audi A3.
Ya habíamos llegado al auto blanco cuando escuché un ruido proveniente de una caja. Atraída por la curiosidad me dirigí hacia ella para ver qué era lo que estaba haciendo el ruido.
-Kirsten ¿Qué estás haciendo?- Me interrogo Gemma al notar que me alejaba del automóvil.
-¡Sh!- La silencie- Vas a espantar a lo que sea que esté haciendo el ruido.
-¿Ruido? ¿Qué ruido?- La fulmine con la mirada y cerro la boca inmediatamente observando inmóvil como me acercaba a la caja.
Cuando por fin me asome por el borde de la caja me lleve una gran sorpresa. Un gatito blanco se ovillaba dentro. Cuando me vio levanto su cola y maulló. Era hermoso.
-Kirsten ¿Qué hay ahí dentro?- Pregunto temerosa Gemma.
-Es solo un gatito- Conteste para tranquilizarla mientras me agachaba para tomar al animal y cargarlo entre mis brazos. El gatito blanco se acurruco junto a mi cuerpo. Lo mire con ternura, no podía dejarlo solo con el frio y muerto de hambre.
Sonreí para mí misma en el momento en que se me ocurrió la idea.
-Es muy tierno- Comento Gemma que se había acercado para poder contemplarlo mejor- Pero ¿qué vas a hacer con él o ella?
-Creo que es ella y me lo voy a quedar- Ya lo había decidido.
-¿Estas segura de que en la academia dejan entrar animales?- Inquirió.
-No, pero estoy segura de que no lo van a descubrir, ¿No es cierto Wittchen?- Dije dirigiéndome al gato.
-¿Wittchen?
-Así se va a llamar desde ahora, es alemán- Explique a mi amiga que parecía confundida.
Gemma río- Si a vos te gusta, de todos modos es tuyo. Vamos Es tarde.
Volvimos hacia donde estaba el auto y una vez que tuvimos los cinturones puestos emprendimos el viaje hacia el instituto.
-¿Cómo vas a hacer para entrar sin que vean a Wittchen?- Dijo Gemma cuando estaciono frente a The Royal Ballet.
Trate de idear un plan para esconder al gato lo más pronto posible y estaba a punto de quemarme los sesos cuando vi el bolso de Gemma.
-¿Gemma no me harías un gran favor?
-¿Qué?- Dijo desconfiada.
-Necesito que me prestes tu bolso, es para meter a Wittchen dentro. Te lo voy a devolver mañana sin más tardar, es que mi bolso es muy pequeño y no entra ¿Me lo prestas por favor?- Hable tan rápido que no me extrañó la mirada de confusión de mi amiga.
Suspiro- Esta bien pero, te lo ruego, que no lo raye ni le haga nada, salió muy caro.
-Te lo prometo ¡Gracias!
Gemma puso los ojos en planco y me extendió el bolso azul. Tome a Wittchen y lo introduje dentro, maulló un poco pero luego se quedó entretenida jugando con el brillo labial de Gemma.
-Gracias Gemma- Repetí con una sonrisa-Te llamo mañana, ¿si?- Sin darle tiempo a responder di media vuelta y emprendí mi camino.
Escuche su adiós confundido a lo lejos. Cuando llegue a la puerta me relaje, acomode mi cabello y la ropa, cuando decidí que estaba lista empuje la puesta para abrirla. La secretaria que me había ayudado esta mañana estaba tan compenetrada leyendo unos papeles que no me vio cuando pase frente a ella y la salud. Rogué porque Wittchen no haga ningún ruido y la desconcentrara de su trabajo.
No me relaje hasta que me encontré frente a la puerta de mi habitación. Saque mi llave y la abrí. Una vez dentro abrí el bolso de Gemma y Wittchen asomo la cabeza.
-Hola Wittchen, bienvenida a tu nuevo hogar.
….
El despertador sonó sacándome de mi sueño. Había soñado que bailaba en un gran teatro lleno de gente y un chico con rizos y una hermosa sonrisa me traía rosas al terminar mi actuación. Descarte la idea de que el chico de mis sueños sea Harry porque él no es el único con cabellos rizados, además ¿porque soñaría con él?
Me estire a la vez que buscaba a Wittchen.  Se encontraba en el borde de mi cama, aun dormía. Sonreí al ver lo bien que le sentaba el moño rosa que le había puesto anoche.
Me levante de la cama de un salto y me metí en el baño. El piso estaba  algo mojado pero supuse que pronto se secaría. Luego de cambiarme me coloque algo de base, alargador de pestañas y me ate un rodete en la cabeza para mayor comodidad. Salude a Wittchen al salir, le había dejado la ventana un poco abierta para que entrara aire, podría haberla dejado salir pero estba lloviendo y no quería que se enfermara.
