-Styles…
¿Alguna relación con Harry Styles?- Pregunte esbozando una sonrisa divertida ya
que no creía posible que exista algún parentesco entre ellos. En Inglaterra
puede haber millones de personas con ese apellido.
-¿Conoces a
mi hermano? – Encorvó las cejas en forma de V extrañada- Que raro, me parecía
que eras extranjera, por el acento digo- Se explicó.
Su
contestación me tomo totalmente por sorpresa ¿su hermana?, Cómo era posible que
habiendo tanta gente en Londres tenga que cruzarme justamente con la hermana de
Harry y que a mi pesar tiene muy buen gusto. Me quede mirándola tratando de
descubrir el parecido entre ellos. Mismos ojos, labios finos…
-Tierra
llamando a Kirsten- Gemma sacudió sus manos frente a mí para llamar la
atención- ¿A caso sos directioner?
Directioner,
esa palabra me distrajo de mi análisis-¿Directioner? ¿Qué es eso?
Gemma me
examino con la mirada como yo había
hecho unos minutos antes con ella- Si no sos directioner ¿Por qué racionaste
así cuando te dije que era mi hermano?- Su voz denotaba duda.
Suspire.
Gemma me caía bien, era linda y parecía saber de moda, no como Amy, Lucy o
Emma, está claro que necesitaba a alguien con quien poder hablar de este tema y
ella parecía la indicada. Así que ¿Por qué no contarle la verdad?
-Tu hermano
es amigo del novio de una amiga, Zayn, ella me lo presento y bueno digamos que
de ahí lo conozco.
-Aja pero
eso no explica tu reacción- Gemma parecía decidida a averiguar cualquier cosa
que haya pasado entre Harry y yo.
Puse los
ojos en blanco- Es solo que llegue a este país hace poco y me sorprendió
encontrar a la hermana de una de las pocas personas que conozco.
La chica
volvió a examinarme para asegurarse de que mi historia era cierta- Esta bien,
te creo- Sonrió, al parecer mi argumento funciono- Así que… no sos de acá, ¡sabía
que eras extranjera!- Exclamo complacida por su astucia.
-Sip, Soy
de Alemania- Confirme.
-¿Y que te
trajo a Reino Unido?
-Es una
larga historia…-
- ¿Por qué
no vamos a tomar algo?, así me contás tu historia-
Realmente
me agradaba Gemma, podríamos llegar a ser amigas.-Claro-Dije con una sonrisa
amistosa.
La morocha
se acomodó su bolso Kenneth Cole azul, que por cierto era envidiable, y nos
encaminamos hacia la salida.
En el bar
ambas pedimos te Twilight, otra cosa que teníamos en común además del buen
gusto, y comenzamos nuestra charla para conocernos mejor. Le conté porque había
venido a Londres y como era la academia de ballet. También ella me relato un poco de su vida. Trate de parecer
indiferente cada vez que nombraba a Harry, quería evitar un nuevo
interrogatorio de su parte.
Gemma era
divertida y alegre, le gusta Katy Perry lo que es buen porque a mí también me
gusta y eso aumenta las cosas que tenemos en común, además es inteligente, una
amiga perfecta que estuve buscando pero que nunca encontré, hasta ahora.
Continuamos
hablando hasta que anocheció y decidimos que era hora de volver. Después de
pagar la cuenta salimos del bar. Nubes grises cubrían el cielo que hacia un par
de horas había estado despejado y una ventisca helada me recorrió la espalda.
-Va a
llover- Anuncio Gemma.
-Si ya lo
creo- Dije mientras me envolvía con los brazos el cuerpo para calentarme.
-¿Estas
caminando? ¿Querés que te lleve?- Se ofreció Gemma.
-Seria
genial- Acepte su propuesta y nos pusimos en marcha hacia su auto, un Audi A3.
Ya habíamos
llegado al auto blanco cuando escuché un ruido proveniente de una caja. Atraída
por la curiosidad me dirigí hacia ella para ver qué era lo que estaba haciendo
el ruido.
-Kirsten
¿Qué estás haciendo?- Me interrogo Gemma al notar que me alejaba del automóvil.
-¡Sh!- La
silencie- Vas a espantar a lo que sea que esté haciendo el ruido.
-¿Ruido?
¿Qué ruido?- La fulmine con la mirada y cerro la boca inmediatamente observando
inmóvil como me acercaba a la caja.
Cuando por
fin me asome por el borde de la caja me lleve una gran sorpresa. Un gatito
blanco se ovillaba dentro. Cuando me vio levanto su cola y maulló. Era hermoso.
