¿Por qué me
derrite con la mirada? ¿Por qué me desarmo cuando sonríe?
We know where it takes us we´ve been before…
¿Por qué no
puedo entenderlo? ¿Por qué me trata diferente cada día?
Closer, maybe looking closer, there´s more to
discover…
¿Algún día me
dirá su verdad? ¿Confiaría en mí?
Find out what went wrong without blaming each
other…
Me estoy
volviendo loca y es su culpa.
-Lucy, hija-
Papá abrió la puerta del estudio- Ya vamos a cenar.
-Sí, ahora
voy- Le dedique una sonrisa y comencé a guardar mi guitarra.
-Hacía
varios días que no te escuchaba tocar la guitarra- Comento interesado. Él es el
responsable de que yo sepa tocarla y de que me encante tanto hacerlo, después
de todo con un padre músico ¿cómo no tocar un instrumento?
-Es que
estos días fueron algo agitados y no tuve mucho tiempo- Me excuse.
-Lo
importante es que ya lo estás haciendo de nuevo – Sonrió- Y esa canción te
salió muy bien, no quería interrumpirte pero tu mamá nos está apurando- Hizo
una mueca de disgusto provocando que riera.
Golpee
cariñosamente su hombro- Vamos papá.
….
Toca la
bocina- Ordene.
Will
todavía no estaba listo y ya teníamos que irnos.
Papá hizo
lo que le pedí. Mi hermano salió corriendo de casa aun medio dormido y con la
camisa del uniforme hecha un bollo en sus pantalones.
-Ya llegue,
ya llegue- Nos tranquilizó.
Cuando ya
todos estuvimos listos papá arranco el Chevrolet y emprendimos el camino hasta
la escuela.
Primero
paramos en la escuela de Will, él todavía estaba en primaria, su instituto
quedaba a unos metros del mío. Medio corriendo, medio con la mochila por los
pies se bajó y nos dedicó un rápido ‘adiós’. Papá espero hasta que entrara
antes de volver a arrancar.
-Lucy – Me
llamó mientras conducía.
-Si, ¿Qué
pasa?
-Hoy voy a
necesitar que me ayudes con unas cosas de la universidad ¿puede ser?
Papá de vez
en cuando me pide que lo ayude con unos trabajos que prepara para los chicos de
la universidad. Siempre me gusta hacerlo, es divertido.
-Seguro- Sonreí
y baje del auto que ya se encontraba estacionado frente a mi escuela.
Camine lo
más rápido que pude porque ya era muy tarde.
-¿Dónde vas
tan apurada?- Me interrogo Amy que trataba de imitar mis pasos energéticos.
-Es tarde y
no llego a clases- Dije algo agitada por el apuro.
-No te
preocupes la profesora de Química enfermo, tenemos el periodo libre- Me
informo.
Frene de
golpe provocando que mi amiga chocara contra mi espalda.
-¿Enserio?
Asintió
mientras se restregaba el hombro con la mano.
Suspire. Estábamos
en los pasillos de los casilleros, divisé un banco en el patio de luz y me dejé caer sobre él. Amy
se sentó a mi lado.
-¿Qué hacen
chicas?- Emma se acercó a nosotras y se sentó junto a mí.
-Le acabo
de contar a Lucy que no tenemos Química y casi me disloco el hombro.
Bufe-
Exagerada.
Emma rio- Lucy…
me entere que tuviste clases especiales de manejo- Levanto las cejas. Amy
comenzó a reír- ¿Qué tal estuvieron?
Me tape mi
cara con las manos- Un desastre.
-¿Por qué?
Contanos, ¿Qué paso?- Se emocionó la castaña.
-Mejor en
el camino, necesito que me acompañen a hablar con la profesora de Educación
física- Me detuvo Amy antes de que comience mi relato.
-¿Por qué
tenes que hablar con la profesora Hayes?- Me interese.
-Porque
tengo que darle este certificado que dice que no puedo hacer actividades
físicas-Sonrió.
-No es de
verdad- Intervino Emma- Le pidió a mamá que le haga el certificado falso.
-¡Amy!
¡Cómo vas a hacer eso!
-Lucy ya
sabes que no sirvo para los deportes y todo eso, además puedo ser un peligro
para las demás alumnas.
No pude
evitar reír. Amy siempre odio las horas de educación física.
-Por favor-
Rogo.
Puse los
ojos en blanco- Esta bien, vamos.