Mi primera clase era la de la profesora Vera Shvetsova. Nos dedicamos especialmente a estirar y realizar movimientos en la barra. Carrie también estaba conmigo en la clase y estuvimos conversando un rato en el descanso que no fue muy largo porque la profesora Vera era muy exigente. Carrie es muy buena bailarina, además es simpática. Estaba considerando si estaría bien contarle lo de Wittchen, no me vendría mal tener una aliada que me ayude si las cosas se complicaban.
Cuando terminaron las clases estaba exhausta, el profesor August nos había hecho practicar giros por dos horas. Pero no podía quejarme, esto era lo que amaba y por fin las cosas parecían mejorar.
Después de tomarme una ducha y alimentar a Wittchen fuimos con Carrie a Starbucks, aun llovía por lo que tuvimos que llevar paraguas.
Mientras tomábamos nuestros cappuccino le conté toda la historia sobre Wittchen y prometió ayudarme cuando lo necesite. Después de un rato de charlar con Carrie recordé que debía devolverle el bolso a Gemma así que le dije a mi nueva amiga que sería mejor irnos, aunque evite mencionar el apellido de Gemma, sólo por si acaso. Refugiadas bajo nuestros paraguas regresamos al instituto.
Cuando llegamos al tercer piso estaba todo mojado. Con cuidado de no resbalarnos atravesamos el pasillo hasta mi habitación. Reprimí un grito cuando abrí la puerta. La habitación estaba completamente inundada y mis zapatos Prada flotaban alrededor del cuarto. Contuve el aliento, ¡no mis zapatos de diseñador!
 Sin poder emitir palabra alguna ingrese a trompiscones en la habitación que parecía un lago. Abrí el ropero con esperanza de que mi ropa no se haya mojado y por suerte así era, pero solo algunos pares de zapatos se salvaron del diluvio.
-¿Y Wittchen?- Pregunto Carrie que también había estrado en el cuarto.
Recorrí con la mirada toda la habitación pero no encontré ningún rastro de la gatita.
-¡Dios mío! ¡Tenemos que encontrarla antes de que alguien más lo haga!- Exclame con terror.
-Kirsten tranquilízate, la vamos a encontrar- Aseguro Carrie.
-¡Podría estar en cualquier lado!-Hundí la cara entre las manos.
La chica rubia apoyó su mano en mi hombro para consolarme-Dividámonos para revisar los pisos.
-¿Qué pasa si ya la encontraron?-Espeté
-¿Y qué preferís?, ¿quedarte sentada mientras alguien más echa a Wittchen a la calle?-Me miró desafiante-Creí que eras más persistente Kirsten.
Suspiré vencida-Está bien, vamos.
Me ayudó a ponerme de pie y comenzamos a fraguar un plan. Estábamos en medio de una discusión acerca de si era conveniente revisar los salones de clase o no cuando mi celular sonó. Tan pronto como lo tomé reconocí el número y una sonrisa iluminó mi rostro, ¡ella podría ayudarnos!
Con suma rapidez presioné el botón verde. -Gemma necesito que me ayudes, de nuevo- Dije sin dejar hablar a mi interlocutora.
-¿Qué paso Kirsten?- Su voz parecía preocupada.
-¡Wittchen se perdió!-Quise seguir relatando pero me interrumpió.
-¿Cómo que se perdió?-
-No sé, llegué y mi habitación estaba completamente inundada…
Nuevamente Gemma hablo sin dejarme terminar-¡¿Cómo que se inundó tu cuarto?Kirsten estás bien?
Esta vez fui yo quien la corto, no podíamos perder tiempo en cosas vánales-¡Necesito encontrar a Wittchen antes que alguno de mis profesores!
Gemma hiso silencio unos minutos,  procesando la información que le había dado en tan pocos minutos. Finalmente suspiró y habló.
-Enseguida estoy allá-
Aproximadamente quince minutos después Gemma se encontraba golpeando a la puerta de mi habitación.
-¡Esto es un desastre!-Exclamó al mismo tiempo que miraba con desagrado el piso empapado.
-¿Cómo paso esto Kirsten?-Inquirió Amy a quién también había llamado.
-Eso no importa ahora-Las callé a ambas-  Hay que iniciar con la operación rescate ahora-
Mientras esperábamos a que los refuerzos llegaran con Carrie nos dedicamos a planearlo todo.  Amy revisaría el primer piso, podía decir que venía a visitarme y se había perdido en caso de que alguien se lo preguntara y así no levantar sospechas. Carrie se encargaría del segundo piso, ya que su habitación estaba allí. Gemma se quedaría en el tercero y en caso de emergencia correría a mi cuarto a ocultarse. Y yo recorrería las aulas y salas de práctica del hall.
