30 jun 2013

Capítulo 44


Deje la valija fucsia en el piso y suspiré- Estoy de vuelta.
-¿Esta es la última?- Pregunto Harry mientras dejaba caer otra de mis valijas al piso, parecía agotado. Lleva una gorra verde y sus ya conocidos lentes de sol para camuflarse.
-Si, gracias por ayudarme- Le agradecí. Había insistido en ayudarme a trasladar mis cosas de su departamento a mi habitación de la academia.
-Cuando quieras- Me dedico una sonrisa. Nos quedamos en silencio hasta que el decidió volver a hablar- Tengo que ir al estudio, los chicos me están esperando.
Asentí- y yo tengo que ir a mi clase.
-Nos vemos- Dijo y se acercó a mí para besar mi mejilla. Todo mi cuerpo tembló por el contacto- Adiós Kirsten- Dio media vuelta y se alejó por el pasillo.
Cuando estuve segura de que se había ido me deje caer sobre la cama y clave la vista en el techo. Cerré los ojos y trate de quitarme de mi cabeza esa idea loca de que Harry provocara algo en mí.
….
-¡Kirsten, Kirsten!- Carrie comenzó a gritar mi nombre cuando me vio salir de mi última clase del miércoles, estaba exaltada.
-¿Qué paso Carrie?- La interrogue preocupada.
La rubia tomo aire e intento relajarse antes de empezar a  hablar- Bridget me dijo que Vicky le dijo que Amanda ya coloco la lista de las chicas elegidas en la pizarra de anuncios y…
No la deje terminar. Corrí por los corredores hacia donde se encontraba la pizarra de anuncios, cuando llegue un grupo de chicas rodeaban el lugar impidiéndome ver la lista. Sin detenerme a pedir permiso traspase el gentío. Al frente estaban tonta y retonta, ambas daban saltitos de alegría e imagine que habían sido seleccionadas. Ignore su festejo y volví mi atención al papel blanco que colgaba de la pizarra. Comenzaba a asustarme cuando lo vi, Kirsten Hoppe, mi nombre escrito con letra negra de computadora, se encontraba último en la lista ya que estaba en orden alfabético. Inspire ya más relajada y una sonrisa no tardó en aparecer en mi cara. Acomode mi pelo que estaba desarreglado por la carrera y mi intento desesperado de atravesar la montonera. Me corrí del lugar en que estaba para permitirles a las otras chicas pasar y salí del edificio rebosante de alegría. Fuera me esperaba Carrie.
-¿Y? ¿Quedaste?- Mi amiga estaba muy ansiosa por saber mi respuesta.
-¡Si!- Grite mientras corría a abrazarla.
-Oh, Kirsten me alegro mucho, te dije que te iban a elegir.
-¡Estoy tan contenta!- Volví a gritar.
Carrie rio- ¿Querés que vayamos a algún lugar a celebrar?
-Me encantaría pero tengo que ir a ver a Wittchen- Con Harry habíamos acordado que iría a visitarla al terminar mis clases del día.
Carrie sonrió- Vos y ese chico parecen los padres de Wittchen- Observo.
- Yo soy la dueña y Harry es solo el cuidador-Corregí.
-Como quieras- dijo poniendo los ojos en blanco- ¿Querés que te lleve?
-Si por favor- Lo cierto es que detesto las taxis.
Carrie me llevo hasta el departamento de Harry. Antes de despedirme la invite a ver el partido de Ky el domingo y ella acepto con gusto. Con todo resuelto me encamine hacia la puerta del edificio de Harry.
-Wittchen te extrañaba- Exclamo el chico de rizos apenas puse un pie en el departamento, llevaba a Wittchen en brazos.
-Sí, yo también la extrañe mucho, a Wittchen- Recalqué de forma nerviosa. Tome a la gatita de entre sus brazos y esta se acurruco en los míos dejando escapar un maullido.
-Claro-Harry jugaba nervioso con su cabello-¿A quién si no?
-Entonces…- El chico se decidió a cambiar de tema- Es miércoles ¿Ya están los resultados de tu audición?
-¡Si!- Conteste sin poder contener mi alegría- estás hablando con un miembro del cuerpo de cisnes- alardeé.
-¡Eso es genial! ¡Felicitaciones!- Me felicito el castaño.
-Gracias- Esboce una gran sonrisa de felicidad.
-Eso significa que vas a estar muy ocupada ¿no?- Su expresión que antes era de alegría cambio.
Asentí sin comprender su repentino cambio de humor.
-Entonces tengo que invitarte a salir el sábado- Dijo más para sí mismo que para mí.
Lo mire sin entender- ¿Invitarme? ¿Salir?- Las palabras escaparon de mi boca.
Clavo su mirada en el piso y coloco sus manos dentro de los bolsillos del pantalón algo nervioso.
-Si bueno, había pensado en invitarte a salir-
-¿A mí?- Pregunte incrédula. Estaba verdaderamente desconcertada.
-No, a Wittchen- Ironizo.
Okey lo había entendido. Ahora yo también estaba nerviosa.
-Kirsten- Harry llamo mi atención- ¿Qué decís? ¿Salimos el sábado?
No sabía que decir, millones de chicos me habían invitado a salir antes pero ninguno me había puesto tan nerviosa como Harry. Trate de calmarme y meditarlo. Al principio nos habíamos llevado fatal pero con el tiempo nuestra relación había mejorado. Él me permitió quedarme en su departamento, me apoyo con mi audición, cuida a Wittchen todos los días y no puedo negarlo es muy lindo; sus ojos verdes, su pelo rizado, su sonrisa, sus labios…
Sacudí la cabeza para despertar de mi ensoñación. Harry aun aguardaba expectante.
-Claro- Dije al fin.
Una ancha sonrisa se formó en el rostro de Harry, Wittchen por su parte comenzó a maullar.
….
Tenía que apurarme si quería estar lista antes de que llegue Harry, me había retrasado porque no podía decidir que ponerme hasta que, finalmente, después de una larga prueba de vestuario, opte por usar un vestido floreado y mis no muy usadas convers blancas.
Estaba dándole los últimos retoques al maquillaje cuando mi móvil sonó avisándome que Harry ya estaba abajo esperándome. Tome mi bolso Coach y mis lentes de sol puesto que era un día increíblemente soleado, algo poco normal en Londres incluso en verano.
Ya fuera de la academia pude divisar el auto de Harry estacionado en frente de esta.
-Hola- dije cuando ingrese en el Audi gris oscuro.
- Hola, me gustan tus lentes- Comento.
-Gracias-Los Betsey Johnson en forma de corazón eran mis lentes favoritos- ¿Dónde vamos?- Pregunte al notar que había puesto en marcha el automóvil.
-Tengo pensado un lugar- Giro su cabeza para observarme unos minutos y luego volvió su atención a la carretera- Pero mejor te digo cuando estemos llegando.
-¿Por qué? ¿Crees que no me va a gustar?- Indague.
 Se encogió de hombros-No lo sé, quizás-
Bufé- Eso no me dice nada.
El chico de rizos sonrió- Mejor.
Rodeé los ojos y me crucé de brazos poniendo mi atención en la calle por la que avanzábamos. Harry reía en silencio.
El viaje se estaba volviendo largo y comenzaba a impacientarme. Busque por la carretera algún indicio de dónde íbamos. Comenzaba a darme por vencida cuando divise un cartel gigante que rezaba Thorpe park.
-¿Thorpe park? ¿Estamos yendo a un parque de diversiones?
-Sí, ¿Te gusta?- Pregunto desconfiado, ¿acaso me creía una aburrida? ¿Cómo no me iban a gustar los parques?
-Claro, adoro ir a los parque de diversiones, con Derek probamos todas las montañas rusas de Alemania.
-Genial-Su expresión se relajó al oír mi comentario aunque luego su tono de voz fue algo tenso- ¿Derek?
-Mi hermano-Me apresuré a aclarar, aunque no pude evitar reír-¿te preocupa la competencia?
Una media sonrisa se dibujó en su rostro-No, pero te advierto, soy un mal perdedor.
El parque estaba a unos pocos metros de donde se encontraba el cartel. La entrada gigante nos anunciaba que habíamos llegado a Thorpe park. Harry condujo  hasta el estacionamiento del lugar y luego bajo del auto para abrir mi puerta.
Mientras caminábamos hacia la entrada se colocó una gorra y sus lentes negros. Lo mire con compasión, a todos lados que iba debía disfrazarse para que las fans no lo reconozcieran, me pregunto cuándo habrá sido la última vez que tuvo algo de intimidad. El chico noto mi mirada y se giró para sonreírme.