El patio
estaba ubicado en el centro de la escuela. Tenía dos puertas inmensas, una conectaba
con los pasillos y las aulas de clase, otra con el comedor, pero nosotras
debíamos ir hasta el gimnasio que estaba a un par de metros del edificio, rodeado por la cancha de fútbol.
Mientras caminábamos les fui contando mi
desastroso día con Niall y Harry.
-¡Estás
loca!- Exclamo Amy.
-Es que
tenía que demostrarle que si se manejar- Me excuse.
Mi amiga puso
los ojos en blanco.
-Qué raro
Niall, él nunca es así con nosotras- Observo Emma.
-Si-
Concordó Amy- Siempre es bueno y atento, creo que Harry tiene razón, estaba
celoso.
-No creo, ¿Por
qué habría de estarlo?
Amy revoleo
los ojos-Porque le gustas es obvio- Golpeo mi cabeza.
-Hablando
de celos…- Nos interrumpió Emma
Ambas nos
detuvimos a mirarla.
-¿De qué
hablas?- Pregunto Amy.
-Miren
disimuladamente a la derecha.
-¿A
dónde?-Prácticamente gritó la chica de
rizos al mismo tiempo que giraba todo su cuerpo.
-¡Disimuladamente!-La
regañó su prima.
Sin
prestarles atención dirigí mi mirada a donde Emma nos indicaba. Con su uniforme
del equipo de fútbol de la escuela Andy tenía la mirada clavada en nostras.
-¿Hace
cuánto que está así? Inquirí con
desinterés.
-Desde que
pasamos frente a él y ni siquiera te detuviste a mirarlo-Me aclaró Emma.
-Así me
gusta, que sufra- Me felicitó Amy.
Las tres
reímos. La verdad que la noticia me había puesto muy contenta, saber que me
estaba olvidando de él era algo bueno.
Ingresamos
al gimnasio y el olor a sudor me dio nauseas. La profesora Hayes miro a Amy con
sospecha cuando le dio el certificado.
-Es el
tercer año consecutivo que presentas certificado Amy.
La aludida
se encogió de hombros-No sabe como lamento tener que perderme sus clases.
Emma puso
los ojos en blanco y yo contuve la risa.
La maestra
le dedicó otra mirada de sospecha a mi amiga antes de asentir resignada-Bien,
que te recuperes de tu pierna.
-Estoy
segura que así será, gracias Señorita Hayes-Mintió ella antes de salir
caminando relajadamente del gimnasio.
Emma y yo
la seguimos.
-¿Tu
pierna?-Preguntó Emma-¿Qué hay de malo con tu pierna?
-Me la
quebré durante las vacaciones de Pascua, no puedo hacer ejercicio por el resto
del año.
-¡Eso es
una total mentira!-La acusó -¿Mi mamá accedió a hacer eso?
-No es una
total mentira, en realidad si me torcí el tobillo, solamente alteré un poco los
hechos.
Emma puso
los ojos en blanco y decidió dejar el tema.
Además de
la escena de Amy hablando con la señora Hayes, nada más interesante paso en la
escuela y antes de lo esperado ya estaba en casa esperando a que papá preparara
todo para empezar a practicar su clase en la universidad RAM.
….
-Creo que
sería mejor si le subimos un semitono-Comentó papá mientras tomaba una lapicera
y modificaba un sus partituras.
Él estaba
sentado en el piano negro de cola larga del estudio. Yo estaba a su lado en una
banqueta con mi guitarra, una Fender Dg4
Acústica, a la que había bautizado como Wilson.
Mire mi
reloj. Ya era tarde, hoy tenía español.
-Pa ya casi
es la hora, ¿Me llevas?- Volví a usar mi arma de convencimiento pero esta vez
contra papá.
-Está bien
vamos- Acepto dejando a regañadientes su asiento frente al piano- Espero que
consigas tu permiso pronto.
Sonreí
abiertamente.
-Yo espero
lo mismo- Pensé.
-¿Dónde
van?- Pregunto Will asomando su cabeza desde la puerta de su habitación.
-Llevo a tu
hermana a español.
-¿Puedo
ir?- Suplico mi hermano.
-Bueno
vamos- Contesto papá antes de que yo pudiera quejarme.
Los tres
entramos en el Chevrolet y nos dirigimos hacia el instituto Cervantes.
-Will ponete
el cinturón-Le ordene. Desde que tomo las clases de manejo no puedo evitar recordarle
a todo el mundo las leyes de tránsito.
-Ya voy
mamá- Se burló este.
Le saque la
lengua. Cuando peleaba con él parecía más chica de lo normal.
