31 mar 2013

Capítulo 32


Circles, we´re going in circles, dizzie´s all it makes us….
¿Por qué me derrite con la mirada? ¿Por qué me desarmo cuando sonríe?
We know where it takes us we´ve been before…
¿Por qué no puedo entenderlo? ¿Por qué me trata diferente cada día?
Closer, maybe looking closer, there´s more to discover…
¿Algún día me dirá su verdad? ¿Confiaría en mí?
Find out what went wrong without blaming each other…
Me estoy volviendo loca y es su culpa.
-Lucy, hija- Papá abrió la puerta del estudio- Ya vamos a cenar.
-Sí, ahora voy- Le dedique una sonrisa y comencé a guardar mi guitarra.
-Hacía varios días que no te escuchaba tocar la guitarra- Comento interesado. Él es el responsable de que yo sepa tocarla y de que me encante tanto hacerlo, después de todo con un padre músico ¿cómo no tocar un instrumento?
-Es que estos días fueron algo agitados y no tuve mucho tiempo- Me excuse.
-Lo importante es que ya lo estás haciendo de nuevo – Sonrió- Y esa canción te salió muy bien, no quería interrumpirte pero tu mamá nos está apurando- Hizo una mueca de disgusto provocando que riera.
Golpee cariñosamente su hombro- Vamos papá.
….
Toca la bocina- Ordene.
Will todavía no estaba listo y ya teníamos que irnos.
Papá hizo lo que le pedí. Mi hermano salió corriendo de casa aun medio dormido y con la camisa del uniforme hecha un bollo en sus pantalones.
-Ya llegue, ya llegue- Nos tranquilizó.
Cuando ya todos estuvimos listos papá arranco el Chevrolet y emprendimos el camino hasta la escuela.
Primero paramos en la escuela de Will, él todavía estaba en primaria, su instituto quedaba a unos metros del mío. Medio corriendo, medio con la mochila por los pies se bajó y nos dedicó un rápido ‘adiós’. Papá espero hasta que entrara antes de volver a arrancar.
-Lucy – Me llamó mientras conducía.
-Si, ¿Qué pasa?
-Hoy voy a necesitar que me ayudes con unas cosas de la universidad ¿puede ser?
Papá de vez en cuando me pide que lo ayude con unos trabajos que prepara para los chicos de la universidad. Siempre me gusta hacerlo, es divertido.
-Seguro- Sonreí y baje del auto que ya se encontraba estacionado frente a mi escuela.
Camine lo más rápido que pude porque ya era muy tarde.
-¿Dónde vas tan apurada?- Me interrogo Amy que trataba de imitar mis pasos energéticos.
-Es tarde y no llego a clases- Dije algo agitada por el apuro.
-No te preocupes la profesora de Química enfermo, tenemos el periodo libre- Me informo.
Frene de golpe provocando que mi amiga chocara contra mi espalda.
-¿Enserio?
Asintió mientras se restregaba el hombro con la mano.
Suspire. Estábamos en los pasillos de los casilleros, divisé un banco en  el patio de luz y me dejé caer sobre él. Amy se sentó a mi lado.
-¿Qué hacen chicas?- Emma se acercó a nosotras y se sentó junto a mí.
-Le acabo de contar a Lucy que no tenemos Química y casi me disloco el hombro.
Bufe- Exagerada.
Emma rio- Lucy… me entere que tuviste clases especiales de manejo- Levanto las cejas. Amy comenzó a reír- ¿Qué tal estuvieron?
Me tape mi cara con las manos- Un desastre.
-¿Por qué? Contanos, ¿Qué paso?- Se emocionó la castaña.
-Mejor en el camino, necesito que me acompañen a hablar con la profesora de Educación física- Me detuvo Amy antes de que comience mi relato.
-¿Por qué tenes que hablar con la profesora Hayes?- Me interese.
-Porque tengo que darle este certificado que dice que no puedo hacer actividades físicas-Sonrió.
-No es de verdad- Intervino Emma- Le pidió a mamá que le haga el certificado falso.
-¡Amy! ¡Cómo vas a hacer eso!
-Lucy ya sabes que no sirvo para los deportes y todo eso, además puedo ser un peligro para las demás alumnas.
No pude evitar reír. Amy siempre odio las horas de educación física.
-Por favor- Rogo.
Puse los ojos en blanco- Esta bien, vamos.
El patio estaba ubicado en el centro de la escuela. Tenía dos puertas inmensas, una conectaba con los pasillos y las aulas de clase, otra con el comedor, pero nosotras debíamos ir hasta el gimnasio que estaba a un par de metros del  edificio, rodeado por la cancha de fútbol. Mientras caminábamos  les fui contando mi desastroso día con Niall y Harry.
-¡Estás loca!- Exclamo Amy.
-Es que tenía que demostrarle que si se manejar- Me excuse.
Mi amiga puso los ojos en blanco.
-Qué raro Niall, él nunca es así con nosotras- Observo Emma.
-Si- Concordó Amy- Siempre es bueno y atento, creo que Harry tiene razón, estaba celoso.
-No creo, ¿Por qué habría de estarlo?
Amy revoleo los ojos-Porque le gustas es obvio- Golpeo mi cabeza.
-Hablando de celos…- Nos interrumpió Emma
Ambas nos detuvimos a mirarla.
-¿De qué hablas?- Pregunto Amy.
-Miren disimuladamente a la derecha.
-¿A dónde?-Prácticamente gritó la  chica de rizos al mismo tiempo que giraba todo su cuerpo.
-¡Disimuladamente!-La regañó su prima.
Sin prestarles atención dirigí mi mirada a donde Emma nos indicaba. Con su uniforme del equipo de fútbol de la escuela Andy tenía la mirada clavada en nostras.
-¿Hace cuánto que está así? Inquirí  con desinterés.
-Desde que pasamos frente a él y ni siquiera te detuviste a mirarlo-Me aclaró Emma.
-Así me gusta, que sufra- Me felicitó Amy.
Las tres reímos. La verdad que la noticia me había puesto muy contenta, saber que me estaba olvidando de él era algo bueno.
Ingresamos al gimnasio y el olor a sudor me dio nauseas. La profesora Hayes miro a Amy con sospecha cuando le dio el certificado.
-Es el tercer año consecutivo que presentas certificado Amy.
La aludida se encogió de hombros-No sabe como lamento tener que perderme sus clases.
Emma puso los ojos en blanco y yo contuve la risa.
La maestra le dedicó otra mirada de sospecha a mi amiga antes de asentir resignada-Bien, que te recuperes de tu pierna.
-Estoy segura que así será, gracias Señorita Hayes-Mintió ella antes de salir caminando relajadamente del gimnasio.
Emma y yo la seguimos.
-¿Tu pierna?-Preguntó Emma-¿Qué hay de malo con tu pierna?
-Me la quebré durante las vacaciones de Pascua, no puedo hacer ejercicio por el resto del año.
-¡Eso es una total mentira!-La acusó -¿Mi mamá accedió a hacer eso?
-No es una total mentira, en realidad si me torcí el tobillo, solamente alteré un poco los hechos.
Emma puso los ojos en blanco y decidió dejar el tema.
Además de la escena de Amy hablando con la señora Hayes, nada más interesante paso en la escuela y antes de lo esperado ya estaba en casa esperando a que papá preparara todo para empezar a practicar su clase en la universidad RAM.
….
-Creo que sería mejor si le subimos un semitono-Comentó papá mientras tomaba una lapicera y modificaba un sus partituras.
Él estaba sentado en el piano negro de cola larga del estudio. Yo estaba a su lado en una banqueta con mi guitarra, una Fender Dg4  Acústica, a la que había bautizado como Wilson.
Mire mi reloj. Ya era tarde, hoy tenía español.
-Pa ya casi es la hora, ¿Me llevas?- Volví a usar mi arma de convencimiento pero esta vez contra papá.
-Está bien vamos- Acepto dejando a regañadientes su asiento frente al piano- Espero que consigas tu permiso pronto.
Sonreí abiertamente.
-Yo espero lo mismo- Pensé.
-¿Dónde van?- Pregunto Will asomando su cabeza desde la puerta de su habitación.
-Llevo a tu hermana a español.
-¿Puedo ir?- Suplico mi hermano.
-Bueno vamos- Contesto papá antes de que yo pudiera quejarme.
Los tres entramos en el Chevrolet y nos dirigimos hacia el instituto Cervantes.
-Will ponete el cinturón-Le ordene. Desde que tomo las clases de manejo no puedo evitar recordarle a todo el mundo las leyes de tránsito.
-Ya voy mamá- Se burló este.
Le saque la lengua. Cuando peleaba con él parecía más chica de lo normal.