-Kirsten
¿Qué hay ahí dentro?- Pregunto temerosa Gemma.
-Es solo un
gatito- Conteste para tranquilizarla mientras me agachaba para tomar al animal
y cargarlo entre mis brazos. El gatito blanco se acurruco junto a mi cuerpo. Lo
mire con ternura, no podía dejarlo solo con el frio y muerto de hambre.
Sonreí para
mí misma en el momento en que se me ocurrió la idea.
-Es muy tierno- Comento Gemma que se había acercado para
poder contemplarlo mejor- Pero ¿qué vas a hacer con él o ella?
-Creo que
es ella y me lo voy a quedar- Ya lo había decidido.
-¿Estas
segura de que en la academia dejan entrar animales?- Inquirió.
-No, pero
estoy segura de que no lo van a descubrir, ¿No es cierto Wittchen?- Dije
dirigiéndome al gato.
-¿Wittchen?
-Así se va
a llamar desde ahora, es alemán- Explique a mi amiga que parecía confundida.
Gemma río-
Si a vos te gusta, de todos modos es tuyo. Vamos Es tarde.
Volvimos
hacia donde estaba el auto y una vez que tuvimos los cinturones puestos
emprendimos el viaje hacia el instituto.
-¿Cómo vas
a hacer para entrar sin que vean a Wittchen?-
Dijo Gemma cuando estaciono frente a The Royal Ballet.
Trate de
idear un plan para esconder al gato lo más pronto posible y estaba a punto de
quemarme los sesos cuando vi el bolso de Gemma.
-¿Gemma no
me harías un gran favor?
-¿Qué?-
Dijo desconfiada.
-Necesito
que me prestes tu bolso, es para meter a Wittchen dentro. Te lo voy a devolver
mañana sin más tardar, es que mi bolso es muy pequeño y no entra ¿Me lo prestas
por favor?- Hable tan rápido que no me extrañó la mirada de confusión de mi
amiga.
Suspiro-
Esta bien pero, te lo ruego, que no lo raye ni le haga nada, salió muy caro.
-Te lo
prometo ¡Gracias!
Gemma puso
los ojos en planco y me extendió el bolso azul. Tome a Wittchen y lo introduje
dentro, maulló un poco pero luego se quedó entretenida jugando con el brillo
labial de Gemma.
-Gracias
Gemma- Repetí con una sonrisa-Te llamo mañana, ¿si?- Sin darle tiempo a
responder di media vuelta y emprendí mi camino.
Escuche su
adiós confundido a lo lejos. Cuando llegue a la puerta me relaje, acomode mi
cabello y la ropa, cuando decidí que estaba lista empuje la puesta para
abrirla. La secretaria que me había ayudado esta mañana estaba tan compenetrada
leyendo unos papeles que no me vio cuando pase frente a ella y la salud. Rogué
porque Wittchen no haga ningún ruido y la desconcentrara de su trabajo.
No me
relaje hasta que me encontré frente a la puerta de mi habitación. Saque mi
llave y la abrí. Una vez dentro abrí el bolso de Gemma y Wittchen asomo la
cabeza.
-Hola
Wittchen, bienvenida a tu nuevo hogar.
….
El
despertador sonó sacándome de mi sueño. Había soñado que bailaba en un gran
teatro lleno de gente y un chico con rizos y una hermosa sonrisa me traía rosas
al terminar mi actuación. Descarte la idea de que el chico de mis sueños sea
Harry porque él no es el único con cabellos rizados, además ¿porque soñaría con
él?
Me estire a
la vez que buscaba a Wittchen. Se
encontraba en el borde de mi cama, aun dormía. Sonreí al ver lo bien que le
sentaba el moño rosa que le había puesto anoche.
Me levante
de la cama de un salto y me metí en el baño. El piso estaba algo mojado pero supuse que pronto se
secaría. Luego de cambiarme me coloque algo de base, alargador de pestañas y me
ate un rodete en la cabeza para mayor comodidad. Salude a Wittchen al salir, le
había dejado la ventana un poco abierta para que entrara aire, podría haberla
dejado salir pero estba lloviendo y no quería que se enfermara.
Mi primera
clase era la de la profesora Vera Shvetsova. Nos dedicamos especialmente a
estirar y realizar movimientos en la barra. Carrie también estaba conmigo en la
clase y estuvimos conversando un rato en el descanso que no fue muy largo
porque la profesora Vera era muy exigente. Carrie es muy buena bailarina,
además es simpática. Estaba considerando si estaría bien contarle lo de
Wittchen, no me vendría mal tener una aliada que me ayude si las cosas se
complicaban.