El lugar ya estaba lleno de gente y la cola para comprar los tickets era muy extensa, por suerte Harry había sido precavido y había comprado los boletos con anterioridad. El hombre de la entrada indico que ingresemos y juntos nos encaminamos hacia el centro del parque.
-¿Por dónde empezamos?- Preguntó ansioso por subirse a alguna atracción.
-No sé, podríamos empezar por algo más calmado- Opiné.
- Buena idea- Harry tomo mi brazo y me condujo por el parque hasta donde se encontraba un grupo de personas haciendo cola para ingresar a ‘Infierno’, una atracción de miedo.
-No pensaras que yo voy a entrar en ese lugar- Dije asustada, odiaba los trenes fantasmas, hasta el más malo me ponía la piel de gallina.
-Claro que sí, es divertido- Argumentó.
-Para mí no es nada divertido, mejor vayamos a otro- Ya estaba comenzando a caminar hacia el lado opuesto cuando me detuvo.
-No me digas que tenes miedo- Dijo conteniendo la risa.
-Sí, tengo miedo, esos juegos me dan mucho miedo, los odio- Exclame.
No se pudo contener más y rompió a reír.
Me crucé de brazos y lo fulmine con la mirada.
-Vamos Kirsten no te va a pasar nada, es solo un juego- Aseguro- Yo te protejo- Dicho esto tomo mi mano y me arrastro hasta la fila. Trate de zafarme de su agarre pero él era más fuerte que yo aunque no me di por vencida, ya había sufrido bastante en otra ocasión y no quería volver a repetirlo.
Cuando nuestro turno llego yo aún peleaba con Harry para que me soltara.
-¿Esta bien señorita? ¿Seguro que quiere entrar?- Pregunto un empleado que controlaba la entrada al juego.
-¡No!- Grite con la esperanza de que obligue a Harry a que me suelte.
-¡Sí! Va a entrar, solamente está algo nerviosa- Exclamo el castaño frustrando mi plan.
El empleado se encogió de hombros y nos abrió la puertita para dejarnos pasar. Mi secuestrador me llevo hasta el carrito en forma de cabeza de diablo y me sentó en él ajustando todos los cinturones para que no escape. Lo mire con odio y él solo se limitó a reír.
-¿Tan divertido es verme sufrir?- Inquirí.
-No es para tanto,  ya vas a ver que te va a gustar- Me dedico una sonrisa y en ese momento el carro comenzó a moverse. Me agarre con fuerza de la parte de adelante de la cabeza del diablo y contuve un grito.
Entramos en el túnel oscuro, trate de no perder el control y comenzar a gritar como una desquiciada. Harry me miro burlón pero decidí ignorarlo.
 De la nada una momia se apareció a mi lado. No pude contenerme más, solté un grito ensordecedor y me tire sobre Harry ocultando mi cara sobre su pecho, me quede así durante todo el trayecto del juego y tape mis oídos para no escuchar nada.
-Kirsten ya termino-Me informo Harry ya que estaba distraída pensando en flores y tarareando una canción. Lentamente abrí mis ojos, saque mis manos de los oídos y me separe de Harry quien me había rodeado con sus brazos para brindarme seguridad, al notar la posición en la que ambos estábamos mis mejillas se sonrojaron un poco, ¿por qué siempre termino sobre él?
-Te dije que no me gustan estos juego- Me queje cuando nos alejábamos del ‘infierno’.
-Sí, creo que no exagerabas- Comentó- Bueno, ¿ahora dónde vamos?
-Ya que vos elegiste el último juego ahora me toca a mí- Dije mientras acomodaba mi cabello y vestido- Quiero ir a eso- Señale una montaña rusa gigante que se divisaba a lo lejos.
Harry trago saliva- No...No creo que sea conveniente, parece peligroso.
-¿Qué pasa Harry? ¿Tenes miedo?- Me burle. En mi mente ya comenzaba a formase un plan de venganza.
-Pff, no ¿Cómo le voy a tener miedo a un juego?-
-¡Entonces vamos!- Exclame y esta vez fui yo la que lo arrastro hasta la siguiente atracción.
Cuando llegamos a The Swarm, la montaña rusa más grande que había visto, Harry se detuvo.
-¿Todo bien?- Pregunte con aires de superioridad.
-Si…si, es que….- Tartamudeo.
-No pasa nada, solo es un juego, no me digas que tenes miedo- Lo desafié con la mirada, el chico estaba pálido.-Yo te protejo-Añadí imitándolo.
Puso los ojos en blanco ante mi sarcástica actitud, luego asintió con la cabeza y tomando valor se encamino hacia la fila. Lo seguí sin poder contener la risa, esto era muy divertido.
Antes de poder acomodarnos en nuestros asientos tuve que prácticamente empujar a Harry para que avanzara. Se lo veía muy nervioso. Eso le pasaba por haberme hecho sufrir antes.
Al igual que yo, el chico de ojos verdes cerró sus puños con fuerza alrededor del asegurador.  El juego comenzó, y Harry parecía aún más asustado. La ruta se volvía empinada a medida que subíamos, mire a mi acompañante y parecía a punto de gritar. El carro llego al tope y se dejó caer agarrando una gran velocidad, Harry ya no se pudo contener y grito, no fue un grito de diversión sino uno de terror, el muy valiente estaba asustado.
Cuando todo termino el chico a mi lado trato de salir del agarre de todos los cinturones dando manotazos descoordinados consiguiendo enredarse más. Rodeé los ojos y me dispuse a ayudarlo. Cuando estuvo libre corrió lejos del juego. Para cuando lo alcance ya empezaba a dolerme la panza de tanto reír.
-Creo que ya es suficiente de juegos por un rato- Dijo.
-¿Qué? ¿Estás loco?- Exclame- ¡Quiero subirme de nuevo!
-¿Por qué mejor no intentamos ganarnos algo en esos juegos?- Señalo un grupo de carpas con juegos de feria  no muy lejos de donde estábamos.
Suspire- Esta bien, vamos.
El resto del día fue bastante tranquilo a comparación de la adrenalina que  habíamos vivido en los dos primeros juegos, competimos para ver quien derribaba a más patos y gritamos como locos mientras intentábamos hacer llegar la lancha a la meta. Estábamos riendo de lo malo que éramos en los juego cuando vi un gran oso  marrón claro en una de las carpas.
-Harry- Llame su atención.
-¿Qué pasa?- Dijo mientras comía el helado que había comprado minutos antes.
-Tenemos que jugar a ese juego, quiero ese oso- Sentencie.
Sonrió- Vamos- Tomo mi mano y corrimos hacia la carpa.
El juego consistía en derribar todas las latas con una pelota, solo teníamos tres intentos. Primero lo intento Harry pero no lo logro, luego lo seguí yo pero tampoco pude. Intentamos e intentamos pero ninguno lo conseguía, era realmente difícil.
-Harry creo que ya es suficiente- Dije al notar que la paciencia del chico se agotaba.
-No, te voy a conseguir ese oso- Pago nuevamente al hombre del juego y tomo la pelota verde que este le entrego decidido. Con fuerza la lanzo y todas las latas cayeron al suelo al instante. Salto de felicidad y me abrazo elevándome del suelo.
-Harry me estas asfixiando- Dije casi sin aliento. El chico de rizos me soltó depositándome en el piso con cuidado y luego se volvió hacia el empleado para reclamar el premio. El hombre contuvo la risa mientras le entregaba el gran oso a mi amigo.
-Es tuyo- Me extendió el peluche y lo tome como pude ya que era casi de mi misma altura.
-Gracias Harry- Trate de acomodar el oso de forma que pueda ver a Harry y me acerque a él para besar su mejilla- Es hermoso.
-¿Tanto como yo?-Inquirió chistoso.
Puse los ojos en blanco-¿Tenías que arruinar el momento?
Levantó las cejas sorprendido-¿Estábamos teniendo un momento?
-No, a lo que me refería es a que…-Me interrumpí nerviosa, ¿qué me pasaba?, yo no era así, los chicos no me ponían nerviosa, nunca-Ya sabes, lo del oso, me recordó a las películas cursis que pasan en la tele…
Noté como la sonrisa aparecía paulatinamente en su rostro.- ¿O sea que yo soy el chico lindo de la película?, ¿qué sigue?, ¿vamos al cine? ¿O tengo que invitarte al baile de graduación?
Le lancé una mirada amedrentadora.-En la película el chico lindo no necesita cinco intentos para ganar el oso.
El chico ladeó la cabeza al mismo tiempo que se acercaba más a mí-Solamente estaba calentando...
-Si claro-Comenté sarcástica.

