29 nov 2012

Maratón: 1000 visitas


Wow, llegar a mi casa y encontrarme con esto definitivamente me alegró el día, a menos de una semana de nuestras 500 visitas, ya llegamos a las 1000.
Esta es la parte cursi donde le agradecemos a todos los que se toman el tiempo para leernos, los que entraron una vez y dijeron 'naa, esto es malísimo' y se fueron, a todas las páginas de Facebook que nos cedieron un lugar en su muro y a los que entraron por equivocación también.
Como esto fue completamente inesperado no tuvimos mucho tiempo de preparar algo, pero si les podemos prometer otra mini maratón de tres capítulos, este sábado a las 00:00. Así que, atentos a los capítulos 8,9 y 10!

 Mientras tanto para los ansiosos que no puedan esperar, nos pueden seguir en nuestra página de Facebook, la idea es ir subiendo algunas pistas de lo que va a pasar en cada capítulo todas las semanas:
http://www.facebook.com/londonmadness1d?ref=stream

También nos pueden encontrar en las páginas de la siguiente lista:
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25 nov 2012

Capítulo 7


Mi corazón se paró. Había deseado verlo toda la semana, pero este no era un buen momento para rencontrarnos. Mis amigas no tenian ni idea que el chico que me decia princesa y me manda mensajes todos los días es el mismísimo Liam Payne y no tenia intención de contárselo por ahora.
-Pensá una idea rápido Emma- Me dije a mi misma.
-Eh… Amy porque no siguen durmiendo con Lucy, no se preocupen es solo el portero del edificio, debe querer hablar con mamá, yo me encargo de hablar con él.
-¿El portero? ¿Pero que hace a esta hora tocando la puerta?- Pregunto Amy sospechando mi mentira.
-No sé, a lo mejor tiene que decirme algo urgente. Voy a ver que quiere ustedes quédense acá- Dije y salí rápidamente del departamento sin dejar que me hagan otra pregunta.
Liam me miraba con una gran sonrisa de esas que me gustaban tanto. Trate de concentrarme y lo empuje dentro del ascensor. Él me miro desconcertado.
-¿Qué haces acá a esta hora? ¿Estás loco?- Lo interrogue nerviosa
-Solo quería darte una sorpresa porque llegamos antes, pero, parece que no te agrado mucho verme- Me miro triste y la sonrisa se borro de su cara. Me sentí muy mal y olvidándome de que estaba en pijamas, con pantuflas de jirafa y en un ascensor con un chico a las cuatro de la mañana. Acorte la distancia que nos separaba y lo abracé, el me devolvió el abrazo y estuvimos así un largo rato. Luego me separe y él me estaba mirando con su hermosa sonrisa.
-Lo siento- Dije algo sonrojada- Es solo que están mis amigas  en casa y ellas no saben que te conozco.
-Así que me ocultas de tus amigas empujandome dentro de un ascensor que por cierto ya subió y bajo el edificio varias veces- Respondió divertido.
-Si, deberíamos salir, pero no vallamos a mi piso, todavía no estoy lista para contarles a mis amigas que te conozco, se pondrían como locas.
Rió alegremente- Como quieras. ¿Son fanáticas?, digo, ¿de One Direction?
-Lucy sí, pero Amy se acaba de enterar de su existencia hace unas horas.
-¿Amy? ¿La chica que le gusta a Zayn?, si se llega a enterar que esta acá va a querer conocerla.
-Pero no se va a enterar porque ni vos ni yo le vamos a contar ¿Entendido?- Lo amenace, pero no fui muy convincente.
-Entendido- Asintió. -Pero deberías presentarlos, Zayn es un buen chico- Trato de convencerme.
Lo medité unos minutos - ¿Zayn y Amy?- Dije más para mí que para Liam. –Tal vez… lo voy a considerar.
- Como quieras- Rió
-Y…. contame ¿Cómo te fue en París?
-Bastante bien…- Se dispuso a contarme los detalles de su viaje pero los gritos de Lucy y  Amy buscándome lo interrumpieron.
-¿Qué hacen están locas?- Dije desesperada. –Liam tenés que esconderte si te ven esto no va a terminar bien, por lo menos para mí.
-Creo que mejor me voy así no causo problemas, pero mañana tenés que venir a mi casa a ver una película sin excusas- Me dijo mientras se dirigía de nuevo al ascensor. Puso un pie dentro de él y me volvió a mirar -Por cierto, lindas pantuflas- Concluyó señalando mis pies.

