20 abr 2013

Capítulo 36


Me quede muda mirándolo sin poder decir ni una palabra, estaba en estado de shock. No podía creer que hayamos estado tan cerca de que papá nos descubra.
Niall golpeo disimuladamente mi espalda para que reaccione.
-¡Papá! ¿Ya están en casa? - Exclame ignorando la pregunta anterior- Pensé que iban a llegar a la madrugada.
-Sí, tu mamá no quería llegar muy tarde, por el trabajo- Contesto dirigiéndose a mí pero su mirada estaba puesta en mi compañero - ¿Y este chico quién es?- Pregunto así sin más.
-¡Frank!- Lo regaño mamá que apareció de pronto junto a él- No seas mal educado.
-Perdón- Se disculpó papá a regañadientes- Lucy ¿te importaría presentarnos a tu ‘amigo’?- Dijo enfatizando la palabra amigo.
-Soy Niall James Horan, un gusto en conocerlo señor Stevenson- Por suerte Niall comprendió mi situación y salto en mi ayuda.
Papá lo escudriño con la mirada pero fue mamá la que hablo.
-Oh, el gusto es nuestro, yo soy Grace y él es mi esposo Frank.
El chico de ojos claros Sonrió.
Mamá me lanzó una mirada cómplice, agradecí que no comenzara a interrogarme frente él, aunque sabía que en el momento exacto en que él saliera de casa me atacaría con sus preguntas. ¿Quién es él?, ¿es el mismo James que va con vos a Español?, ¿Su cabello no era castaño?
Sacudí la cabeza para alejar esos pensamientos, ya tendría tiempo para pensar en explicaciones. Haciendo uso de todas mis fuerzas fingí una sonrisa.
-Bueno Niall, ¿Te gustaría quedarte a cenar?- Pregunto mamá tomándonos a todos por sorpresa.
Niall volvió su vista hacia mí, observándome dudoso, le devolví la mirada pero mi cara solo expresaba terror.
Me encogí  de hombros, si quería quedarse, esa era su decisión, no la mía.
-Me encantaría señora Stevenson- Contesto por fin Niall a la invitación de mamá.
-¡Qué bien! Entonces pasa por favor que la comida ya está casi lista. Con decisión Niall ingreso en casa seguido por la mirada amenazadora de papá.
Empuje a papá para que avanzara hacia dentro y así poder hacer lo mismo. Cuando logre que avanzara por sí mismo lo deje y me dirigí junto a Niall que hablaba con mamá.
-¿Te gusta el  pastel de carne Niall?- Decía mamá cuando llegue.
-Claro- Niall sonreía mientras hablaba con ella. Al parecer se caen bien.
-El pastel de carne de mamá es riquísimo, te va a encantar- Comente.
-El truco está en la receta- Mamá me palmeo la cabeza cariñosamente despeinándome toda- Ablando de la comida, tengo que ir a ver cómo está el pastel.- Dicho esto se fue en dirección a la cocina.
-¿Estas bien? ¿Estas segura de que querés que me quede?- Me interrogo preocupado cuando mamá nos dejó solos.
-Sí, estoy bien- Sonreí para hacerlo sentir mejor.
-Entonces  Horan, nunca había escuchado ese apellido- Papá apareció en escena. Revolee los ojos.
-Es que es soy irlandés- Explico mi compañero.
-Ya veo- Papá se llevó la mano a la barbilla mientras analizaba su respuesta- ¿Y  cuántos años tenés?
Niall enderezó su postura, parecía algo nervioso-18
-Aja, ¿Dónde se conocieron?-Papá no alejaba su vista de él ni por una fracción de segundo.
Suspiré, esta iba a ser una noche larga.
-Vamos a español juntos-Respondió mi compañero con naturalidad.
-Ah- Fue lo único que dijo y en cambio se quedó pensativo mirando un punto fijo en la pared.
-La comida ya está lista- Anuncio mamá salvándome nuevamente- Lucy, ¿podrías llamar a Will?, está en su cuarto.
-Sí,  ahora voy, ¿Niall me acompañas?- Sin dejar que responda lo arrastre por la escalera hacia la habitación de mi hermano, no quería dejarlo a solas con mis padres.
Estaba a punto de llamar a la puerta cuando esta se abrió de golpe. Ambos saltamos asustados.
-¿Se te ofrece algo?-Inquirió Will con desinterés
Niall rio, yo solo me limite a continuar con lo que tenía que hacer
-Mamá dice que bajes a comer- Informe a mi hermano.
-Hola James- Will saludo al chico rubio que se ocultaba detrás de mí- ¿Te quedas a cenar?
-¿Cómo  te diste cuenta que es James? –Exclame sorprendida por su astucia.
-Es muy obvio, es igual solo que ahora su pelo es rubio- Explico despreocupado- A menos que tenga un hermano gemelo rubio-Añadió mientras cerraba con llave su puerta, odia que se metan es su cuarto sin su permiso, y luego nos siguió por las escaleras en dirección a la cocina.
Niall rio ante los ingenios de Will- Solo hay un solo James o… Niall como me quieras llamar.
-Me gusta como te queda el rubio, ¿cuándo te teñiste?-
Puse los ojos en blanco-¿Es que toda mi familia se iba a someterlo a un interrogatorio?
-Este...-Niall se detuvo unos momentos para planear su mentira-Hace un par de días, ¿viste el partido de los Munsters la semana pasada?
Rápidamente mi hermano y él se sumergieron en una charla de deportes de la cual entendí poco y nada. De cualquier forma sirvió para que Will dejara de hacer preguntas, él era mucho más astuto que mis padres, no tardaría en atar cabos y darse de cuenta de quién era.
-¡Chicos apúrense!- Mamá grito desde la cocina y me sacó de mis pensamientos.
Llegamos a la cocina justo cuando mamá estaba poniendo el último vaso en la mesa.
-¿Qué hay de comer?-Se apresuró a preguntar mi hambriento hermano.
En ese momento mamá  volvió a dirigirse a la mesa pero esta vez con una olla que rebosante de comida-Adivina.
El estómago de Will rugió y todos reímos.
 Tomamos asiento alrededor de la mesa. Papá estaba sentado en la punta al otro lado de la sala, mamá justo frente a él. Will a la derecha de papá. Me apresuré a tomar asiento a la izquierda de mi padre, de esta forma Niall podría sentarse entre mi madre y yo.
Mamá comenzó a servir el pastel.
-Niall ¿Estas estudiando?- Papá volvió al ataque con sus preguntas.
-No, con mi trabajo no tengo mucho tiempo libre, tuve que insistir mucho para que me dejen tomar clases de español.
-¿Enserio?- Se espantó mamá- ¿A qué te dedicas?
-Soy músico, canto en una banda- A diferencia de papá, Niall era muy cortes con sus respuestas.
-Conque músico…- Papá hizo una pausa antes de continuar- ¿Tocas algún instrumento?
-Sí, la guitarra- Esto era rutinario, él ya había tenido  que darle estas explicaciones a la abuela, aún así por el rabillo del ojo pude notar que removía sus manos con nerviosismo.
-Oh, qué bien- La expresión de papá se relajó y se volvió más interesada.
Will y yo observábamos todo mientras comíamos sin entrometernos en la conversación.
La música resulto ser un buen tema en común para papá y Niall, se pasaron el resto de la cena hablando de guitarras y música en general. Para mi sorpresa Will también ayudó al mencionar que Niall era fanático de los Munsters, pude notar como la cara de papá se iluminaba. Al parecer todo iba bien. Niall le conto un poco de lo que hacía, siempre evitando comentar que pertenecía a una de las bandas más populares del momento. Por suerte a nadie se le ocurrió nombrar mi loca obsesión por cierta banda llamada One Direction, lo que agradecí profundamente. Mamá de vez en cuando le hacía algunas preguntas un poco más personales como por qué se había mudado a Londres o si extrañaba a su familia. Por mi parte solo interfería cuando era necesario o para responder alguna que otra pregunta dirigida especialmente a mí.