Estábamos sólo a unos centímetros de distancia. Contuve mis ganas de arrancarle los odiosos lentes de sol para poder ver sus hermosos ojos verdes. El dio un paso más y con delicadeza corrió al oso que se interponía entre nosotros. Entonces… mi móvil sonó y nos trajo de vuelta la realidad.

23 jun 2013

Capítulo 43

-¿Me estás diciendo en serio?, ¡no puedo creer que vengas a Londres!- Dije emocionada.
-La semana que viene, ¿vas a ir a verme?-Inquirió Ky.
-Por supuesto-
Estaba hablando por teléfono con mi hermano mayor, Ky, en el salón de espera para entrar a mi audición. En realidad había llamado a casa para hablar con papá  o mamá, pero ambos estaban trabajando, a veces se me olvida la diferencia horaria. Así que quien me atendió fue él.
Ky tenía 18 años y jugaba al Hockey sobre hielo en la categoría Sub20 de los Hannover Scorpions. Acaba de contarme que la próxima semana vendrían a Londres, a jugar un partido contra los Bulldogs. Estaba muy entusiasmada con la idea. Extrañaba mucho mi casa y a mi familia. Además Ky y yo somos muy unidos, aunque a veces él es algo sobre protector conmigo.
-Kirsy, ¿estás escuchándome?
Su voz al otro lado del teléfono me devolvió a la realidad-Perdón, son los nervios.
-Creo que debería dejar que calientes tranquila-Se disculpó-
Suspiré-Ya calenté, repetí mis ejercicios unas veinte veces...
-Entonces relájate, vas a deslumbrarlos como siempre-Me consoló.
Asentí con la cabeza, aunque él no podía verme-Eso espero.
-¡Kirsten!- Me llamo Carrie que venía por el corredor del salón.
Con un gesto de la mano señalé el teléfono y le indiqué que se acercara.
-Tengo que colgar Ky, decile a papá y mamá que los llamo en la noche ¿si?
-Claro, habst du glück!-Me deseo suerte antes de colgar.
Rápidamente guardé el móvil en mi bolso y salude a Carrie.
-¿Quién era?- Pregunto mi amiga de ojos claros.
-Mi hermano Ky, estaba deseándome suerte- Le informe.
-¿Cuándo crees que vas a poder pasar?-
Estiré mi cuello para estudiar a la concurrencia de la sala. Para mi disgusto me encontré con los rostros familiares de tonta y retonta, quienes ni siquiera se molestaron en mirarme.
-No sé-Admití al fin-Hay mucha más gente de la que esperaba.
-Kirsten Hoppe- Una voz severa se destacó entre el eco de la multitud.
Tragué saliva y me puse de pie.-Presente.
-Adelante por favor-Dijo y volvió a ingresar a la sala de clase en donde observaban las audiciones.
Aterrada miré a Carrie, quien me dedico un guiño y una sonrisa.
Tome una gran bocanada de aire y me dirigí hacia la puerta.  Para mi pesar mis pies se negaron a avanzar más allá de eso, parecía como si alguien los hubiera pegado al piso. Mi cuerpo temblaba y mi ritmo cardíaco estaba por encima de lo normal.
-Adelante querida- Insistió otra voz, algo más dulce.
Me armé de valor y entré.
El ruido de la puerta al cerrarse tras de mí retumbó por todo el aula.
Frente a mí se encontraba sentados en una mesa abarrotada de papeles Amanda Saunders, la directora de la institución, un hombre al cual yo no conocía y más allá Sarah la cual me dedico una sonrisa de aprobación.
-Buenos días- Realice una pequeña reverencia a modo de saludo- Mi nombre es Kirsten Hoppe y voy a…
-Si, si, tenemos tu ficha, sabemos quién sos, pasemos directo al baile-Me interrumpió el hombre.
Me le quedé mirando anonadada e intentando contener mis ganas de insultarlo.
Volví a suspirar y le dediqué una sonrisa falsa.-De acuerdo.
La música comenzó a sonar, aunque no estaba segura de dónde provenía, tampoco tenía tiempo para averiguarlo. Al principio mi cuerpo estaba tieso y frío. Los primeros movimientos se sentían extraños y mis manos y pies estaba algo sudorosos. Me concentré principalmente en ignorar la cara de los jueces. Si pensaban que era malo no quería saberlo. En su lugar decidí imaginarme la sala completamente vacía y a oscuras. Como si estuviera de nuevo en casa, en mi cuarto sin ningún tipo de audiencia. A medida que la pieza musical avanzaba mis nervios iban disminuyendo. La última escala del piano me indicó el final de la canción.
Mis jueces no me transmitieron ningún tipo de emoción. La directora del instituto solo asintió y anotó algo en un papel y el hombre tan desagradable, quien ahora había descubierto era el director de la obra sólo se limitó a decir ‘gracias y el miércoles están los resultados’.
Eso era todo. Confundida tomé mis cosas y me retiré haciendo otra pequeña reverencia. Al llegar la puerta volví a girar y advertí a Sarah guiñándome un ojo.
Sonreí, eso tenía que ser una buena señal.
Tan pronto como salí del aula Carrie se abalanzó sobre mí.
-¿Y?, ¿qué tal?, ¿qué dijeron?- Las palabras brotaban de su boca.
-No lo sé, nadie dijo nada.
-¡¿Cómo que nada?!-Mi amiga parecía a punto de golpear a alguien.
Me mordí el labio-Bueno, Sarah me guiñó el ojo al salir, eso debe ser algo bueno, ¿no?
-¡Por supuesto que es bueno!-Me dio un gran abrazo de esos que te cortan la respiración-¡Felicitaciones!
-Bueno, tampoco nos ilusionemos tanto, los resultado están el miércoles.
Carrie puso los ojos en blanco-Es obvio que quedaste.
-Eso espero-
La chica de rizos dorados miro su reloj- Es tarde, le dije a Alex que nos veríamos a  las 12 para almorzar.
Sonreí- No lo hagas esperar entonces-
Hicimos una pequeña parada por los vestuarios para que yo reemplazara mis calzas y puntas por un vestido rojo Juicy Couture y unos zapatos de tacón a tono y luego nos encaminamos hacia la puerta del instituto.
-¿Estás segura  de que no querés que te llevemos de vuelta al departamento?-Inquirió Carrie mientras hacía señas a un Chevrolet blanco que supuse era de Alex.
Una voz familiar respondió por mí -Yo puedo encargarme de eso-
Giré la cabeza y vi a Harry acercándose a nosotras, llevaba sus lentes Ray-Ban puestos.
-Está bien entonces, Kirsten, te dejo en buenas manos-Dijo antes de subirse al auto aunque alcancé a lanzarle una mirada de pocos amigos.
-¿Qué estás haciendo acá?-Me apresuré a interrogarlo.
-Hola, ¿qué tal tu audición?-Preguntó ignorándome.
Suspiré-No lo sé, los resultados no están hasta el miércoles.
-Estoy seguro de que te van a elegir-
-¿Cómo estás tan seguro?-
