19 oct 2013

Epílogo

-No puedo creer que lo hayas hecho Amy- Se quejó Kirsten-¡Te deje usar ese vestido si te ponías zapatos!
-¡Estoy usando zapatos!- Se defendió.
-No, esos son mocasines negros con plataforma- Insistió su amiga.
-No me los pienso cambiar, son lindos y cómodos así que se quedan.
Negué con la cabeza. Las dos, habían estado peleando durante toda la semana acerca de la ropa que usarían en ‘la gran noche’.
Amy, quién llevaba su vestido negro con el escudo de The Ramones en blanco, se acomodabas las medias bucaneras negras mientras seguía diciéndole a Kirsten que no pensaba cambiar su vestuario. La rubia rugía mientras la escuchaba.
-Además - Continuó la morocha- Ese es tu estilo, no el mío.
Amy tenía razón. Dirigí mi atención al vestido rosa claro de la bailarina adornado con strass brillosos que le daban un tono más delicado. Definitivamente no tenían los mismos gustos. Amy opta por la comodidad, en cambio a Kirsten le encanta lo llamativo y delicado.
Kirsten también parecía estar de acuerdo con lo que Amy objeto, por lo que su expresión enfadada desapareció.
-Chicas- Era mi hora de intervenir- Dejen de pelear por unos minutos y ayuden a Fiona con el peinado- Les ordene.
-¡Gracias Emma!-  Grito Fiona desde el baño de mi departamento.
Nos habíamos reunido todas en mi casa para arreglarnos juntas. Esta noche era muy importante y teníamos que estar impecables. Íbamos a necesitar mucha ayuda la una de la otra.
Todas, incluida yo, fuimos al baño para ayudarla. El vestido de Fiona me encantaba. Era verde esmeralda con encaje negro. Ella intentaba hacerse un recogido, para que lograr que el encaje resaltara, pero estaba teniendo problemas.
Estábamos riendo con una anécdota de Fiona sobre una cita con Louis cuando llego Lucy atareada.
-Amigas… ya están abajo- Anuncio con desespero. De todas era la que estaba más nerviosa, lo atribuyo a que ella conoce a las directioners y predice cuál será su reacción ante la noticia
- Estoy pensando que sería mejor si yo me quedo en tu casa Emma, para cuidarte el departamento, hay muchos robos últimamente.
-¡Estás loca!- La regaño Kirsten- Vos vas a ir, todas vamos a ir y enfrentar esto, juntas-
-Pero…- Comenzó a reprochar la colorada.
-Pero nada, no querés defraudar a Niall, ¿o sí?
Lucy suspiro derrotada- No.
-Muy bien, así me gusta- Sentención Kirsten y nadie se opuso.
Lucy apoyo su cabeza en el marco de la puerta. Sonreí para darle ánimos y ella me devolvió la sonrisa.
Llevaba un vestido rojo un poco más arriba de las rodillas. Nadie se sorprendió cuando compro el vestido, ya todas sabíamos que iba a ser rojo, hasta podría jurar que todos sus vestidos lo son. A ella no le gusta ese color, lo ama.
-Me encanta chicas- Dijo Fiona mientras examinaba su nuevo peinado en el espejo.
-Estas hermosa- Admití- Ahora vamos que se hace tarde.
Encabezadas por Lucy una a una fueron saliendo del  cuarto del baño para dirigirse a la salida del departamento. Yo me detuve para darle un último vistazo a mi vestuario. Acomode mi vestido color pastel que me llegaba hasta las rodillas, todas habíamos elegidos vestidos cortos, hasta Amy. Acomode el moño negro que rodeaba mi cintura, los botones y el cuello del vestido antes de apagar la luz de la habitación y salir para encontrarme con las demás.
Abajo nos esperaban los cinco chicos con sus trajes. Parecían más nerviosos que nosotras e inclusive más que Lucy.
Mire a Liam con sus pantalones y zapatos de vestir, su camisa blanca abrochada hasta el último botón y el pulóver negro con un broche de libélula dorado abrochado a uno de los costados.
El chico vino a mi encuentro.
-Estas preciosa- Susurró en mi oído.
-Vos también- Le respondí de la misma manera – La ropa formal te va bien-
Nos sonreímos como tontos hasta que Paul nos obligó a subir a la limusina negra, que nos esperaba fuera del edificio.
-¿Vamos a ir en limusina?- Se sorprendió Lucy apretando tan fuerte la mano de Niall que el chico frunció un poco el ceño.
-Es el único vehículo donde entramos los diez- Le explico su novio, quién no había despegado su mirada de ella desde que se encontraron. El rubio era el único que no llevaba zapatos, en cambio llevaba zapatillas blancas con detalles en negro, también tenía una remera blanca debajo del saco negro.
Lucy y Niall fueron los primeros en subir al vehículo. Los nervios de Lucy fueron remplazados por la excitación de estar dentro de una limusina. Los siguieron los demás y por ultimo Liam y yo.
-¿Nerviosa?- Me preguntó Liam.
-Mucho- Admití. Jugaba con el cierre de mi bolso desde que habíamos comenzado el trayecto. Liam tomo mi mano y no la soltó durante todo el viaje. El gesto ayudo a que me relajara un poco.
El famoso domo Greenwich se alzaba ante nosotros. Nuestro destino era O2 Arena donde se realizarían los Brit Awards 2013 y donde daríamos a conocer nuestros noviazgos con los chicos. Era un paso muy grande que tendríamos que dar con cuidado. Apoyé la cabeza en el respaldo de los acolchonados asientos del vehículo. Mentalmente repasé los hechos que habían convertido mi vida en esta especie de libro para chicas, todavía no podía creerme mi suerte. A mi lado, Liam acarició mi mejilla.
La limusina llego hasta la entrada del estadio. Una alfombra roja surcaba el piso hasta la puerta principal, estrellas de la música caminaban por ella. A lo lejos pude divisar a Emeli Sandé entre otros. Me pregunte si vería a Ed y si podría hablar con él.
-Bien, ¿quién va primero?- Hablo Paul haciendo que dirija nuevamente mi atención a las personas de la limusina.
Nadie hablo. Nos mirábamos entre nosotros pero nadie decía nada. Supongo que ninguno se atrevía a encarar a los paparazis, ni mucho menos a las fans, primero.
-Niall, Lucy- Los invitó el grandote.
-¡No!- Saltó la colorada- ¿Por qué no va Emma?, ella es la más vieja.
La fulmine con la mirada.
-Que lleve más tiempo saliendo con Liam no quita que no tenga miedo- Argumenté.
Alguien suspiro a mi derecha.
-Harry, vamos nosotros- Dijo Kirsten ya acomodándose el vestido para bajar- Si alguien no se arriesga nos vamos a quedar en esta limusina toda la noche.
-Como quieras- Harry sonrió divertido.
Agarrados de la mano ambos bajaron del vehículo y encararon el camino por la alfombra roja. Flashes que venían de todas direcciones comenzaron a dispararse y gritos ahogados inundaron mis oídos. Pude escuchar que algunos gritaban ‘Harry’ y otros eran una exclamación de sorpresa al ver a Kirsten con su brillante vestido y su largo cabello dorado caminado como si fuera cosa de todos los días por la alfombra. La verdad es que se le daba muy bien a la alemana el asunto de posar para las cámaras. Juntos, Harry y Kirsten, parecían una pareja de supermodelos.
-Es el turno de otra pareja- Anunció Paul y todas comenzamos a temblar nuevamente. A ninguna de nosotras se nos daba esto tan bien como a Kirsten. Ciertamente la bailarina había nacido para estar en escena
Fiona se atrevió a romper el silencio-¿Por qué no votamos?-
-Estoy de acuerdo- La secunde. Mientras más tiempo perdiéramos mejor.
-Yo empiezo- Dijo Louis emocionado.
-Hagamos un voto por pareja, amor- Le dijo su novia- Paul está apurado.
El hombre asintió de acuerdo con la chica.
-Bueno, entonces nosotros votamos  a Amy y Zayn- Anunció.
-Voy a matarte Louis-Lo regañó la chica de rizos.
Louis reía restándole importancia a la amenaza – No es tan malo como parece Amy, estoy seguro de que te emociona la idea de tener tantas cámaras enfocándote-
-Nosotros votamos por Louis y Fiona- Amy miró a Louis desafiante.