-Como no teníamos planeado tener visitas no hice ningún postre-Se disculpó mamá-Pero, ¿qué dicen si compramos algo de helado?
-No se preocupe por mi señora Stevenson, de todos modos  ya debería irme-El chico rubio depositó la servilleta de tela blanca con delicadeza sobre la mesa- Mañana tengo que ir a grabar muy temprano.
-¿Ya te vas? –Will habló en el otro extremo-Quería mostrarte mi autógrafo de Ian Keatley, ¡es alucinante!
-En serio es una lástima, esperaba que nos deleitaras con algo de música- Papá apoyo a mi hermano y eso definitivamente no me lo esperaba-¿La próxima vez?
Tragué saliva, ¡¿próxima?significaba eso que Niall quedaba aprobado como novio oficial?
-Por supuesto-Respondió Niall, quien  ya parecía bastante relajado,  y luego se puso de pie.
Me apresuré a incorporarme yo también, papá, mamá y Will me imitaron.
-Vuelve cuando quieras Niall-Dijo mamá una vez que nos detuvimos frente a la puerta.
-Un placer conocerte-Añadió papá al mismo tiempo que le estrechaba la mano.
Me mordí el labio, nunca había pasado por una cosa así, en el pasado Andy había venido a casa un par de veces, pero siempre vigilando que mis padres no estuvieran en casa, esto era completamente nuevo.
Por fin los saludos terminaron.  Decidí acompañarlo hasta su auto, necesitaba hablar con él a solas. Para asegurarme de que no había sufrido demasiado durante la visita.
-Niall, creo que olvidé mi campera dentro de tu coche-Mentí, el irlandés dio media vuelta y me miró extrañado.
-¿Qué camp…-Se detuvo al interpretar mis palabras-Ah, cierto, ¿podrías acompañarme?-Me dedicó un guiño disimulado-No recuerdo bien donde la dejaste.
-Claro-Rápidamente lo arrastré fuera de la casa y cerré la puerta detrás de nosotros.
No emití una palabra hasta llegar a la puerta de la Range Rover, sabía que ellos iban a intentar espiarnos.
-¿Estás bien?-Preguntó mientras abría la puerta del conductor.
-Si-Respondí sin dudarlo-Solo me aseguro de que vos lo estés.
Niall rió-La pase muy bien, tu familia es muy agradable.
-Les causaste una buena impresión.
-Eso espero-Levantó el brazo para tomar mi mano.
Sonreí y le devolví el apretón. Ambos estábamos embobados mirándonos el uno al otro cuando mi teléfono comenzó a sonar, era una llamada, de Emma.
Abrí los ojos grandes como platos, ¡me había olvidado completamente de mis amigas!
-¿Pasa algo?-Niall notó mi preocupación-¿Quién es?
Me mordí el labio-Es Emma.
-Ah…-Ahora él también parecía incómodo-Emma y Amy ellas…-Dudó antes de continuar-ellas saben…
-¿De lo nuestro?-Terminé la frase por él-No en realidad, les conté que tenía una cita con James pero ni sospechan que se trate de vos-Tomé una bocanada de aire-Y los chicos, me refiero a Zayn, Liam y Louis, ¿ellos saben?
-Oh, no, el único que sabe es Harry, pero supongo que eso ya lo sabías-Respondió con una media sonrisa.
Yo también reí al recordar aquella clase de manejo con el chico de los rizos y lo que me había contado-Algo así…
-¿Crees que deberíamos decirles?-Inquirió con timidez.
A esas alturas el teléfono ya había dejado de sonar, aunque conociendo a mi amiga no tardaría en volver a intentar comunicarse.
Me encogí de hombros-No me gusta la idea de tener que mentirle a mis amigas.
-No, a mi tampoco-Niall me acarició el dorso de la mano.
-Pero si vos querés esperar…-Agaché la cabeza poco convencida de mis palabras.
Él tomó mi barbilla y me obligó a mirarlo a los ojos-Hay que decirles.
Mi rostro se iluminó y le dedique una amplia sonrisa. Con delicadeza se acercó a mí y me beso la mejilla, posiblemente él también estaba consciente de que mis padres nos miraban al otro lado de la ventana.
-Nos vemos-Dijo con un hilo de voz mientras se subía al auto.
-Adiós-Respondí con el mejor acento español del que fui capaz.
El motor se puso en marcha y vi al vehículo negro alejarse por mi cuadra. Di media vuelta y entré a casa.
….
Estábamos parados frente a la puerta del departamento B50  fuertemente agarrados de las manos, sin poder dar el siguiente paso de nuestro plan. Habíamos estado posponiendo el asunto pero por fin había llegado la hora.
-¿Lista?-Preguntó en un intento por ocultar sus nervios.
Asentí con la cabeza-Si, ¿vos?
-Por supuesto.
 Harry dice que las chicas no se van a enojar conmigo por no habérselos contado antes, después de todo ellas también me habían ocultado sus relaciones. Creo que Harry tiene razón,  él siempre da buenos consejos, me alegro mucho de que nos hayamos vuelto amigos.
Niall me dio un empujoncito invitándome a avanzar. Decidida llame a la puerta con dos golpes del puño. Volví a su lado y apreté con más fuerza su mano.  Juntos esperamos  a que contesten.
Después de unos largos minutos Liam abrió la puerta.
-Hola Lucy como, ¿Niall?, ¿qué está pasando?- Inquirió gratamente sorprendido.
 Un conjunto de miradas llenas de duda se asomaron por la puerta, Niall presionó nuestras manos unidas, estábamos juntos en esto. Tome aire y le dedique una mirada de aliento a mi compañero, él sonrió con la misma intención. Las rodillas me temblaron y tenía el estómago revuelto.  Aún así no quería  darle más vueltas, entramos en la habitación para contarles a todos sobre nuestra relación que ya cumplía casi un mes.

FINAL TERCERA PARTE

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Con esto termina la parte de Niall y Lucy. Publicamos los últimos dos capítulos hoy porque nos vamos a tomar unas vacaciones cortas de dos semanas. Así que van a ser dos Domingos sin capítulos. Empezaríamos a publicar la cuarta parte el Domingo 12 de Mayo  :)

Capítulo 35


La felicidad rebosaba de mi cuerpo, un millar de sentimientos me embargaban y solo era por una razón… Sus besos.
Sus besos eran dulces, delicados y tiernos,  simplemente perfectos como él.
Después de unos minutos, que se me hicieron demasiado cortos, nos separamos. No pude despegar la vista de sus ojos y al parecer él tampoco pudo hacerlo de los míos. Permanecimos allí en el bote totalmente mojados observándonos el uno al otro.
Sonreí y la sonrisa más linda del mundo respondió a mi gesto.
-Es mejor que volvamos, estas temblando- Niall rompió el silencio sacándome de mi mundo de felicidad.
-Claro- Tome mi remo y ambos nos ubicamos en nuestros lugares para emprender el regreso.
Hasta el momento no me había percatado de que el ambiente se había enfriado. Intenté  contener los temblores de mi cuerpo en vano y Niall me miro preocupado.
Cuando al fin llegamos a la orilla me ayudo a bajar del bote y luego de agradecerle al viejo pescador, que nos miró  con una sonrisa cómplice en los labios, nos escabullimos en dirección hacia donde estaba estacionada la Ranger Rove.
-Así que este es tu nuevo novio- Una voz masculina que escupía odio en cada palabra hizo que me detuviera y como íbamos tomados de las manos Niall también se detuvo.