-Cualquiera que no te elija es un tonto-Respondió sin dudar.
Me le quedé mirando mientras sentía como el ardor subía por mis mejillas, ¿era eso una indirecta?
Negué con la cabeza-Concéntrate Kirsten por favor
-¿Tenés hambre?, deberíamos ir a almorzar para festejar.
Abrí la boca para quejarme-Ya te dije que todavía no…
-¿TGI Fridays está bien?-
Volví a suspirar vencida-Claro-
Luego de detener el auto frente a TGI Friday Harry saco un gorro de lana color verde y se lo puso. Lo mire extrañada, estábamos en pleno verano.
-Para pasar desapercibido, no quiero problemas con  las fans- Contesto como si hubiera estado leyendo mi mente.
-No creo que pases ‘desapercibido’ si te pones una gorra de lana en verano- Opine.
-Exactamente por eso, nadie va a buscar a alguien con gorra de lana- Sonrió con suficiencia.
Puse los ojos en blanco pero no pude evitar soltar una risita divertida.
El extraño chico de la gorra verde bajo del auto y le dio la vuelta para abrir mi puerta.
-¿Vamos?- Dijo extendiéndome su mano.
Sonreí y la tome para así dirigirnos al restaurante.
El lugar estaba atestado de gente y creí que no íbamos a conseguir lugar pero Harry enseguida hablo con el encargado del lugar y este nos condujo a través de las mesas hacia un apartado.
-Te dije que lo del gorro no iba a funcionar- Expuse. Todos los comensales que se encontraban en el lugar se habían detenido a observar a Harry cuando este pasaba por su lado y le dedicaban miradas de desconcierto. Por suerte no se veía ningún rastro de chicas jóvenes que sean posibles fans.
-No me miran por mi gorro, lo hacen porque soy irresistible- Alardeo.
-Sí, claro- Revolee los ojos.
Harry se rio de mi expresión y no pude evitar unirme a él. Aun reíamos cuando el mozo llego para tomarnos el pedido. Yo pedí una ensalada y Harry pollo. Después de que el mozo se fue continuamos nuestra conversación.
-Y entonces…- Hable con nerviosismo ya que la pregunta que quería hacerle no me había dejado en paz durante toda la noche- ¿Dónde fuiste anoche? Llegaste muy tarde.
Harry arrugo la cara- ¿Estabas despierta?-
-No, es solo que me acosté tarde y todavía no habías llegado- Mentí, no quería que supiera que no había podido dormirme pensando en donde podría estar.
Miro al techo pensativo- Fui al gimnasio y después a visitar a Liam- Respondió.
Asentí con la cabeza. Harry se me quedo mirando expectante pero no dije nada, tenía miedo de que si hablaba podría decir algo que me delate. Al cabo de unos minutos se dio por vencido.
-Entonces… Contame como fue la audición, ¿Estabas muy nerviosa?
Solté el aire que estaba conteniendo. Al fin una pregunta fácil de contestar- La verdad es que estaba muy nerviosa y es raro en mí, yo suelo ser muy confiada.
-Te entiendo, en mi audición para The X Factor también estaba muy nervioso pero trate de no demostrarlo-Se detuvo para darle un sorbo a su vaso de Coca-Cola - Creo que me salió muy bien porque en los videos me veo bastante relajado- Sonrió al recordarlo-
-No puedo creer lo que escucho, Harry Styles nervioso.
El chico de rizos rió-¿Si te digo un secreto prometes no contarlo?
Asentí algo confundida
-Todavía ahora me pongo algo nervioso antes de subir al escenario -
-¿En serio?-
Él asintió- No es algo a lo que te puedas acostumbrar, toda esa gente esperando que hagas todo perfecto simplemente, no querés defraudarlos
Clavé la vista en mi ensalada recién servida para intentar asimilar los que acababa de decirme. Una parte de mí se alegraba de que estuviera contándome todas esas cosas, al parecer no era tan engreído como pensaba.
-Es imposible conformar a todos-Comenté para cortar con el silencio.
-Sí, es cierto, deberías haber visto mi cara cuando recibí el  ‘No’ en mi audición para The X Factor.
 - ¿Un jurado te dijo que no?
Asintió con una media sonrisa en la cara- Louis, él me dijo que le parecía ‘demasiado joven’.
-Oh, bueno, creo que si yo fuera ese tal Louis estaría arrepentido de mi decisión.
Harry sonrió abiertamente- Gracias.
-Que le pregunte a alguna de todas las chicas que gritan tu nombre en los conciertos que les parece-Añadí.
Bajó la mirada y comenzó a jugar con el pollo en su plato-Hay mucha gente que piensa como él, aún ahora-
-¿Qué sos demasiado joven?-Inquirí confundida.
Negó con la cabeza-No eso exactamente, sólo que no me quieren, sin razón.
-¿De verdad le das importancia a eso?
Harry lanzó una risa sarcástica-No me gusta cuando no le agrado a la gente y tampoco es muy gratificante cuando te encontras con páginas dedicadas a criticarte y resaltar todo lo que haces mal.
-¿Hay páginas de ese tipo?, ¿y yo me entero ahora?, ¿cómo hago para unirme?-Bromeé.
Puso los ojos en blanco-Podrías fundar una propia.
-Definitivamente- Convine- Harry el roba gatos Styles.
El chico rompió a reír a carcajadas-Roba gatos, egoísta, engreído, aprovechador ¿algo más?
-No, no, creo que así está bien-
Se acercó un poco más a mí y me miró directo a los ojos-¿Tan malo soy?
Abrí los ojos sorprendida  por lo seria que se había vuelto la conversación en cuestión de minutos.
-No, en realidad, dejaste que me mudara a tu departamento después de lo mal que te traté, cualquier otro no lo hubiera hecho.
-¿Ves?-Harry me dedicó una sonrisa de suficiencia-En el fondo me querés.
-¿Qué?-Otra vez me sonrojé-Yo no dije eso, ¿por qué siempre tergiversas todo lo que digo?
Él continuó riendo- Yo te quiero.
De pronto todo el restaurante pareció enmudecer.
-¿Qué dijiste?-
Harry estaba  a punto de responder cuando mi celular nos interrumpió.
Reconocí el número del instituto en el identificador.
-¿Hola?-
-Kirsten, soy Beth, quería informarte que tu cuarto ya está listo, podes volver a ocuparlo a partir de mañana.
-Ah-Dije con menos entusiasmo del esperado-Genial.
-¿Te veo mañana entonces?
El chico de ojos verdes tenía la mirada puesta en mí.
-Claro-Me obligué a fingir una sonrisa-Nos vemos mañana.
Algo aturdida colgué.
-¿Quién era?-Preguntó Harry mientras doblaba una de las servilletas.
-Eran del instituto-Me detuve para tragar saliva-Mi cuarto ya está listo.
Él detuvo lo que estaba haciendo y me miró confundido con un atisbo de tristeza en su rostro.