-Yo también voto a Louis y a Fiona- Dijo Lucy- Emma, Liam ¿A quién eligen?
Mire las caras de todas las chicas. Amy suplicaba en silencio para que no la elija, Lucy apretaba fuertemente la mano de Niall y Fiona miraba con extrañeza como los paparazis fotografiaban a los famosos que iban llegando. De las tres Fiona era la que parecía menos nerviosa.
-Fiona y Louis- Dije.
-¡Sí!- Exclamó Amy- Louis ¿harías los honores?- La morocha disfrutaba de su victoria. El chico le saco la lengua antes de bajar de la limusina negra.
Fiona medito un momento  antes de salir totalmente del auto y tomar la mano que Louis le tendía. La castaña se acomodó el vestido que se había desacomodado un poco por el trayecto y luego emprendió viaje con su compañero que ya le sonreía a las cámaras. No tarde demasiado en darme cuenta que en realidad la morocha estaba nerviosa, sólo que lograba disimularlo mejor que todas nosotras. Podía notarlo por la forma en que sus dedos golpeaban el costado de su vestido con nerviosismo.
Por suerte, Louis tenía todo controlado. Tan pronto como los primeros flashes los apuntaros hizo un comentario a su acompañante, la cual no pudo evitar que una sonrisa fugaz se le escapara, justo a tiempo para cuando nuevos fotógrafos se acercaron. La pareja siguió avanzando, Louis también reía de vez en cuando ante algún comentario de la chica. No pude evitar preguntarme de que estaría hablando esos dos, tratándose de ellos podía ser cualquier cosa. Pero si algo es certero, es que sus sonrisas eran las más radiantes de la noche.
-Bueno, nos toca- Dijo Niall.
-¡¿Qué?! ¡Estás loco!- Exclamo su pareja.
-Lucy cuanto antes vayamos, antes se termina- Explico el rubio.
La chica lo pensó y luego asintió- Tenes razón, vamos.
Niall se apresuró a bajar mientras que Lucy se detuvo para persignarse antes de salir a la luz de los flashes. Niall la animó a comenzar a caminar por la alfombra roja con un gesto de aliento, Lucy le sonrió agradecida. Reí al ver como mi amiga trataba de no olvidarse de respirar mientras le sacaban su foto. Aunque ella no lo crea, estaba muy linda y junto con Niall hacían una hermosa pareja. La multitud se conmociono cuando Niall le deposito un corto beso en la mejilla.
-Emma te toca- Sentenció Amy.
Mire a Liam, él me sonrió. Sabía que Amy tenía razón, era nuestro turno.
-Vamos-
Liam asintió.
Espere que mi acompañante bajara para luego sacar una por una mis temblorosas piernas por la puerta hasta estar completamente fuera del vehículo y expuesta a los flashes de las cámaras que no me daban respiro. Intente esbozar la mejor sonrisa posible, imitando a Kirsten. Liam tomo mi mano y empezamos a caminar. A lo lejos vi como los demás nos esperaban ansiosos.
Gire mi cabeza hacia la limusina negra en la que hacía dos minutos me encontraba y vi a Zayn y Amy bajando de ella. Amy estaba realmente muy nerviosa y esquivaba la mirada de los fotógrafos. La morocha se tranquilizó un poco cuando Zayn tomo su mano y sin despegar la mirada de él lo siguió por el camino.
Me detuve para que el mismo fotógrafo que había fotografiado a los otros nos tomara una foto de pareja. Luego me reuní con las chicas que me esperaban. Las cuatro reímos en el momento en que Amy intentaba esbozar una gran sonrisa para la cámara.
-No entiendo por qué tiene que haber tantos fotógrafos- Se quejó cuando vino a nuestro encuentro.
Todas reímos ante su comentario.
Antes de entrar al estadio, que no parecía un estadio con tal delicada decoración, los chicos se tomaron unas cuantas fotos ellos cinco solos. En el centro del lugar había mesas para las celebridades. Separado por vayas se encontraban los espectadores que habían concurrido a los premios y ocupaban la mayor parte del estadio. El resto del lugar estaba ocupado por el escenario.
Tomamos asiento en la mesa redonda designada para One Direction y sus novias, los chicos en un costado; porque tenían que estar todos juntos; y nosotras del otro. Solo Lucy y yo pudimos sentarnos al lado de Liam y Niall, aunque todas nos tuvimos que correr cuando el anfitrión de los premios se acercó a nuestra mesa para hablar con los chicos.
-¡Oh no lo puedo creer! ¡Taylor Swift va a cantar!- Exclamó Kirsten contenta cuando anunciaron que era el turno de Taylor para cantar.
-¿Es emocionante no?- Hablo Fiona- Estar cenando cerca de tus ídolos. Cuando veníamos a la mesa pasamos junto a Little Mix y Jade me sonrió ¡Es increíble!- Comento entusiasmada.
-Es verdad, yo puedo jurar que vi a Ed Sheeran saludarme con la mano- Dijo Amy a la que parecía hacerle bien hablar del tema ‘ídolos’ para despejarse un poco y relajarse.
El momento de la performance de One Direction llego y los chicos tuvieron que retirarse para ir a cambiarse.
Las luces se apagaron para que luego el estadio fuera iluminado por luces rojas que salían de las pantallas y recorrían un camino por el escenario, sobre este se ilumino un pinball gigante. Los chicos ascendieron sobre el mismo desde el suelo, haciendo que el estadio explotara en gritos. Harry comenzó a cantar las primeras estrofas de One Way or Another y Kirsten, que se encontraba a mi lado, me apretó fuertemente el brazo. Luego le siguió Zayn, después Niall. Cuando llego el turno de Liam grite lo más fuerte que mis pulmones  me permitieron. Mi parte favorita fue cuando cantaron en el pequeño escenario del medio y reí cuando Liam hizo un pasito extraño al volver al escenario principal. Cantamos y gritamos durante toda la canción. Tanto que al final no nos alcanzaba el aire para respirar. Al finalizar la canción la multitud los ovacionó con aplausos y más gritos. Las chicas nos paramos para aplaudirlos orgullosas.
El resto de la ceremonia fue bastante tranquila. Bueno, al menos el resto de los comensales estaban tranquilos. Nosotros no teníamos ojos suficientes para mirar a todas las celebridades que nos rodeaban. Aunque debo reconocer que supimos comportarnos, al menos la mayor parte del tiempo. Lucy había perfeccionado el autocontrol y las demás estábamos todavía algo nerviosas. La única que tuvo un pequeño desliz fue Amy, quién no pudo contener un pequeño gritito histérico cuando Ed Sheeran pasó junto a nuestra mesa y saludo a los chicos con un gesto de la mano.
Al finalizar la noche Robbie Williams se acercó al escenario para entregar el último premio.
Todos en nuestra mesa contuvimos el aliento. Liam tomó mi mano por debajo de la mesa y la apretó con fuerza. Yo le devolví el apretón para darle ánimos.
-Y los ganadores de Global Success son- Robbie hizo una pequeña pausa acompañada por un redoble de tambores mientras abría el sobre-   ¡One Direction!-
Los chicos se levantaron de sus asientos, todavía algo shockeados por la sorpresa. Los cinco se fundieron en un gran abrazo, el público enloqueció, y nosotros también, se podía decir que nos dolían las palmas de las manos de tanto aplaudir.
Robbie abrazo a cada uno cuando subieron al escenario a recibir su Brit. Louis fue el primero en dar los agradecimientos y para finalizar Liam.
Mire de soslayo a mis cuatro amigas y luego volví a mirarlos a ellos, a esos cinco chicos que habían cumplido su sueño y hoy estaban ganado un premio muy importante. Pensé en lo rápido que había pasado el tiempo, parecía que hubiera sido ayer cuando el extraño chico de capucha había derramado la gaseosa en mi pierna aquella vez en el cine. Irónicamente recordé la letra de una de sus canciones, Save You Tonight, en este último tiempo ya me había memorizado toda su discografía.
I can't be no superman
But for you I'd be superhuman
I want to save you
Save you, save you, tonight