No lo podía creer, reconocía esa voz, era demasiado familiar para  ignorar de quien procedía. El odio se apodero de mí, con un giro rápido confirme mis sospechas.
-¿Qué querés Andy?- Dije furiosa conteniéndome para no soltar algunas palabras que tenía ganas de decir. Niall apretó fuerte mi mano para tratar de tranquilizarme.
- Tranquila, solamente observo a mi reemplazo- Parecía tranquilo pero su voz denotaba enfado. Llevaba su uniforme de soccer y estaba todo sudado, posiblemente venía de práctica. Andy encajaba con la descripción del típico chico adolescente, popular, capitán del equipo y por el que todas las chicas suspiran. Carraspeé al recordar que yo había sido tan tonta como para creerme sus mentiras.- Entonces este duende, ¿Es tu nuevo novio?
Su pregunta me dejo sin palabras ¿Qué iba a decirle? Si es verdad que nos acabamos de besar y que lo amo más que a nada en el mundo pero ninguno mencionó la palabra ‘novios’. Además me molestaba el hecho de tener que darle explicaciones, Andy había dejado de significar algo en mi vida por fin.
-Si -dijo Niall adelantándose a mi respuesta. Estiro su brazo y lo estrecho con el de Andy en modo de presentación- Soy Niall, el novio de Lucy ¿Y vos sos?
Andy y yo lo miramos boquiabiertos.
Después de un rato de escudriñarlo con la mirada Andy, algo sorprendido por la reacción de mi acompañante le tendió la mano con falsa cortesía.
-Soy el ex novio de Lucy- Dijo parándose rectamente tratando de mostrar superioridad.
Desde mi posición junto a él pude ver que la mandíbula del chico irlandés se tensaba.
Andy rió con sarcasmo-No te alteres tanto, no soy egoísta-Le  dedicó un guió a Niall-¿Socios?
Esto se estaba volviendo incomodo, especialmente para mí y a todo eso había que sumarle el hecho de que Niall estaba rojo como un tomate debido a la furia. Tenía que sacarlo de ahí o las cosas iban a terminar mal.
-Tengo frio ¿Podemos irnos?- Dije apretando la mano de mi compañero con fuerza a modo de súplica.
-Si vamos-  Respondió secamente antes de comenzar a caminar. No despego los ojos de Andy hasta que logre arrastrarlo lo más lejos posible de él.
Llegamos por fin al auto y durante todo el camino no emití ningún sonido. Por su parte Niall estaba completamente ido, perdido en algún lugar de sus pensamientos. ¿Cómo es que habíamos pasado de besarnos a esto?
Clavé la vista en la calle, noté que avanzábamos lentamente, al parecer había mucho tráfico. Lo que me pareció bastante raro, dado que vivía en las afueras, el camino hacia mi casa no era muy concurrido. Fue en ese momento en que el auto se detuvo y me percaté de que no estábamos en mi casa.
-¿Por qué vinimos a tu departamento?- Inquirí.
-Porque estas toda mojada y mi departamento queda más cerque que tú casa- Contestó mientras presionaba el botón del elevador.
-¿Estás enojado?- Pregunte dudosa.
-Sí… no- Las palabras se atropellaron cuando las pronunció- Estoy enojado, pero no con vos, es ese….ex novio tuyo ¿Cómo se llamaba? No sé no me importa.
Suspire aliviada y sonreí.
Niall apoyó la cabeza contra una de las paredes del elevador y me miró extrañado-¿Qué es tan gracioso?
-Estás celoso- Lo acusé divertida por su conducta.
-Muy celoso- Me corrigió.
Reí- No te preocupes, es un estúpido- Tomé una gran bocanada de aire para darme ánimos- Además, le dejaste en claro quien eras.
La puerta se abrió y me acerqué para tomar su mano, él me devolvió el gesto y sonrió. De la mano caminamos hasta ingresar al departamento B55, su departamento. Me mordí el labio para contener los gritos.
Una vez dentro Niall se apresuró a hablar -Voy a buscar ropa para prestarte ya vengo- Informo y desapareció por el único pasillo.
Me senté en un sillón cercano a la entrada mientras iba inspeccionando el lugar con la mirada. El departamento era bastante espacioso como el de Liam y tenía fotos por todos lados, algunas eran de él y su familia o de su familia sola y otras de sus amigos, todo era hermoso.
No pude seguir analizando el lugar porque Niall llego con una pila de ropa para mí. Él también se había cambiado, llevaba un buzo blanco, unos jeans claros y ya no traía la peluca en su cabeza.
-Te va a quedar un poco grande, pero es lo más chico que tengo- Explico entregándome la ropa.
-No importa, ¿Dónde está el baño?
-Segunda puerta a la derecha- Señalo con el dedo el pasillo por el que antes había desaparecido él.
-Ok,  gracias.
Camine hacia donde me había indicado, en el pasillo había en total tras puertas.
-Me pregunto cuál será la de su habitación-Pensé pero  descarté la idea, ya iba a tener tiempo para eso, o al menos eso esperaba.
Abrí  la puerta e ingresé al baño. Me quite mi ropa mojada y me la cambien por el jogging negro y la remera blanca que Niall me había dado. Cuando termine salí con el montón de ropa mojada bajo el brazo.
Al verme comenzó a reír a carcajadas.
-Ya sé que parezco un payaso,  pero no te rías- Me cruce de brazos haciéndome la ofendida. La verdad es que debía ser muy gracioso verme vestida con un pantalón que tuve que doblar tres veces para no pisármelo y una remera que me llegaba hasta las rodillas.
-Perdón- Dijo tratándo de recomponerse- Pero ahora vas a tener que ponerte este buzo- Me mostro un buzo gris que me debía quedar más grande que la remera.
-¿Qué? ¿Por qué?- Me queje.
-Es que se me mojo la peluca y tarda mucho en secarse, no puedo volver a ponérmela y si yo no me puedo disfrazar lo vas a tener que hacer vos… ya  sabes que nuestras Directioner son un poco… apasionadas
Sin pesarlo dos veces le arrebate el buzo de sus manos y me lo puse.
-Muy bien, ahora ponete la capucha.
Seguí sus órdenes sin oponerme.
Se acercó a mí y me acomodo el cabello para que quedara oculto por la capucha del buzo.
-Bien, si no levantas mucho la cabeza y actúas como si fueras un chico nadie se va a dar cuenta.
Suspire- ¿De verdad va a ver paparazis cuando salgamos?
-No lo sé,  pero mejor prevenir que curar- Me dedico una sonrisa- ¡Vamos!
Puse los ojos en blanco y lo seguí hasta la puerta simulando la mejor caminata masculina de la que fui capaz.
....
El timbre del teléfono me despertó. A tientas tome el móvil que estaba sobre la mesita de luz.
-Hola- Dije con voz ronca.
-¡Hija! ¿Todavía estas durmiendo?- La voz de mamá me hizo reaccionar.
-Si ¿Por qué?, ¿Qué hora es?- Me preocupe, había quedado en salir con ‘James’ temprano por la tarde.
-Son las 11:30 Am, ya deberías estar levantada- Me regaño.
Suspire aliviada- ¡Pero si es domingo mamá!
-No podes pasarte la vida durmiendo- Reiteró-Además, necesito que me hagas un favor.
Me restregué los ojos con la palma de la mano-¿Qué pasa?
-Necesito que le lleves las pastillas a tu abuela Dora, me olvidé de hacerlo antes de irnos.
-¿Qué pastillas?-
-Las blancas, están en el botiquín, en la alacena.
Suprimí un bostezo-¿Tenemos un botiquín?
Pude notar que la paciencia de mamá comenzaba a agotarse-Están a dos cajones de donde guardo tus Oreos.
