Deje la
valija fucsia en el piso y suspiré- Estoy de vuelta.
-¿Esta es
la última?- Pregunto Harry mientras dejaba caer otra de mis valijas al piso,
parecía agotado. Lleva una gorra verde y sus ya conocidos lentes de sol para
camuflarse.
-Si,
gracias por ayudarme- Le agradecí. Había insistido en ayudarme a trasladar mis
cosas de su departamento a mi habitación de la academia.
-Cuando
quieras- Me dedico una sonrisa. Nos quedamos en silencio hasta que el decidió
volver a hablar- Tengo que ir al estudio, los chicos me están esperando.
Asentí- y
yo tengo que ir a mi clase.
-Nos vemos-
Dijo y se acercó a mí para besar mi mejilla. Todo mi cuerpo tembló por el
contacto- Adiós Kirsten- Dio media vuelta y se alejó por el pasillo.
Cuando
estuve segura de que se había ido me deje caer sobre la cama y clave la vista
en el techo. Cerré los ojos y trate de quitarme de mi cabeza esa idea loca de
que Harry provocara algo en mí.
….
-¡Kirsten,
Kirsten!- Carrie comenzó a gritar mi nombre cuando me vio salir de mi última
clase del miércoles, estaba exaltada.
-¿Qué paso
Carrie?- La interrogue preocupada.
La rubia
tomo aire e intento relajarse antes de empezar a hablar- Bridget me dijo que Vicky le dijo que
Amanda ya coloco la lista de las chicas elegidas en la pizarra de anuncios y…
No la deje
terminar. Corrí por los corredores hacia donde se encontraba la pizarra de
anuncios, cuando llegue un grupo de chicas rodeaban el lugar impidiéndome ver
la lista. Sin detenerme a pedir permiso traspase el gentío. Al frente estaban
tonta y retonta, ambas daban saltitos de alegría e imagine que habían sido
seleccionadas. Ignore su festejo y volví mi atención al papel blanco que
colgaba de la pizarra. Comenzaba a asustarme cuando lo vi, Kirsten Hoppe, mi
nombre escrito con letra negra de computadora, se encontraba último en la lista
ya que estaba en orden alfabético. Inspire ya más relajada y una sonrisa no
tardó en aparecer en mi cara. Acomode mi pelo que estaba desarreglado por la
carrera y mi intento desesperado de atravesar la montonera. Me corrí del lugar
en que estaba para permitirles a las otras chicas pasar y salí del edificio
rebosante de alegría. Fuera me esperaba Carrie.
-¿Y?
¿Quedaste?- Mi amiga estaba muy ansiosa por saber mi respuesta.
-¡Si!-
Grite mientras corría a abrazarla.
-Oh, Kirsten
me alegro mucho, te dije que te iban a elegir.
-¡Estoy tan
contenta!- Volví a gritar.
Carrie rio-
¿Querés que vayamos a algún lugar a celebrar?
-Me
encantaría pero tengo que ir a ver a Wittchen- Con Harry habíamos acordado que
iría a visitarla al terminar mis clases del día.
Carrie
sonrió- Vos y ese chico parecen los padres de Wittchen- Observo.
- Yo soy la
dueña y Harry es solo el cuidador-Corregí.
-Como
quieras- dijo poniendo los ojos en blanco- ¿Querés que te lleve?
-Si por
favor- Lo cierto es que detesto las taxis.
Carrie me
llevo hasta el departamento de Harry. Antes de despedirme la invite a ver el
partido de Ky el domingo y ella acepto con gusto. Con todo resuelto me encamine
hacia la puerta del edificio de Harry.
-Wittchen
te extrañaba- Exclamo el chico de rizos apenas puse un pie en el departamento,
llevaba a Wittchen en brazos.
-Sí, yo
también la extrañe mucho, a Wittchen- Recalqué de forma nerviosa. Tome a la
gatita de entre sus brazos y esta se acurruco en los míos dejando escapar un
maullido.
-Claro-Harry
jugaba nervioso con su cabello-¿A quién si no?
-Entonces…-
El chico se decidió a cambiar de tema- Es miércoles ¿Ya están los resultados de
tu audición?
-¡Si!-
Conteste sin poder contener mi alegría- estás hablando con un miembro del
cuerpo de cisnes- alardeé.
-¡Eso es
genial! ¡Felicitaciones!- Me felicito el castaño.
-Gracias-
Esboce una gran sonrisa de felicidad.
-Eso
significa que vas a estar muy ocupada ¿no?- Su expresión que antes era de
alegría cambio.