Se me ocurrió la idea tonta de que en cierta forma ellos nos habían salvado. Liam me había defendido de aquel borracho la noche en que nos conocimos. Zayn, ciertamente había logrado que Amy perdiera el miedo a abrir su corazón. Niall había salvado a Lucy cuando se había caído en el río, todavía me cuesta creer que no le confesara que no sabe nadar. Harry había accedido a prestarle su apartamento a Kirsten evitando así que tuviera que abandonar su sueño. Y Louis había sido el amigo que Fiona necesitaba en sus primeros días como extranjera en Londres.
Tuve que recordarme que me había prometido no llorar, justo a tiempo para cuando mi mirada se encontró con la de Liam. Mi sonrisa se ensanchó a lo que él respondió guiñando el ojo de forma fugaz. En ese momento comprendí que, de alguna manera, nosotras también los habíamos salvado a ellos.


FIN






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Bueno, wow, no puedo creer que por fin termino. Muchas gracias a todas las lectoras que llegaron hasta acá, sin un público que leyera no hubieramos continuado con la historia!
Ahora, hay un par de noticias, Superhuman termino pero todavía tenemos un par de ideas para mostrarles.
  • Primero, ahora que el fanfic terminó, este blog va a quedar inactivo. No lo vamos a eliminar, la historia va a seguir acá para todos aquellos que quieran leerla, pero no vamos a publicar nuevas entradas. Así que si quieren estar al tanto de nuestras novelas nuevas, les recomendamos que sigan nuestro blog principal:London Madness Fanfics

  • Segundo, les recordamos que ya tenemos el nombre de nuestra próxima historia. Se llama Unpredictable y los protagonistas son los integrantes de la banda 5SOS.  La misma comenzará a publicarse dentro de un mes aproximadamente, pero mientras tanto tenemos pensados revelar las fichas de las protagonistas femeninas, una cada domingo. Si les interesa leer este fanfic les recomendamos seguir el blog donde publicaremos la historia:
    Unpredictable
  • Tercero, en nuestro Facebook vamos a estar anunciando a la ganadora de la convocatoria de escritoras, así que si les interesa eso, también les dejamos el link:
    Facebook
Creo que eso es todo, esperamos que les haya gustado la historia y continúen leyendo nuestras ocurrencias en el futuro :)