A regañadientes me levanté de la cama y bajé las escaleras hasta llegar a la cocina, luego de unos minutos di con el cajón que contenía el botiquín. Revolví hasta dar con los medicamentos de mi abuela-Acá están.
-Bien, tiene que tomarlas a las 4, así que trata de llevárselas antes de esa hora.
-Está bien-Respondí entre bostezos a medida que regresaba a mi cuarto.
-Tus abuelos te mandan saludos-Añadió ya con un tono más suave.
-Mándale otro a ellos, chau mami te quiero- Corte rápido antes de que siga hablando.
Tape mi cara con la frazada y todos los recuerdos del día anterior volvieron a mi mente.
Una sonrisa se dibujó en mi rostro, de pronto me entraron unas ganas locas de estar con él.
-Y yo que creía que ya estaba enamorada antes de conocerlo- Me dije.
De un salto me levante de la cama y empecé mi rutina de aseo. Cuando ya estuve lista volví a bajar a la cocina por algo de comida.
Dado que no había nada que pudiera recalentar en la heladera decidí hacer un poco de arroz. Una vez que estuvo listo lo coloqué en un plato y me senté en el sillón frente al televisor. Normalmente mamá hubiera enloquecido al verme hacer algo así, pero ella no estaba, ni tampoco alguien que pudiera acusarme. Comencé a hacer zapping mientras disfrutaba de mi soledad.
Estaba distraída riendo con Bob esponja cuando el timbre sonó. Me levante de un salto asustada por el ruido repentino. Después de recordarme que era solo el timbre aspire profundamente, deposité el plato, que ya estaba vacío en la mesa cafetera y me encaminé hasta la puerta. Parada en el umbral estaba Niall. Luego de saludarme entro en casa y me miro expectante, traía la peluca castaña en la mano.
-Creí que nos íbamos a ver a las 5-Dije algo confusa.
El chico revoloteó su cabello algo nervioso-Si, lo sé, pero pensé en venir antes, para sorprenderte- Me miró un tanto avergonzado-Si estás ocupada puedo volver más tarde.
-¡No!-Respondí sonando bastante desesperada-Digo, me alegro de que hayas venido.
Niall se acercó para besar mi mejilla-Entonces, ¿qué hacías?
Cerró los ojos y me estremecí ante su contacto, Dios, ¡me volvía loca!
-Nada-Di media vuelta y tomé el plato de la mesa frente al sofá-Estaba terminando de almorzar.
Él me siguió hasta la cocina.
-¿No te parece un poco tarde para almorzar?-Inquirió mientras me miraba lavar los platos- Son casi las 4 de la tarde.
-¡¿Qué?!-Abrí los ojos de par en par al mismo tiempo que corría hasta el living para mirar el reloj, faltaban 10 minutos para las 4-Mi mamá me va a matar-
-¿Pasa algo?-Niall se asomó desde la cocina, parecía preocupado.
Caminé hasta donde él estaba y tomé las pastillas que había dejado sobre la mesada. Las alcé para que él las viera.-Tengo que llevarle esto a mi abuela, antes de las 4, ¿te moles quedarte solo unos minutos?
-Era eso- Suspiró aliviado-¿No querés que te acompañe?
-¿No te molesta?-Lo escudriñe con la mirada-Son solo unos minutos, después podemos ir al cine como habíamos planeado y si querés quedarte afuera no hay problema…-Las palabras salían de mi boca sin control.
-Lucy, Lucy-Niall se acercó y me tomo por los hombros con delicadeza-No hay problema, te acompaño a visitar a tu abuela…
-Dora
-A tu abuela Dora y después vamos al cine, ¿Qué te parece?
-Me encanta la idea- Sonreí.
-Entonces vamos- Beso mi mejilla y me tomo de la mano arrastrándome hacia su auto.
La casa de mi abuela no quedaba muy lejos de la mía, estaban en el mismo barrio, por lo que llegamos enseguida. En el camino le reiteré a Niall que no era necesario que entrara, pero él decidió hacerlo de todas formas.
-Te voy advirtiendo  que mi abuela es igual e incluso más chismosa que yo, así que de seguro te va a hacer un interrogatorio, no te asustes solo responde con tranquilidad y si hay algo que no quieras decir me haces una seña ¿Esta bien?
-Sí, cuando llegue voy a recibir un interrogatorio, respondo con tranquilidad y si no quiero contestar  te hago una seña-Repitió mis palabras con tono irónico.
-Exacto, vamos.
Me lo quede mirando mientras bajaba del auto.
-¿Qué tengo?- Inquirió cuando se percató de que lo miraba fijamente.
-¿No te vas a poner la peluca?- Dije señalando el montón de cabello que Niall había dejado en el asiento del auto.
-No, no creo que se dé cuenta de quién soy, ni que se ponga a gritar si lo hace.
-Yo no anticiparía nada, si se trata de mi abuela nada puede predecirse.
El rubio rio al mismo tiempo que tomaba mi mano.
Mientras caminábamos por el sendero de entrada a la casa de la abuela no pude dejar de mover las manos intranquila. La abuela está caracterizada por hablar de más en muchas ocasiones y eso me ponía nervioso.
Toque la puerta algo arrepentida de haberlo traído y después de varios golpes  la abuela, que esta algo sorda, por fin abrió la puerta.
-¡Lucy querida! ¡Qué lindo verte!- Mi abuela me abrazo con más fuerza de la que imagine que podría tener.
-Hola abuela- Dije algo avergonzada por el exceso de cariño.
-¿Quién es este chico tan buen mozo?- No tardó ni dos segundos en preguntar luego de soltarme  de su agarre.
-Abuela él es Niall Horan, Niall ella es mi abuela Dora.
-Un gusto conocerla Dora- Dijo Niall cortésmente.
-Ah no, el gusto es mío querido-Contesto la abuela alegremente a su saludo- Pero no se queden ahí afuera pasen, pasen.
Niall me miro divertido y luego entro en la casa de la abuela. Lo seguí por detrás.
-Estaba haciendo té ¿Quieren un poco?- Nos ofreció.
-Me encantaría- Se adelantó a responder mi acompañante.
Lo mire extrañada ¿Estaba seguro de querer hacer esto?
Me dedico una sonrisa y tome eso como un sí.
La abuela sirvió el té en unas tasas antiquísimas que tenía desde que mama era chica. Tome con cuidado la taza para no romperla y, soplando un poco para no quemarme, tome un sorbito de té que, debía admitir, estaba muy rico.
-¿A qué debo tan grata visita?, ¿y dónde está mi hija?, tu madre no viene nunca a visitarme- La abuela comenzó su interrogatorio rutinario.
-Eso te quería decir, se fue con papá y Will a visitar a mis abuelos de Newcastle-Tomé mi fiel bandolera, la abrí y le entregué la tableta de pastillas a mi abuela-Mamá me pidió que te diera esto.
-Ah, no te hubieras molestado-Las tomo con suavidad-De todas formas siempre me olvido de tomarlas a horario, ¿ya son las 4?
Suspiré, después de todas las molestias que me había ocasionado, resulta que no era tan importante. –Si abuela, ya son las cuatro-Confirmé mientras tomaba un poco más de té.
Luego de mandarse una pastilla blanca a la boca la abuela volvió a hablar-Entonces, Niall ¿Cuántos años me dijiste que tenías?
¡Oh no! Ya empezó.
-18 – Contesto despreocupado.
-¿Y estas trabajando?
Tenía una leve esperanza de que no tenga muchas ganas de hacer preguntas, pero me equivoque.
-Sí, soy cantante de una banda.
-Ah, músico, mi yerno es músico ¿Tocas algún instrumento?
-La guitarra.