Papá estaciono justo en frente de la puerta.
Le dedique una mirada amedrentadora. Él se encogió de hombros.
Will comenzó a reír y también lo mire con enfado. Pero él no me prestó atención a mí.
-¿Ese no es tu novio Lucy?- Pregunto en tono burlón.
Abrí los ojos como platos mientras giraba mi cabeza en cámara lenta.
Parado junto a su auto estaba James.
-¿Novio?- Se sobresaltó papá- ¿Dónde?
-Ese castaño que esta allá junto a la Range Rover- Lo señaló Will, por suerte James estaba demasiado ocupado con su teléfono como para notarnos.
Golpee mi cabeza con la palma derecha.
-¿Por qué no me dijiste que tenías novio?- Papá parecía enfadado.
-¡Es que no es mi novio!- Exclame- Es solo mi compañero de español.
-Sí, que te lleva a almorzar- Mi hermano parecía empeñado en arruinarme el día.
Lo fulmine con la mirada. Decidí que sería mejor irme antes de matarlo, y sobre todo, antes de que papá terminara de asimilar la información.
-¡Lucy!- Me llamo mientras  bajaba apresuradamente del auto.
-Llego tarde papá, después hablamos- Finalmente me aleje de ellos y corrí hacia el instituto.
Iba tan distraída que no vi a James y choque con él.
-Lo siento- Me disculpe.
-Todavía faltan 5 minutos ¿Por qué tan apurada?- Se interesó.
-Creí que era más tarde- No pensaba contarle lo que acababa de pasar así que decidí mentir.
Él me miró desconfiado antes de soltarme.
Por el rabillo del ojo pude observar el Chevrolet alejarse a todo prisa. Papá me mataría cuando llegara a casa.
Suspiré intentando calmarme.
-¿Qué tal si vamos entrando?, así conseguimos buenos asientos-Bromeó mi compañero.
-Sí, claro, a veces me olvido de lo concurrida que es nuestra clase-Respondí sarcástica y luego lo seguí por las escaleras.
La clase transcurrió en silencio, la Señora Rodríguez  preguntó a Niall si tenía alguna duda acerca de los temas vistos la clase pasada.
Ambos nos removimos incómodo ante el recuerdo de ese día. Tomé nota mental  para asegurarme de preguntarle a dónde había estado. Sería divertido verlo inventar una excusa.
Por fin el reloj marcó las 8:30 y la profesora nos dedicó su ‘Adiós’ con  ese acento que solamente un nativo como ella puede tener.
Ambos nos pusimos de pie y nos encaminamos a la salida.
Mientras caminábamos por el hall nuestras manos se chocaron por ‘accidente’, aunque yo prefiero pensar que fue un acto del destino.
-Perdón-Susurré.
-¿Te gustaría ir a tomar algo?- Su invitación me tomo completamente por sorpresa.
Me lo quedé mirando sin entender lo que estaba pasando.
-Ash, no sé qué me pasa, debes pensar que estoy loco- Se disculpó negando con la cabeza- Es que a veces no controlo lo que digo-Remató guiñándome el ojo.
Le dediqué una media sonrisa-¿A dónde querés ir?
Su rostro se iluminó. -¿Nando’s te parece bien?
Ahora si empezaba a sonar más como el Niall que yo me imaginaba-Genial.
Llegamos al lugar antes de lo que me esperaba. El camino fue silencioso ya que me la pasé respondiendo los mensajes de papá, quien estaba al borde de un ataque de pánico. Comenzaba a arrepentirme de no haberle mentido cuando por fin cedió,  aunque creo que mamá tuvo algo que ver en eso.
-¿Estás bien?-Me interrogó  mi acompañante mientras estacionaba la Range Rover.
Despegué la vista del teléfono-Si, ¿por qué?
Él se encogió de hombros antes de bajar del auto. Mientras caminábamos hacia la puerta volvió a hablar-Porque todavía no me hiciste ninguna pregunta, ¿es que ya no te intereso?
-En realidad te estaba dando un descanso, pero ya que insistís… -Abrí la boca para empezar con mi interrogatorio pero él me detuvo con un gesto de su mano.
-¿Y si comemos primero?, no puedo concentrarme con el estómago vacío.
-Creí que íbamos a tomar algo-Comenté cuando ya nos encontrábamos en la caja.
Él ignoró mi comentario mientras ordenaba dos tazas de chocolate caliente y dos porciones de Cheesecake de chocolate.
Revoleé los ojos, no tenía sentido discutir. Esperamos unos minutos junto al mostrador mientras las empleadas preparaban nuestra orden. Por fin una de ellas, que me recordó bastante a Amy, nos alcanzó una bandeja. James la tomó y comenzamos a buscar una mesa.
Como siempre nos sentamos en el lugar más aislado y alejado posible.
El chico castaño me alcanzó una de las tazas que yo tomé con cuidado de no quemarme. Luego repartió las porciones de cheesecake.
Abrí uno de los sobres de azúcar y lo vertí por completo  en el líquido chocolatoso,  él me imitó, aunque solo se demoró unos minutos antes de empezar a devorar su porción de torta Aprovechando su distracción decidí hacer mi pregunta.
-¿Por qué faltaste el viernes pasado?
James dio un gran sorbo a su taza para evitar atragantarse. Parecía que lo hacía todo más lento apropósito –Asuntos de trabajo- Dijo al fin.
-¿Qué asuntos?-Insistí, insatisfecha con su respuesta.
Se llevó otra porción de torta a la boca-Asuntos.
Suspiré frustrada.- ¡No estás cooperando!
-Ya sabes que tengo un secreto, ¿no es eso suficiente?
-¡No!- Contraataqué-La duda me está carcomiendo, ¿qué cosa tan terrible es para que no me quieras contar?-Me  dejé caer sobre la silla y me crucé de brazos.
Niall rió-No tenés idea de lo tierna que te ves así.
Sentí como mis mejillas ardían, aún así le lance una mirada escéptica.
-Eso sí es jugar sucio Horan-Pensé.
-No entiendo por qué no confías en mí.
Él suspiró y hundió la cabeza entre las manos. –No es que no confíe, es que…
Se detuvo para seleccionar cuidadosamente sus palabras.
Me le quedé mirando expectante.
Con delicadeza estiró su mano para rozar la mía-¿Te acordas cuando te dije que quería pasar más tiempo con vos?
Asentí con la cabeza dado que mi cuerpo se había quedado paralizado y mi mente estaba aún intentando seguir el hilo de la conversación, ¿a dónde quería llegar con todo esto?
-Lo decía en serio-Continuó-Por eso no podes saber mi secreto, quiero que pases tiempo conmigo, con el verdadero yo.
Contuve la respiración, ¿era esto una confesión?, ¿a qué se refería con ‘su verdadero yo’?
-Y… yo-Otra vez ese maldito tartamudeo-No entiendo, James.
Él me miró directo a los ojos,  las cosas se habían puesto mucho más intensas de lo esperado-Creo que tenés un par de suposiciones acerca de mi secreto, ¿cierto?
Volví a asentir-Algo así.
-No sabes lo difícil que es llegar a conocer a alguien con todas esas cámaras rodeándote todo el tiempo.
Me mordí el labio para evitar gritar ese ‘yo sabía’ que tenía atrapado en la garganta. Esto definitivamente era una confesión.
Al ver que yo no articulaba palabra prosiguió hablando-De verdad me gustaría que salieras conmigo, con James, al que nadie persigue las 24hs del día.
En ese punto todo me daba vueltas. ¿Sabía exactamente lo que yo sabía?, ¿estaba confirmando mis sospechas?, ¿es que verdaderamente Niall Horan me estaba pidiendo salir?
Alejé rápidamente ese pensamiento de mi cabeza, ya que era demasiado bueno para ser real, demasiado bueno para que mi cerebro pudiera procesarlo.
Su mano seguía sobre la mía. Haciendo uso de todo mi valor la tomé. Había muchas cosas que no entendía. Pero en ese momento realmente no importaban. Estaba ahí sentada frente a un chico que me estaba confesando abiertamente que me quería, de un modo raro pero tierno en cierto sentido. ¿Y qué si en realidad estaba equivocada?, James, Niall, daba igual como se llamara o a qué se dedicara. Yo lo quería, era lo único en lo que pensaba desde de la primera vez que lo vi.
-Con una condición-Dije con toda la seriedad de la que fui capaz.-Yo manejo lo próxima.
La sonrisa le iluminó el rostro- ¿Ya tenés licencia?
-¿Querés que salgamos sí o no?-Lo amenacé con tono burlón.
Suspiró resignado-Está bien, ¿el sábado te parece?
Asentí sin dudarlo. 