-Son la última moda en París, deberías saberlo- Repliqué
Liam suprimió una risa – Que duermas bien Emma.-Me tiro un beso con la mano y las puertas del ascensor se cerraron justo cuando Amy y Lucy bajaban las escaleras.
-¡Emma! Acá estabas, te estuvimos buscando por todos lados ¿Qué estás haciendo?- Me interrogo Lucy preocupada.
-¿Que tenía que decirte el portero que tardaste tanto?- Inquirió Amy con un tono de desconfianza. - O tal vez no era el portero el que te estaba entreteniendo- Con la mirada escudriñó todo el lugar. - ¿Con quién estabas? ¿Era ese chico de los mensajes?
-Em, yo…. – Sinceramente las ideas se me estaban acabando, no acostumbraba mentir, así que no era muy buena, a eso había que sumarle el hecho de que me faltaban varias horas de sueño. Suspiré- Si, era el chico de los mensajes.
Mis amigas comenzaron a gritar y saltar por todo el pasillo.
-¡Lo sabía! ¿Dónde está?- Lucy sonreía de oreja a oreja.
-¡Tienes que presentárnoslo Emm!- Exigió mi prima
-Chicas- Intenté calmarlas en vano. -¡CHICAS!- Grité. -Paren un poco, la gente está durmiendo, nos van a echar.
-Oh, está bien, volvamos al departamento- Dijo Lucy en susurros.
Caminamos por el pasillo cuidando de no hacer ruido, bueno, no más del que ya habíamos hecho. Con sigilo entramos, mamá aún no llegaba.
Mis oídos hubieran estado agradecidos de tener un poco de silencio, pero mis amigas no estaban dispuestas a darles tregua. Se pasaron toda la noche haciendo preguntas acerca de ‘el chico de los mensajes’ a la mayoría las contesté con la verdad, o una versión bastante parecida, aunque me negué rotundamente a darles un nombre, lentamente el cansancio nos fue venciendo hasta quedar profundamente dormidas.
….