-Me esperan de vuelta mañana.

15 jun 2013

Capítulo 42

Estábamos sentados comiendo la pizza que Louis había comprado. Nosotros éramos los únicos que hablábamos. Lou me contaba cómo iban con las grabaciones del nuevo CD, que finalizarían pronto, y del tour que se aproximaba, por mi parte  le hable sobre mis clases en la academia, de lo exigente que eran los profesores y de mis nuevas dos amigas, Carrie y Gemma. Harry clavo su mirada en mi cuando mencione a su hermana, pero esa fue la única vez que levanto la vista de su comida, desde el incómodo momento que habíamos pasado hacia un rato no había abierto la boca más que para saludar a Louis cuando llego y luego para despedirse de nosotros e irse a su habitación. Encogí los hombros cuando Louis me pregunto si sabía que le pasaba, al parecer su comportamiento no era normal.
Cuando terminamos de ordenar todo me despedí de Louis con un ‘buenas noches’ y me fui a dormir, había sido un día agotador, estaba muerta y ni hablar de que seguía enojada con Harry por querer apropiarse de Wittchen.
-Necesitas descansar- Me dije a mi misma y cerré los ojos para transportarme al mundo de los sueños.
A la mañana siguiente me levante temprano, ni Louis ni Harry estaban despiertos aun. En silencio fui a la cocina para preparar el desayuno.
Estaba cocinando los huevos cuando Harry se asomo desde el pasillo.
-Mmm… que bien huele- Dijo mientras se sentaba en la banqueta frente al desayunador- ¿Se puede saber a qué se debe esta sorpresa?
-No sé qué estás pensando, pero este desayuno no es para vos- Hable mientras le colocaba azúcar al café.
Di media vuelta con la taza en la mano para comprobar su reacción. Una sonrisa desafiante iluminaba su rostro.
-Estoy soñando o eso es olor a huevo frito- Louis entro por la puerta de la cocina pasando su mano por la cabeza despeinándose más de lo que ya estaba.
-Sí,  ya casi están listos- Informe.
Harry no dudo en quejarse-No me digas que él si puede comer-
-Claro- Confirme.
- Pero por….-
-Porque él no trato de adueñarse de mi mascota-Lo interrumpí.
Harry puso los ojos en blanco. Louis reía por lo bajo, el chico de rulos despeinados lo fulmino con la mirada.
-Vamos Hazza, si querés desayunar vas a tener que pedirle perdón- Dijo Louis en mi defensa.
-¡Pero si no hice nada malo!- Se defendió.
-Si hiciste- Intervine- Le cambiaste el nombre a Wittchen y luego quisiste quedártela.
-Es que Chloe necesita salir, tomar aire, jugar con otros gatos, no puede estar encerrada en una habitación todo el día.
Me cruce de brazos enojada.
-En eso tiene razón- Observo Louis- Kirsten los animales necesitan más libertad y no creo que Chloe la tenga si tiene que permanecer escondida en tu cuarto de la academia.
Suspire y afloje mis brazos. Tenían razón, lo sabía,  pero no me era fácil admitírselos y menos darle la razón al engreído de Harry.
-Primero es Wittchen no Chloe y segundo…-me tome un tiempo para reflexionarlo mejor- Creo que llevarla de vuelta al instituto si es un riesgo y para mi pesar ya le tomo cariño a Harry así que…
Me demoré en responder lo que hiso que el chico de ojos verdes se inclinara sobre el desayunador
-Puede quedarse con ustedes-Acepté finalmente.
-¡Sí!- Festejo Harry.
-Pero con una condición- No lo iba a conseguir tan fácilmente.
-¿Cuáles?- Pregunto Louis por Harry que estaba muy contento festejando con Wittchen que recién despertaba.
-Tengo que verla por lo menos una vez al día y ¿qué va a pasar cuando ustedes viajen?
Ambos se quedaron en silencio pensando en alguna solución.
-Podes venir a visitarla cuando quieras-Dijo Harry rápidamente para evitar que yo me arrepintiera.
Asentí con la cabeza-Bien... ¿y qué hacemos con los viajes?
El chico de rizos miró a Louis con mirada inquisitiva-Si Louis está de acuerdo... podemos darte una copia de las llaves.
El castaño revoleo los ojos- Esta bien, voy a hacerte una copia de las llaves.
Mi sonrisa se ensancho- Bueno, ya que todo está resuelto tengo que irme.
Me despedí de los chicos y de Wittchen, tome mi bolso y salí de del departamento rumbo a la academia.
….
-Muy bien niñas pies en dehors, brazos elevados- Nos indicaba Sarah en nuestra segunda clase especial, que tenía como fin corroborar el desempeño de las alumnas.
-Ahora juntamos y plié- La clase estaba por finalizar y estábamos realizando algunos pasos básicos- Excelente chicas, pueden irse.
Suspire agotada, Sarah era realmente dura.
Mis compañeras se fueron del salón para cambiarse pero yo me quede a estirar un poco más las piernas y los brazos, estaba realmente tensa estos días.
-Kirsten- Sarah llamo mi atención, enseguida me enderece y camine hacia ella.
-Si profesora- Dije.
-Quería felicitarte, tu Fouetté es perfecto-Me dedico un sonrisa amigable a la que yo respondí conteniendo mis ganas de ponerme a chillar de emoción.
- Deberías considerar presentarte para las audiciones de la academia-Continuo- Están buscando chicas jóvenes para hace El Lago de los Cisnes ¿la conoces?
¡Por supuesto que la conocía!, era la favorita de papá, cuando era pequeña solía pedirme que la bailara para él.
-Sí, la conozco-Mi cara se ilumino y puse una sonrisa tan grande como la del gato de Cheshire- ¿Cree que tengo oportunidad de entrar?
-Creo que tenés muchas oportunidades, sí -Se volteó por unos segundos para tomar su bolso- Sos una gran bailarina Kirsten, tenes mucha actitud y eso es muy importante- Camino unos pasos hacia la puerta, luego se dio media vuelta para dedicarme unas últimas palabras- Adiós, te veo en las audiciones- Giño uno de sus ojos y volvió a girar para finalmente salir del salón de baile.
Cuando me quede sola comencé a bailar y saltar, estaba muy contenta. ¡Sarah Lamb había dicho que era una gran bailarina!, y lo mejor de todo, ¡me había invitado a participar de las próximas audiciones de la academia!, si me elegían bailaría junto a ella y otros grandes artistas en un escenario gigantesco frente a miles de personas. Frau Troffea estaría tan orgullosa de mí.
Después de tomarme unos minutos para tranquilizarme tome mi bolso y me dirigí a los cambiadores para poder sustituir la ropa de practica por un vestido rosa chicle. Por suerte ya casi todas las bailarinas se habían ido, no quería que tonta y re tonta arruinaran mi felicidad, aunque lamenté no encontrar a Carrie, enloquecería al enterarse.
Antes de volver al departamento pase por el supermercado para comprar los ingredientes para hacer mi Strudel especial. Tenía que festejar, en casa siempre que había un acontecimiento importante mamá lo preparaba, ya que es un plato tradicional en Alemania. Se me daba bien cocinar,  aunque Amy no lo creyera. En casa solía cocinar para mis amigas y muchas veces lo hacía para mi ex novio, Patrick, él adoraba mis Knödel. Sólo esperaba recordar bien la receta que mamá me había enseñado.
Cuando conseguir todos los ingredientes necesarios para el Strudel volví al departamento. Allí no había rastros de ninguno de los chicos, al parecer  estaban muy ocupados con asuntos de la banda. Pese que era una buena ocasión para sorprenderlos, después de las palabras aduladoras de Sarah hasta tenía ganas de ser amable con Harry.
Puse las pasas en remojo y corte las manzanas, luego me dedique a la elaboración de la masa de hojaldre. Wittchen me miraba desde debajo de la mesa relamiéndose. Cuando la masa estuvo lista procedí a rellenarla con los trocitos de manzana y las pasas agregando un poco de azúcar morena. Lo deje dentro del horno cocinándose y fui a bañarme.
Harry y Louis llegaron justo a tiempo para comer mi Strudel de manzana recién salido del horno.
-¿Huelo comida otra vez?-Inquirió Louis emocionado.
-Así es Tomlinson-Confirmé mientras tomaba un repasador para sostener la bandeja y cortar sin quemarme.
-Creo que alguien está de buen humor hoy-  Añadió el castaño.
-Yo espero que me deje comer- Agrego Harry.
-Claro que podes comer Hazza-Dije con voz alegre y cantarina- Lo hice para ustedes-
Harry me miro extrañado- Definitivamente estas de buen humor ¿Qué te paso?