27 mar 2013

Capítulo 31


-Niall, ¡que sorpresa! No sabía que también ibas a venir- Dije con una sonrisa que ocultaba mi curiosidad. ¿Qué hacia acá? No es que no me gustara, en realidad me puso muy contenta verlo pero, no dejaba de ser raro.
-Créeme, yo tampoco sabía-Declaro  Harry algo sarcástico. Niall ignoro su comentario y continúo sonriendo ¿Qué le pasaba?
El conductor  arranco el auto y comenzamos a movernos.
Empecé a mover las manos nerviosamente.
-¿Dónde vamos a practicar?- Pregunte a Harry para cortar con tanto silencio.
-Podemos ir a las afueras de la ciudad-Respondió Niall en su lugar- Por Gresley  Street.
El chico de los rizos se encogió de hombros- Si a Lucy le parece bien….
Abrí la boca para contestar pero no pude hacerlo.
-Si, a ella le parece bien- Se apresuró a decir.
-Pero si no dijo nada- Se quejó Harry.
El chico rubio suspiro fastidiado- ¿Te molesta que te llevemos a manejar a las afueras de la ciudad?- Me interrogo.
-Me da igual- Dije restándole importancia. No quería arriesgarme a contradecirlo.
-Ok, entonces, a Gresley Street- Concluyó Harry.
Gresley Street quedaba relativamente cerca, después de todo se podía decir que yo ya vivía en las afueras de Londres.
-Entonces, ¿Qué hiciste ayer?- Estaba vez fue Harry el que se encargó de cortar el silencio.
En un movimiento casi involuntario gire mi cabeza para poder ver a Niall. El clavo su mirada en el piso del auto.
-F… fui a- Tartamudee- A almorzar con un….amigo de español.
-Ajá…- Exclamo Harry animándome a que prosiguiera.
-Y después… fuimos con las chicas a un bar a tomar café- Proseguí sin esperar que alguno diga algo más.
Niall carraspeo- Bueno creo que por acá está bien.
-¿Eh?... Ah, sí, claro- Concordó Harry que estaba distraído escudriñándome con la mirada.
Enseguida dirigió el auto hacia el borde de la calle. Estábamos en una carretera en lo que se podía considerar el medio de la nada. Éramos el único vehículo en kilómetros a la redonda. Lo que me tranquilizaba y me aterraba al mismo tiempo. 
- Bueno, ¿empezamos?-Pregunto cuando el auto ya estaba estacionado.
Asentí nerviosa.
Proseguimos a bajar del auto. Ambos cruzamos el frente del R8, Harry para tomar asiento como copiloto y yo como conductora.
Me quedé unos segundo contemplando el paisaje,  la vegetación seca  contribuía a agregar un aire más aislado a todo.
Llené mis pulmones de aire fresco para inspirarme confianza.
Abrí la puerta pero no entre. En cambio, me quede inmóvil, sin poder creer lo que veía. Niall estaba sentado plácidamente en el asiento que poco antes yo había ocupado.
Harry abrió la puerta pero se detuvo al ver que su lugar ya estaba ocupado-Creí que yo era el maestro- Menciono igual de sorprendido que yo.
-Es que no me gustan los asientos de atrás- Explico Niall sin darle mucha importancia al asunto- Si no te importa preferiría quedarme adelante.
Harry frunció el ceño pero no dijo nada. Cerró la puerta y se acomodó en el asiento de atrás de la misma forma que Niall lo había hecho antes.
Una vez que todos nos encontramos en nuestras posiciones  comencé a concentrarme en mi respiración hasta que logré calmarme, aunque al hacerlo pude notar que mis dos acompañantes estaban engorrosamente cerca de mí. Podía oler el perfume de ambos, el del chico de rizos que se asomaba desde el asiento trasero y el de mi copiloto que nos miraba con recelo.
-Muy bien- Comenzó a decir mi instructor- Arranca por favor Lucy.
Con las manos temblorosas por los nervios tome el manubrio. Si antes estaba nerviosa ahora con Niall a mi lado lo estaba aún más. Todo mi cuerpo comenzó a templar al igual que mis manos.
El chico a mi lado comenzaba a impacientarse.
Con demasiada lentitud hice el primer intento de arrancar, pero al instante en que solté el embriague el auto tosió y se detuvo abruptamente.
 En realidad esta etapa de la clase ya la había superado hace mucho, pero la sola presencia de Niall impedía que mueva un solo musculo de mi cuerpo correctamente.
Además el  Audi de Harry era diferente del  viejo auto con que nos hacían practicar en la escuela de manejo. ¿Qué pasaba si lo dañaba?
Intenté alejar esos pensamientos de mi cabeza, ya que solo contribuían a aumentar mi ansiedad.
El irlandés bufo.
-Lo siento yo… estoy algo nerviosa- Admití.
- No te preocupes Lucy- Me tranquilizo Harry- Inténtalo de nuevo.
Aun temblando hice un segundo intento de arrancar. Esta vez logré avanzar unos centímetros, aunque a los saltos, tanto que Harry a mi lado se vio obligado a acercarse más al asiento para sostenerse.
-Perdón- volví a disculparme agachando la cabeza.
-No hay problema,  la tercera es la vencida- Me animó el castaño.
Tomé una gran bocanada de aire y le dediqué una sonrisa, estaba siendo muy paciente.
-Creo que esto no va a funcionar, no sabe manejar y no va a aprender ahora,  mejor vayámonos- Manifestó el chico rubio.
-¡Nialler! Podes tener más confianza en Lucy- Lo regaño Harry- Esta nerviosa.
Fulmine con la mirada a mi copiloto. Esta vez se había pasado de la raya. Yo si podía manejar y se lo iba a demostrar.
Con furia volví a girar la llave en el contacto. El motor rugió mientras yo jugaba un poco con el pedal del acelerador, decidida, coloque primera y arranque el auto que esta vez no se paró. Sonreí victoriosa y tomé el manubrio con fuerza. Rápidamente todo a nuestro alrededor  comenzó a moverse con rapidez, subí a 2º, miré de reojo a Niall que tenía los ojos clavados en mí.
-¿qué yo no sé qué?- pude oír a mi satisfecho subconsciente festejar.
Alentada por la adrenalina puse 3º, 4º, 5º. Apreté el acelerador a todo lo que daba y salimos casi volando por la carretera.
-Es muy rápido Lucy, desacelera un poco- Casi rogo Harry.
No le hice caso, quería demostrarle a Niall que Lucy Stevenson si podía manejar.
Al notar que  no iba a ceder Harry colocó su mano sobre mi hombro-Lucy, esto es algo peligroso, de verdad creo…
Niall decidió hacer lo mismo que su amigo y se aproximo más a mí, aunque no de una forma tan pacífica-¡nos vas a matar!- gritó mientras apartaba a Harry e intentaba quitarme las mano del volante.