Nos despertamos a las once de la mañana. Mi estómago rugió lo que me recordó que  ya casi era la hora de almorzar. Decidimos ir a McDonald’s. Trate de despertar a mamá para que venga con nosotras pero estaba muy cansada, recordé que no la había escuchado entrar anoche ¿hasta qué hora habrá estado trabajando?,  decidí que dejarla dormir sería lo mejor.
Cuando salimos del edificio me hubiera gusta encontrarme con un rayo de sol, pero vivía en Londres, así que en lograr de eso me recibieron unas grandes nubes grises, otro día de lluvia. Nos pusimos en marcha cuanto antes para tratar de evitarla.
Llegamos a McDonald’s justo a tiempo para cuando las primeras gotas comenzaban a caer. Pedimos lo usual, 3 cuarto de libra, y una vez que estuvieron listas nos acomodamos en una de las mesas junto al ventanal, para poder ver hacia afuera.
-¡Son muy tiernos!- Dijo Lucy mirando su teléfono embobada.
-¿Quiénes?- La interrogo Amy mientras le daba un mordisco a su hamburguesa.
-One Direction – Contesto Lucy. - Mira, no me podes decir que es mentira- Levanto el celular y se lo mostró a su amiga.
-Em… Si, supongo. Tomó una servilleta y con cuidado se limpió la boca. -¿Cómo se llama el morocho del hopo?, es lindo.
- Zayn, si es lindo.
Trate de reprimir la risa pero no pude.
-¿De que te reís? Son lindos- Me reto Lucy.
-Si, no digo que sean feos. Es solo que Amy….- Seguí riendo.
-¿Qué tiene que me guste uno? Inquirió ofendida. -Seguro que a vos también te gusta alguno.
-Si Emma, contanos ¿quién te parece más lindo? Mi amiga acercó el celular a mí para que pudiera ver mejor la foto.
-Em….- No sabía si confesarles que el que más me gustaba era Liam o mentir diciendo que era otro de los chicos, pero no tuve tiempo de contestar porque el móvil sonó en mi bolsillo.
“Te paso a buscar a las 4, nos vemos hermosa xx”
Mi corazón se paro y una gran sonrisa apareció en mi cara, las chicas lo notaron.
-¿De quién es el mensaje princesa?- Se burlo Amy.
-¿Qué te dijo?- Quiso saber Lucy.
-Nada- Mentí para restarle importancia.
-No puedo creer que no confíes en nosotras- Lucy sonaba herida.
Su reproche me hizo sentir culpable así que decidí contarles. - Dijo que me va a pasar a buscar a las cuatro para ir a ver una película, ¿felices?
-Aw, es más tierno.
-Genial podemos ayudarte a elegir la ropa así de paso lo conocemos- Dijo Lucy contenta.
-¡No!- Grite – Digo, no hace falta que me ayuden, ya saben que yo soy muy simple, a parte él es muy tímido.
-No vas a poder tenerlo oculto para siempre- Espetó mi amiga.
Logré evadir el tema de ‘mi cita’ el resto del almuerzo, aunque me costó bastante. Cuando terminamos de comer ya era bastante tarde por lo que las chicas decidieron irse cada una a su casa, no sin antes desearme suerte con ‘mi cita’.
La lluvia ya casi había parado así que me las arreglé para llegar a casa sin mojarme demasiado. Cuando llegue encontré una nota de mamá en la heladera.
Emma: Me fui a visitar a tu tía para que me muestre las fotos del viaje, no sé a qué hora voy a volver. Si necesitas algo llámame.
                                                                               Te quiero,  Mamá
Suspire aliviada, al menos no tendría que explicarle a dónde pasaría la tarde.
Todavía faltaban un par de horas para las 4 así que decidí darme una ducha rápida. Puse mi CD favorito de McFly a todo volumen y comencé a prepararme.
Cuando salí por la puerta del edificio ya eran las 4:30, nunca había tardado tanto tiempo en vestirme. No es como si alguna vez le hubiera dado mucha importancia, la mayoría de las veces me ponía lo primero que encontraba o algo con lo que me sintiera cómoda, pero el saber que me encontraría con Liam me había puesto particularmente nerviosa, en los libros siempre hablan de sentir ‘mariposas en la panza’, bueno, en mi caso eran avispas, asesinas, girando sin control dentro de mi cuerpo y provocándome unas horribles ganas de vomitar. Tanto así que mientas bajaba por el ascensor tuve que recordarle a mis pulmones como respirar y ni hablar de cuando vi el reloj y me di cuenta que llevaba media hora de retraso, ¿estaría esperándome?.
Me quede parada en la puerta esperando que alguien llegara. No pasó mucho hasta que comencé a sentirme como una completa idiota.
-¿Dónde estás? Susurré.
En ese momento alguien habló detrás de mí. –Ya estaba pensando que me habías dejado plantado.
Gire para encontrarme con la versión rubia de Liam parada junto a su Mini Cooper negro.
-¿Alguna vez te dije que me gustas más rubio?- Bromeé
Se acercó a mí y me tomo de la mano. –En realidad nunca me dijiste que te gustaba.
Mi cara se puso roja al instante.
-Está bien, te prometo que no le voy a contar a nadie- Agregó mientras abría la puerta del coche para dejarme entrar.
Una vez me encontré dentro cerró la puerta muy delicadamente y se apresuró a subirse del lado del conductor. Puso el auto en marcha y comenzó a  conducir hacia el norte.
Por el rabillo del ojo vi que tenía un par de CD’s  junto a su asiento. Con cuidado los tomé y me puse a examinarlos, metido entre un CD de N Sync y uno de The Script encontré + de Ed Sheeran, sin pensarlo dos veces lo coloqué en el reproductor del auto y escuché los primeros acordes de The A Team.
-No sabía que te gustaba- Comenté.