Una vez que explicamos el plan y todas sabíamos lo que debíamos hacer nos dispusimos a iniciar con la contienda.
-Bien, si alguien la encuentra llame a mi celular, ¿si?-
Todas asintieron con la cabeza.
De pronto sobre el silencio se escuchó un débil maullido. Creí que sólo había sido mi imaginación, seguro mi mente estaba jugando conmigo. Sin embargo el sonido persistió y las chicas me miraron extrañadas. Para evitar que ella hiciera algún ruido les hice señas con las manos y comencé a acercarme al lugar de donde provenía.
La ventana que había dejado abierta en la mañana estaba a unos centímetros  sobre mí, lo que me obligó a ponerme en puntas de pie para alcanzarla.
Dado que no podía ver palpé la superficie con calma hasta dar con algo suave y peludo.
-¡Wittchen!-Grité victoriosa.
Con cuidado tiré de su patita hasta que logré que se asomara por la rendija algo estrecha. El animal se quejó un poco pero finalmente cedió.
-¡No sabes lo preocupada que me tenías!-La regañé al mismo tiempo que la acurrucaba en mis brazos y la acariciaba con ternura.
Las demás rieron.
-Sos toda una madre-Comentó Amy en broma.
Carrie y Gemma rieron.
-Bien..-Gemma interrumpió las risas-Ahora, ¿podes explicarnos que paso con tu cuarto?
Me encogí de hombros-No sé, cuando me fui estaba todo en orden.
Todas nos pusimos a pensar acerca de las posibles causas. Amy preguntó si no había dejado ninguna canilla abierta. Finalmente Carrie dio con el problema.
-Es una fuga, en el lavabo  del baño-Sentenció al fin mientras ingresaba al pequeño cuarto de aseo.
La miré extrañada-¿Cómo lo sabes?-
-Las cañerías de esta escuela son bastante viejas, el año pasado renovaron las de todos los pisos menos este, por falta de fondos-
Sin voltearse a verme mientras hablaba tomó una toalla del mueble y la colocó sobre el piso, bajo el lavabado para secarlo. Luego la quitó y pudimos observar como a los segundos este volvía a llenarse de agua.
-¿Ves?-Me dedicó una sonrisa orgullosa-No es problema,  sólo debes hablar con Beth en recepción, ella conseguiré un plomero enseguida-
Suspiré aliviada-¿Eso es todo?
-Sip-Devolvió la toalla a su lugar-Pero deberás mudarte por un par de días, hasta que el cuarto se seque.
-¡¿Y a dónde se supone que voy a ir?!-Wittchen se sobresaltó en mis brazos a causa de mi grito.
-Tranquila, Beth puede llamar a tus padres para que te alquilen algo por un par de días- Me calmó.
-¡No!-Dije con desesperación y apretando con tantas fuerzas a mi gata que se emitió un maullido de queja-Papá no puede saber esto, enloquecería, ¡me obligaría a volver!
Había tenido que insistir muchísimo en la seguridad y seriedad del instituto para lograr que mi padre, algo sobreprotector, me concediera el permiso. Sólo lo logré luego de asegurarle que el edificio estaba en excelente condiciones, que me pasaría todos los días allí y no tendría necesidad de nada más. Si llegaba a enterarse de que mi cuarto se había inundado y que el instituto sólo podía ofrecerme una habitación de hotel en compensación por su ineficiencia no dudaría en tomarse el primer avión a Inglaterra y llevarme de vuelta a casa. Adiós Londres, adiós Royal Ballet, adiós sueño.
-¿Por qué no te quedas en mi casa?-Sugirió Amy.
-Esa es una buena idea-Convino Gemma que había estado observando la situación en silencio.
-¿Y qué hay de tu mamá?-Respondí torciendo el gesto-No creo que Stella este de acuerdo en ocultarle algo así a mis padres.
La chica castaña de rizos suspiró vencida. Nos habíamos quedados sin opciones.
Acaricié la cabeza de Wittchen en un intento por calmarme.
Todo estaba sumido en un silencio sepulcral hasta que Gemma habló.
-¡Ya sé!-Exclamó y sin dar ningún tipo de explicación sacó su teléfono del bolsillo y comenzó a teclear.
Me dedicó una sonrisa  tranquilizadora mientras se llevaba el aparato a la oreja y esperaba que la atendieran.
-¿Harry?, soy Gemma-
Tan pronto como escuché eso mis ojos se abrieron como platos, ¡¿qué estaba haciendo?! Afiné el oído pero no logré escuchar lo que él le contestaba.

-Necesito un favor-Esperó a que este respondiera y luego siguió hablando-¿podrías prestarle el cuarto extra de tu apartamento a una amiga por un par de días?

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