-Niall, no hagas eso, solo lo empeoraras-lo regaño Harry con desesperación mientras estiraba sus brazos para alejar los del otro chico.
 Con los dos enfrente me era  imposible ver la carretera, por lo que no me quedo otra que clavar el freno. El auto se paró de golpe lanzando a Harry hacia adelante quedando así entre Niall y yo.
-¿Qué fue eso?- Exclamo Harry con la respiración entrecortada por la adrenalina.
-¡Estás loca!- Grito Niall ignorando la pregunta de Harry.
-¡Yo no estoy loca! Es que vos son tan…ashhh-había perdido todo mi autocontrol, estaba harta de su conducta extraña-  no sé qué te pasa conmigo, pero te voy avisando que no voy a soportar tus cambios de humor por mucho tiempo-
-¡Yo no quiero soportarte más a vos!- Seguía a los gritos.
-¿Entonces por qué viniste si no me soportas?- Contraataque.
-Deberías agradecer que estuviera-se defendió- estás tan embobada con Harry que no medís las consecuencias de tus actos.
Mi cara empezó a ponerse roja de furia.
-Está comprobado: las mujeres son un desastre al volante- Remato.
-¡Esto no tiene nada que ver con Harry!
Niall se echó a reír, era una risa sarcástica, desagradable, llena de rabia.
-¿Sabes qué?, Me canse- Aumente mi tono de vos conforme hablaba- Me voy.
-Bien- Exclamo mi atacante.
-Bien- Repetí.
Con fuerza abrí la puerta del auto y me baje hecha una furia. Después de dar un fuerte portazo comencé a caminar hacia mi casa que a pie me llevaría más o menos media hora llegar.
¡No podía creer lo que me dijo! De verdad, tiene problemas de bipolaridad, un día me invita a almorzar y es el chico más tierno del mundo y al otro día se la pasa hiriendo mis sentimientos ¿Quién lo entiende?
Además, ¿qué era todo eso de Harry?, ¿embobada?, ¡estaba nerviosa!
Negué con la cabeza, necesitaba  calmarme, posiblemente después de esto no volvería a verlos, Harry estaba completamente espantado y Niall… bueno, al  parecer sólo James estaba interesado en mí.
Un trueno a la distancia me sacó de mis pensamientos. Miré al cielo y noté un par de nubes grises.
-Genial, lo que me faltaba, lluvia-monologué sarcástica.
Aún maldecía en voz alta cuando una mano me tomo del hombro parando mi paso
-Harry, no quiero hablar- Dije mientras me giraba para poder verlo. Pero no era Harry.
-Si vas a seguir insultándome mejor  volvete al auto- Exclame.
Él me miro con tristeza. ¿Qué le pasa ahora?
-Lo siento, no pretendía decir esas cosas, es solo que estoy…. –ladeo la cabeza y me miró inquisidor.
Hice uso de todas mis fuerzas para no devolverle la mirada. Que terminara la frase, una disculpa completa era lo menos que me podía dar.
-Estoy realmente cansado y  suelo ser algo irritable en este estado- añadió al fin.
Lo estudie con la mirada. De verdad parecía arrepentido. Tenía su cabeza gacha.
¿Exactamente por qué estaba enojada?, ¿era por mi conducción?, ¿por Harry?...
Torcí el gesto, yo sabía perfectamente que eso no era lo que verdaderamente me enfadaba. Estaba herida, ¿por qué no le contaba a los demás que me conocía?, ¿es que no soy lo suficientemente buena como para relacionarme con Niall?, ¿siempre iba a ser así?
Tome aire. Tenía dos opciones.
Opción uno: confrontarlo.
Opción dos: perdonarlo.
-Deberías tener más  cuidado con lo que decís-comencé a decir en tono suavizado- puede que no todos te perdonen como yo.
Levanto el rostro y esbozo una sonrisa esperanzada-¿Eso quiere decir que me perdonas?
También sonreí mientras asentía.
Camino los pasos que nos separaban y me abrazó levantándome del piso.
-Prometo no volver a tratarte así- me susurró al odio con ternura.
¿Es que intentaba darme un paro cardíaco?, no pude contenerme y le devolví el abrazo.
-Sera mejor que volvamos al auto- volvió a susurrar en mi oído unos instantes más tarde.
Asentí con la cabeza y, muy a mi pesar, me separé de él.
Me soltó de su agarre y juntos emprendimos el regreso al auto.
Otro trueno sonó  y mi compañero aceleró el paso. En realidad había recorrido una distancia considerable antes de que Niall me detuviera.
Cuando llegamos a donde estaba el coche, Harry, de quien ya me había olvidado, estaba sentado en el asiento de atrás. Me sonrió cuando entre. Le devolví la sonrisa un tanto apenada por la escena que tuvo que presenciar.
Niall tomo el lugar del conductor y todos emprendimos el viaje de regreso.
El trayecto transcurrió en silencio. Nadie se animaba a sacar a relucir el asunto de la pelea y sinceramente no se me ocurría nada para decir.
Cuando por fin llegamos a casa me dispuse a bajar del auto pero Harry llamo mi atención.
-Nialler, ¿Por qué no acompañas a Lucy a la puerta?
Me paralice con la puerta medio abierta. Niall asintió sin chistar y se bajó del auto.
Fingí una sonrisa clamada  a Harry para por fin irme.
-Espera, tengo que decirte algo- Me detuvo.
Lo mire confundida.
-No te enojes mucho con Niall, es solo que estaba celoso.
Se me corto la respiración-¿Celoso?- La palabra se me escapo de la boca.
-Créeme lo está- afirmó con una sonrisa traviesa en su rostro-  deberías darle una oportunidad.
En estado de shock baje el auto y me dirigí tambaleando hacia la puerta de casa donde Niall esperaba por mí.
¿Una oportunidad?, ¿oportunidad para qué?
Como pude inserte la llave en la cerradura de la puerta y después de varios intentos, ya que mis manos temblaban, pude abrirla.
-Lucy- Me llamo.
-¿S...s...i?- maldito tartamudeo.
¿Por qué no puedo hablar bien cuando estoy con él?
-En verdad no creo todas esas cosas que te dije- Explico.
-Sí, te creo.
Sonrió abiertamente- Gracias- Dijo y se inclinó para besar mi mejilla
Me quedé congelada en mi lugar, ¡esto tenía que ser un sueño! El rostro me ardía y sentía un cosquilleo extraño en la mejilla donde él me había besado.
Roja como un tomate y avergonzada hasta más no poder observé como con un paso alegre volvía al auto.
Embobada los vi alejarse, no fue hasta que las primeras gotas de lluvia me mojaron la cara que decidí entrar a casa.