-¿Ed?, escribió un par de canciones para nosotros, es un gran artista y muy simpático.
-¿Conoces a Ed Sheeran en persona?- Contuve las ganas de ponerme a gritar.
Liam rió. – Si,  pero es más amigo de Harry que mío.
Continuamos hablando acerca de Ed el resto del camino, nos detuvimos justo cuando UNI iba por la mitad.
Cuando me bajé del auto me di cuenta de que era el mismo edificio en el que vivía Zayn, lo que me pareció un tanto extraño.
Entramos y nos dirigimos directamente al ascensor, cuando pasamos junto al mostrador de la recepción Matt me dedicó una sonrisa.
El chico que me esperaba en el ascensor la última vez no estaba ¿lo habrían despedido? Liam se acercó y apretó el número 16.
-Creí que Zayn vivía en el 16.
-Así es- Asintió mientras se quitaba la peluca.
-¿No íbamos a tu casa? Inquirí.
-Oh, sí, vivimos todos en el mismo piso, pero diferentes departamentos, menos Harry y Louis que viven juntos
-¿No se cansan de estar siempre juntos?
-Tenemos nuestros días. Se acercó a mí para acariciarme el pelo. –Pero los chicos salieron así que esta tarde estamos sólo nosotros- Se inclinó para besarme la frente.
Hubiera querido quedarme así para siempre, pero la puerta del elevador se abrió y me devolvió a la realidad.
Liam tomo mi mano. – ¿Vamos?
Lentamente caminamos hasta una puerta blanca, departamento B50. Liam revolvió en su bolsillo hasta sacar un juego de llaves. Abrió la puerta y me invitó a pasar.
El departamento era casi igual al de Zayn pero se notaba que estaba decorado con los gustos de su dueño, muy diferentes a los del otro chico.
-Entonces ¿Qué película querés mirar?- Me pregunto mientras revolvía entre la mesita de la TV- A ver tengo Toy Story….
-¡Esa! – Grite más con más emoción  de lo que debería – Veamos esa- Agregué algo más calmada.
-Bien. Se agachó para poner la película dentro del reproductor de DVD. – ¿No quieres algo para tomar o para comer?, creo que tengo algo de palomitas de maíz.
-Si claro- Respondí lo suficientemente fuerte como para que pudiera oírme desde la cocina.
Me dediqué a observar mejor los detalles del departamento. Sobre una mesita me encontré con un par de fotos. En una de ellas se podía a ver a Liam parado junto a un hombre alto, de cabello oscuro y una mujer rubia ¿sus padres tal vez?, justo en frente había otra en dónde él y dos chicas rubias reían, pero la que más llamo mi atención fue una de un nene de unos 5 o 6 años vestido con un traje de vaquero y sosteniendo un muñeco de Woodie.
Me obligué a contener la risa y seguí caminando hasta que me encontré con dos peceras. Absorta me acerqué para verlas mejor, en ellas nadaban dos tortugas, a una le faltaba una pata.
- Bien, creo que estará listo en unos minutos- Liam volvió de la cocina. –Ah, veo que ya conociste a mis tortugas – Dijo muy orgulloso- Son Archimedes y Boris, ¿Te gustan?
-¿Por qué a una le falta una pata?- Inquirí algo asqueada.
Liam rió.
-No sé exactamente que paso, llegue de una gira y se estaban mordiendo entre sí y a Archimedes le faltaba una pata, tuve que separarlas después de eso – Lo gracioso de su historia no me dejó contener más la risa, me miro con cara de ofendido.
-Bueno deja ya de reírte  de mis pobres tortugas.
-Lo siento- Tragué saliva y continué hablando. -¿Cuándo pensabas contarme de tu pasado como cowboy? Pregunté señalando la foto.
Las mejillas de Liam ardieron. – ¡Se suponía que no tenías que ver eso!
-Eras muy tierno, ¿qué te paso?
-No todos podemos ser tan tiernos- Con delicadeza me acarició la mejilla.
Pude sentir el calor de su mano contra mi piel. Intenté decir algo pero para ser sincera no se me ocurría nada y no estaba segura de que mi boca fuera capaz de articular palabra.  Liam continuó acercándose a mí, me pregunté si no estábamos yendo demasiado rápido, digo, no nos conocíamos tanto, pero parecía que ya no tenía control sobre mi cuerpo, no quería apartarlo. Antes de poder hacer algo un ruido me sacó de mis pensamientos.
Asustada di un salto. - ¿Qué fue eso?
Liam se asomó a la cocina. –Creo que las palomitas ya están listas- Tomó un boul de una de las alacenas y lo llenó. Luego camino hasta la mesita frente al sillón y lo dejó allí.
-¿Te podes sentar sabes?- Dicho esto me empujo hacia el sillón que se hallaba frente al televisor y se sentó junto a mí.
Durante la película me puse nerviosa al sentir la cercanía de Liam y me pareció que me estaba sonrojando, por suerte estaba oscuro y no se podía ver mi cara. Estábamos ya por la mitad cuando  me rodeo con sus brazos, lo que hizo que mi corazón comenzara a latir a mil por hora. Poco a poco me fui relajando, más aún cuando vi que él también se sabía todos los diálogos de memoria. Cuando aparecieron los créditos terminamos cantando juntos ‘You’ve got a Friend in Me’. Apoyé mi cabeza contra su pecho para poder sentir mejor su voz.
-Deberías ser cantante- Bromeó.
-¿Crees que tengo una oportunidad de entrar a la banda?
Liam estaba entretenido jugando con mi cabello. –No estamos buscando un sexto miembro por ahora, pero si alguna vez lo hacemos, vas a ser la primera en la lista.
Ambos reímos. Otra vez quedamos muy cerca uno del otro. Una corta distancia separaba nuestros labios. Mi corazón se aceleró parecía un sueño, pero me había olvidado que no podía tener tanta suerte.
Mi teléfono comenzó a sonar.
`Hija ¿dónde estás?’