-Oh, Lucy toca la guitarra y muy bien- El orgullo de mi abuela me hacía sonrojar.
-Si estaba enterado pero nunca tuve el placer de escucharla tocar- Hablo dirigiendo su mirada hacia mí.
Me sonroje aún más de lo que estaba.
El resto de la visita a la abuela fue igual de vergonzosa. Dora se encargó de mostrarle a Niall portarretratos con fotos mías y de Will cuando éramos chicos y de contarle anécdotas de lo traviesa que solía ser cuando era pequeña, además de una serie de comentario acerca de lo orgullosa que se sentía de ser mi abuela.
Niall a diferencia de mí se la paso muy bien y no quiso irse hasta que anocheció, que fue el momento en que finalizo mi tortura.
-Tu abuela es muy simpática y le gusta hacer preguntas- Comento mientras el auto se detenía frente a mi casa- Debe ser cosa de familia.
Volví a sonrojarme por enésima vez en el día- Si es la mejor, no les digas nada a mis otros abuelos, pero ella es mi preferida.
El chico de ojos rio ante mi comentario.
-Perdón por no haberte llevado al cine, es que realmente la estaba pasando bien- Se disculpó apenado cuando llegamos ante la puerta de entrada.
Reí- Esta bien, después de todo yo también la pase muy bien.
-Prométeme que otro día me vas a llevar a visitar a Dora de nuevo.
-Te lo prometo-Fruncí el ceño-Aunque primero voy a esconder todas las fotos mías que tiene en su casa, son tan vergonzosas
-A mi me parecieron tiernas- Alzó la mano para acariciar mi mejilla-Eras linda como ahora.
Acaricio mi mejilla con la yema de los dedos y se fue acercando su boca poco a poco a la mía.
Cerró los ojos dispuesta a dejarme llevar pero el sonido de la puerta de calle al abrirse me sobresaltó.
-Lucy, ¡¿qué estás haciendo?!

14 abr 2013

Capítulo 34


Mire el reloj. ¡Ya debería estar lista! James llegaría en pocos minutos y todavía estaba en pijama. Pero no había podido mover un dedo, los nervios me estaban matando. Todo mi cuerpo temblaba mientras tomaba la ropa que Emma había recomendado que use para la cita.
Como puede cambie mi cómodo pijama con nubecitas por un short de jean, una remera azul con un pequeño bolsillo a la izquierda de una tonalidad más clara y mis zapatillas Vans que mamá había comprado no hacía mucho.
El timbre sonó. No había nadie en casa para atender  excepto yo. Mis papas habían decidido visitar este fin de semana a mis abuelos que viven en Newcastle y obviamente se llevaron a Will con ellos.
Chocándome con todo lo que se cruzaba en mi camino recorrí mi habitación tomando lo necesario para mi salida. Una bandolera marrón, el móvil, dinero y un buzo azul oscuro que rezaba Fake en su parte delantera, debía estar prevenida, no se puede confiar en el clima de Londres.
Cuando tuve todo baje las escaleras corriendo como si fuera una carrera. Abrí  la puerta al visitante,  un tanto agitada. Me arrepentí inmediatamente cuando me di cuenta de que debía estar roja y con mi cabello colorado revuelto por roda la cabeza.
Sin importarle mi aspecto el chico de ojos claros esbozo una enorme sonrisa al verme a la cual respondí con una  igual  de grande.
-Pasa- Dije cuando logre recuperar el aliento.
En completo silencio entro en casa.
Lo inspeccione de arriba abajo. Llevaba una remera blanca con un estampado raro, unos jeans azul oscuro que se le caían dejando ver unos bóxers de color blanco y sus típicas Supras. También pude notar que no llevaba los lentes de contacto grises.
Suspire. Su sola presencia me volvía tonta.
-¿Querés algo para tomar?, ¿Agua?- Ofrecí y no pude evitar pensar en mi madre, es la clase de cosas que ella diría.
-No, gracias, creo que es mejor que nos vallamos ahora pero antes…- Tomo aire antes de seguir- Necesito que todo esté claro.
Me paralicé en mi lugar ¿Qué tiene que estar claro?
-Ok, ponete cómodo- Señale el sillón frente al televisor respondí haciendo uso de todas mis fuerzas.
Sin dudarlo camino hasta él y se sentó. Yo  lo imite sentándome a su lado.
Espere a que hablara mientras jugaba nerviosamente con mis manos. Toda la situación me estaba alterando, ¿tendría esto relación con lo que había pasado en la casa de música?, ¿es que era una clase de prueba? Después de mirarme detenidamente a los ojos por un largo rato hablo.
-Quería constatar si te había quedado claro cuál era mi…mi…mi secreto- Dijo vacilante.
Una ola de alivio me invadió ¡Era eso!
Por supuesto que lo tenía claro, después de todo, soy Directioner.
-¿Te referías a que si ya sé quien sos en realidad?- Trate de hacerme la desentendida.
-Si eso- Poso su mano sobre la cabeza nervioso.
-Sí, ya sé quien sos- Le confirme sin rodeos.
Mi respuesta lo tomó completamente desprevenido, entornó los ojos incrédulo-¿Y no vas a decir nada más?- Pregunto extrañado.
Trate de reprimir una sonrisa.-No, sólo que me alegra que te hayas sacado esos lentes de contacto Nialler- Sonreí maliciosamente- Tus ojos son muy bonitos para ocultarlos.
Me devolvió la sonrisa ya más relajado.
-Si yo también me alegro- Concordó- Eran muy molestos al igual que esta peluca- Volvió a dirigir su mano a la cabeza pero esta vez para sacarse la peluca.-Me da comezón.
Aunque ya lo había visto sin peluca y como Niall igualmente se me hizo raro verlo así.
Reí- Te la vas a tener que volver a poner, no creo que quieras que nos persiga una manada de fans cuando salgamos.
-Tenés razón- A regañadientes volvió a colocarse la peluca castaña- ¿Vamos?- Dijo mientras se ponía de pie enérgicamente.
-Vamos.
Con calma salimos de mi casa y nos subimos a la Range Rover estacionada justo en frente.
-¿Y a dónde vamos?- Pregunte una vez que el auto estuvo en marcha.
-No lo sé, podemos ir a Starbucks y después decidimos que hacemos luego.
-Está bien, aunque deberíamos evitar el de Stamford Street, Amy trabaja ahí…  y creo que no le caigo bien  a su supervisor…
-¿Qué le hiciste al pobre?
-¡Yo no le hice nada!-Me defendí-Él es un idiota que se mete en nuestras conversaciones.
Niall rio y me di cuenta de que amo su risa.
-Está bien, vallamos al que está cerca de mi departamento.
-¿Dónde queda tu departamento?- Inquirí.
Se mordió el labio divertido y me vi obligada a apartar la vista, ¡es tan lindo!-Más o menos a 4 puertas del de Liam-
-¿Viven en el mismo edifico?- Dije asombrada.
-Y en el mismo piso, si- Volvió su mirada risueña hacia mí.
-Oh- Fue lo único que dije ya que me había quedado entretenida mirando su sonrisa.
-Llegamos- Anuncio haciéndome regresar a la tierra.
El Starbucks al que habíamos ido se encontraba frente al río Támesis, lo que me recordó que el   lugar al que habíamos ido la vez  anterior estaba justo en frente, ¡había estado cerca de su casa!
Intentando controlar mi emoción me baje del auto y lo seguí por la vereda hasta el edificio. Cuando entramos Niall sostuvo la puerta para que yo pasara. Le agradecí con una sonrisa tímida. Nos sentamos frente a una gran ventana para tener una mejor vista del río.
-¿Qué vas a tomar?- Pregunto cuando ya estábamos acomodados.
-Un chocolate cremé Frapuccino por favor.