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Subimos el capítulo unos días antes a pedido de una lectora, que lo disfruten :)

24 mar 2013

Capítulo 30



Me encontraba recostada en la cama mirando el techo, tratando de rebobinar toda la información que había conseguido en el almuerzo con James.
Ahora más que nunca estaba totalmente segura de que mi hipótesis de la identidad de James era correcta, sino ¿Por qué se calló cuando le conté mis sospechas?
El miedo se apodero de mí. ¿Y si no quiere verme más ahora que sé que tiene un secreto y me estoy acercando peligrosamente a la verdad?
Negué con la cabeza. No lo creo, además, dijo que quería pasar más tiempo conmigo ¿no? Pero… ¿Qué significa eso?
-Ash- Coloque mi almohada en la cabeza para suprimir un grito- Todo esto es frustrante- Le dije a la almohada.
El teléfono sonó. Lo tome de mi bolsillo y conteste. Era Emma.
-Al fin alguien real con quien hablar- Me dije mientras contestaba -Emma- La salude.
-Lucy que bueno encontrarte- Mi amiga sonaba emocionada. Desde que empezó a salir con Liam siempre está de buen humor- Vamos a hacer una reunión de chicas, hace mucho que no estamos las tres juntas,  solas- Me informo.
-¡Genial!, ¿Cuándo y dónde?
-En una hora, en el lugar de siempre.
- Ok, haya nos vemos- Salude a Emma y luego corte.
Mire el reloj. Eran las 3:00. De un salto me puse en pie para ir al baño a darme una ducha rápida.
Cuando termine de acicalarme faltaban solo 15 minutos para el encuentro con mis amigas. Casi corriendo baje las escaleras para buscar a alguien que me lleve.
-¡Mamá!, ¡Papá!- Grite.
-Hace silencio que tu papá está durmiendo- Me regaño mamá- ¿Qué necesitas?
-¿Me podes llevar a Princess Louise?- Dije mientras juntaba mis manos en forma de súplica.
Mamá suspiro- Esta bien, vamos.
-¡Sí!- Exclame victoriosa.
El bar quedaba demasiado lejos de casa, como todo en realidad, así que cuando llegue Emma y Amy ya estaban sentadas en la única mesa que había junto a la gran ventana del frente.
El Lugar tenía un estilo vintage y era muy pintoresco. En otros tiempos solíamos venir todos los días, era nuestro refugio. Bueno, eso antes de que yo empezara a salir con Andy, luego Emma comenzó con su relación secreta y después Amy también se puso rara. Siendo sincera en cierto momento consideré la opción de que nuestro grupo se estuviera separando pero, después de lo que se me había revelado el día anterior todo tenía sentido.  No recordaba cuando había puesto un pie en ese lugar por última vez, el aroma familiar a café y muffin recién preparados logró relajarme.
Tome asiento junto a Amy.
-Lucy llegaste- Se alegró Emma.
-Hola chicas- Las salude. Amy me dedico una sonrisa. Ella también parecía más alegre de lo normal, parece que estar con Zayn le hace bien.
El mozo llego inmediatamente a tomarnos el pedido.
-¿Qué puedo ofrecerles señoritas? – “Señoritas” siempre me divirtió que me digan así, me hace sentir importante.
Reí por lo bajo. Amy me pego con el codo para que deje de reír.
-Tres cafés por favor – Contesto Emma al mozo.
Era un hombre mayor, se notaba en las arrugas de su cara, aunque tenía la cabellera prolijamente teñida de negro- además sus cejas eran blancas. Su vestimenta constaba de un jean, una camisa blanca y un delantal negro.
-Y un muffin de chocolate por favor- Emma y Amy me miraron divertidas- ¿Qué? Tengo hambre- Explique a mis amigas que se les hacía difícil contener la risa.
-Como no, enseguida les traigo su orden- Dijo el mozo  y luego se retiró para seguir atendiendo a los demás clientes.
-Entonces…- Comenzó Amy- Lucy te gustará saber que Emma nos va a contar que hizo esos días que desapareció- Finalizo.
¿Cuándo Emma desapareció? ¡Me había olvidado por completo de ese asunto! ¿Tendrá algo que ver con Liam?
-Te escuchamos- La incite.
Emma paso su mano por la cabeza con nerviosismo.
-Bueno yo estuve en…- No pudo continuar porque el mozo trajo nuestro pedido.
-No puedo creer que comas tanto y estés tan flaca- Se asombró Amy cuando el mozo deposito el muffin al lado de mi taza de café.
-Amy no me desconcentres, Emma nos está contando algo importante.
-Perdón- Se disculpó mi amiga entre risas.
-Por favor continua- Dije a Emma.
- Yo estuve en… -Se mordió el labio- en Paris con Liam.
Contuve las ganas de escupir mi café, por lo que me vi obligada tragarlo todo de un sorbo, como resultado provoqué quemaduras en toda mi boca.
-¿En Paris?- Dijimos Amy y yo al unísono- ¿Fuiste a Francia?-Volvimos a coincidir.
-Sí, fue el regalo de cumpleaños de Liam- Continuo- Me llevo a un concierto de Ed Sheeran ahí en Francia.
-¡¿Qué fuiste a un concierto de Ed Sheeran y no me contaste?!-  Amy comenzó con su ataque de furia.
-¡No tuve tiempo!- Se defendió la castaña- desde que volví todo es una locura.
-Eso no es excusa-De verdad estaba enojada- creí que ya no había más secretos Emma
-Bueno, lo importante es que ya te lo contó-Intervine a favor de la pobre Emma que cada vez se hundía más en la silla.
-Es el último, lo juro- Emma sonrió buscando llegar a una tregua.
La chica de cabello rizado escudriñó a su prima con la mirada, aún algo desconfiada-Está bien
-Todavía no puedo creerlo- Comente intentando disipar la tensión- ¿Hay algún otro lugar al que hayas ido y no nos enteramos?- La interrogue.
-No, pero…-Bajó la cabeza y clavó la vista en sus manos, volteé el rostro para encontrar a Amy mordiéndose las uñas y evitando mi mirada.
-¿Hay algo que deba saber?-Inquirí.
-Amy no hagas eso, es un hábito horrible-Emma intentó desviar el tema.
 -¡Emma!-La regañé – No intentes cambiar de tema.

La aludida tomó una gran bocanada de aire, sentí el cuerpo de mi otra amiga tensándose junto a mí, ¿qué cosa tan terrible podía ser para que se pusieran así?

- Con Amy fuimos al Itunes festival a ver a los chicos cantar- Dijo al fin.
-¿Qué?- Grite y medio bar se dio vuelta para ver lo que pasaba. Mis amigas me fulminaron con la mirada- ¿Fueron a ver un show de One Direction y no me llevaron?- Las acuse en un susurro.
-Perdón, pero no podíamos llevarte- Se lamentó Amy.
-Todavía no sabías nada de nuestro secreto- Justificó Emma.
Bufe- ¿cómo…?- Empecé a decir pero me detuve a recapacitar. Por más que quisiera ser una fanática egoísta  y enojarme con mis amigas por no haberme contado de semejante oportunidad conociendo mi obsesión por esa banda, pero por el otro lado, ellas tenían un motivo, una bastante realista por cierto. No voy a mentir y decir que todo el asunto no me había hecho sentir mal, después de todo ellas habían estado paseándose por ahí con mis ídolos mientras yo me quedaba en casa haciendo nada. Aún así, al final decidieron contarme la verdad, eran mis amigas y quería verlas felices. Decidí dejarlo pasar, al menos por esta vez. –Está bien, las perdono-Dije a regañadientes.
Ambas se me quedaron mirando de hito en hito. Definitivamente no esperaban esa reacción de mi parte, ni siquiera yo me podía creer lo que estaba diciendo. Creo que finalmente captaron el esfuerzo sobrehumano que estaba haciendo y asintieron dedicándome grandes sonrisas amistosas. 
Habíamos pasado un período algo turbio, nos distanciamos un poco,  pero ahora estábamos bien, no más secretos, volvíamos a ser nosotras.
-Ok ¿Y?
-Y ¿Qué?- Pregunto extrañada Amy.
- Ningún otro secreto que quieran contarme.
Emma negó con la cabeza- Creo que ya no hay más secretos por contar.
-Muy bien entonces ahora me toca a mí- Declare.
-¿Qué secreto tenes que contarnos vos?- Se inquietó Amy.
-En realidad no es un secreto- La tranquilice- Les quiero más bien contar lo que me paso.
-¿Qué te pasó?- Se impaciento Emma. Estaba vez no era yo la que se quedaba con el remordimiento.
-James fue a pedirme los apuntes de la clase anterior y bueno… me invito a almorzar- Les conté mientras comenzaba a ruborizarme.
-¿Enserio?- Ahora las que gritaban eran ellas.
Asentí con alegría.
-¿Y dónde fueron? ¿Qué hicieron? ¿De que hablaron?- Me atropello con las preguntas Emma ¿Yo era también así? Pobre del resto de la gente.
-Fuimos a Supermac´s  y… comimos.
-Ja ja que graciosa- Se burló Amy.
-Enserio ¿De que hablaron?- Volvió a interrogarme Emma.
-Hicimos un ping pon de preguntas y respuestas para conocernos mejor- Mordí mi muffin que hasta ese momento permanecía intacto.
-¿Si? Y que preguntas se hicieron- Emma puso sus dos codos sobre la mesa y apoyo su cabeza en ellos mientras me miraba con interés, como si le estuvieran contando un cuento.
-No les voy a contar todo lo que hablamos- Sentencie.
Mi amiga Bufo- Esta bien, una sola última pregunta por favor- Me suplico.
Puse los ojos en blanco y suspire- ¿Cuál?
Emma sonrió victoriosa- ¿Ya te invito a otra cita?
-Primero eso no fue una cita, sola una salida entre compañeros de español y segundo no, no me invito a otra ‘cita’- Resalte la palabra cita.
-Bueno pero te gustaría que hubiera sido una- Dijo con picardía.
-No lo sé- Dude y volví a ruborizarme, la verdad es que me hubiera encantado.
-¿Te gusta, no?- Intervino Amy que hasta el momento había estado muy callada escuchando.
Baje la mirada sonrojada y mis labios formaron una sonrisa. ¡Me encantaba!
-¡Lo sabía!- Canturreo Emma.
-Oh Lucy está enamorada-Se burló Amy.
Dejé mi muffin sobre la mesa para dedicarle una mirada acusadora-¿Yo enamorada?, ¿qué me decís de vos Señorita Scott?, ¿Zayn Malik?, ¡¿cómo paso eso?!
Mi amiga revolvió su cabello con nerviosismo mientras Emma explotaba de la risa frente a nosotras.
-Creo que deberías hablarle del balcón Amy- Comentó  aún entre risas.
-¡No tenías porque mencionar eso!-Se quejó y entre los mechones de pelo alborotado pude notar que estaba roja como un tomate.
-¿Qué balcón?, ¿el de tu pieza?- Pregunté con un deje de diversión.
Luego de dirigir un par de miradas asesinas a su prima Amy respondió.- Apareció un par de veces en mi balcón, no es gran cosa…
-Oh, como Romeo y Julieta- Intenté decir en tono serio pero la risa terminó ganándome.
Amy puso los ojos en blanco-¿No nos estabas contando de James?
-Ah, no, no te vas a salvar de esta tan fácil- La amenacé- ¡Quiero todos los detalles!