-Tengo que irme. Dije con un hilo de voz. –Mamá está preocupada.
-Oh, está bien- Liam sonaba decepcionado. –Yo te llevo.
 Sin dar lugar a discusión me tomó de la mano y me ayudó a levantarme.
Liam me acompañó hasta la puerta del edificio. Había dejado el auto un par de cuadras más lejos.
-No tenías que acompañarme hasta la puerta. Comenté
- Con tu suerte caminar sola dos cuadras puede ser muy peligroso.
Lo golpeé en el hombro.
-Ouch, eso me dolió.
-¿Y así me vas a proteger?- Comenté sarcástica.
-Ya funciono un par de veces. Espetó.
Continuamos caminando hasta detenernos a unos metros de la puerta.
-¿Vas a poder subir sola hasta tu departamento?
- Sobreviviré.
Con cuidado me besó la frente.
-Nos vemos Emma- Dijo y comenzó a alejarse de mí.
-Nos vemos-  Conteste
Cuando la figura de Liam se perdió en la oscuridad di media vuelta y entré en el edificio.
Abrí la puerta y me encontré a mamá sentada frente al televisor.
-¿Te acordaste de que tenés una casa?
Con cuidado me acerqué a ella. – Perdón, estaba con Lucy y te juro que se me paso la hora, no fue mi intención.
Se quedó en silencio unos minutos, luego suspiró. – Está bien Emma, ¿tenés hambre? Puedo cocinar algo.
Pude notar las ojeras en sus ojos, el trabajo la estaba matando. –No, está bien, me las puedo arreglar con las sobras.
-De acuerdo- Apagó la TV y se levantó del sillón. –Si no te molesta creo que voy a dormir.
Se acercó para darme un beso en la mejilla y luego comenzó a caminar hacia su cuarto.
-Hasta mañana- Dije.
Rápidamente tomé unos restos de pollo que había en la heladera,  desde quien sabe cuándo, y los puse en el microondas. Cuando el aparato sonó saque el plato, tomé un vaso con agua y me senté en la mesa. Tomé mi notebook y la encendí.
Estaba revisando mi twitter cuando sonó mi celular. Hable lo más bajo posible para no despertar a mamá.
-¿Es que no podes pasar una hora sin verme?- Cuando terminé de hablar me mande un pedazo de pollo en la boca.
 -Emma, tengo que decirte algo- Parecía preocupado.
Tragué rápidamente. -¿Pasa algo?
Liam tardó unos minutos con contestar. –Creo que va ser mejor si lo ves vos misma. ¿Por casualidad no tenés una computadora cerca?
-Si, tengo mi notebook prendida.
-Bien, esto va sonar raro, pero ¿el nombre Perez Hilton te suena?
-Liam, se que parece que vivo en un termo, pero no es tan así- Comenté sarcástica.
-Lo siento- Otra vez el silencio. –Deberías entrar a su página y ver su última foto.
-Está bien pero no entiendo por qué tanto misterio.
Me apresuré a tipear y abrir la página, fue entonces cuando vi la foto. Sin querer dejé caer el tenedor al piso y tuve que tomar un gran sorbo de agua para no ahogarme con la comida.
-¿Estás bien? Preguntó Liam.
Intenté calmarme, con cuidado tragué saliva, suspiré y dije. –Liam, ya no podemos hacer esto.