-Nada-Respondí intentando restarle importancia pero ellos notaron que mentía.
Louis me miró con los ojos entrecerrados-¿Tiene que ver con el Instituto?
Meneé la cabeza intentando resistirme pero no pude, necesitaba compartirlo con alguien-Sarah Lamb quiere que audicione para la próxima obra y dijo que me Fouetté era perfecto y…
-Respirá, respirá-Harry me interrumpió-Entendemos, es importante.
Di varias inhalaciones profundas, tenía que controlarme. Sonreí con ganas y comencé a cortar el Strudel y servirlo en cada plato.
Los chicos comenzaron a  comer.
-¿Y para que vas a audicionar?-Preguntó Lou mientras le daba un mordisco a su porción.
Tragué antes de hablar-El Lago de los Cisnes.
-Mm… esto esta delicioso- Nos interrumpió Harry.
-Es verdad-Convino el castaño-Podríamos decirle a Sarah Lamb que te elogie más seguido.
-Tal vez sea Directioner, ¿quién sabe?-Bromeé y ellos rompieron a reír a carcajadas
Después de que los chicos hayan devorado todo el Strudel me ofrecí a lavar los platos, ellos se veían muy cansados para hacerlo, aunque insistieron no pudieron convencerme y dándose por vencidos se dirigieron cada uno a su cuarto.
Cuando termine de lavar todo imite a mis anfitriones y me fui a habitación a descansar, todavía me quedaba tres días más de clases antes de terminar la semana y debía prepararme para las audiciones.
….
El Viernes por la mañana Louis se fue a Doncaster, tenían tres días de descanso y el había decidido visitar a su familia. A pesar de que le rogué que se quedara, y no me dejara completamente sola con Harry, igualmente se fue. Argumento que extrañaba a su familia y no pude oponerme a eso, yo también extrañaba a la mía y sabía lo que se sentía tenerla lejos.
La audición sería el lunes, obviamente no audicionaria para ningún papel estelar, era nueva, así que tenía que escalar desde abajo. Sin embargo, el simple hecho de estar en el cuerpo de cisnes sobre el escenario era todo un logro, con algo de suerte los directores recordarían mi cara para futuras producciones, además, ya tenía a Sarah de mi lado.
Como todos sabían, gracias al gran afiche que habían colgado en nuestro auditorio, las audiciones eran el Lunes y estaban buscando chicas de mi grupo para papeles secundarios,  sinceramente no había pensando en audicionar porque primero quería acoplarme al lugar, no iba a pararme frente de esos expertos bailarines para hacer el ridículo, sin embargo las palabras de Sarah me convencieron por completo.
Ocupé el resto de la semana practicando los pasos, ya había hecho la obra una vez, aunque mi personaje era el principal, me sabía los pasos de todos los demás personajes, en caso de que alguien equivocara algo durante el show para evitar choques. Los pasos del grupo de cisnes no eran particularmente difíciles, pero estaban en casi todas las escenas lo que me exigía mucha resistencia.
Carrie me ayudaba con las prácticas extras y también evitaba que sobre exigiera mi cuerpo y me lastimara. No quería esguinzarme un pie y arruinarlo todo.
Cuando no estaba metida en el salón de baile me ocupaba en evitar a Harry. Si bien las cosas entre nosotros habían mejorado seguía sin saber cómo reaccionaría la próxima vez que estuviéramos a solas. No podía permitirme su distracción, no sé qué era lo que tenía ese chico pero la simple mención de su nombre me estremecía y debía tener todo mi control, al menos por estos días.
Gracias a nuestro ensayos extras, Carrie y yo almorzamos juntas todas los días, lo que me salvo de tener que volver al departamento con él. En cuanto a la cena, Amy, Emma y Lucy fueron muy comprensivas conmigo y accedieron a ayudarme en mi plan, así que comí con ellas todas las noches.
El Domingo intente escapar del departamento pero Carrie iba a salir con su novio y Amy y las chicas estaban ocupadas con sus respectivas parejas. Parecía que todos estaban saliendo con alguien menos yo, lo que me dejaba totalmente sola, con Harry quién no parecía tener nada más que hacer que mirar el partido del Manchester City, esta iba a ser una tarde larga.
Sin nada para hacer decidí practicar mi rutina para el día siguiente. Dejé a Harry y Wittchen sentados en el sillón mirando la TV. Cerré la puerta de mi cuarto provisional y  coloque en el estéreo de Harry mi Ipod con la música de la obra.
Ni siquiera había terminado de calentar cuando él me interrumpió
Se asomó por la puerta sin molestarse en tocar-Podrías bajar la música, intento ver el partido-
-Lo siento pero la audición es mañana y tengo que ensayar- Objete y seguí con el calentamiento.
-Ya ensayaste durante todo el viernes y el sábado, relájate- Insistió.
-Un poco más de ensayo no me viene mal-Dije mientras estiraba mi pierna derecha-Además es imposible que escuches la música desde el living.
Enfurecido entró a la habitación y apago el estéreo.
-¡Hey!- Exclame pero Harry me ignoro mientras caminaba hasta la puerta.
Imite su anterior comportamiento pero esta vez encendí el aparato. Harry se giro para mirarme enfurruñado.
-Esto no acaba acá- Dijo y volvió a realizar su procedimiento anterior cortándome la música.
Lo fulmine con la mirada.
-Kirsten el baile te sale perfectamente, mañana vas a dejar a todos con la boca abierta- Comenzó- Ahora ¿querés relajarte un rato y dejarme ver mi partido en paz?
-¿Por qué siempre sos tan egoísta?- Me cruce de brazos y lo mire desafiante- Esto es importante para mí.
El chico de ojos claros  imito mis gestos-Yo no soy egoísta.
-Claro-Respondí sarcástica y puse los ojos en blanco.-No voy a apagar la música, tómalo o déjalo.
-Sos tan terca a veces Kirsten-Remató  antes de cerrar la puerta de un portazo.
Fingí que no lo escuchaba,  sin embargo pude oír como apagaba la TV, tomaba sus llaves, que estaban sobre la mesa, y se marchaba dando otro portazo a la puerta de enfrente.
 Wittchen se asomó por la puerta de mi cuarto maullando.
-¿Qué pasa Wittchen?-Le pregunté intentando acariciarla pero ella me esquivó y se acurrucó sobre mi cama.
La mire con cara de pocos amigos-¿Vos también?
La gatita blanca no se molestó en mirarme.
Me encogí de hombros y volví a encender el estéreo para seguir practicando, pero estaba muy desconcentrada pensando en que tal vez, solo tal vez, me había pasado un poco con Harry. Él solo quería aprovechar su día libre para descasar y yo me había ocupado de arruinarlo.
….
Pasé el resto de la tarde practicando, aunque para ser sincera todo me estaba saliendo mal, no podía concentrarme, gracias a Harry.
Vencida decidí dejarlo porque ya tenía miedo de lastimarme.
No fue esta que me asomé en la cocina para tomar agua que me percaté de la hora, ya eran las 8 pm, ¿cuánto hacía que se había ido?
Negué con la cabeza, no tenía motivos para preocuparme por él, después de todo yo era la ofendida, ¿no?
Me tomé mi tiempo para bañarme, para quitarle la tensión a mi cuerpo. Por lo que estuve unos 30 minutos en la ducha. Me puse el pijama de inmediato y con lo que quedaba en la heladera me preparé una cena rápida. Terminé cocinando una porción el doble de grande de lo que pensaba comer, me dije a mi misma que había calculado mal, pero para ser sincera era para Harry, en caso de que tuviera hambre cuando regresara.
A las 10 me fui a la cama. Debía dormir bien para mi gran día mañana. Sin embargo el sueño se negaba a invadirme. Culpé a mis nervios aunque sabía que no era verdad, pasaban las horas, se hicieron las dos de la mañana y Harry aún no había vuelto.
Wittchen seguía aplicándome la ley del hielo así que tampoco podía consolarme en ella. Por fin sentí que alguien abría la puerta de enfrente.
El chico de rizos entró en el departamento sigilosamente, un leve tintineo me indicó que ya había dejado las llaves sobre la mesa.  Sentí sus pasos aproximándose por el pasillo y me apresuré a cerrar los ojos para fingir estar dormida.
Harry abrió la puerta de mi cuarto con delicadeza, Wittchen maulló al verlo.
-¿Cómo es que con él no estaba enojada?-Pensé pero me contuve.