-Ya lo traigo- Sonrió para luego ir por la bebida.
Después de unos minutos volvió con dos Frapuccino.
-Gracias- Le agradecí cuando me entrego el mío- ¿Y… qué estuviste haciendo en toda la semana?
-Creí que se habían terminado los interrogatorios- Se burló.
-¡Nunca!-Respondí en un tono dramático-Soy curiosa, vas a tener que acostumbrarte.
-Muy bien- Paro de reír para contestarme- Estuve prácticamente todo el tiempo en el estudio grabando el nuevo álbum.
Abrí los ojos como platos y me concentré en el ritmo de mi respiración,  aunque ya estaba hiperventilando. ¡Un nuevo álbum!
-Lucy tranquilízate- Me dije.
Consideré seriamente la posibilidad de pedirle que me adelantara algo, después de todo era una oportunidad increíble. Pero recapacité a último momento. Realmente no quería que pensara que lo estaba usando, o que salía con él sólo por ser Niall Horan. Sería injusto pedirle algo así.
Estaba perdida en mis reflexiones cuando me percaté de que me estaba mirando extrañado.
-¿Qué pasa? Pregunté
-¿No vas a preguntar nada?-Respondió sorprendido.
-No.-Dije con más confianza que la que en realidad tenía.-Para demostrarte que tengo autocontrol.
Niall suprimió una risa-¿No tenés ni un pocito de curiosidad? –Me insistió.
-¡Me estás tentando apropósito!-Lo acusé.
-Está bien, está bien, prometo no torturarte más.
Revoleé los ojos-Gracias-Añadí sarcástica.
-¿Y qué tal tu semana?-Inquirió despreocupado mientras tomaba un sorbo de su bebida-¿Cómo está Wilson?
Tragué rápidamente el líquido que tenía en la garganta para evitar atragantarme -Está bien, lo tengo en observación pero creo que va a sobrevivir.
-Me alegro-Respondió con toda seriedad-¿Debería mandarle flores?
Sin poder contenerme más rompí a reír a carcajadas y unos instantes más tarde mi acompañante se me unió. Nuestras risas eran realmente ruidosas y algunos clientes se voltearon a vernos por lo que intentamos calmarnos.
Una vez que terminé con mi Frapuccino dejé el vaso a un lado y clavé la vista en el Támesis justo frente a mí. Se podía observar a un grupo de personas subiéndose a un pequeño bote y remando juntos en el río, justo como papá, mi hermano y yo solíamos hacerlo.
-¿Qué estás viendo?-Me interrogó Niall.
-Podríamos subirnos a eso- Propuse señalando  hacia el río.
Me miro extrañado y a la vez divertido.
-¿Qué?- Pregunte a la defensiva.
-Nada-Contestó encogiéndose de hombros mientras se paraba y me extendía la mano-¿Vamos?
Sin pensarlo dos veces tomé su mano y nos encaminamos.
Luego de hablar con el dueño de la barca, un pescador jubilado,  nos entregó unos chalecos salvavidas. Me puse el mío sin chistar, siendo sincera no recordaba absolutamente nada de cómo se hacían estas cosas, hacía mucho que no me subía a un bote, así que decidí tomar todas las precauciones posibles.
Niall me ayudo a subir ya que la estructura era algo inestable. Nos ubicamos uno frente al otro en los extremos y tomamos los remos. Mientras el hombre nos daba las últimas recomendaciones una fuerte briza me alboroto el cabello tapándome toda la cara.
El chico de ojos claros rompió a reír.
Di rápidos manotazos intentando reacomodar mi cabellera y sujetarla en una cola.
-Te quedo uno-Comentó desde su posición.
Lo miré sin poder comprender lo que intentaba decirme.
Niall dio un gran suspiro antes de acercarse a mí y tomar un mechón de cabello rebelde que había olvidado. Con delicadeza lo colocó detrás de mi oreja.
Nuestros rostros estaban tan cerca que nuestras narices casi se rozaban. Incapaz de pensar en otra cosa me concentré en el ritmo de mi respiración.
-¿Están listos?- nos interrumpió el viejo pescador, cuya prescencia ya había olvidado.
Nos separamos bruscamente y ambos asentimos al unísono.
-Muy bien, que disfruten el paseo- dio media vuelta y soltó la soga que nos mantenía anclados a la orilla.
El primer viento no tardó en llegar y así comenzamos a avanzar.
-¿Tenes miedo?- Pregunto divertido.
-No- Conteste relajada- Solía hacer esto con mi familia hace un tiempo.
-Entonces rememos- Ambos comenzamos a remar en dirección al centro del río.
-¿Estará fría el agua?- Pregunto Niall mientras remaba.
-No sé, creo que si- Respondí con desinterés.
-¿Eso pensás? - Hablo con picardía- Bueno entonces comprobémoslo
Lo mire con los ojos entrecerrados.
Con una sonrisa pícara en la cara levanto el remo del agua casi empapándome por completo.
Se retorció de la risa y lo mire con cara de pocos amigos.
Tome mi remo e imite su movimiento pero con mayor intensidad mojándolo aún más.
-Que dulce es la venganza- Dije desafiante.
Su expresión risueña se transformó al mismo tiempo que volvía a mover el remo. Sin permitir que me gane también tome el mío.
Reíamos mientras nos empapábamos el uno al otro. Mis ropas ya estaban todas mojadas cuando decidí pararme para poder tomar más envión pero la barca se movía mucho por lo que caí al agua.
Niall desde el bote se reía de mi caída.
Comencé a desesperarme. No sabía nadar y estaba dentro de un río con quien sabe cuántos metros de profundidad
Sacudí mis manos en un intento de flotar pero fue en vano, estando tan alterada me era imposible dejar de moverme.
-Eso te pasa por enfrentarte a mi- Decía Niall desde el bote, ajeno a lo que me pasaba.
-Niall ayúdame no sé nadar- Le rogué con el poco aliento que me quedaba por el esfuerzo de intentar mantenerme a flote.
-Ya conozco ese truco y no voy a caer- Declaro cruzándose de brazos.
-Es enserio Niall, me ahogo, ayúdame por favor- Volví a suplicar. Aun podía sacar mi cabeza afuera gracias al chaleco pero no era suficiente y pronto me cansaría de dar manotazos inútiles al agua.
La expresión de la cara de Niall cambio cuando se dio cuenta de que no era ningún truco y de verdad me estaba ahogando.
Sin pensarlo dos veces se tiro al agua para salvarme. Cerré los ojos para protegerlos del agua y lo próximo que sentí fue su brazo rodeando mi cintura y arrastrándome hacia el bote. Me levanto para meterme dentro de este y luego él también salto dentro.
Nos dejamos caer en el medio de la barca respirando agitadamente y totalmente empapados.
-¿Estas, estas bien?- Pregunto exhausto.
Asentí con la cabeza ya que no tenía energía para hablar.
-¿Cómo es que no sabes?- Pregunto Niall una vez que recuperó el aliento-¿no es que hacías esto con tu familia?
- Sí, venía con papá y Will a veces, pero eso no quiere decir que sepa nadar- Me encogí de hombros- nunca me gustaron las piletas y eso.
Me espere un regaño de su parte pero se limitó a mirarme preocupado.
Luego de unos minutos soltó un suspiro y habló-No importa, ahora estás bien y no te pasó nada.
-Sí, gracias- Le agradecí tímidamente.
-No fue nada. Aunque me gustaría no tener que volver a hacerlo- hizo una mueca de súplica
-Te prometo que voy a tener más cuidado la próxima.
-¡¿Próxima?!-exclamó alterado-ni se te ocurra, de ahora en adelante te quiero lo más alejada del agua posible.