#LondonMadnessFanfics

12 oct 2013

Capítulo 60

Revolvía la comida de mi plato distraídamente cuando la abuela Lynn habló.
-Fenie no probaste bocado, ¿Qué te pasa?- Se preocupó - ¿Es por Louis?-
-No importa lo que haga abuela, él no me recuerda- Apoye los brazos sobre la mesa y enterré mi cara en ellos- Ya no sé más que hacer.
La abuela, cuya mirada era de compasión y tristeza, se colocó a mi lado y froto su mano en mi espalda en un gesto de aliento
-Pronto se va a acordar de todo y va a ser en el momento menos esperado- Predijo- Creé en lo que te dice una vieja que tiene tanta experiencia como años de vida.
Esboce una sonrisa sincera. Agradecí tener a la abuela conmigo en un momento así y no a Suzanne o a Pam, ella de verdad me entendía.
Mi teléfono sonó impidiéndome que siga imaginado lo que Suzanne me habría dicho.
Miré la pantalla del teléfono y mi cuerpo se paralizo.
¿Por qué me estaba llamando? ¿Acaso había recuperado los recuerdos?
Con manos temblorosas marque contestar y me lleve el móvil al oído.
-Lo…Louis- Tartamudeé.
-Hola Fenie- Dijo con una voz cantarina. Sonaba contento- ¿Estas ocupada hoy?
-No- Conteste. No sabía lo que Louis pretendía con la llamada pero no podía evitar esperanzarme.
-Genial, pensaba que podíamos seguir con eso de visitar los lugares a los que fuimos juntos ¿Qué te parece?- Propuso.
Sonreí- Que es una buena idea.
- Paso a buscarte en media hora- Anuncio y me lo imaginé sonriendo al otro lado del auricular.
….
-¿Dónde estamos yendo?- Pregunte. Louis había cumplido y en  media hora estaba tocando la bocina de su auto, ahora nos encaminábamos a alguna parte de Londres.
-En el camino se me ocurrió que podríamos ir al London Eye- Sugirió.
Fruncí el ceño-¿Cómo sabias que fuimos al London Eye?- Inquirí.
-No lo sabía, es solo que pareces una chica que ama las alturas- No sabía si lo estaba diciendo en serio o si era una broma. Opte por la primera ¿Cómo podría recordar mi miedo por las alturas si había perdido la memoria?
-Te equivocaste,  odio las alturas, prefiero la seguridad de la tierra firme- Enfatice la palabra ‘odio’ para que quedara bien en claro.
-¿En serio? ¿No tendrás vértigo no?- Pregunto incrédulo.
Lo fulminé con la mirada- Precisamente, tengo vértigo- Confirme.
Distraída con la charla que estábamos teniendo no me percaté de que habíamos llegado. Louis estaciono su auto en el mismo lugar donde lo había dejado la última vez que habíamos venido y luego se dispuso a colocarse la peluca negra de siempre.
Todo me resultaba tan familiar, como un deja vú, lo único que faltaba era la presencia de Emma.
Mientas nos acercábamos a la gran rueda comencé a arrepentirme, ciertamente la vista había sido hermosa, pero no tenía muchas ganas de volver a estar a tanta altura de suelo.
-Louis- Lo llame.
-¿Si?
-Subí vos, yo te espero abajo- Dije.
-¿Qué? No, no, no, vos vas a subir conmigo- Camino hacia mí y me tomo del brazo- Vamos Fiona, ya lo hiciste una vez ¿No es cierto?
Negué con la cabeza – Una vez es más que suficiente-
-Por favor Fiona, vamos, es divertido- Insistió.
-No puedo Louis-
Su expresión se ensombreció- No me hagas obligarte como la última vez.
Rodeé los ojos cansada y me dirigí al banco más cercano. Sentía mi cuerpo muy pesado y fue un alivio poder sentarme.
Louis se acomodó junto a mí - ¿No hay forma de que cedas?
Mantuve la vista clavada en el suelo, algo avergonzada por el miedo – No-
-Está bien - A mi lado el chico suspiró-Pero por lo menos vayamos a comer a Nando’s- Propuso- Se me antoja comer pollo.
-No como pollo, soy vegetariana-
El chico suprimió una sonrisa- Entonces podemos tomar un helado, además, me lo debes.
Suspire al momento en que sonreía. Con Louis era imposible estar triste, siempre sabe cómo sacarle una sonrisa a alguien.
Recorrimos Jubilee Garden en busca de un carrito de helados, el parque por lo general estaba lleno de ellos pero no podíamos encontrar ninguno. Estábamos a punto de llegar a nuestro punto de partida cuando divise uno.
-¡Louis!- Exclame haciendo que el chico girara repentinamente hacia mí- Allá hay uno- Señale con el dedo índice, él siguió con la mirada hacia donde le indicaba.
-¡Vamos antes de que se escape!- Me indico y ambos corrimos hacia el pobre hombre de los helados,  quién  nos observaba acercarnos aterrorizado.
-Queremos…- Louis comenzó a hablar cuando llegamos,  pero tuvo que detenerse a recuperar el aire que había perdido durante la carrera - Dos helados.
El hombre, quién tenía unos cuarenta y tantos,  nos dedicó una sonrisa apacible-¿De qué sabor?-
Louis me miro esperando a que respondiera primero.
-Frutilla- Dije sin vacilar, siempre había sido mi sabor de helado favorito.
-El mismo- Me secundó él-
El heladero nos entregó nuestros helados por los que pague yo, después de todo, le había prometido que le iba a comprar uno.
-¿Y ahora?- Inquirió Louis.
Suspire- No sé, estoy cansada, mejor sentémonos a tomar nuestros helados- Sugerí. No estaba dispuesta a continuar insistiendo porque lo único que iba a conseguir era frustrarme más y más.
-¿Cansada? – Se quejó -  ¡No podemos quedarnos acá esperando a que mis recuerdos vuelvan solos!
-Es que ya no sé a dónde más ir- Me justifique.
-No hace falta que vayamos a un lugar donde ya estuvimos- Dijo- Podemos ir a uno nuevo.
Lo mire confundida.
-¿Pero…dónde?
-Ya vas a ver- Tomo mi mano, la que no tenía el helado, y me arrastro por el parque hasta su auto- Te va a encantar el nuevo lugar.
….
-¿Vamos al London Bridge?- Inquirí
-Ajá – Confirmó -  ¿alguna vez habías venido?
-No que recuerde – Respondí  dubitativa -  Tal vez vine con mis papas cuando era chica.
Louis estaciono su auto negro en uno de los parques del estacionamiento más cercano al puente. Luego de caminar un par de cuadras llegamos a destino.
-¿Estás seguro de que se puede subir?- Pregunte al ver la gigante torre que se alzaba frente a mí.
-Claro – Me tranquilizó con un gesto de la mano – Está lleno de turistas-
Asentí.
Louis pago por nuestras entradas e ingresamos a la torre. Ni bien pusimos un pie dentro de ella nos encontramos con un grupo de turistas acompañados por un guía que les relataba la historia del puente, cuándo y por qué motivos fue construido, sus materiales y hasta hacían una pequeña demostración del funcionamiento del mismo. Sin embargo, Louis no parecía interesado en nada de todo eso. Prácticamente me arrastró escaleras arriba.