Él la tomo en sus brazos.
-Buena suerte mañana-Dijo antes de marcharse y cerrar la puerta tras de sí. 

8 jun 2013

Capítulo 41

-Vamos Kirsten no es la muerte- Insistió Gemma al notar que me había quedado inmóvil frente a la puerta de salida del instituto.
No quería avanzar, mi cabeza daba vueltas y no podía creer todo lo que había pasado. ¿En que estaba pensando cuando acepte? De ninguna manera podía concebir que yo, Kirsten Hoppe, perdiera una pisca de orgullo alojándome en su casa, preferiría dormir en algún hotel mugroso que pueda pagar con la tarjeta que papá me había dejado para gastos de emergencia.
Me había pasado los minutos anteriores a mi ‘rendición’ sopesando las posibles alternativas a esto. Sin embargo todas estas incluían hablar con Beth, lo que inmediatamente provocaría que se pusiera en contacto con mis padres, lo que era impensable. Lucy y Emma no podían ayudarme, sus padres estaban en la misma posición que Stella y en el instituto los cuartos estaban todos ocupados.
Luego de ingeniar un mentira para Beth, le hicimos creer que Gemma era mi prima lejana y que me alojaría con ella,  armé mis medio desechas valijas y me apresuré a partir.
Cerré los ojos apretándolos fuertemente, tal vez así todo desaparecería y me despertaría en mi nueva habitación con Wittchen a mis pies sabiendo que todo fue un mal sueño.
-Kirsten, es tarde y Harry va a matarme- Casi suplico la morocha.
Suspire. Mis intentos no servirían de nada  y lo único que estaba haciendo era perder el tiempo, así que me arme de valor y cruce la puerta dejando atrás la academia y dirigiéndome hacia el auto de Gemma.
-Por fin- La morocha abrió la puerta del conductor y se desplomo en su asiento.
-Me podes recordar por qué estoy haciendo esto- Estaba haciendo lo que ella quería, tenía permitido al menos quejarme ¿No?
Suspiro- Harry te está haciendo un favor, no sé qué paso entre ustedes dos que no querés verlo pero te aseguro que es lo mejor que vas conseguir.
Asentí. Para mi pesar ella tenía razón.
Sin embargo me sorprendió que él aceptara lidiar con todo esto. Luego de que Gemma le aclarara quién era ‘su amiga’, Harry no cambio de opinión. Yo me hubiera esperado  que pusiera una excusa para retractarse pero no lo hizo, tal vez no era tan malo.
Sacudí la cabeza para alejar esos pensamientos.
-Seguro lo hace para molestarme-Susurré.
Por suerte la música del estéreo de la conductora tapó mi suave voz. Continuamos nuestro camino tarareando las canciones del chart de la BBC.
Al llegar al edificio donde se suponía que vivía Harry los nervios me invadieron. ¿Qué es lo que iba a decirle? Gemma me empujo fuera del auto pero al llegar a la puerta de entrada volví a trabarme.
-¡Kirsten por favor no!- Exclamo.
-Gemma no puedo hacerlo- Mi orgullo comenzaba a interponerse y cuando eso pasaba nada podía ganarle.
-Si podes, ya vas a ver- Dijo y al instante me quito mi bolso de Chanel blanco donde se encontraba Wittchen escondida.
-¿Qué está haciendo?- Exigí saber.
-Me llevo tu bolso… y a Wittchen- La cabecita de la gata se asomaba por el borde del bolso blanco.
-¡Gemma no! ¡Mi bolso Chanel no! Es mi favorito- Me queje.
-Si no entras y subís esas escaleras hasta el departamento de mi hermano tu bolso Chanel va a ser historia.
Entre cerré los ojos con rabia ¿Cuánto hace que nos conocemos? ¿Cómo puede saber cómo chantajearme?
-Está bien- Accedí. Me dirigí hacia el ascensor con paso firme y derramando rabia por donde pasaba. El chico de la recepción me observó pasar junto a él con extrañeza, no le di importancia y continúe con mi camino.
-¿A qué piso vamos?- Pregunte a Gemma cuando ya nos encontrábamos dentro del ascensor.
-16- Dijo dejando escapar una risita contagiosa ¿Yo le parecía graciosa?
-¿Tengo algo en la cara?- Indague ya que ella continuaba riendo.
-Sí, esta roja- No pudo contenerse más y comenzó a reírse a carcajadas. No pude evitarlo y también empecé a reír. Su risa era muy contagiosa.
-Debe ser la ira- Respondí entre risas- Me pongo colorada cuando me enojo.
-Ya veo- Contesto Gemma con el poco aire que le quedaba.
Seguíamos riendo cuando las puertas del ascensor se abrieron.
-¿Se puedo saber que es tan gracioso?- Pregunto una voz desde fuera del ascensor.
Me trague la risa y fulmine con la mirada al chico de ojos verdes que se encontraba frente a mí.
-Nada- Dijimos al unísono.
Harry nos examinó a ambas con la mirada y luego la dirigió hacia mi bolso clavando la vista allí. Wittchen maullaba desde dentro de este mientras realizaba por su parte un análisis de Harry.
-¿Y este tierno gatito de donde lo sacaron?- Pregunto Harry y saco a Wittchen de su escondite. El animal escondió su cabeza entre sus brazos mientras él acariciaba su pelaje.
-Es de Kirsten, lo encontró en una caja abandonado en la calle-Explico Gemma.
-Oh es muy hermoso ¿Quién pudo abandonarlo?- Al parecer a Wittchen y Harry se habían hecho amigos en muy poco tiempo. Traidora.
-Es hermosa y se llama Wittchen.
-¿Wittchen? Qué clase de nombre es ese.
Puse los ojos en blanco- Es alemán y…
-De ahora en más para mi vas a ser Chloe- Harry me interrumpió hablando con la gata.
-Wittchen es mi mascota y yo decido como se va a llamar- Quite a Wittchen de sus manos y la envolví en mis brazos en forma protectora.
-Eh… Harry por qué no le mostras donde va a dormir a Kirsten-Gemma intervino antes de que comiensara la guerra.
El chicos de rizos me fulmino con la mirada- Por acá- Hizo un ademan con las manos para que lo sigamos y nos encaminamos dentro del departamento número B53.
El lugar era muy espacioso y la decoración era magnifica. Un sillón negro en forma de semicírculo ocupaba el living y por una de las puertas laterales se podía ver una parte de la cocina de estilo moderno.
-Creo que voy a poder acostumbrarme a esto- Pensé.
Harry nos condujo por un pasillo con varias puertas y entro en la tercera de la izquierda.
-Esta es tu habitación provisional- Anuncio.
Me asome en la puerta para poder contemplar mi nuevo cuarto. Tenía aproximadamente el mismo tamaño de mi habitación de la academia pero con la diferencia de que las paredes eran totalmente blancas y la única decoración era un armario de madera gigante.
-¿Y tus valijas?- Inquirió Harry al notar que no las traía.
-Están en el auto- Le informo su hermana.
-Dame las llaves, voy a buscarlas.
-Bueno nosotras te ayudamos- Ofreció Gemma.
-No importa voy yo- Insistió el castaño.
Accedí mientras reía para mí misma –Como quieras,  pero después no te quejes- Quería ver cómo se las arreglaba para traer todas mis valijas solo.
Harry partió hacia el auto para buscar mis valijas y Gemma y yo nos enfrascamos en una conversación sobre cómo arreglar la habitación para que no parezca tan deprimente, no es que fuera a quedarme por mucho tiempo pero este cambio favorecería también a futuros visitantes. Cuando ya teníamos una vaga idea de cómo queríamos arreglar el cuarto Harry llego cargando con mis valijas, parecía agotado y apenas atravesó la puerta las dejo caer al piso mientras tomaba una bocanada de aire fortalecedor.
-¿Qué tenes ahí adentro?- Pregunto indignado.
-Ropa, zapatos… cosas de mujeres- Explique esbozando una media sonrisa.
- Cosas que pesan una tonelada- Se quejó.
- Entonces Gemma vos te vas a quedar ¿no?- Dije ignorando su último cometario  y cambiando de tema.
-Por esta noche si pero mañana debo volver a casa, tengo asuntos que atender en Homes Chapel- Me dedico una mirada de disculpa.
-Pero…- Iba a reprochar pero mi amiga me detuvo.
-Ya es tarde, vamos a dormir mañana hablamos de esto- Me interrumpio.
Iba a seguir las órdenes de Gemma pero un recuerdo se me vino a la cabeza.
-¿Gemma no habías dicho que Harry vivía con Louis?
-Por esta noche se queda en casa de Liam porque estas usando la habitación de Gemma- Aclaró Harry que ya se encontraba a mitad de camino de su cuarto, que casualmente estaba justo frente al mío.
Asentí con la cabeza y luego de despedirme ingrese a mi habitación provisoria cerrando la puerta tras de mí.
….
-¡Gemma por favor no me dejes con tu hermano!- Rogué. Estábamos en la estación de trenes, el de Gemma partía en unos minutos y nos estábamos despidiendo- No voy a sobrevivir a una semana con él,  ¡te necesito!
-Kirsten no seas melodramática- Me regaño la morocha.
Harry se encontraba a unos metros de nosotras, con sus lentes de sol y un gorro de lana sobre la cabeza. Intentando pasar desapercibido mientras nos daba unos minutos para hablar a solas. No había problema con que lo vieran con su hermana, pero una rubia desconocida, eso sería peligroso para mi salud. No quería fans persiguiéndome por toda la estación.