Papá
estaciono justo en frente de la puerta.
Le dedique
una mirada amedrentadora. Él se encogió de hombros.
Will
comenzó a reír y también lo mire con enfado. Pero él no me prestó atención a
mí.
-¿Ese no es
tu novio Lucy?- Pregunto en tono burlón.
Abrí los
ojos como platos mientras giraba mi cabeza en cámara lenta.
Parado
junto a su auto estaba James.
-¿Novio?-
Se sobresaltó papá- ¿Dónde?
-Ese
castaño que esta allá junto a la Range Rover- Lo señaló Will, por suerte James
estaba demasiado ocupado con su teléfono como para notarnos.
Golpee mi
cabeza con la palma derecha.
-¿Por qué no
me dijiste que tenías novio?- Papá parecía enfadado.
-¡Es que no
es mi novio!- Exclame- Es solo mi compañero de español.
-Sí, que te
lleva a almorzar- Mi hermano parecía empeñado en arruinarme el día.
Lo fulmine con
la mirada. Decidí que sería mejor irme antes de matarlo, y sobre todo, antes de
que papá terminara de asimilar la información.
-¡Lucy!- Me
llamo mientras bajaba apresuradamente
del auto.
-Llego
tarde papá, después hablamos- Finalmente me aleje de ellos y corrí hacia el
instituto.
Iba tan distraída
que no vi a James y choque con él.
-Lo siento-
Me disculpe.
-Todavía
faltan 5 minutos ¿Por qué tan apurada?- Se interesó.
-Creí que
era más tarde- No pensaba contarle lo que acababa de pasar así que decidí
mentir.
Él me miró
desconfiado antes de soltarme.
Por el
rabillo del ojo pude observar el Chevrolet alejarse a todo prisa. Papá me
mataría cuando llegara a casa.
Suspiré
intentando calmarme.
-¿Qué tal
si vamos entrando?, así conseguimos buenos asientos-Bromeó mi compañero.
-Sí, claro,
a veces me olvido de lo concurrida que es nuestra clase-Respondí sarcástica y
luego lo seguí por las escaleras.
…
La clase
transcurrió en silencio, la Señora Rodríguez
preguntó a Niall si tenía alguna duda acerca de los temas vistos la
clase pasada.
Ambos nos
removimos incómodo ante el recuerdo de ese día. Tomé nota mental para asegurarme de preguntarle a dónde había
estado. Sería divertido verlo inventar una excusa.
Por fin el
reloj marcó las 8:30 y la profesora nos dedicó su ‘Adiós’ con ese acento que solamente un nativo como ella
puede tener.
Ambos nos
pusimos de pie y nos encaminamos a la salida.
Mientras
caminábamos por el hall nuestras manos se chocaron por ‘accidente’, aunque yo
prefiero pensar que fue un acto del destino.
-Perdón-Susurré.
-¿Te
gustaría ir a tomar algo?- Su invitación me tomo completamente por sorpresa.
Me lo quedé
mirando sin entender lo que estaba pasando.
-Ash, no sé
qué me pasa, debes pensar que estoy loco- Se disculpó negando con la cabeza- Es
que a veces no controlo lo que digo-Remató guiñándome el ojo.
Le dediqué
una media sonrisa-¿A dónde querés ir?
Su rostro
se iluminó. -¿Nando’s te parece bien?
Ahora si
empezaba a sonar más como el Niall que yo me imaginaba-Genial.
…
Llegamos al
lugar antes de lo que me esperaba. El camino fue silencioso ya que me la pasé
respondiendo los mensajes de papá, quien estaba al borde de un ataque de
pánico. Comenzaba a arrepentirme de no haberle mentido cuando por fin
cedió, aunque creo que mamá tuvo algo
que ver en eso.
-¿Estás
bien?-Me interrogó mi acompañante
mientras estacionaba la Range Rover.
Despegué la
vista del teléfono-Si, ¿por qué?
Él se
encogió de hombros antes de bajar del auto. Mientras caminábamos hacia la
puerta volvió a hablar-Porque todavía no me hiciste ninguna pregunta, ¿es que
ya no te intereso?
-En
realidad te estaba dando un descanso, pero ya que insistís… -Abrí la boca para
empezar con mi interrogatorio pero él me detuvo con un gesto de su mano.
-¿Y si
comemos primero?, no puedo concentrarme con el estómago vacío.
-Creí que íbamos
a tomar algo-Comenté cuando ya nos encontrábamos en la caja.