-¿Crees que podes lidiar con 72 plantas? – Inquirió divertido a medida que avanzábamos con paso firme-
Dado que mis pulmones no tenían el aire suficiente para responderle me limité a asentir. A pesar de que, interiormente, sabía que me desmoronaría en cualquier momento.
Mientras subíamos los escalones pude observar algunas fotografías antiguas del puente en distintos ángulos, tenían inscripciones con las fechas en que habían sido tomadas y de más datos. Pero no pude prestarles demasiada atención, dada la prisa de mi acompañante.
 Por fin pude divisar algunos rayos de sol indicando la superficie de la torre. Haciendo uso de todas mis fuerzas recorrí los últimos escalones y prácticamente me desmoroné sobre el suelo al llegar.
Louis recuperó el aliento mucho más rápido que yo y no tardó en comenzar a burlarse de mi mal estado físico.
-Creo que el yoga no está funcionando muy bien, ¿verdad? – Comentó con un deje chistoso-
Puse los ojos en blanco y lo golpeé en el hombro – Cállate Tomlinson – Lo regañé aún con dificultades para gesticular las palabras- ¿Y cómo sabes lo de la yoga?
-Vos me lo dijiste – Se excusó algo nervioso - ¿No te acordas?-
Me quedé en silencio unos instantes, pero no podía recordar haberle dicho eso. De todas formas, con todo lo que había estado sucediendo en estos últimos días se me podría haber pasado.
Louis se puso de pie y tiró de mí para que lo siguiere hasta uno de los extremos de la torre.
-Todavía estoy cansada – Me quejé
El chico me ignoró y continuó avanzando – El horario de visitas termina a las 6, y si esperamos a que te recuperes no vas a poder apreciar la vista-
Sus últimas palabras bastaron para que mis pies se clavaran con fuerza en suelo- ¡Ya te dije que tengo vértigo!-
-Tenés que enfrentarte a tus miedos – Me regañó pero luego suavizó un poco la mirada - ¿Por favor?
Negué una sola vez con la cabeza.
Louis se me quedó mirando expectante -¿Una oportunidad?
Noté que los demás turistas en la cima de la torre nos miraban interesados. Después de todo, estábamos montando un show bastante entretenido para ellos. La pareja de locos que se pelea en el London Bridge. Creo que no estábamos haciendo un buen trabajo en eso de pasar desapercibidos y no llamar la atención. 
Opté por dejar que él ganara. No quería que continuáramos arriesgándonos así. Además, si me desmayaba Louis tendría que cargarme hasta el auto.
Suspiré y tomé su mano, si iba a hacer esto por lo menos quería sentir que alguien me acompañaba.
Louis me sonrió y me ayudó a dar los últimos pasos que me separaban del borde.
Sentía la adrenalina correr por mi cuerpo, en cierto punto creí que iba a ser capaz de hacerlo, de enfrentarme a mis miedos por mí misma. Pero toda esa valentía momentánea se desvaneció en el momento exacto en el que clavé los ojos en el agua debajo de nosotros. Me acobardé e intenté dar un paso atrás por lo que choqué contra él y terminé con la cabeza hundida en su pecho.
-No puedo – Solloce – Tengo miedo-
Sentí como acariciaba mi cabeza con delicadeza – Sí podes, vamos Fenie, en el London Eye no te pasó nada-
-Por qué me obligaste – Le recordé – Fue todo tan repentino que no tuve tiempo de asustarme-
Louis dejó escapar una carcajada – Cerrá los ojos-
-¿Qué? – Pregunté confundida – Louis, ¿qué estás tramando?-
-¿Confías en mí?-
Tal vez  había perdido la capacidad de razonar a causa del miedo, o tal vez estaba demasiado drogada con el olor de su perfume. Cualquiera haya sido la razón, decidí darle un voto de confianza el chico de los ojos claros.
Cerré los ojos con fuerza y dejé que él  levantara mi rostro y lo pusiera de frente al borde la torre.
Acercó su boca a mi oído y me susurró – Ahora, a la cuenta de tres abrís los ojos, ¿lista?-
-No – Admití aterrorizada.
-Uno- Dijo ignorando mis comentarios-
Intenté detenerlo, esto era una mala  idea  - ¡Louis, para!
-Dos-
-En serio, no es gracioso –
-¡Tres! –Gritó para tapar mis quejas, estoy segura de que los turistas tenían los ojos clavados en nosotros.
Con un esfuerzo sobre humano y más parsimonia de la necesaria, abrí los ojos y dejé la vista me deslumbrara.
Desde arriba el viento soplaba fuertemente enredándose entre mis cabellos.  Primero me enfoqué en el horizonte, los edificios parecían desdibujarse entre las espesas nubes. Las casas y los peatones de Londres parecían hormigas desde dónde nos encontrábamos.  Continué examinando el paisaje, incluso me atreví a mirar hacia abajo, hacia el Támesis. Unos barcos avanzaban por debajo del puente, totalmente ajenos a nosotros.
Louis apoyó la cabeza en mi hombro y rodeó mi cintura con sus brazos - ¿Valió la pena?-
Asentí sin saber exactamente qué decir – Es muy bonito-
-Esta vez no tuve tiempo de leer el folleto – Admitió – Así que no voy a poder fingir que soy inteligente-
Reí al recordar cuando en el London Eye Louis había intentado impresionarme con sus conocimientos en historia. Pero luego me percaté de algo más importante, algo que venía sospechando pero que no quería creer por miedo a albergar falsas esperanzas.
-Creí que no recordabas nadas – Espeté con tonos suspicaz.
El chico chasqueó la lengua – Sí, bueno, podes ser muy persuasiva a veces-
-¡Lo sabía!  - Exclamé victoriosa- ¿Cuánto hace que estás fingiendo?-
-Desde el beso en el parque – Admitió algo avergonzado.
Como pude me volteé para golpear sus hombro - ¿Y no pensaste en decirme?, ¿Tenés una idea de lo preocupada que estaba?
-Es que la idea de molestarte un rato más era muy tentadora, además…-
Esperé a que completara la frase pero no lo hiso- ¿Además?-
Louis ladeo la cabeza – No me acuerdo…  tal vez otro beso me ayude a refrescar la mente-
Puse los ojos en blanco- Sos imposible-
-Sí- Admitió sin ninguna clase de conflictos – Pero te amo así que eso lo compensa-
Dejé que una media sonrisa se escapara de la comisura de mis labios – Yo también te amo – Convine y me acerqué más a él para unir nuestros labios en un beso pero no en uno cualquiera, sino en un beso  de bienvenida a sus recuerdos  y de felicidad porque, después de muchos esfuerzos había logrado mi cometido. Sonreí entre sus labios y lo abrase fuertemente, no lo iba a dejar escapar nunca más.