Cuando
terminaron las clases estaba exhausta, el profesor August nos había hecho
practicar giros por dos horas. Pero no podía quejarme, esto era lo que amaba y
por fin las cosas parecían mejorar.
Después de
tomarme una ducha y alimentar a Wittchen fuimos con Carrie a Starbucks, aun
llovía por lo que tuvimos que llevar paraguas.
Mientras
tomábamos nuestros cappuccino le conté toda la historia sobre Wittchen y
prometió ayudarme cuando lo necesite. Después de un rato de charlar con Carrie
recordé que debía devolverle el bolso a Gemma así que le dije a mi nueva amiga
que sería mejor irnos, aunque evite mencionar el apellido de Gemma, sólo por si
acaso. Refugiadas bajo nuestros paraguas regresamos al instituto.
Cuando
llegamos al tercer piso estaba todo mojado. Con cuidado de no resbalarnos
atravesamos el pasillo hasta mi habitación. Reprimí un grito cuando abrí la
puerta. La habitación estaba completamente inundada y mis zapatos Prada
flotaban alrededor del cuarto. Contuve el aliento, ¡no mis zapatos de
diseñador!
Sin poder emitir palabra alguna ingrese a trompiscones
en la habitación que parecía un lago. Abrí el ropero con esperanza de que mi
ropa no se haya mojado y por suerte así era, pero solo algunos pares de zapatos
se salvaron del diluvio.
-¿Y
Wittchen?- Pregunto Carrie que también había estrado en el cuarto.
Recorrí con
la mirada toda la habitación pero no encontré ningún rastro de la gatita.
-¡Dios mío!
¡Tenemos que encontrarla antes de que alguien más lo haga!- Exclame con terror.
-Kirsten
tranquilízate, la vamos a encontrar- Aseguro Carrie.
-¡Podría
estar en cualquier lado!-Hundí la cara entre las manos.
La chica
rubia apoyó su mano en mi hombro para consolarme-Dividámonos para revisar los
pisos.
-¿Qué pasa
si ya la encontraron?-Espeté
-¿Y qué
preferís?, ¿quedarte sentada mientras alguien más echa a Wittchen a la
calle?-Me miró desafiante-Creí que eras más persistente Kirsten.
Suspiré
vencida-Está bien, vamos.
Me ayudó a
ponerme de pie y comenzamos a fraguar un plan. Estábamos en medio de una
discusión acerca de si era conveniente revisar los salones de clase o no cuando
mi celular sonó. Tan pronto como lo tomé reconocí el número y una sonrisa
iluminó mi rostro, ¡ella podría ayudarnos!
Con suma
rapidez presioné el botón verde. -Gemma necesito que me ayudes, de nuevo- Dije
sin dejar hablar a mi interlocutora.
-¿Qué paso
Kirsten?- Su voz parecía preocupada.
-¡Wittchen
se perdió!-Quise seguir relatando pero me interrumpió.
-¿Cómo que
se perdió?-
-No sé,
llegué y mi habitación estaba completamente inundada…
Nuevamente
Gemma hablo sin dejarme terminar-¡¿Cómo que se inundó tu cuarto?Kirsten estás
bien?
Esta vez
fui yo quien la corto, no podíamos perder tiempo en cosas vánales-¡Necesito
encontrar a Wittchen antes que alguno de mis profesores!
Gemma hiso
silencio unos minutos, procesando la
información que le había dado en tan pocos minutos. Finalmente suspiró y habló.
-Enseguida estoy
allá-
…
Aproximadamente
quince minutos después Gemma se encontraba golpeando a la puerta de mi
habitación.
-¡Esto es
un desastre!-Exclamó al mismo tiempo que miraba con desagrado el piso empapado.
-¿Cómo paso
esto Kirsten?-Inquirió Amy a quién también había llamado.
-Eso no
importa ahora-Las callé a ambas- Hay que
iniciar con la operación rescate ahora-
Mientras
esperábamos a que los refuerzos llegaran con Carrie nos dedicamos a planearlo
todo. Amy revisaría el primer piso,
podía decir que venía a visitarme y se había perdido en caso de que alguien se
lo preguntara y así no levantar sospechas. Carrie se encargaría del segundo
piso, ya que su habitación estaba allí. Gemma se quedaría en el tercero y en
caso de emergencia correría a mi cuarto a ocultarse. Y yo recorrería las aulas
y salas de práctica del hall.
Una vez que
explicamos el plan y todas sabíamos lo que debíamos hacer nos dispusimos a
iniciar con la contienda.
-Bien, si alguien
la encuentra llame a mi celular, ¿si?-
Todas
asintieron con la cabeza.