Revoleé los ojos- Creo que estás exagerando, además, siempre puedo contar con que vengas a salvarme.
Sonrió-siempre.
Lo recorrí con la mirada. Gotas de agua caían por todo su cabello y peluca que se había corrido por la zambullida dejando ver casi la totalidad de su verdadero cabello.
-Niall, se te corrió la peluca- Exclame preocupada.
Llevo sus manos hacia la cabeza con desesperación. Trato de acomodársela pero sus movimientos eran torpes.
Reí y me acerque a él para ayudarlo.
Con delicadeza volví a acomodar la peluca en su lugar.
-Listo- Anuncie cuando finalice con mi tarea.
Volví mi mirada hacia él, que me observaba atentamente, y me percate de nuestra cercanía.
Clavo su mirada en mis ojos y luego la bajo hacia mis labios. Levanto una mano y me acaricio el rostro con delicadeza.
Me quede parada inmóvil observándolo hipnotizada. Aquel contacto me hacía estremecer y me gustaba. Cerré los ojos y me concentre en el contacto de su mano contra mi mejilla.
Poco a poco se fue acercando para finalmente unir nuestros labios en un beso muy ansiado.

7 abr 2013

Capítulo 33


Me encontraba en mi cuarto de nuevo. Recostada en la cama y tocando algunos acordes, no era ninguna canción en especial, solo lo hacía para relajarme. Estaba muy nerviosa, ya era viernes y cada vez faltaba menos para mí cita con James o… Niall, o quien sea.
Toda la semana me la había pasado especulando sobre esta salida y me había guardado para mí las sospechas, no quería meter a Emma y Amy en este asunto. Al menos no está a haberlo oído de su boca, para estar cien por ciento segura.
Papá, por su parte y para mi sorpresa, reacciono con bastante tranquilidad cuando llegue aquella noche después haber ido con James a Nando´s. En gran parte se lo debo a mamá, que se encargó de suavizarlo y hacerle entender que yo ya era grande como para que se ponga hacer escenitas de celos por cualquier chico que se me acerque.
Mi celular sonó trayéndome de nuevo al presente.
Tome el móvil que estaba junto a mí y conteste.
-¡Lucy!, ¡mañana es el día! ¿Qué te vas a poner?- Me atropello Emma con sus palabras sin dejarme siquiera contestar- ¡Contame!- Se exalto.
Suspire- Hola Lucy ¿Cómo estás?, Bien Emma ¿Y vos?- dije ignorando sus preguntas. Me gusta hacerla sufrir.
-Si, si, si hola- Exclamo- ¡Ahora contame!
-No sé qué voy a ponerme- Inhale lentamente- Creo que le voy a pedir a Amy que me ayude a elegir, ella es toda una experta en moda- Bromee.
-Ja ja que gracioso- Escuche la voz lejana de mi amiga de los risos por el teléfono.
-¿Están juntas?- Me dirigí a Emma.
-Estoy ayudándola para el examen de matemática- Respondió Amy por su prima.
-¿Y cómo va la alumna?- Pregunte en tono burlón.
-Es un caso perdido- Confirmo la maestra.
Reí mientras escuchaba a Emma quejarse.
Mi estómago rugió. Sin cortar con la conversación telefónica tome rumbo hacia la cocina.
Revolví la alacena y la heladera riendo con cada ocurrencia de mis amigas pero lo único que pude encontrar fue un paquete de masitas Oreo a medio comer.
-No puede ser que en mi casa no haya comida- Me queje.
-Lucy son las tres de la tarde, no podes tener hambre a esta hora- Me regaño Amy.
-Lucy tiene hambre a toda hora- Le explico Emma.
Puse los ojos en blanco.
Opte por tomar las Oreos y decepcionada me dispuse a volver a mi habitación.
Estaba subiendo las escaleras cuando escuche a la madre de Emma regañando a su hija por no estar practicando para la prueba.
-Tenemos que cortar- Me informo Amy.
Reí- Esta bien, adiós.
-Chau Lucy- Respondieron al unísono y luego cortaron.
Por fin en mi cuarto deje las masitas encima de la mesita de luz y volví a tomar mi guitarra que curiosamente estaba ubicada de manera diferente a como yo la había dejado hacia unos minutos. La tome con sospecha y la gire para poder examinarla.
Mi pulso se aceleró.
Una de las cuerdas se había cortado y esta anudada en una de las clavijas, parecía que lo habían hecho rápidamente porque apenas la toque el nudo se deshizo.
-¡Will!- Grite tan fuerte como mis pulmones me lo permitieron.
Con furia salí de mi habitación y abrí de un golpe la puerta de la de mi hermano. Este estaba acurrucado bajo las sabanas de su cama.
-Will ¿qué hiciste con mi guitarra?- Lo interrogue.
-Yo no le hice nada- Mintió desde su escondite.
-¿A no? Entonces fue el fantasma el que entro a mi habitación y rompió una cuerda- Dije sarcásticamente.
-Está bien, está bien, fui yo- Admitió- Pero fue un accidente- Se excusó.
Suspire y trate de relajarme antes de asesinarlo- ¿Y se cortó así como así?- Pregunte un poco más calmada.
-No es del todo mi culpa, ¡las cuerdas estaban gastadas!- Añadió a la defensiva- Además me cortó la mejilla- Quito la sabana que lo envolvía y pude ver un fina línea roja en su mejilla derecha.
Suspiré frustrada, esta vez se había salvado-¿Te duele?
Negó con la cabeza.
-Anda a ponerte algo de hielo, para que no se hinche-Dije con el tono de voz más suave del que fui capaz.
Mi hermano asintió obedientemente y bajo de un salto de la cama. Me quedé sentada en mi lugar observando la guitarra. Wilson, había sido un regalo de papá, para mi cumpleaños número seis, había pasado todo el verano practicando con su vieja guitarra, hasta que por fin decidió que estaba lista para tener una propia. Los años pasaron y eso se denotaba en su gastada pintura color madera, el chirriar del clavijero cada vez que la afinaba y las cuerdas que solo había cambiado un par de veces. Después de todo creo que Will no tenía toda la culpa.
Mamá siempre decía que ya era hora de comprar una nueva, pero yo no podía hacerlo. Wilson era parte de mí, mi infancia, mientras siguiera en una pieza no tenía planes de cambiarla.
Me incorporé y dejé el instrumento sobre la cama. Luego salí arrastrando los pies.
Mientras pasaba por la cocina vi a Will sentado frente al TV con un gran cubo de hielo en la cara.
-¿Podrías arreglártelas solo por unos minutos?-Inquirí tomando dinero de la mesa del living, el que mis padres dejaban para ‘emergencias’-Necesito ir a comprar cuerdas nuevas.
-Sí, no hay problema-Respondió con voz vacía, lo que sea que estuviera viendo lo tenía embobado.
-Está bien, no tardo.
Dicho esto tomé mi siempre fiel bandolera que me aguardaba colgada en el perchero de la entrada y salí a la calle.
Intoxica, la casa de música habitual de papá,  quedaba a unos 20 minutos a pie de mi casa. Siendo optimista se puede decir que eso era ‘cerca’. Me coloqué mis auriculares blancos y caminé con tranquilidad.
Llegué a destino antes de lo esperado, tenía por costumbre contar la distancia en canciones, por lo general me tomaba cuatro o cinco, esta vez habían sido solo tres.
A medida que me acercaba al edificio pude notar que la gente se arremolinaba alrededor de la puerta. No fue esta que estuve frente a esta que me percaté de que no era cualquier multitud, eran todas chicas, adolescentes como yo. Busqué a mí al redor algún indicio de lo que podía estar pasando, quizás alguna oferta o algo así. Al no notar nada extraño decidí continuar mi camino pero eso sería mucho más complicado de lo que me esperaba. La puerta estaba atestada de chicas gritando, desesperadas. ¿A quién esperaban?