FINAL QUINTA PARTE


Para los que estén interesados o todavía no sepan, la supuesta sexta parte se vio reemplazada por un epílogo que le va a dar un cierre a la historia de las cinco parejas. El mismo lo vamos a publicar la próxima semana, junto con un par de noticias más, así que nos vemos el domingo que viene, espero :)

6 oct 2013

Capítulo 59

-Fiona tranquilízate- Trato de calmarme Emma- El doctor dijo que es temporal-
Después de la no muy grata sorpresa de hacia unas horas, me habían obligado a volver a casa para darme un baño y descansar. Ya era entrada la noche pero no podía dormir, la abuela Lynn me había preparado un té tranquilizante aunque no sirvió de mucho.
Emma y Liam se habían encargado de traerme a casa desde el hospital, debo admitir que les plantee batalla, que Louis no me recordara no evita que yo aún este preocupada por él.
-Ya sé, ya sé, es que es tan… frustrante-
-Te va a recordar antes de los esperado-Me alentó Liam- No debe ser tan fácil olvidarte, al menos para él.
Sonreí a Liam, estaba agradecida de que hubieran suspendido su cena para estar conmigo en este momento.
 El sonido de mi celular nos interrumpió.
Busque desesperadamente mi móvil, que se encontraba en mi bolso negro. Wings no dejo de sonar hasta que conteste la llamada.
-¿Louis está bien?- Pregunte sin dejar que Lucy, quien me había llamado, pueda emitir palabra alguna.
-Sí, Louis está bien pero hay alguien que quiere hablar con vos- Su tono de voz era dulce y comprensivo. Sentí un murmullo inentendible desde el otro lado de la línea y luego una voz áspera y pausada habló.
-Fiona- Dijo y pude reconocerlo, era Harry y se lo notaba muy cansado.
-¿Harry estas bien? ¿Cómo esta Louis?
-Louis está perfectamente- El chico de rizos de detuvo para tomar aire - Mañana por la mañana le dan el alta-
 Suprimí un grito de alegría para no interrumpirlo.
Él se tomó su tiempo, eligiendo sus palabras con cuidado-Los doctores dicen que no debería tardar en recuperar los recuerdos-
Emití un suspiro – ¿Todavía no descubrieron si olvidó algo más?-
-Recuerda lo de Matt, aunque no está seguro de cómo paso- Harry se detuvo a esperar que yo canalizara toda esa información- Pero olvido casi la mayor parte del último mes.
-No puedo creer que sea la única  persona que se borró de su memoria-
La pareja a mi lado me dirigió miradas de consuelo. Emma incluso se acercó a mí para posar su mano en mi hombro.
-Bueno hay algo…- Empezó a decir mi interlocutor al teléfono pero se detuvo-
-¿A qué te réferis?-
 -Me refiero a que Louis puede recordar todo más rápido- Explicó con voz neutra -  Si es estimulado por nosotros, o por vos-
Mi cara se ilumino haciendo los demás en el cuarto se relajaran- Eso es genial, ¿Qué tendría que hacer?
-Bueno podes contarle anécdotas, llevarlo a lugares donde estuvieron los últimos días o simplemente pasar tiempo con él- Sugirió el chico de rulos.
-Está bien, voy a pensar que puedo hacer- Sonreí- Algo se me va a ocurrir.
-Espero que sirva, no va a ser divertido enseñarle nuevamente toda la rutina para el nuevo tour.
Reí, era bueno poder tomárselo con gracia, al menos ahora que Louis estaba mejor.
-¿Cómo esta Kirsten?- Me interesé- La última vez que la vi aun llevaba su maquillaje de la presentación.
-Está bien, se fue a dormir a casa de Amy, estaban muy cansadas.
-Tendrías que hacer lo mismo Harry- Le sugerí-
-No puedo irme, tengo que quedarme con Louis- Insistió pero su argumento se vio traicionado por un bostezo que pude oír al otro lado del auricular.
Suspire- ¿A qué hora le dan el alta?
-A las 8 am
-Muy bien, nos vemos mañana a esa hora-
….
-Harry ¿Por qué tengo que salir con esta extraña?- Se quejó Louis.
-Ya te expliqué – Respondió el aludido algo exasperado – Fiona es tu...
-Amiga- Lo interrumpí- en el último mes nos hicimos muy amigos.
Puso los ojos en blanco- ¿Puedo tener un helado al menos?-
Reí- Como quieras-
Harry se despidió de nosotros cuando llegamos al estacionamiento trasero del hospital. Prometió llamarme por la noche para hablar sobre Louis.
-¿Dónde está tu auto?- Pregunto Louis mientras recorría el estacionamiento con la mirada.
-Allá- Señale el Volkswagen New Beetle con mi dedo.
-¿El amarillo?- Pregunto incrédulo-
Asentí con una sonrisa de orgullo – Sí, esa es Daisy
-¿Se llama Daisy?- Soltó una carcajada- Mi her…
-ya sé, tu hermana se llama Daisy- Complete su oración-
Me miro extrañado- ¿Cómo sabias?
-Vos me lo dijiste- No espere una respuesta y comencé a caminar hacia el auto amarillo. Unos pasos después Louis me alcanzo.
-Es raro- Dijo
-¿Qué es raro?- Inquirí  deteniendo la marcha.
-Que vos ya me conozcas pero yo no  - Dijo con la mirada perdida – Y que sepas cosas de mí que yo mismo te conté y no recuerdo haberlo hecho-
-Para mí es más triste que raro- Admití.
No recibí respuestas. El chico tan sólo desvío el rostro, notablemente incómodo.
Abrí la puerta del conductor e hice un intento por ingresar pero Louis me detuvo.
-No tendrás pensado manejar vos – Inquirió arqueando las cejas - ¿Verdad?
-De hecho, sí- Confirmé en tono desafiante.
-Lo siento pero todavía no te tengo confianza, así que yo voy al volante-  Sentenció.
No tenía ganas de discutir por lo que rodee el automóvil y ocupe el lugar del acompañante sin mediar demasiadas palabras.
-¿A dónde vamos?-
Medite durante unos segundos. Barajando todas las opciones, no quería pasar nada por alto
- Vayamos al lugar del accidente- Decidí al fin.
….
-Harry dijo que resbale y me golpee la cabeza contra el piso- Comento Louis mientras observábamos la fachada del Royal Opera House.
-Sí, estabas intentado bailar y el piso estaba mojado por la lluvia- Recordé el horrible momento en que el casi se me para el corazón. Me estremecí y Louis lo noto.
-¿Tenés frio?-
-No, estoy bien- Le reste importancia con un gesto de la mano y esboce una sonrisa falsa- ¿Recordas algo?- Pregunté para cambiar de tema.
Louis medito un segundo mi pregunta y luego contesto- Para ser sincero, no-
Suspire algo desilusionada- Está bien, vayamos a otro lado-
Introduje mis manos en los bolsillos de mis jeans y camine con desgano hacia el auto. Louis me siguió en silencio.
-¿Y ahora dónde?- Inquirió el castaño una vez que estuvimos acomodados.
Ladeé la cabeza y me mordí el labio inferior -Podemos ir a casa de la abuela Lynn, a lo mejor te acordas de ella- Propuse.
-Está bien- Aceptó con una sonrisa divertida – Espero que tenga algo de té-
Una sonrisa se escapó por la comisura de mis labios. A mi lado, el conductor lo notó por uno de los espejos y él también sonrió.
Durante todo el trayecto me dedique a darle indicaciones a Louis para llegar a casa, mientras respondía a sus preguntas sobre la abuela Lynn y mi vida. Opte por dar respuestas completas, quizá mi historia lo ayude a recordarme.
Para mi suerte la abuela no había salido, en cambio estaba regando las flores del frente de la casa mientras cantaba una canción de sus épocas de juventud cuando salía junto al abuelo.
Cuando Louis paro a Daisy frente a la casa la mujer dejo su trabajo para saludarnos enérgicamente con ambas manos.
-¡Fenie trajiste a Louis!- Se alegró.
-¿Fenie?- Se burló el castaño.
Puse los ojos en blanco – No se aceptan comentarios -
-Hola Louis, yo soy la abuela de Fiona- Se presentó la abuela, quién obviamente estaba al tanto de los acontecimientos- Viniste varias veces a casa y te gustan mis masitas de avena.
-Un gusto señora – Respondió él con toda educación-
-Oh, no me digas señora – Se quejó ella - Vos siempre me dijiste abuela Lynn.
Louis sonrió abiertamente, ellos dos habían vuelto a conectar como la primera vez.
La abuela lo invito a pasar y él acepto encantado. Mientras se dirigía a la cocina examino la casa y cada detalle de esta.
-Creo que recuerdo esto- Dijo señalando los sillones del living.
Mis ojos brillaron-¿En serio?-
-No en realidad- Rio por lo bajo – Pero ver cómo te cambia la cara cuando lo digo vale la pena –
Lo fulmine con la mirada y continúe mi camino hasta la cocina, donde nos esperaba la abuela.
-¿Querés té querido?- Le ofreció la abuela Lynn cuando llegamos a la habitación- Tengo Yorkshire Tea, desde que fueron al Yorkshire Tea Train es la única marca que compra Fenie toma -
Sentí mi rostro arder. Desde ese día el té Yorkshire era mi favorito, pero Louis no se tenía que enterar de eso. Supongo que no podía esperar a que la abuela mantuviera el secreto, para mi suerte Louis no parecía haber escuchado la última parte de la oración.
-¿Fuimos al Yorkshire tea train?- Quiso saber.
Asentí aun un tanto colorada- Y también a Pizza Hut, Milkshake  City.
-Wow – Su voz denotaba sorpresa -  Salimos bastante.
Me encogí de hombros-Supongo, pero nuestra… - En ese momento mi mente se iluminó como por arte de magia -Ya sé- Exclame y tomé del brazo a Louis.
 En contra de la voluntad del muchacho comencé a arrastrarlo escaleras arriba, rumbo a mi cuarto.
-¿Qué estás haciendo?- Inquirió extrañado mientras observaba como revolvía mis cajones.
-Estoy buscando la entrada del cine y… - Mi grito de felicidad me impidió terminar la frase - ¡Acá esta!-
Le extendí la entrada y él la tomo.
-Batman: el regreso del caballero oscuro- Leyó- ¿Esto fuimos a ver?
Asentí.
-¿Y me gusto la película?
-No creo que hayas visto mucho, estabas muy ocupado molestándome- Admití.
-Ya veo- Se limitó a decir mientras  examinaba la entrada.
-¿Y?- Me impaciente.
-¿Y qué?-
Lo miré de forma inquisidora - ¿Ningún recuerdo?-
Lentamente negó con la cabeza, aunque esta vez parecía más preocupado.
Gire bruscamente y me deje caer en la cama boca abajo.
-Esto es frustrante- Dije y mi voz salió modificada por la posición en que estaba.
Rebobiné el tiempo y recordé todo lo que habíamos hecho y el momento en que nos conocimos. En ese momento, un poco más relajada, mi mente tuvo otra idea. Me puse en pie de un salto.
-Tengo otra idea- Expuse a un Louis que parecía bastante triste ¿Se sentiría mal por mí y por mis intentos inútiles de que me recuerde?
-Voy a donde me digas- Dijo encogiéndose de hombros.
Sonreí.
-Primero tenemos que buscar a Luke.
-¿Luke? ¿Quién es Luke?
….
-Llegamos- Anuncie.
Había decidido llevar a Louis a Hyde Park, el parque donde nos conocimos. Hasta ahora lo había llevado a lugares poco relevantes para nosotros, pero esta vez estaba segura de que mi plan no iba a fallar.
Solté la correa de Luke para que pudiera correr y luego me volví hacia Louis.
-Acá nos conocimos- Dije.
El chico me miro sorprendido pero no dijo nada.
-El día que llegue de Boston traje a Luke al parque, se escapó y corrí para buscarlo – Me detuve para analizar sus facciones, él escuchaba atento a  mi relato - Vos lo detuviste-
Su expresión era extraña, me miraba pero no me veía.
-¿Ya me recordas? – Pregunté cuando no pude más con la curiosidad-
Louis suspiró y se frotó el rostro con las palmas de las manos - ¿Si digo que no prometes no ponerte triste?-
Suspiré vencida, ¿qué más podía hacer ahora? Empezaba a perder las esperanzas, ¿qué tal si nunca más me recordaba?
-¿Por qué estás interesada en que te recuerde? – Inquirió arrancándome de mis pensamientos-
Me permití unos minutos antes de responder – Ya te explique, en el  último mes nosotros…-
-Sí, sí, dijiste que nos hicimos ‘muy amigos’ – Me interrumpió – Pero hay algo en todo esto que no me termina de convencer –
Lo miré confundida – No entiendo-
-Te llevé al cine, al Yorkshire Tea Train, que es uno de mis lugares favoritos – Contuve la respiración mientras él terminaba de atar los cabos sueltos en mi mente – Estás tan empeñada en hacerme recordar-
-Louis, ¿podes ir al punto? – Le insistí para que dejara de divagar.
Él asintió, tomo una gran bocanada de aire, me miró directo a los ojos y dijo – Hay una parte de la historia que no me estás contando –
Quise hablarle pero las palabras no salían de mi boca, no pude mentirle, no otra vez, tampoco sabía qué hacer para hacerlo entender por lo que decidí optar por algo más desesperado. Me acerque lentamente a él y lo bese.
Mi acción lo tomo por sorpresa pero luego se relajó y me tomo del mentón mientras que con la otra mano acariciaba mi cabello. No sé cuánto duro el beso pero cuando nos separamos vi un atisbo de reconocimiento en sus ojos y mi esperanza aumento.
-Louis ¿Me recordas?- Inquirí  y la voz me tembló.
El chico de ojos claros clavo su mirada en mí antes de contestar.