Capítulo 6


Esto era un completo desastre. No sé en qué pensaba cuando les permití quedarse en el departamento, si esas fan no hubieran venido después de haber encontrado el auto de Liam estacionado afuera del edificio, nada de esto estaría pasando.
Niall había asaltado mi heladera en busca de comida. Se estaba preparando un sándwich tan grade que no supe como haría para que le entrara en la boca. Le había puesto todo lo que encontró.
Louis y Harry estaban peleando por el control remoto. Harry empujó a Louis y lo hizo caer en el sillón, que se encontraba en frente de la televisión, y luego se tiro encima para seguir peleando.
Temí que rompieran el sillón preferido de mamá pero me olvide de todo cuando mi mirada se poso en Liam. Estaba sentado en el desayunador de la cocina con los codos apoyados en él y miraba con una expresión de tristeza como Niall intentaba comerse el sándwich.
Quise ir a hablar con él pero sentí un ruido extraño que prevenía de mi cuarto. Abrí la puerta asustada y me encontré a Zayn tratando de juntar los pedacitos de vidrio de un portarretrato que se había roto.
-¿Qué pasó?- Le pregunte algo molesta
- Oh Emma lo siento mucho, me estaba mirando al espejo y sin querer hice caer el portarretratos que había en el tocador- Se disculpo arrepentido y bajo la mirada apenado.
-No hay problema Zayn, puedo comprar uno nuevo- Le conteste con una media sonrisa en la cara para que no se sintiera culpable.
-No, no, yo lo rompí así que yo te voy a comprar uno de repuesto
-No hace falta…- no me dejo terminar.
-Si hace, te lo voy a comprar y no se discute mas- Dijo decidido. Puse los ojos en blanco e hice un ademan para irme, pero él me llamo.
- ¡Emma espera!
-¿Qué sucede?- respondí girando la cabeza.
-¿Quién es? Digo… la chica de la foto.
Me acerque para mirar la imagen. En ella estaba con mi prima Amy, en su última fiesta de cumpleaños, no era muy antigua porque hacia muy poco había cumplido sus 17 años.  Amy era mayor que yo pero solo por unos meses, por lo que eramos muy unidas. Pero se había ido de vacaciones con su familia a  Irlanda, a mi tía le encanta viajar. Hacía ya dos semanas que no la veía y empezaba a extrañarla.
-Es Amy, mi prima.
-Es muy linda- dijo en un susurro para que yo no escuche.
-¿Qué dijiste?- Trate de oprimir la risa.
- Eh…. Nada solo quería saber si existe la posibilidad de que algún día me la presentes- Parecía nervioso.
-¿A quién? ¿A Amy?- Pregunte para molestarlo.
-Si, si a ella- Respondió y note que empezaba a ruborizarse.
-Creo que si ¿Por qué no?, eso si ella quiere conocerte- y no aguante mas, empecé a reír tan fuerte que los chicos, que estaban en la cocina, vinieron a ver qué pasaba.
-¿Qué paso acá? y ¿Por qué Emma ríe como una demente?- Nos interrogo Louis
- A Zayn le gusta mi prima Amy y esta tan rojo como un tomate- Solté al fin y continúe riendo como una loca. Me di cuenta de que estaba haciendo el ridículo y trate de recomponerme rápidamente.
-Bueno si vamos a hacer competencia vos también te pusiste muy roja cuando Liam te pidió perdón hace un rato- Contraataco Zayn algo avergonzado.
-Con la diferencia de que en Emma eso se ve lindo- Dijo Liam en mi defensa. Lo mire y luego baje la cabeza antes que el rubor vuelva a aparecer en mí.
-Así que nuestro  DJ Malik ha caído bajo el hechizo de una señorita, si querés que te de algún consejo de como conquistarla podes pedirme, siempre estoy dispuesto a ayudar a mis amigos- Intervino Harry con una sonrisa picara en la cara. Zayn puso los ojos en blanco y trato de decir algo pero Niall lo interrumpió.
- Yo puedo recomendarte un buen restaurante de comida para que la lleves.
-Niall- Grito Liam- No hables con la boca llena.
-Lo siento- Respondió de nuevo con la boca llena y provocó que riera.
-Niall….- estaba diciendo Liam pero se cayó porque se escucho que la puerta de entrada al departamento se cerraba y alguien gritaba mi nombre.
-Emma, ¿estás en casa?- era mamá que había vuelto del trabajo.
Intenté pensar rápidamente en un modo de esconderlos, qué le iba a decir, ‘hola má ellos son One Direction y se están escondiendo de sus fans’, perfecto.
A medida que sentía el ruido de sus pasos en el pasillo les susurré a los chicos que se escondieran pero no lograron entenderme.
-Hija- Comenzó a decir mientras abría la puerta. -¿Quiénes son estos chicos?- Concluyó la frase con una mueca de sorpresa en su cara.
-Hola mamá- trate de parecer tranquila- Ellos son mis… amigos.
-Aja y ¿se puede saber cómo se llaman tus amigos?- Dijo con una expresión divertida.
-¡Ah!, Si. Ellos son Liam, Harry, Louis, Niall y Zayn- señale a cada uno.
-Mucho gusto chicos, mi nombre es Marie- Contesto mamá tan educada como siempre.
-Un gusto conocerla señora, en… no queremos molestarla así que ya nos vamos ¿no?- Liam le dedico una mirada acecina a sus amigos. Supuse que debió de haber notado mi incomodidad.
-No se preocupen, ¿están seguros que tienen que irse? ¿No quieren algo para comer?- Les ofreció mamá. –Los amigos de Emma siempre son bienvenidos.
-Se lo agradecemos señora, pero no podemos, muchas gracias igual otro día será- respondió Zayn mientras me miraba de soslayo.
-Bueno, creo que un poco de ese brownie de chocolate que hay en su heladera no estaría mal- Sonrió alegre Niall.
De no haber estado mi mamá presente puedo asegurar que Liam lo hubiera golpeado.-Pero ya es tarde y Marie debe estar muy cansada Niall- Dijo con voz severa.
Sin dejarlos mediar alguna otra palabra prácticamente comenzó a arrastrarlo hacia la puerta. Como pudieron los chicos se despidieron de mamá y yo los acompañé hasta la puerta. Esperaba poder hablar con Liam, pero mamá nos siguió muy de cerca, por suerte me las arreglé para hacerle gestos con la mano para indicarle que lo llamaría más tarde. La puerta se cerró y respiré aliviada, aunque sea por un momento. Me armé de valor y di media vuelta para enfrentarme a mamá.
-Parecen muy agradables- Comentó mientras se servía un vaso de agua en la cocina. Esperé a que tragara mientras mi cabeza iba a mil por hora sospesando posibles excusas.
Finalmente dejó el agua sobre la mesada. –Bien, creo que será mejor que me bañe ya.
-¿Eso es todo?- Inquirí desconfiada. -¿No vas a preguntarme nada más?
-¿Hay algo que deba saber?
Posiblemente el hecho de que son una de las bandas pop más famosas de la actualidad.
-No, nada fuera de lo normal.
-Entonces no, no voy a preguntarte nada más Emma, confío en tu sentido para juzgar a la gente. Se acercó a mi –Aunque deberías avisar la próxima más que los invites, vamos a necesitar más comida, sobre todo para ese chico rubio.
Suprimí una risa. –Creo que tenés razón. Prometo avisarte la próxima.
-Muy bien-
Con cariño me besó la frente.
Me quedé allí parada hasta que mamá se metió en el baño.
Mi celular me despertó en la mañana, aunque no era el tono de mi alarma, había recibido un mensaje de texto.
‘Buenos días princesa, lamentablemente tuve que viajar a Paris por cosas de la banda pero voy a volver pronto y vamos a ir a ver una película juntos, te lo prometo. Que tengas un lindo día. Xx’