Asentí sin
comprender su repentino cambio de humor.
-Entonces
tengo que invitarte a salir el sábado- Dijo más para sí mismo que para mí.
Lo mire sin
entender- ¿Invitarme? ¿Salir?- Las palabras escaparon de mi boca.
Clavo su
mirada en el piso y coloco sus manos dentro de los bolsillos del pantalón algo
nervioso.
-Si bueno,
había pensado en invitarte a salir-
-¿A mí?-
Pregunte incrédula. Estaba verdaderamente desconcertada.
-No, a
Wittchen- Ironizo.
Okey lo
había entendido. Ahora yo también estaba nerviosa.
-Kirsten-
Harry llamo mi atención- ¿Qué decís? ¿Salimos el sábado?
No sabía
que decir, millones de chicos me habían invitado a salir antes pero ninguno me
había puesto tan nerviosa como Harry. Trate de calmarme y meditarlo. Al
principio nos habíamos llevado fatal pero con el tiempo nuestra relación había
mejorado. Él me permitió quedarme en su departamento, me apoyo con mi audición,
cuida a Wittchen todos los días y no puedo negarlo es muy lindo; sus ojos
verdes, su pelo rizado, su sonrisa, sus labios…
Sacudí la
cabeza para despertar de mi ensoñación. Harry aun aguardaba expectante.
-Claro-
Dije al fin.
Una ancha
sonrisa se formó en el rostro de Harry, Wittchen por su parte comenzó a
maullar.
….
Tenía que
apurarme si quería estar lista antes de que llegue Harry, me había retrasado
porque no podía decidir que ponerme hasta que, finalmente, después de una larga
prueba de vestuario, opte por usar un vestido floreado y mis no muy usadas
convers blancas.
Estaba
dándole los últimos retoques al maquillaje cuando mi móvil sonó avisándome que
Harry ya estaba abajo esperándome. Tome mi bolso Coach y mis lentes de sol puesto
que era un día increíblemente soleado, algo poco normal en Londres incluso en
verano.
Ya fuera de
la academia pude divisar el auto de Harry estacionado en frente de esta.
-Hola- dije
cuando ingrese en el Audi gris oscuro.
- Hola, me
gustan tus lentes- Comento.
-Gracias-Los
Betsey Johnson en forma de corazón eran mis lentes favoritos- ¿Dónde vamos?-
Pregunte al notar que había puesto en marcha el automóvil.
-Tengo
pensado un lugar- Giro su cabeza para observarme unos minutos y luego volvió su
atención a la carretera- Pero mejor te digo cuando estemos llegando.
-¿Por qué?
¿Crees que no me va a gustar?- Indague.
Se encogió de hombros-No lo sé, quizás-
Bufé- Eso
no me dice nada.
El chico de
rizos sonrió- Mejor.
Rodeé los
ojos y me crucé de brazos poniendo mi atención en la calle por la que
avanzábamos. Harry reía en silencio.
El viaje se
estaba volviendo largo y comenzaba a impacientarme. Busque por la carretera
algún indicio de dónde íbamos. Comenzaba a darme por vencida cuando divise un
cartel gigante que rezaba Thorpe park.
-¿Thorpe
park? ¿Estamos yendo a un parque de diversiones?
-Sí, ¿Te
gusta?- Pregunto desconfiado, ¿acaso me creía una aburrida? ¿Cómo no me iban a
gustar los parques?
-Claro,
adoro ir a los parque de diversiones, con Derek probamos todas las montañas
rusas de Alemania.
-Genial-Su
expresión se relajó al oír mi comentario aunque luego su tono de voz fue algo
tenso- ¿Derek?
-Mi
hermano-Me apresuré a aclarar, aunque no pude evitar reír-¿te preocupa la
competencia?
Una media
sonrisa se dibujó en su rostro-No, pero te advierto, soy un mal perdedor.
El parque
estaba a unos pocos metros de donde se encontraba el cartel. La entrada gigante
nos anunciaba que habíamos llegado a Thorpe park. Harry condujo hasta el estacionamiento del lugar y luego
bajo del auto para abrir mi puerta.
Mientras
caminábamos hacia la entrada se colocó una gorra y sus lentes negros. Lo mire
con compasión, a todos lados que iba debía disfrazarse para que las fans no lo
reconozcieran, me pregunto cuándo habrá sido la última vez que tuvo algo de
intimidad. El chico noto mi mirada y se giró para sonreírme.