-No, lo siento.

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Noticias

30 sept 2013

SE BUSCA ESCRITORA!

SE BUSCA ESCRITORA

¿Te gustaría probar suerte como escritora pero no tenes el espacio para hacerlo?, ¿escribiste algún fanfic y estas buscando algún lugar para publicarlo? Entonces podemos ayudar.
Nuestra página de Fanfics está buscando nuevas novelas para publicar a partir del mes de octubre. 
La única condición es que sea un Fanfiction de algún grupo musical o solista.
Para participar envianos tu novela, en archivo Word, a cualquiera de nuestras páginas:

Facebook (https://www.facebook.com/LondonMadnessFanfics)
Blogger (http://londonmadness1d.blogspot.com.ar/)
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Email: skyeverdeen@hotmail.com 


Se van a evaluar:

Ortografía (PRINCIPAL)
Originalidad
Coherencia
Realismo (a no ser que sea una historia de ciencia ficción o fantasía)
Vamos a recibir novelas hasta el día 17 de octubre. El fanfic ganador va a ser anunciado y publicado en nuestro Facebook.

Cualquier duda consultar en cualquiera de las páginas anteriores, mucha suerte y esperamos se animen a participar 

#LondonMadnessFanfics

28 sept 2013

Capítulo 58

Un escalofrió recorrió mi espalda mientras veía desde la ventana de mi habitación hacia la casa de Matt.  Todavía no podía entender como un chico tan dulce y educado podía hacer tales cosas solo por envidia y celos.
Mi teléfono sonó interrumpiendo mis cavilaciones. Mire el nombre que aparecía en la pantalla  y sonreí.
-¿Ya me extrañas?-
-¿Extrañarte? Ja, para nada- Contesto una dulce voz del otro lado del auricular- A la única que extraño es a la abuela Lynn.
-Oh, bueno, perdón pero no está disponible en este momento, está trabajando en su huerta sagrada y no le gusta que la interrumpan-
Louis río- Entonces voy a tener que hablar con vos-
-Así parece- Quise borrar mi sonrisa tonta de la cara pero me fue imposible, este chico provocaba algo en mi muy difícil de controlar.
-Hablando en serio- Su voz se volvió más solemne- Tengo una invitación que hacerte.
-Te escucho- Dije con más emoción de la que quería demostrar.
-Kirsten- Se detuvo para que procesara la información y le lo invite a continuar con un ‘aja’- Se va a presentar en Royal Ballet mañana a la noche,  con ‘El lago de los cisnes’ y Harry va a ir a verla pero no quiere ir solo, así que me pidió si lo podíamos acompañar, vos y yo ¿Qué te parece?
-Me encanta la idea- Admití- ¿Es ballet no?
-Exacto, después podemos ir cenar a algún restaurante los cuatro juntos.
-Genial- Reí ansiosa. Me entusiasmaba la idea de relacionarme con las novias de los demás chicos, me caían muy bien y sentía que podía compartir con ellas todo lo que me pasaba con Louis.
-Te pasó a buscar a las 7 en punto- Me informo.
Asentí, aún consciente de que él no podía verme – Perfecto-
-Adiós Fenie- Comenzó a despedirse
-¡Louis espera!- Lo detuve- ¿Qué se supone que hay que ponerse para estas cosas?
El chico del otro lado del teléfono río.
-No te preocupes por eso, cualquier cosa que te pongas te va a quedar magnifico.
….
-¿No te parece que ese vestido es un poco corto?- Inquirió Louis mientras examinaba mi indumentaria.
-No, creo que está bien- Asegure al mismo tiempo que alisaba mi vestido negro de encaje.
-Kirsten usa vestidos más cortos, además este es de mangas largas- Comento Harry en mi defensa.
Le dedique una sonrisa disimulada para que Louis no se diera cuenta,  el chico de rulos me guiño un ojo como respuesta.
Louis suspiró poco convencido- Esta bien, ahora apurémonos, se hace tarde para el show-
Ambos concordamos con el castaño por lo que rápidamente ingresamos en el  Porsche negro de Louis.
-Me podes recordar ¿por qué vinimos en tu auto y no en el mío?- Exigió Harry al conductor desde la parte trasera del auto.
-Porque yo soy el mayor, lo que me da ciertas prioridades-
Su amigo bufó-Pero estamos yendo al espectáculo donde baila mi novia-
-Pero es a mi novia a la que tenemos que llevar- Remató Louis.
-¡Basta!- Grite y ambos chicos se volvieron a verme, incluso Louis que hacia minutos no despegaba ni un ojo de la carretera- ¿Por qué tienen que conducir ustedes? ¿No puedo hacerlo yo?- Me queje.
-¿Vos manejas?- Pregunto incrédulo Harry y pude jurar que Louis estaba a punto de hacerme la misma pregunta.
-Claro, tengo 17 años- Expuse indignada- En Boston tenía mi propio auto.
-Eso nunca me lo dijiste- Intervino Louis-
Me encogí de hombros- Nunca me lo preguntaste.
Unas manzanas más tarde, llegamos al teatro donde Kirsten bailaría. Pude notar lo nervioso que estaba Harry, se acomodaba su perfecta corbata cada cinco minutos y comprobaba con la misma frecuencia si las entradas seguían en el bolsillo de su traje.
Royal Opera House, el gigantesco teatro de vigas blancas, se alzaba sobre nuestras cabezas. En la entrada había dos grandes gigantografias que anunciaban la presentación del día ‘El Lago de los Cisnes’.
Me separe de Louis y de Harry para no llamar la atención y busque dentro de mi bolso negro mi entrada. Le dirigí una mirada a Louis antes de entrar, este me ínsito a continuar con un gesto de la cabeza y una sonrisa. Atravesé las puertas del magnífico teatro y quede extasiada con el lujo de su interior.
Le entregue mi entrada a un empleado vestido de traje, el hombre la examino y ordeno a uno de sus subordinados que me condujera a mi asiento.
Seguí al empleado a través de las butacas bordo hasta llegar a una escalera que conducía a un palco privado. Harry había reservado ese lugar para nosotros tres y para Amy, quien también vendría a ver el espectáculo.
Me senté en una de las butacas del palco a esperar a los demás. Louis y Harry no tardaron en llegar pero Amy no se presentó hasta que el teatro estuvo lleno.
-Perdonen por la tardanza- Se disculpó mientras se acomodaba en su asiento entre Harry y yo- Kirsten estaba muy nerviosa y no dejaba que me fuera.
-¿Nerviosa? ¿Me dejaran ir a verla?- Harry comenzó a ponerse de pie pero la morocha lo detuvo.
-Harry, el show está a punto de empezar, relájate va a estar bien- Lo tranquilizo ella- Sabes que Kirsten es exagerada.
El chico de rizos asintió y espero obediente a que la presentación comenzara.
-¿Zayn no viene? – Le pregunté en voz baja para buscar un tema de conversación.
Amy se encogió de hombros – Está visitando a su familia en Bradford – Explicó – Los ve tan poco que no pude obligarlo a quedarse-
Estaba a punto de responder cuando las luces del salón se apagaron y todo se sumió en la penumbra. Sin embargo la multitud no se sumió en gritos, como se espera en los eventos de gran concurrencia, al contrario, todos se sumergieron en un monótono silencio. Tuve que recordarme a mi misma que estaba viendo ballet, esta clase de gente es más ‘sofisticada’. La imagen de mujeres mayores con vestidos extravagantes sentadas en primera fila que se me vino a la cabeza me hiso reír.
-¿Qué es tan gracioso? – Susurró Louis en mi oído-
Negué con la cabeza mientras  el telón comenzaba a elevarse – No querés saber-
La música clásica invadió la sala por lo que nuestra conversación tuvo que posponerse para más adelante.
Estiré mi vestido y me acomodé un poco mejor en mi butaca, dispuesta a sacar el mayor provecho de la función.
Si bien era la primera vez que asistía a un ballet, recordaba haber leído algo acerca de la obra y el hilo principal de su trama.
El primer acto se sitúa en  los jardines de un castillo. El príncipe Sigfrido celebra, junto con sus amigos de la corte, su vigésimo primer cumpleaños. De repente, la Reina madre de Sigfrido y sus Damas de Honor, llegan a la fiesta para recordarle a su hijo que la siguiente noche deberá, durante la celebración oficial de su fiesta de cumpleaños, escoger una esposa. Esto causa una gran melancolía en Sigfrido. El Bufón intenta restaurar el espíritu de la feliz ocasión y anima al príncipe formando una partida de caza con sus amigos.