Continuamos hablando durante horas. Solo nosotras tres. Era un poco difícil sacarle respuestas a Amy pero Emma se encargó de ayudarme con eso. Una vez que terminé de interrogar a la chica de rizos volví a enfocarme en Emma, todavía no sabía cómo había conocido a Liam ni mucho menos como es que ambos habían terminado en Paris. Para cuando nos dimos cuenta ya eran alrededor de las 8 y decidimos volver a casa.
Mis amigas vivían relativamente cerca del bar, ellas volvieron caminando, yo por mi parte, confinada en los suburbios, me vi obligada a tomarme un taxi.
Llegué a casa justo para la hora de la cena.
Papá y Will ya estaban sentados en sus lugares de siempre compenetrados en una charla del partido de hoy, así que prácticamente no notaron mi entrada.
En mi fuero interno lo agradecí, ¿sabrá papá de mi almuerzo con James?, tal vez mamá no le contó, pero no podía estar segura de que Will no lo hubiera hecho. Solo por si acaso decidí no sacar el tema a relucir.
Para mi suerte ni mamá ni Will mencionaron mi salida apresurada durante el mediodía y papá se había quedado en su estudio todo el día, trabajando en un nuevo proyecto.
Una vez que terminamos ayudé a mamá con los platos antes de correr a mi cuarto. Estaba a salvo, por ahora.
Algo más relajada me tiré en la cama y dejé a mi mente divagar. Estaba a punto de quedarme dormida cuando el teléfono vibrando en mi bolsillo me sacó de trance.
Observé la pantalla y tuve que pellizcarme para convencerme de que no era un sueño. ¡Era un mensaje de Harry Styles!
Contuve las ganas de gritar.
-Respira Lucy, respira.
Conté hasta diez y lo abrí. Era corto. Preciso.
‘¿Todavía estás interesada en las clases de manejo?’
¿Qué si estaba interesada?, ¿encerrada en un auto con Harry Styles?, ¡¿qué clase de chica no estaría interesada?!
‘Depende… ¿todavía estás dispuesto a ayudarme?’
Dado que había tipiado el mensaje a la velocidad de la luz decidí esperar unos minutos antes de enviarlo, me había esforzado mucho por lograr una buena imagen de mí la noche anterior, no quería arruinarlo todo ahora.  El tiempo pasó y pulsé enviar.

Me quedé sentada en la cama, conteniendo la respiración, con la mirada fija en la pantalla del teléfono. Un minuto, el otro, otro y otro más. Estuve inmóvil en mi posición por aproximadamente unos 10 minutos.
¿Y si no lo envié bien?
Chequeé mi casilla de mensajes innumerables veces, solo por si acaso. Pero todo parecía en orden.
-Tal vez está ocupado-Pensé-O tal vez simplemente perdió el interés, es posible que esté pensando en una excusa para dejarme plantada de una forma educada.
Sacudí la cabeza. Le estaba dando demasiado vueltas al asunto.  Algo desilusionada me puse el pijama y me metí en la cama.
Tardé otra media hora en dormirme, durante la cual no paraba de revisar mis mensajes. ¿Qué les pasa a estos chicos?, ¿es que ilusionar a la gente es una especie de hobby?
-Qué hagan lo que quieran- Le susurré a la almohada en un intento por desahogarme antes de caer en un profundo sueño.
Los gritos de Will me despertaron a la mañana siguiente.
-Mamá dice que es hora de almorzar- Dijo mientras tiraba de mi sábanas.
-Ya entendí Will – Respondí en tono amenazador- Ahora voy.
Satisfecho al ver mi cara de pocos amigos, mi hermano dejó el cuarto dando saltos de alegría.
Frotándome los ojos con la palma de la mano entré al baño y me alisté.
Dado que me había levantado tan tarde las pastas que mamá había preparado se me hacían poco apetecibles pero decidí comerlas de todos modos, solo para no herir sus sentimientos.
Nuevamente los Munsters fueron el tema central de conversación, al parecer les estaba yendo particularmente bien este año. Dado que la charla me parecía extremadamente aburrida decidí ignorarlos  y concentrarme en mis tallarines.
Por fin el almuerzo acabó y volví a mi habitación justo para cuando mi móvil volvía a sonar. Un mensaje. Me temblaron las rodillas. Lo tomé y vi el nombre del remitente.
‘Perdón por el retraso, ¿qué te parece si empezamos ahora?’
Atónita releí el mensaje varias veces, no estaba segura de lo que me estaba queriendo decir, ¿ahora?
‘¿estás hablando de hoy?’
Respondí antes de lo que me hubiera gustado, pero la curiosidad era demasiada.
‘Más bien, ahora, ¿puedo pasar por tu casa?’
¡Ay por Dios!, quiere venir, ¡AHORA!
‘como quieras’
Su contestación fue casi instantánea, lo que aumentó más mi entusiasmo.
‘enseguida voy’
Me vi obligada a recostarme porque todo comenzó a darme vueltas.  ¿De verdad todo esto estaba pasando? Primero el almuerzo con Niall y ahora esto. ¡Es imposible!
-Bien Lucy, tenés que tranquilizarte-Monologué-Ese chico está viniendo para acá, ahora, no puede verte en este estado.
Luego de normalizar el ritmo de mi respiración me puse de pie. Entré al cuarto de baño. Me mojé el rostro con agua fría, acomode mi cabello y decidí que mi atuendo era adecuado. Mis jeans claros, una remera manga corta con el símbolo de los Stones.

Con más confianza salí de mi pieza justo a tiempo para oír que alguien golpeaba la puerta. Mamá estaba en la cocina aún corrigiendo exámenes. Will estaba en su cuarto y papá en el estudio. Me apresuré para abrir al visitante.
Frente a mí, parado con sus rizos alborotados y una sonrisa despampanante, el mismísimo Harry Styles, llevaba unos jeans gastados y una remera de Los Ramones.
-¿Estás lista?-Preguntó educadamente.
Incapaz de articular palabra asentí con la cabeza como una nena chiquita.
-Genial, vamos-Harry comenzó a caminar hacia su Audi R8 y yo me dispuse a seguirlo hasta que recordé que esto no era un sueño, aún tenía una madre que notaría mi ausencia.
-De hecho, tengo que hacer algo antes- Dije con un hilo de voz.
Él se volteó a verme.
-¿Podrías esperar en el auto? Es solo un minuto.
-Claro-Respondió-Tomate tu tiempo.
-¿Quién es?-Preguntó mamá al ver que yo me asomaba por el marco de la puerta.
-Es… James-Mentí-Me  invitó a tomar un café para que lo ayude con… la tarea, ¿está bien si voy?
Ella me escudriñó con la mirada, contuve el aire en los pulmones e intenté parecer calmada.
-Está bien, pero no te tardes demasiado-Dijo al fin.
Suspiré aliviada-Está bien, nos vemos má- Añadí al mismo tiempo que cerraba la puerta.
Ahora que el problema padres estaba bajo control podía ir a disfrutar de mi clase especial de manejo. Con una amplia sonrisa caminé hasta el auto que me aguardaba pacientemente.
Relajada ingresé al coche, la sensación no duró demasiado. Lo primero que noté al entrar fue a Harry sentado en el asiento del conductor, pero me tomó menos de un instante darme cuenta de que no estábamos solos. Sentando en el parte central del asiento trasero estaba Niall.
-¿Cómo estás Lucy?- Preguntó despreocupado.