De pronto
sobre el silencio se escuchó un débil maullido. Creí que sólo había sido mi
imaginación, seguro mi mente estaba jugando conmigo. Sin embargo el sonido
persistió y las chicas me miraron extrañadas. Para evitar que ella hiciera
algún ruido les hice señas con las manos y comencé a acercarme al lugar de
donde provenía.
La ventana
que había dejado abierta en la mañana estaba a unos centímetros sobre mí, lo que me obligó a ponerme en puntas
de pie para alcanzarla.
Dado que no
podía ver palpé la superficie con calma hasta dar con algo suave y peludo.
-¡Wittchen!-Grité
victoriosa.
Con cuidado
tiré de su patita hasta que logré que se asomara por la rendija algo estrecha.
El animal se quejó un poco pero finalmente cedió.
-¡No sabes
lo preocupada que me tenías!-La regañé al mismo tiempo que la acurrucaba en mis
brazos y la acariciaba con ternura.
Las demás
rieron.
-Sos toda
una madre-Comentó Amy en broma.
Carrie y
Gemma rieron.
-Bien..-Gemma
interrumpió las risas-Ahora, ¿podes explicarnos que paso con tu cuarto?
Me encogí
de hombros-No sé, cuando me fui estaba todo en orden.
Todas nos
pusimos a pensar acerca de las posibles causas. Amy preguntó si no había dejado
ninguna canilla abierta. Finalmente Carrie dio con el problema.
-Es una
fuga, en el lavabo del baño-Sentenció al
fin mientras ingresaba al pequeño cuarto de aseo.
La miré
extrañada-¿Cómo lo sabes?-
-Las
cañerías de esta escuela son bastante viejas, el año pasado renovaron las de
todos los pisos menos este, por falta de fondos-
Sin
voltearse a verme mientras hablaba tomó una toalla del mueble y la colocó sobre
el piso, bajo el lavabado para secarlo. Luego la quitó y pudimos observar como
a los segundos este volvía a llenarse de agua.
-¿Ves?-Me
dedicó una sonrisa orgullosa-No es problema,
sólo debes hablar con Beth en recepción, ella conseguiré un plomero
enseguida-
Suspiré
aliviada-¿Eso es todo?
-Sip-Devolvió
la toalla a su lugar-Pero deberás mudarte por un par de días, hasta que el
cuarto se seque.
-¡¿Y a
dónde se supone que voy a ir?!-Wittchen se sobresaltó en mis brazos a causa de
mi grito.
-Tranquila,
Beth puede llamar a tus padres para que te alquilen algo por un par de días- Me
calmó.
-¡No!-Dije
con desesperación y apretando con tantas fuerzas a mi gata que se emitió un
maullido de queja-Papá no puede saber esto, enloquecería, ¡me obligaría a
volver!
Había
tenido que insistir muchísimo en la seguridad y seriedad
del instituto para lograr que mi padre, algo sobreprotector, me concediera el
permiso. Sólo lo logré luego de asegurarle que el edificio estaba en excelente
condiciones, que me pasaría todos los días allí y no tendría necesidad de nada
más. Si llegaba a enterarse de que mi cuarto se había inundado y que el instituto
sólo podía ofrecerme una habitación de hotel en compensación por su
ineficiencia no dudaría en tomarse el primer avión a Inglaterra y llevarme de
vuelta a casa. Adiós Londres, adiós Royal Ballet, adiós sueño.
-¿Por qué
no te quedas en mi casa?-Sugirió Amy.
-Esa es una
buena idea-Convino Gemma que había estado observando la situación en silencio.
-¿Y qué hay
de tu mamá?-Respondí torciendo el gesto-No creo que Stella este de acuerdo en
ocultarle algo así a mis padres.
La chica
castaña de rizos suspiró vencida. Nos habíamos quedados sin opciones.
Acaricié la
cabeza de Wittchen en un intento por calmarme.
Todo estaba
sumido en un silencio sepulcral hasta que Gemma habló.
-¡Ya
sé!-Exclamó y sin dar ningún tipo de explicación sacó su teléfono del bolsillo
y comenzó a teclear.
Me dedicó
una sonrisa tranquilizadora mientras se
llevaba el aparato a la oreja y esperaba que la atendieran.
-¿Harry?,
soy Gemma-
Tan pronto
como escuché eso mis ojos se abrieron como platos, ¡¿qué estaba haciendo?!
Afiné el oído pero no logré escuchar lo que él le contestaba.
-Necesito
un favor-Esperó a que este respondiera y luego siguió hablando-¿podrías
prestarle el cuarto extra de tu apartamento a una amiga por un par de días?
O.o me encantaa!!
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