El lugar ya
estaba lleno de gente y la cola para comprar los tickets era muy extensa, por
suerte Harry había sido precavido y había comprado los boletos con
anterioridad. El hombre de la entrada indico que ingresemos y juntos nos
encaminamos hacia el centro del parque.
-¿Por dónde
empezamos?- Preguntó ansioso por subirse a alguna atracción.
-No sé,
podríamos empezar por algo más calmado- Opiné.
- Buena
idea- Harry tomo mi brazo y me condujo por el parque hasta donde se encontraba
un grupo de personas haciendo cola para ingresar a ‘Infierno’, una atracción de
miedo.
-No
pensaras que yo voy a entrar en ese lugar- Dije asustada, odiaba los trenes
fantasmas, hasta el más malo me ponía la piel de gallina.
-Claro que
sí, es divertido- Argumentó.
-Para mí no
es nada divertido, mejor vayamos a otro- Ya estaba comenzando a caminar hacia
el lado opuesto cuando me detuvo.
-No me
digas que tenes miedo- Dijo conteniendo la risa.
-Sí, tengo
miedo, esos juegos me dan mucho miedo, los odio- Exclame.
No se pudo
contener más y rompió a reír.
Me crucé de
brazos y lo fulmine con la mirada.
-Vamos
Kirsten no te va a pasar nada, es solo un juego- Aseguro- Yo te protejo- Dicho
esto tomo mi mano y me arrastro hasta la fila. Trate de zafarme de su agarre
pero él era más fuerte que yo aunque no me di por vencida, ya había sufrido
bastante en otra ocasión y no quería volver a repetirlo.
Cuando
nuestro turno llego yo aún peleaba con Harry para que me soltara.
-¿Esta bien
señorita? ¿Seguro que quiere entrar?- Pregunto un empleado que controlaba la
entrada al juego.
-¡No!-
Grite con la esperanza de que obligue a Harry a que me suelte.
-¡Sí! Va a
entrar, solamente está algo nerviosa- Exclamo el castaño frustrando mi plan.
El empleado
se encogió de hombros y nos abrió la puertita para dejarnos pasar. Mi
secuestrador me llevo hasta el carrito en forma de cabeza de diablo y me sentó
en él ajustando todos los cinturones para que no escape. Lo mire con odio y él
solo se limitó a reír.
-¿Tan
divertido es verme sufrir?- Inquirí.
-No es para
tanto, ya vas a ver que te va a gustar-
Me dedico una sonrisa y en ese momento el carro comenzó a moverse. Me agarre
con fuerza de la parte de adelante de la cabeza del diablo y contuve un grito.
Entramos en
el túnel oscuro, trate de no perder el control y comenzar a gritar como una
desquiciada. Harry me miro burlón pero decidí ignorarlo.
De la nada una momia se apareció a mi lado. No
pude contenerme más, solté un grito ensordecedor y me tire sobre Harry
ocultando mi cara sobre su pecho, me quede así durante todo el trayecto del
juego y tape mis oídos para no escuchar nada.
-Kirsten ya
termino-Me informo Harry ya que estaba distraída pensando en flores y
tarareando una canción. Lentamente abrí mis ojos, saque mis manos de los oídos
y me separe de Harry quien me había rodeado con sus brazos para brindarme seguridad,
al notar la posición en la que ambos estábamos mis mejillas se sonrojaron un
poco, ¿por qué siempre termino sobre él?
-Te dije
que no me gustan estos juego- Me queje cuando nos alejábamos del ‘infierno’.
-Sí, creo
que no exagerabas- Comentó- Bueno, ¿ahora dónde vamos?
-Ya que vos
elegiste el último juego ahora me toca a mí- Dije mientras acomodaba mi cabello
y vestido- Quiero ir a eso- Señale una montaña rusa gigante que se divisaba a
lo lejos.
Harry trago
saliva- No...No creo que sea conveniente, parece peligroso.
-¿Qué pasa
Harry? ¿Tenes miedo?- Me burle. En mi mente ya comenzaba a formase un plan de
venganza.
-Pff, no
¿Cómo le voy a tener miedo a un juego?-
-¡Entonces
vamos!- Exclame y esta vez fui yo la que lo arrastro hasta la siguiente
atracción.
Cuando
llegamos a The Swarm, la montaña rusa más grande que había visto, Harry se
detuvo.
-¿Todo
bien?- Pregunte con aires de superioridad.
-Si…si, es
que….- Tartamudeo.
-No pasa
nada, solo es un juego, no me digas que tenes miedo- Lo desafié con la mirada,
el chico estaba pálido.-Yo te protejo-Añadí imitándolo.