Le sonreí como una tonta a la pantalla como por unos 5 minutos hasta que mi alarma sonó y me devolvió a la realidad. Me apresuré a responder para luego levantarme de la cama y comenzar a prepararme para la escuela.
‘No te preocupes, y.... ¿Qué tal París?’
Llegue a la escuela con un humor más alegre de lo normal, saludé a Lucy quién parecía un tanto cansada. Nos sentamos juntas en nuestro banco de siempre, al fondo en una de las filas del medio.
Generalmente el banco del frente lo ocupaba Amy, quién siempre estaba demasiado malhumorada en las mañanas como para soportar un compañero.
Mire con melancolía el lugar vacío dónde se suponía debía estar mi prima.
-Vuelve mañana Emma, vas a sobrevivir un día más- Dijo Lucy sin apartar la mirada de su cuaderno.
Suspiré. – Mis mañanas no son lo mismo sin su cara de zombie.
Ambas reímos.
Nos pasamos el resto de la mañana planeando la bienvenida de Amy, acordamos en que sería el viernes.
-¿Estás segura de que estás libre el Viernes? ¿No tenés planes con Andy ni nada?
Mi amiga bajo la mirada. –No, Andy y yo, nosotros. Se detuvo un momento para seleccionar sus palabras. –Ya no estamos más juntos.
-¿Por qué? ¿Qué paso?- La interrogue preocupada.
-Nada es solo que… Lucy no pudo contenerse más y comenzó a sollozar. Intente que se calmara al mismo tiempo de que vigilaba que la profesora, quien estaba muy concentrada en su charla sobre la segunda guerra mundial, no estuviera mirando.
-No te preocupes siempre fuiste demasiado buena para él, vas a estar mejor así- Trate de sonreír.
-Si tenés razón fui una estúpida, pero bueno, ya paso- Se enjuago las lágrimas y me sonrió.
El resto de la mañana trate de ser muy precavida y no nombrar a Andy, lo último que quería era verla llorar otra vez. La mayor parte del tiempo discutimos los detalles del viernes por la noche. Lucy insistió en encargarse de todo, normalmente la hubiera obligado a dejarme hacer algo, pero creo que estaba buscando algo que hacer para mantener su cabeza ocupada y no pensar en… bueno, en ya sabemos quién.
El resto de la semana fue más o menos igual, con Liam en París por toda una semana mi vida volvió a ser tan aburrida como siempre, es extraño lo mucho que una persona puede cambiarte en tan sólo un par de días. Nos mandábamos mensajes casi todos los días, él me contaba sobre las fans, las giras, los ‘meet and greet’ y yo le hablaba de la escuela, mis amigas y lo que hacía, que básicamente era siempre lo mismo, pero él siempre parecía feliz de saber lo que estaba haciendo, no entiendia como mi vida de adolescente normal le podía resultar interesante. Todavía nos estábamos conociendo, así que también hablábamos mucho de nuestros gustos.