17 mar 2013

Capítulo 29

-¿Quién es?- Pregunto mamá desde la mesa. Siempre tan entrometida.
La ignore al momento en que le dedicaba una sonrisa falsa a mi compañero.
-¿Qué estás haciendo en mi casa un sábado a la mañana?- Lo interrogue.
-Vine a pedirte tus apuntes- Esbozo una sonrisa que hizo que me temblaran las piernas.
-Creo que estoy siendo demasiado cruel con él, después de todo ayer fue un día de locos para todos- Medite.
Le devolví la sonrisa.
-¿Me los podes prestar?- Pregunto algo compungido.
-Claro- Las palabras salieron torpemente de mi boca.
De pronto recordé que tenía modales.
-Pasa – Dije mientras hacia un gesto con la mano invitándolo a entrar.
Sin dudarlo hizo lo que le indicaba y entro. Lentamente inspecciono toda la casa.
-Que linda casa- Comento.
- Gracias.
-¿Por qué no contestas cuando…- Mamá, que se había enojado por ignorarla, quedo petrificada cuando vio a James- Hola- Lo saludo.
James rio- Buenos días señora-
-Hija ¿no vas a presentarme a tu amigo?-  Mamá no tardó en interrogarme.
-Em… Si- Vacile antes de comenzar con las presentaciones- Mamá este es James, mi compañero de Español, James ella es mi mamá, Grace.
-Un gusto conocerte James, ¿Querés un poco de agua? ¿Té? ¿Algo para comer?- Lo atropello con sus preguntas.
Empecé a impacientarme. ¿No puede dejar de avergonzarme?
El irlandés volvió a reír- Estoy bien, muchas gracias- Sonrió.
-¿Mamá no tenes que corregir exámenes?- Le lance una mirada amenazadora.
-Oh si- Por suerte entendió mi mensaje y volvió a la mesa para seguir trabajando.
Nuevamente risas de parte de mi amigo, parce que hoy está de buen humor.
-Lucy no sabía que tenías novio- Will hablo tras nosotros ¿Cómo llego allí? No tengo la menor idea, mi preocupación por mamá debió de distraerme lo suficiente para no advertir su presencia.
-¡Will!- Chille- James no es mi novio- sonroje- Es mi compañero de español.
Nos inspecciono con la mirada- Si es cierto, chico, creo que te salvaste, tener a mi hermana como novia no es nada grato.
-¡Will!- Esta vez grite con más fuerza.
Las risas de mamá y James hicieron que me enfurezca más.
-¿Por qué no vas a hacer lo que sea que estabas haciendo?- Dije roja de furia y avergonzada.
-Te voy a hacer caso, pero solo porque el partido de los Munsters empieza a ponerse interesante-Contesto despreocupado.
-¿Los Munsters? ¿Están jugando?- Se interesó James- ¿Cómo van?
Will de repente emocionado por tener a alguien que comparta con él la emoción del deporte comenzó un relato de todo el juego.
Sin darme tiempo a protestar se fueron al living para ver el partido dejándome sola en la entrada.
Puse los ojos en blanco- Hombres.
Subí las escaleras de dos en dos para llegar cuanto antes a mi habitación. James estaba tan entretenido  con mi hermano que no se percató se mi ausencia.
Ya en mi habitación me enfrasque en una búsqueda de mi carpeta de español que no se dignaba a aparecer.
-¿Dónde está? No pudo haber desparecido- Dije en voz alta.
De verdad tendría que considerar ser más ordenada para evitar estos problemas en el futuro.
-¡Acá estas!- Me alegre al encontrar la carpeta después te tanto revolver.
-Lucy tu mamá me dijo que suba ¿Estas acá?- La voz de James se escuchó desde el pasillo.
Mire a mí alrededor. La habitación está llena de posters de One Direction y mi CD, Up All Night, se encontraba encima de la mesita de luz.
No puede ver mi pieza, ¡va a pensar que soy una loca acosadora!
Corriendo y llevándome puesto casi todo el cuarto salí de allí para evitar que se acerque mas a la zona prohibida.
Llegue justo a tiempo. El castaño o rubio, como sea, se encontraba frente a la puerta.
-Eh cuidado, te vas a caer- Me advirtió.
Tome aire antes de hablar, la corrida me había dejado exhausta- Acá esta la carpeta, de todos modos no hicimos mucho.
-¿Te gusta Conor Maynard?- Pregunto ignorando mis comentarios.
-Si… -Fruncí el ceño- ¿Cómo te diste cuenta?
-Tenes un poster de él pegado en la puerta del armario- Dijo señalándolo con el dedo.
Rápidamente me gire. La puerta estaba ligeramente abierta dejando ver, así, mi poster de Conor.
Sin perder demasiado tiempo lamentándome por mi desliz cerré la puerta.
-¿No viste nada más no?- Indague preocupada.
-No, ¿Por qué?- respondió con tranquilidad.
Suspire aliviada- Por nada- sonreí abiertamente.
-Bueno entonces…. Yo quería saber- Dejo la frase sin terminar y empezó a mover las manos con nerviosismo.
-Si… - Lo anime a continuar.
-Si… querés, si te gustaría- Volvió a dudar y empezaba a ponerme nerviosa. ¿Qué es lo que me quiere decir?
-Si te gustaría ir a almorzar conmigo- Hablo apurado pero lo que quiso decirme estaba muy claro.
¡Me estaba invitando a almorzar!
Volví a enrojecer y combinándolo con mi cabello debía parecer un tomate viviente.
-Cla, claro- Tartamudee
Una sonrisa reapareció en su cara.
-¿Vamos ahora o tenes que hacer algo antes?
¡¿Ahora?!, ¡¿es un chiste?! Dios esto tiene que ser un sueño.
-No, pero déjame que valla al baño y ya vuelvo- Dije rápidamente. Me metí en mi cuarto y cerré la puerta dejándolo afuera.
Recosté mi espalda contra la puerta- No lo puedo creer- Susurre para mí misma.
-¿Te espero acá afuera?- Pregunto James desde atrás de la puerta.
Volví a la realidad.
No lo puedo dejar afuera en el pasillo pero tampoco puedo dejar que vea mis posters de One Direction….
-No, perdón ya te abro… solo espera unos minutos que… acomodo la pieza- Mentí.
Rio- Está bien.
-Perdonen posters- Me lamente mientras despegaba con apuro los miles de poster de 1D que tenía pegados a las paredes y puertas de la pieza. Cada tirón era como una punzada pequeña en el estómago. Fui lo más cuidadosa posible, aunque en el apuro sin querer dañe un poco la punta de uno.
Contuve las ganas de maldecir y volví a enfocarme.
Cuando termine mi doloroso trabajo abrí la puerta. James me esperaba en el pasillo con un hombro apoyado en la pared. Estaba tan lindo…
Sacudí la cabeza para aclarar mis pensamientos.
-Ya podes pasar- Le informe.
- Gracias- Dijo. Al igual que hizo con la casa, inspecciono mi cuarto sin dejar en ningún momento de sonreír.
Una vez que estuvo adentro cerré nuevamente la puerta y James se sentó sobre mi cama.
-Ya vuelvo- Dije entrando al baño.
Asintió con la cabeza. Allí sentado en mi cama, con los pies colgando se me hizo irresistiblemente tierno.
Me apure lo más que pude en arreglarme. De todas formas no había mucho que pudiera hacer. Inspeccione mi cabello y mi ropa. No tenía tiempo para cambiarme así que me conformé con lo que tenía. Tomé una gran bocanada de aire.
-Bien, es solo un chico, no pienses que estás saliendo con Niall Horan, es un chico más, extrañamente parecido…
Negué con la cabeza. –Auto control.
Cuando reuní la confianza suficiente abrí la puerta. -¿Vamos?
-¿A dónde querés ir?-pregunto con la mirada clavada en la carretera.
-¿Qué?- inquirí, ya que había estado demasiado concentrada en mi imaginación como para escucharlo.