Puso los
ojos en blanco ante mi sarcástica actitud, luego asintió con la cabeza y
tomando valor se encamino hacia la fila. Lo seguí sin poder contener la risa,
esto era muy divertido.
Antes de
poder acomodarnos en nuestros asientos tuve que prácticamente empujar a Harry
para que avanzara. Se lo veía muy nervioso. Eso le pasaba por haberme hecho
sufrir antes.
Al igual
que yo, el chico de ojos verdes cerró sus puños con fuerza alrededor del asegurador.
El juego comenzó, y Harry parecía aún
más asustado. La ruta se volvía empinada a medida que subíamos, mire a mi
acompañante y parecía a punto de gritar. El carro llego al tope y se dejó caer
agarrando una gran velocidad, Harry ya no se pudo contener y grito, no fue un
grito de diversión sino uno de terror, el muy valiente estaba asustado.
Cuando todo
termino el chico a mi lado trato de salir del agarre de todos los cinturones
dando manotazos descoordinados consiguiendo enredarse más. Rodeé los ojos y me dispuse
a ayudarlo. Cuando estuvo libre corrió lejos del juego. Para cuando lo alcance
ya empezaba a dolerme la panza de tanto reír.
-Creo que
ya es suficiente de juegos por un rato- Dijo.
-¿Qué?
¿Estás loco?- Exclame- ¡Quiero subirme de nuevo!
-¿Por qué mejor
no intentamos ganarnos algo en esos juegos?- Señalo un grupo de carpas con
juegos de feria no muy lejos de donde
estábamos.
Suspire-
Esta bien, vamos.
El resto
del día fue bastante tranquilo a comparación de la adrenalina que habíamos vivido en los dos primeros juegos,
competimos para ver quien derribaba a más patos y gritamos como locos mientras
intentábamos hacer llegar la lancha a la meta. Estábamos riendo de lo malo que
éramos en los juego cuando vi un gran oso
marrón claro en una de las carpas.
-Harry-
Llame su atención.
-¿Qué
pasa?- Dijo mientras comía el helado que había comprado minutos antes.
-Tenemos
que jugar a ese juego, quiero ese oso- Sentencie.
Sonrió-
Vamos- Tomo mi mano y corrimos hacia la carpa.
El juego
consistía en derribar todas las latas con una pelota, solo teníamos tres
intentos. Primero lo intento Harry pero no lo logro, luego lo seguí yo pero
tampoco pude. Intentamos e intentamos pero ninguno lo conseguía, era realmente
difícil.
-No, te voy
a conseguir ese oso- Pago nuevamente al hombre del juego y tomo la pelota verde
que este le entrego decidido. Con fuerza la lanzo y todas las latas cayeron al
suelo al instante. Salto de felicidad y me abrazo elevándome del suelo.
-Harry me
estas asfixiando- Dije casi sin aliento. El chico de rizos me soltó
depositándome en el piso con cuidado y luego se volvió hacia el empleado para
reclamar el premio. El hombre contuvo la risa mientras le entregaba el gran oso
a mi amigo.
-Es tuyo-
Me extendió el peluche y lo tome como pude ya que era casi de mi misma altura.
-Gracias
Harry- Trate de acomodar el oso de forma que pueda ver a Harry y me acerque a
él para besar su mejilla- Es hermoso.
-¿Tanto
como yo?-Inquirió chistoso.
Puse los
ojos en blanco-¿Tenías que arruinar el momento?
Levantó las
cejas sorprendido-¿Estábamos teniendo un momento?
-No, a lo
que me refería es a que…-Me interrumpí nerviosa, ¿qué me pasaba?, yo no era
así, los chicos no me ponían nerviosa, nunca-Ya sabes, lo del oso, me recordó a
las películas cursis que pasan en la tele…
Noté como
la sonrisa aparecía paulatinamente en su rostro.- ¿O sea que yo soy el chico
lindo de la película?, ¿qué sigue?, ¿vamos al cine? ¿O tengo que invitarte al
baile de graduación?
Le lancé
una mirada amedrentadora.-En la película el chico lindo no necesita cinco
intentos para ganar el oso.
El chico
ladeó la cabeza al mismo tiempo que se acercaba más a mí-Solamente estaba
calentando...
-Si
claro-Comenté sarcástica.
Estábamos
sólo a unos centímetros de distancia. Contuve mis ganas de arrancarle los
odiosos lentes de sol para poder ver sus hermosos ojos verdes. El dio un paso
más y con delicadeza corrió al oso que se interponía entre nosotros. Entonces…
mi móvil sonó y nos trajo de vuelta la realidad.