-Quiero que ustedes…- Una bocina que anunciaba la partida del tren me impidió escuchar lo que Gemma decía.
-Tengo que irme-Ella se inclinó para besar mi mejilla y luego dirigió un saludo disimulado a su hermano. 
Con parsimonia y una sonrisa en su rostro se montó en el tren.
Cuando todos los pasajeros estuvieron a bordo la bocina volvió a sonar, comenzó a salir humo por la chimenea y el tren se puso en marcha.
Suspire. ¿Y ahora que iba a hacer? Tenía que pasar toda una semana con Louis y Harry sola. No es que no esté acostumbrada a convivir con hombres, tengo dos hermanos que no son para nada tranquilos, pero esto era muy diferente. Primero a uno de ellos casino lo conocía y con el otro prácticamente nos odiábamos desde aquel mal entendido.
Con la cabeza gacha y la cabeza llena de pensamientos caminé hasta donde se encontraba Harry.
Su produjo un silencio incómodo entre nosotros, el cuál ninguno de los dos se molestó en romper. Para intentar distraerme miré mi reloj.
-¡Oh no! Es tarde- Proferí. Se suponía que debía estar en la academia a las ocho en punto.
-¿Tarde para qué?- Quiso saber Harry.
-Para mi primera clase, comienza a las 8 y son las 7:45.
-Vamos, yo te llevo- Dicho esto aceleró el paso hasta que nos encontramos frente a su Audi R8
Lo seguí algo desconcertada pero sin oponerme, debía llegar a la academia cuanto antes.
Cuando estuvimos acomodados cada uno en su asiento Harry acelero el auto y corrimos rumbo al instituto.
Él no me preguntó dónde quedaba, supongo que ya debía conocer bien la cuidad, además era un edificio bastante importante.
Para mi suerte llegamos en menos de quince minutos. Carrie me estaba esperando a fuera junto con otras compañeras de clase.
-Gracias- Dije cuando baje del auto, luego me dirigí rápidamente al encuentro de mis compañeras.
-Hola –Le dediqué una sonrisa a la chica de rizos rubios-¿Llego tarde?
-No, vamos a tener una clase especial con Sarah Lamb y se está preparando- Me informo Carrie- ¿Te trajo el hermano de Gemma?
La mire sorprendida por su pregunta- Si- Respondí restándole importancia.
Mis otras compañeras de clase se miraron entre si susurrándose algo que no conseguí oír.
-¿Pasa algo?- Inquirí.
-Creo que no es extraño que hayas llegado tarde- Comento una de ellas que llevaba un rodete tirante en la cabeza.
Fruncí el ceño confundida y algo ofendida, ¿qué estaba insinuando?
-¿Hay mucha diferencia entre revolcarse con un inglés y un alemán?- Agrego una morocha de pelo largo y cejas gruesas.
-Yo no me estaba revolcando con nadie- Proteste.
-Si claro- Dijo la chica del rodete en tono baja pero que todas pudimos escuchar.
La fulmine con la mirada- Piensen lo que quieran, no me importa-
Empecé a caminar hacia la puerta de entrada con la cabeza en alto, nadie iba a pasar por encima de Kirsten Hoppe y menos esas patéticas bailarinas. Carrie me siguió luego de dedicarles una mirada de reproche a sus compañeras.
-No les hagas caso-Me consoló-Es la presión.
-No importa Carrie-La tranquilicé-No es nada.
Me mordí el labio, por supuesto que no era nada. Eran un montón de cosas, ¿por qué todos piensan que me siento atraída por Harry?, ¿es acaso alguna clase de regla?, ¿todas las chicas deben estar a merced de Harry Narciso Styles?
Suspiré, no tenía sentido seguir gastando mis energías en eso. En su lugar me concentraría en humillar a esas chicas en dónde más les doliera, en la pista de baile.
La clase con Sarah fue muy productiva, ella es artista principal en la opera de la academia y nos dio muchos consejos para mejorar nuestro estilo de baile. Por su parte el dúo, como yo llamaba a la chica de rodete y a la morocha, ya que no recordaba sus nombres, se pasaron toda la clase observándome con rencor. Opte por ignorarlas y todo fue de maravillas. Aunque debo admitir que me aseguré de rebajarlas con las miradas cuando Sarah me felicitó por mi ‘perfecto Jeté pas’.
Al terminar las clases me quede un rato hablando con Carrie, realmente no había pasado gran cosa desde el momento en que me fui. Ella había estado vigilando a Beth en caso de que no se hubiera tragado nuestra historia y hubiera llamado a mis padres de todas formas. Pero todo parecía ir bien. Además ninguna de las alumnas había hecho demasiadas preguntas.
Por el rabillo del ojo miré a tonta y retonta, como había decidido bautizarlas, y me figuré que pronto empezarían a esparcir cualquier clase de rumores.
-¿Kirsten?-Mi amiga me trajo de vuelta la tierra-¿Me estás escuchando?
-Sí claro-Mentí con la mejor cara de amigos que pude.
Carrie no se lo creyó ni por un minuto-Claro, ¿estás pensando en el hermano de Gemma?
-¿Vos también?-La acusé
Ella intento contener su risa-Hey, con ese auto, da que pensar.
Revoleé los ojos-Después yo soy la materialista.
La chica me golpeó en el hombro-Por supuesto.
-¡Ouch!-Me quejé-¿No es que las bailarinas de ballet son delicadas?
Carrie hizo un ademán con las manos-Es una leyenda urbana, en realidad nos encerramos a practicar boxeo.
Ambas comenzamos a reír ante la ocurrencia de mi amiga. Cuando logramos recobrar la compostura me acompañó a tomar un taxi. Nos despedimos y parti rumbo al departamento de Harry y Louis.
Luego de rebuscar en mi bolso por unos veinte minutos por fin encontré la pequeña llave de metal. La encajé con la cerradura.
Al entrar a mi hogar provisorio me sorprendí cuando sentí una pequeña bolita rosa golpeando contra mi pie y luego vi una bola más grande, blanca, que se abalanzaba sobre mí.
-¿Wittchen?-Exclamé preocupada-¿Qué estás haciendo?
Me agaché para tomar la cosa rosa. La sostuve a la altura de mis ojos para examinarla. Era una pelota de peluche, un juguete para gato, evidentemente.
-¿De dónde sacaste esto Wittchen?-Pregunté mientras la tomaba en mis brazos.
En ese momento una voz que venía del pasillo nos interrumpió.
-¡Chloe!-Harry apareció ante mí-Oh, ya llegaste…
Lo escudriñé con la mirada, llevaba un peluche en su mano derecha-¿Qué es eso?
Él también examinó mi rostro en busca de indicios pero procuré demostrar una cara de póker-¿Qué cosa?
Puse los ojos en blanco-Lo que tenés en la mano Harry.
-Ah, esto-Alzó el muñeco para que pudiera verlo, era un osito de peluche que ya estaba marcado con arañazos, posiblemente de Wittchen-Chloe estaba aburrida así que fuimos de compras.
-Primero que nada se llama Wittchen, es mi gata, yo decido el nombre-Dejé a la gatita en el suelo y luego proseguí-Y no necesita que le compres cosas, yo puedo hacerlo.
-Es TU gata, pero eso no te detiene para abandonarla una tarde entera-Me acusó.
-¿Perdón?-Le dediqué una mirada asesina-Explícate.
-Ya que Chloe se va a quedar todas las tardes conmigo, creo que eso me da cierto derecho sobre ella.
-¡Es Wittchen!-Ya estaba empezando a enfurecerme-Y es MÍ mascota, no tenés ningún tipo de derecho sobre ella-Me detuve para calmarme-Y en cuanto recupere mi cuarto me la llevo devuelta al instituto.
-¿Para tenerle encerrada en un ropero?-El chico de ojos verdes tomó a mi mascota en brazos y comenzó a acariciarle la cabeza-Ni lo sueñes, se queda conmigo.
Le lancé una mirada amedrentadora- No, no vamos a discutir esto, Wittchen se queda conmigo, yo la encontré-Intenté quitársela de las manos pero esta se resistió con un maullido.
-¿Ves?, me quiere.
Me crucé de brazos-¿Qué le hiciste?
Harry suprimió una risa.-Dicen que las mascotas se parecen a sus dueños, vos me querés, por ende ella me quiere.
Sentí  como el color rojo subía por mis mejillas-¡¿Qué?!
El chico de rizos suspiró-No volvamos con eso Kirsten, ya deberías haber supera lo del beso.
-¡¿Qué?!-Reiteré mi pregunta porque sinceramente no sabía que otra cosa decir, ¿cómo es que la conversación había terminado así?, ¿por qué tenía que sacar ese tema a colación?, ¿no podía dejarlo pasar?, ¡¿y cómo que yo no lo había superado?, no había nada que superar, su beso no había significado nada. Es más, ni siquiera lo recordaba.
Dejó a Wittchen en el suelo y se acercó a mi-Aunque claro, Wittchen no intento besarme.
-Ah, claro ahora sí recuerda el nombre-Pensé y tuve que controlarme para no pensar en lo bien que le salía la pronunciación.
-Ambos sabemos que si hubiera estado en mis cabales eso nunca hubiera pasado-Contraataqué en un momento de lucidez.
-¿Estás segura?-Se acercó otro poco más a mí.
Estábamos tan cerca que podía sentir su respiración contra mi piel y nuestras narices casi se chocaban.
Una sensación  de deja vú me invadió, ¿había sido así la noche en que lo besé?  Me refiero al estómago hecho un nudo y la cabeza dándome vueltas.
Estábamos los dos en trance cuando la puerta se abrió y nos vimos interrumpidos.

-Traje la cena-Louis entró al departamento cargando un par de cajas.