Él ignoró
mi comentario mientras ordenaba dos tazas de chocolate caliente y dos porciones
de Cheesecake de chocolate.
Revoleé los
ojos, no tenía sentido discutir. Esperamos unos minutos junto al mostrador
mientras las empleadas preparaban nuestra orden. Por fin una de ellas, que me
recordó bastante a Amy, nos alcanzó una bandeja. James la tomó y comenzamos a
buscar una mesa.
Como
siempre nos sentamos en el lugar más aislado y alejado posible.
El chico
castaño me alcanzó una de las tazas que yo tomé con cuidado de no quemarme. Luego
repartió las porciones de cheesecake.
Abrí uno de
los sobres de azúcar y lo vertí por completo
en el líquido chocolatoso, él me
imitó, aunque solo se demoró unos minutos antes de empezar a devorar su porción
de torta Aprovechando su distracción decidí hacer mi pregunta.
-¿Por qué
faltaste el viernes pasado?
James dio un
gran sorbo a su taza para evitar atragantarse. Parecía que lo hacía todo más
lento apropósito –Asuntos de trabajo- Dijo al fin.
-¿Qué
asuntos?-Insistí, insatisfecha con su respuesta.
Se llevó
otra porción de torta a la boca-Asuntos.
Suspiré
frustrada.- ¡No estás cooperando!
-Ya sabes
que tengo un secreto, ¿no es eso suficiente?
-¡No!- Contraataqué-La
duda me está carcomiendo, ¿qué cosa tan terrible es para que no me quieras
contar?-Me dejé caer sobre la silla y me
crucé de brazos.
Sentí como
mis mejillas ardían, aún así le lance una mirada escéptica.
-Eso sí es
jugar sucio Horan-Pensé.
-No
entiendo por qué no confías en mí.
Él suspiró
y hundió la cabeza entre las manos. –No es que no confíe, es que…
Se detuvo
para seleccionar cuidadosamente sus palabras.
Me le quedé
mirando expectante.
Con delicadeza
estiró su mano para rozar la mía-¿Te acordas cuando te dije que quería pasar
más tiempo con vos?
Asentí con
la cabeza dado que mi cuerpo se había quedado paralizado y mi mente estaba aún
intentando seguir el hilo de la conversación, ¿a dónde quería llegar con todo
esto?
-Lo decía
en serio-Continuó-Por eso no podes saber mi secreto, quiero que pases tiempo
conmigo, con el verdadero yo.
Contuve la
respiración, ¿era esto una confesión?, ¿a qué se refería con ‘su verdadero yo’?
-Y… yo-Otra
vez ese maldito tartamudeo-No entiendo, James.
Él me miró
directo a los ojos, las cosas se habían
puesto mucho más intensas de lo esperado-Creo que tenés un par de suposiciones
acerca de mi secreto, ¿cierto?
Volví a
asentir-Algo así.
-No sabes
lo difícil que es llegar a conocer a alguien con todas esas cámaras rodeándote
todo el tiempo.
Me mordí el
labio para evitar gritar ese ‘yo sabía’ que tenía atrapado en la garganta. Esto
definitivamente era una confesión.
Al ver que
yo no articulaba palabra prosiguió hablando-De verdad me gustaría que salieras
conmigo, con James, al que nadie persigue las 24hs del día.
En ese
punto todo me daba vueltas. ¿Sabía exactamente lo que yo sabía?, ¿estaba
confirmando mis sospechas?, ¿es que verdaderamente Niall Horan me estaba
pidiendo salir?
Alejé
rápidamente ese pensamiento de mi cabeza, ya que era demasiado bueno para ser
real, demasiado bueno para que mi cerebro pudiera procesarlo.
Su mano
seguía sobre la mía. Haciendo uso de todo mi valor la tomé. Había muchas cosas
que no entendía. Pero en ese momento realmente no importaban. Estaba ahí sentada
frente a un chico que me estaba confesando abiertamente que me quería, de un
modo raro pero tierno en cierto sentido. ¿Y qué si en realidad estaba
equivocada?, James, Niall, daba igual como se llamara o a qué se dedicara. Yo
lo quería, era lo único en lo que pensaba desde de la primera vez que lo vi.
-Con una
condición-Dije con toda la seriedad de la que fui capaz.-Yo manejo lo próxima.
La sonrisa
le iluminó el rostro- ¿Ya tenés licencia?
-¿Querés
que salgamos sí o no?-Lo amenacé con tono burlón.
Suspiró
resignado-Está bien, ¿el sábado te parece?
Asentí sin
dudarlo.