Las luces se volvieron más tenues a medida que el espectáculo siguió avanzando, comienza el segundo acto. Esta vez el lugar de los hechos es un bosque con un lago cristalino del que empiezan a salir bailarinas vestidas como cisnes. De entre la multitud de cisnes distingí a Kirsten, y noté que Harry también lo hizo porque suprimió un pequeño grito de emoción desde su asiento. Las bailarinas se movían a la perfección, como si no les costara ningún trabajo hacerlo, con pasos precisos y delicados.
Sigfrido llega al lago y apunta con su ballesta hacia las jóvenes cisnes cuando aparece la joven reina, Odette. Ella le cuenta que fue transformada en cisne junto con sus compañeras por el malvado mago Rothbart, que vuelven a su forma humana solamente en la noche y que el hechizo solo puede romperlo quien le jure amor eterno.
Cautivado por la belleza y lo trágico de su historia, el príncipe decide jurarle amor eterno a Odette, pero cuando está a punto de expresarlo aparece Rothbart, quien hace que las jóvenes se alejen, incluida Odette, para evitar que él rompa el hechizo. Sin darme cuenta me involucré tanto con la historia que tenía las manos cerradas en un puño debido a la bronca que sentía contra Rothbart y su hechizo.
Durante el tercer acto se celebra la fiesta  donde Sigfrido deberá elegir esposa. Se presentan las jóvenes casaderas y la reina le pide a su hijo que elija esposa. Él piensa en Odette y se niega a escoger por lo que su madre se enfada con él. En ese momento el maestro de ceremonias anuncia la llegada de un noble desconocido y su hija. Es el barón Rothbart que llega a la fiesta con su hija Odile. El príncipe, hechizado por el mago, cree ver a Odette en Odile. Él la escoge como su esposa, la reina madre acepta y Sigfrido le jura a Odile amor eterno. Rothbart se descubre y muestra a Odette a lo lejos. Sigfrido se da cuenta de su terrible error y corre desesperado hacia el lago.
A las orillas del lago los cisnes esperan tristemente la llegada de Odette, nuevamente la destreza y delicadeza de Kirsten destacan de entre el grupo.
Odette llega llorando desesperada, contándoles a sus amigas los tristes acontecimientos de la fiesta en el castillo. Aparece Sigfrido y le implora su perdón. Reaparece Rothbart reclamando el regreso de los cisnes. Sigfrido y Odette luchan contra él, pero todo es en vano, pues el maleficio no puede ser deshecho.
Contuve el aliento durante los minutos de batalla, tenía los nervios a flor de piel, ¿quién diría que se pueden sentir tantas emociones con música clásica de fondo?
Los dos enamorados se suicidan lanzándose al lago. Rothbart muere a consecuencia de ese sacrificio de amor y los otros cisnes son liberados del maleficio. Finalmente, mientras cae el telón por última vez,  se ve aparecer sobre el lago los espíritus de Odette y Sigfrido ya juntos para siempre.
La multitud estalló en aplausos. Incapaces de contenernos los cuatro nos levantamos de nuestros asientos para aplaudir a los bailarines que se encontraban nuevamente en el escenario.
Harry buscó desesperadamente a Kirsten con la mirada, hasta que por fin la encuentro y le dedicó un guiño y una sonrisa. Yo aplaudí con más fervor.
Gradualmente los aplausos fueron disminuyendo a medida que los artistas salían de escena y el gentío se iba disipando. Nosotros nos quedamos hasta el final, porque Harry quiera ver a Kirsten y porque intentábamos no llamar demasiado la atención.
Una vez que logramos salir de la sala Harry se separó de nosotros, para esperar a su novia en las proximidades de los vestuarios. Todos reímos ante su actitud tan cursi pero acordamos esperar a la pareja en el Porsche de Louis, dado que durante la función había comenzado a llover.
-No estuvo mal, ¿verdad? – Comentó Louis mientras avanzamos por el pasillo alfombrado.
-¡Fue estupendo! – Exclame incapaz de contener mi emoción – Tenía ganas de estrangular a Rothbart-
Amy y mi acompañante me miraron confundidos -¿Quién? – Inquirieron al unísono.
-El hechicero, ¿nunca leyeron la historia?-
La chica de rizos meditó durante unos segundos – Kirsten explicó un poco de la trama, pero no presté demasiada atención a los nombres, aunque tengo que admitir que estuvo más interesante de lo que esperaba-
-De todas formas creo que las calzas están de más – Añadió Louis – No me vas a decir que no son chistosas-
Amy suprimió una risa pero yo decidí molestar un poco al chico.
-Lo tuyo es envidia – Dije cruzándome de brazos – Te gustaría ser como el príncipe Sigfrido-
-No, gracias, prefiero ser el príncipe Louis – Espetó en tono de broma, dándome a entender que no había creído mi mentira ni por un segundo - ¿Te gustaría ser mi princesa?-
Contuve una carcajada mientras cruzábamos la gran puerta de entrada – Princesa Fiona, no suena tan mal-
Al parecer la lluvia no era tan intensa como habíamos imaginados, era una llovizna apenas perceptible, por lo que no nos apresuramos demasiado para llegar hasta el auto, el piso de mármol está resbaloso a causa del agua y nadie quería caerse.
-¿Te conté alguna vez de la época en la que baile ballet? – Louis continuó bromeando-
Amy y yo pusimos los ojos en blanco y luego volvimos a concentrarnos en nuestros pasos.
-¡Es en serio! – Se quejó el castaño – Déjenme demostrarles-
Louis movía sus pies de manera que las suelas de sus zapatos resbalaban contra el suelo humedecido y le permitan patinar sobre este. Incapaz de resistirnos a sus payasadas nostras reímos.
-Te vas a caer – Le advertí-
Él niego con la cabeza – Soy todo un profesional-
Ni bien terminó de decir esto sus rodillas temblaron haciéndole perder la estabilidad, incapaz de mantenerse en pie cayo y golpeó su cabeza contra el mármol.
-¿Estás bien? – Inquirí entre risas –
El cuerpo del chico permanecía inmóvil en el suelo, no respondía.
-¿Louis? – Volví a llamarlo, mi voz denota preocupación-
-Louis – Lo regañó Amy acercándose a él – No es gracioso, estás asustando a Fiona-
Nuevamente ninguna palabra salió de su boca. Nerviosa me acerque más hacia su cuero y me arrodille a su lado.
-¡Louis! – Dije sacudiendo su brazo – Basta, no es gracioso-
La chica de rizos se colocó a mi lado y juntas intentamos despertarlo, pero no tuvimos éxito. Estaba al borde de un ataque de pánico cuando escuche la voz de Harry a nuestras espaldas.
-¿Qué paso?, ¿están bien? –
Amy respondió porque yo estaba paralizada por el miedo.
-Es Louis, se golpeó la cabeza – Le explicó – No podemos hacer que se despierte-
Sin dudarlo ni un segundo Harry se acercó a su amigo y lo revisó.
-No tiene ningún corte – Dijo al fin – Suban al auto, tiene que verlo un médico-
-Fiona, relájate, estoy segura de que va a estar bien – Me tranquilizó Kirsten, tenía mi cabeza hundida en su hombro para ocultar las lágrimas.
Logre armarme de valor y alzar la cabeza. Le dedique una media sonrisa a Amy y tomé el pañuelo descartable que me tendia.
Mientras limpiaba los restos de maquillaje de mi rostro miré a las chicas.
Kirsten todavía tenía intacto el peinado de cuando bailo hacia solos sesenta minutos. Amy y yo llevábamos una vestimenta demasiado  elegante para estar sentadas en la sala de espera de un hospital, incluso si era la parte privada.
Estaba a punto de hablar cuando vi los rizos de Harry asomándose por el pasillo.
Sin darle tiempo a respirar nos abalanzamos sobre él.
-¿Cómo está? – Logre gesticular-
El chico sujetó mis hombros y me dedicó una sonrisa – Todo está bien, fue sólo un golpe-
-¿Significa eso que puede volver a casa? – Preguntó Amy-
Harry niego con la cabeza – Van a dejarlo en observación por esta noche,  sólo por si acaso-
Sentí como el nudo que tenía en mi estómago comenzaba a desenredarse, Louis estaba bien, había sido sólo un susto.
-Fiona – El chico de rizos llamó mi atención – Ya vuelve a estar consiente si querés pasar a verlo-
No me detuve a pensarlo, le dedique una sonrisa agradecida y prácticamente corrí hasta la habitación donde sabía que Louis me esperaba.
Ansiosa por cerciorarme de que en verdad está bien abrí la puerta sin tocar.
Louis estaba recostado en una cama con sábanas blancas. No tenía ningún tipo de gaza, venda o suero que indicara que algo malo pudo haberle pasado. Pero la expresión en sus ojos me dijo que algo no estaba bien. Me miró con desconfianza, casi como si no me conociera.
-Louis… - Intente hablarle pero él me detuvo con voz seca.
-¿Quién sos y qué estás haciendo en mi habitación?-