A empujones y recibiendo algunos codazos logre llegar a la puerta que estaba bloqueada por un hombre vestido de negro.
Entre cerré los ojos para poder analizarlo mejor.
-¡No puede ser es Paul!- Grite para mis adentros- ¡Es Paul!
Me mordí el labio conteniendo la emoción. Me recordé que ya los había visto una vez, aunque solo contribuyó a aumentar mi ansiedad. Alguno de los chicos tiene que estar comprando algo ahí adentro  pero,  ¿quién?
-Disculpe señor- Dije levantando mi rostro para poder observar mejor a Paul- Necesito comprar una cuerda para mi guitarra ¿Me permite pasar?
Después de examinarme con la mirada por unos segundos que me parecieron interminables por fin se hizo a un lado para darme el paso-Adelante señorita.
Sonreí victoriosa y volviendo a hacer uso de todas mis fuerzas terminé  de franquear a las últimas fanáticas. Una vez dentro acomode mi remera, que estaba echa un desastre por culpa de la odisea que había vivido, y me dirigí hacia el mostrador.  Allí un chico de unos veinte años, con toda la vestimenta acorde a un lugar como este, estaba muy compenetrado en la lectura de una revisa. Afiné la vista y pude divisar que era la revista ‘Rolling Stone’.
Seguí examinando el resto del local, montones de guitarras de infinitos colores, modelos y estilos colgadas en las paredes, en el sector opuesto al mostrador había un par de baterías a medio armar y un amplificador listo para que alguien conectara su guitarra y tocara un par de acordes. Volví a mirar al empleado, aparte de él no había nadie más, ni un rastro de los chicos.
-Hola- Dije para que notara mi presencia.
Bajo la revista y me miro con despreocupación. No dijo nada por lo que decidí continuar.
-Quisiera cuerdas para una Fender  Dg4 Acústica.
Sin sacarme la mirada de encima estiró la mano por debajo del mostrador y sacó un paquete de cuerdas. Ni siquiera se molestó en mirarlo antes de entregármelo con condescendencia.
-¿Kenny qué opinas de esta guitarra?- Nos interrumpió una voz demasiado conocida.
Gire mi cuerpo para comprobar mis sospechas. Efectivamente, Niall estaba parado con una guitarra eléctrica Gibson Epiphone negra, Modelo Special II en las manos.
Abrió los ojos al verme y luego sonrió. -¡Hola Lucy!-Me saludo alegremente.
-Hola Niall- Le devolví el saludo.
-¿Qué estás haciendo acá?- Se interesó.
-Wilson necesitaba cuerdas nuevas-Las palabras salieron de mi boca sin previo aviso.
-¿Wilson?-Inquirió entre extrañado y divertido.
Baje la cabeza avergonzada-Mi guitarra
-Ah, claro ya entiendo-Hizo un intento por calmarme-No sabía que tocabas.
Me  encogí de hombros para disimular mi nerviosismo-Algo.
El asintió una sola vez antes de volver a fijarse en el instrumento que cargaba –Bueno,  yo estoy buscado una guitarra para usarla en el próximo tour, ¿alguna opinión?
Observe la guitarra que tenía en sus manos- Gibson es siempre una buena opción, aunque el modelo Epiphone no creo que sea lo que estás buscando, yo elegiría algo más clásico.
Se me quedo mirando incrédulo-Ah, ya veo, ¿y qué modelo sería ese?
-Gibson Les Paul, obvio, roja, si es posible.
Tanto el Irlandés como el empleado se quedaron en silencio terminando de procesar lo que acaban de ocurrir, estoy segura de que ninguno de los dos esperaba una respuesta así de mi parte.
-De nada- Añadí con una sonrisa satisfecha y luego me gire para poder pagar. Creo que era la primera vez que no me ponía en ridículo frente a él, ahora solo tenía que salir de ahí lo antes posible.
-¿Cuánto es?- Pregunte al vendedor cuya mandíbula no se caía al piso porque está pegada a la cara.
-Tre…tres libras- Tartamudeo.
Saque mi billetera y pague al chico que aún estaba en estado de shock. Luego de guardar todo dentro de la bandolera volví a girar para irme. Niall ya no estaba, ¿es que de verdad va a seguir mi consejo?
Sacudí la cabeza, esta era mi oportunidad para salir. Aceleré el paso hasta la puerta.
Paul se corrió apenas me vio a acercarme y le sonreí a la vez que le susurraba un ‘Gracias’ al que él respondió con otra sonrisa.
Tome aire antes de sumergirme en la montonera de chicas gritando y llorando completamente desesperadas. ¿Es que yo también me veía así?
Estaba ya a mitad de camino cuando oí que alguien gritaba mi nombre.  Al principio decidí ignorarlo, entre tanta gente sería fácil confundirse, pero al ver que persistía decidí voltearme.
-¡Lucy!, ¡Lucy!- Llamaba Niall desde la puerta protegido de las fieras por Paul.
Contuve la respiración. ¿Qué estaba haciendo?, ¿por qué de repente actuaba como si me conociera?, ¿no se suponía que yo estaba saliendo con James?
Confundida di media vuelta y volví a atravesar la multitud.
-¡Llegue!- Cante victoriosa. Paul y Niall rieron.
Hice un intento desesperado por mejorar mi aspecto, alisar mi cabello y reacomodar mi ropa,  aunque no logré demasiado. Esas chicas sí que tenían fuerza.
-¿Paso algo?- Pregunte una vez que me compuse.
-Yo…- Clavó la mirada en el suelo unos instantes, ¿por qué siempre le daba tantas vueltas a todo?-  solo quería invitarte a salir- Culminó al fin.
Contuve las ganas de gritar ese ‘Esto tiene que ser un chiste’, que tenía atravesado en la garganta. ¿Qué quería demostrar con todo esto?, ¿era una especie de prueba?, ¿es que de verdad estoy loca y pienso que mi compañero de español es Niall Horan cuando en realidad no lo es? 
Me lleve la mano a la cabeza en un intento por organizar mis ideas -Lo siento pero voy a salir con alguien más.
A ver cómo se las arreglaba con eso.
-¿Con quién? ¿Cuándo?- Trato de fingir que no sabía nada pero debo admitir que es un pésimo actor.
-No creo que lo conozcas… o puede que si- Ahora la que se divertía era yo, era obvio que solo intentaba confundirme.
-No esta vez Horan, estoy segura-Pensé y suprimí una risa de autosatisfacción.
Él me miró  y volvió a sonreí de esa manera que me gusta tanto.
-Está bien,  creo que me ganaron- Levanto los brazos dándose por vencido pero sin dejar de sonreír- Otra vez será.
-Mm… no creo que sea posible-Añadí haciendo uso de toda mi confianza-De verdad me gusta este chico.
Niall rompió a reír y yo lo imite.
Paul nos miró confundido, no entendía nada y creo que yo tampoco entendía mucho lo que pasaba.
-Adiós- Dije aun riendo.
-Nos vemos Lucy- Respondió  en su perfecto español.
Me sumergí por cuarta vez en la multitud de chicas que esta vez me dejaron pasar sin problemas. Cuando caminaba pude escuchar sus murmullos, no es como si me hiciera falta, sus miradas estupefactas eran más que claras. Acababa de rechazar salir con uno de sus ídolos, algunas no podían siquiera asimilar el hecho, otras me lanzaban insultos a regañadientes, ¡por Dios era la oportunidad que todas hubieran querido tener!  ¿Quién podría creerlo? Lucy Stevenson rechazando a Niall Horan, un par de semanas atrás habría dicho que eso es imposible. Pero las cosas cambian y las personas también.