-¿Que a dónde querés ir?-reiteró entre risas-¿Siempre sos tan distraída?
Sentí como las mejillas volvían a arderme-Perdón.
-Lo estás arruinando Lucy, concéntrate-Pensé.
-No tenés que pedir perdón-Ahora tenía su atención puesta en mí, lo que aumento mi nerviosismo-Es tierno… de alguna manera.
-¿Cómo?-lo interrogué algo confundida, ¿a qué venía eso?
El conductor negó con la cabeza-Nada, ideas mías.
Dado que no parecía dispuesto a darme más información decidí dejarlo, este chico es todo un misterio.-Cualquier lugar está bien para mí.
-¿Está bien si elijo yo?
Asentí con la cabeza a modo de respuesta.
James apretó el acelerador y continuamos nuestro camino.
Siendo sincera, esperaba que termináramos frente al Nando’s más  cercano. Después de todo se trataba de Niall Horan. Pero, al parecer, él tenía otros planes.
Después de un viaje que se me hiso eterno nos detuvimos frente a Supermac’s, un restaurante de comida rápida.
Me mordí el labio-¿Intenta confundirme?
Bajamos del auto en silencio. Nos encontrábamos relativamente en el centro de la ciudad, el trayecto había sido largo después de todo.
Dejamos el coche en un estacionamiento no muy apartado del local. Entramos y escogimos una de las mesas más apartadas del lugar, pero con una gran vista al río Támesis.
-¿Qué vas a pedir?- mi acompañante me saco de mis pensamientos, una vez más.
-Una Cheese Burguer- respondí disimulando mi distracción.
-Okey-rápidamente se puso de pie-¿Me esperas?
Asentí con la cabeza y lo vi alejarse hasta desaparecer.
Clavé la mirada en el río. Se podía apreciar a la gente dando vueltas en botes. Papá, Will y yo habíamos ido una vez en uno de esos, una tarde de verano un par de años atrás.
Mientras yo estaba sumergida en mis recuerdos de la infancia divisé a James abriendose paso entre los demás comensales. Afiné la vista, llevaba una carga exorbitante de comida, suficiente para alimentar a cuatro personas.
-¿Asaltaste la cocina?-bromeé al mismo tiempo que lo ayudaba a llevar la comida a la mesa.
-Jaja, que chistosa-respondió sarcástico-algunos tenemos un apetito un poco más grande.
Revoleé los ojos-Claro, un poco.
Ambos reímos y tomamos asiento.  Tarde un par de minutos en encontrar mi hamburguesa, que estaba mezclada con un par de supermacs y somkey bacon burgers.
Cuando por fin di con la mía mi compañero ya había devorado la mitad de la suya.
Definitivamente los nervios no afectaron mi apetito, cuando tu compañero se traga prácticamente de un bocado una hamburguesa entera es difícil sentirse glotona.
Una vez que terminó con sus hamburguesas tomó otra de las cajas y volcó algunos chicken nuggets sobre una bandeja que colocó en el centro de la mesa, tomó uno y comenzó a masticarlo.
Mientras él se concentraba en su comida decidí que era mi oportunidad para continuar el interrogatorio.
Di un sorbo a mi bebida extra large y hablé-entonces… ¿Me dijiste que sos músico?
Se me quedo mirando de hito en hito, definitivamente lo había agarrado desprevenido.
Mentalmente me felicité, así sería más difícil que mintiera.
Finalmente tragó y asintió con la cabeza-Ajá
-¿tocas algún instrumento?-fingí que me concentraba en mi hamburguesa.
-Si…- tomó otro chicken nugget- La guitarra.
Sonreí para mis adentros, otra ‘coincidencia’ más.
-¿Y cantas?- la pregunta salió de mis labios sin previo aviso.
James se revolvió en su asiento incómodo.
Lo miré inquisidora.
-Algo…-respondió después de un rato-¿Podemos dejar de hablar de mí?
-¿Por qué?, ¿hay algo que estés ocultando?
Quizás lo estaba presionando demasiado, pero no me importó, necesitaba respuestas.
-¿Por qué habría de ocultar algo?
-Eso no vale- Me quejé-¡No podes contestar a una pregunta con otra pregunta!
-Está bien-Suspiró-Este es el trato, hagamos un ping pong de preguntas.
Sonreí de acuerdo-Está bien.
-Yo ya respondí una pregunta tuya, es tu turno de contestar-Se apresuró a decir-¿En qué año de instituto estás?
Lo miré con incredulidad, que desperdicio de pregunta-En último año- Con disimulo estiré la mano y tomé un nugget-Me toca.
Él asintió y me dedico una sonrisa.
-¿Tenés un secreto? ¿Si o no?
Miró al techo, estaba pensando, intentando decidir si mentirme o no. Por fin habló-Si.
Suprimí un ¡lo sabía! Que amenazaba con salir de mi garganta y en su lugar le di un mordisco a mi nugget.
-¿Cuál es tu color favorito?-prosiguió.
-Rojo- respondí sin vacilar, yo no necesitaba perder tiempo con esas cosas, ya sabía todas esas cosas de él. -¿Cuál es tu secreto?
-Ya es algo tarde, será mejor que vayamos volviendo- Intentó evadir la pregunta.
-Eso no es una respuesta-Repliqué.
-No estoy listo para responder ese tipo de preguntas…todavía.
Puse los ojos en blanco-bien, si no contestas entonces perdés tu turno, me toca otra vez.
Él se encogió de hombros.-Bien, pero es la última, no quiero que te quedes sin para la próxima.
¡¿Próxima?!, ¡¿va a haber una próxima?esto es demasiado bueno para ser real!
-LA PREGUNTA- Me recordó mi impaciente subconsciente.
Rebusqué en mi mente. Tenía una oportunidad más, no sabía cuando iba a volver a lograr que fuera tan sincero conmigo, a pesar de promesa de una ‘próxima’, era mejor no arriesgarme.
-¿Por qué me invitaste a almorzar?- Le lancé al fin.
Parece algo estúpido, pero bueno, soy una fan saliendo con su ídolo, no puedo permitirme tanto autocontrol.
-Al fin una fácil- James sonrió-Me caes bien Lucy, quiero que pasemos más tiempo juntos.
En ese momento todo mi cuerpo dejó de funcionar.  Tuve que recordarle a mi corazón como latir, las rodillas me temblaron y los pulmones se me quedaron sin aire. Me apreté las manos con fuerza, las ganas de ponerme a dar saltitos de alegría eran incontenibles.  Tenía la cara al rojo vivo y una sonrisa boba en el rostro.
Niall me tomó del brazo-Vamos.
Contrariamente al camino de ida, el regreso se me hizo demasiado corto, no quería irme. Aún tenía millones de preguntas sin respuestas. ¡Había estado tan cerca! Tomé aire, no había que perder la esperanza, todavía tenía la promesa de una próxima vez.
Lentamente la Range Rover se estacionó frente a mi casa. Me quedé sentada luchando con mi frustración. Por fin logré calmarme y abrí la puerta. Estaba a punto de hablar pero james se me adelantó.
-Lucy- su mirada se clavó en mí y me hiso estremecer-Me queda una pregunta más.
Tragué saliva, ¿qué quería saber ahora?, ¿cuál era mi película favorita?
-Mi secreto… -empezó a decir-¿Cuál crees que es?
Wow, eso era completamente inesperado.
-Creo que no sos la persona que decís ser- Respondí más solemne de lo que me esperaba.
Él no dijo nada, sólo se limitó a asentir con un movimiento de cabeza.
Me apresuré a abrí la puerta y bajarme del vehículo, le dediqué un tímido adiós a lo que él respondió con un ‘nos vemos’ en ese español suyo tan perfecto.
Lo último que vi fue la Range Rover alejándose a toda velocidad por mi cuadra.