El Martes en la tarde fui con mamá a recibir a Amy al aeropuerto, cuando vi a prima aparecer entre medio de la gente me dieron unas ganas locas de ir a abrazarla, la había extrañado tanto, pero sabía que si lo hacía me apartaría de inmediato, no es de lo más sentimental.
-Nada de abrazos ni besos por favor- Dijo a medida que se acercaba a nosotras cargando con una maleta de su mismo tamaño.
Mi tía puso los ojos en blanco. –Amy, no es necesario que seas tan apática todo el tiempo.
-¿Cómo estuvo el viaje? Preguntó mamá para calmar un poco los ánimos.
Rápidamente mi tía comenzó a narrarle sus vacaciones mientras caminaban hacia la salida.
Mi prima y yo nos quedamos un poco más atrás.
-¿Viste muchos colorados?
Ella río y acomodando su cabello rizado contestó. –Menos de los que esperaba, ninguno parecido a Ed Sheeran lamentablemente.
Suprimí una risa.
-No te burles, se suponía que encontraría a mi futuro marido en este viaje- Bromeó
-Claro. Y… ¿me trajiste algo?
-Si, tengo un duende escondido en mi maleta, pero tenemos que salir del aeropuerto antes de que te lo dé.
-¿Le puedo poner el nombre que yo quiera?
Ambas reímos y olvidando completamente que mi prima lo odiaba la abrasé con mucha fuerza.
-Te extrañé idiota.
-Me estás despeinando- Se quejó.
-Vos no te peinas- Espeté soltándola.
-Ya sé, pero funciono para que me soltaras.
Continuamos charlando acerca de su viaje todo el trayecto camino a su casa, que quedaba a un par de manzanas de la mía.  Con mamá nos quedamos hasta bien entrada la noche allí escuchando anécdotas.
La mañana del Miércoles me costó horrores despegarme de la cama.  Como pude me preparé y fui a la escuela. 
Lucy ya se encontraba abarrotando a Amy con sus preguntas cuando yo llegué. Las cosas parecían volver a la normalidad de a poco.
Liam me llamó el jueves por la noche. Aunque estaba increíblemente cansada al escuchar su voz todo mi cuerpo se despertó, parecía que podría mantenerme despierta por horas hablando con él, y así fue. Eran aproximadamente las 4 am cuando colgué y sólo porque él sonaba cansando también. Lo último que me dijo fue que volvería el domingo.
El viernes  me sentía como un completo zombie después de dos noches con poco sueño.
En clase me costaba mantener los ojos abiertos así que Lucy tenía que andar golpeándome con el codo para que no me quedara dormida.
-Será mejor que duermas algo Emm- Comentó Amy.
Lucy asintió. -¿Qué andas haciendo que no dormís? ¿Estás teniendo pesadillas otra vez?
Bostecé. –No, hace mucho que no tengo pesadillas…
No pude terminar la oración porque el móvil vibró en mi bolsillo. Como ya suponía de quién podía ser me apresuré a verlo, aún sabiendo que me podrían regañar.

‘Perdón por no dejarte dormir anoche princesa, pero te extraño demasiado’

La sonrisa tonta apareció en mi cara otra vez estaba a punto de contestar cuando Lucy hablo.
-Con que por eso no estás durmiendo.
Pude sentir que mis mejillas se encendían. -¿Qué cosa?
-‘Princesa’ deberías dejar de hablar con chicos toda la noche y dormir un poco más.
-¿Me voy del país dos semanas y ya te conseguís un novio?- Preguntó Amy haciéndose la ofendida.
-¡Lo peor es que no nos contó nada!
-No es mi novio- Espeté.
-¿Entonces que es princesa?- Inquirió mi prima.
-Nosotros… Dudé unos minutos, en realidad no sabía que éramos, yo no me consideraba,,,, digo, él no me lo había pedido, no es como si hubiera tenido oportunidad, además, todavía nos estábamos conociendo.
-¿Y bien?- Lucy sonreía expectante.
-No sé- Solté al fin.
-Emma está enamorada, Emma está enamorada- Comenzó a cantar mi amiga colorada.
-Wow Lucy que madura- Comenté sarcástica.
-Ay princesa, no seas malhumorada- Esta vez era la chica de los rulos la que hablaba.

Continuaron con sus chistes toda la mañana. Debo admitir que me sentía algo culpable porque si bien no les había mentido, no acostumbraba a ocultarles cosas a mis amigas,  pero lo más prudente por ahora sería mantener todo lo más secreto posible.

Cuando llegué a casa del colegio mamá ya se había ido a trabajar, le tocaba guardia otra vez. Me tomé mi tiempo para bañarme y preparar una mochila con todo lo que llevaría a casa de Lucy, estaba ya casi lista cuando el teléfono fijo sonó. Inmediatamente reconocí la voz de mi prima.
Al parecer el hermanito de Lucy tenía gripe así que no podríamos juntarnos en su casa esa noche. Las chicas pensaron en cancelarlo y dejarlo para la semana siguiente pero dado que mamá no estaba le dije a Amy que podríamos quedarnos en mi departamento. Ella aceptó y acordamos que le avisaría a Lucy.
Mis amigas llegaron al redor de las 10pm. Amy entró sin tocar y se fue directo a mi habitación mientras que  Lucy, cargando con un montón de bolsas con comidas de todo tipo, trataba de no chocarse nada a su paso.
Nos sentamos en ronda alrededor de la televisión que estaba en mi cuarto y nos pasamos la mayor parte de la noche hablando de cosas sin sentido y devorando la comida que Lucy había comprado.
Todo parecía ir bien, estaba comenzando a divertirme y a dejar a un lado mis sentimientos de culpa cuando al destino se le ocurrió recordarme que yo no podía tener tanta suerte.
Habíamos dejado la TV prendida en MTV aunque en realidad ninguna le estaba prestando atención a la programación hasta que Lucy comenzó a gritar.
-¡Es el vídeo nuevo de One Direction!
Amy, que estaba desparramada sobre la alfombra del piso, giro la cabeza para ver la pantalla. -¿Y esos?
-Amy, a veces pienso que vivís en un termo- Contestó algo molesta.
En lugar de ofenderse ella sólo rió.
De no haber estado tan preocupada me habría reído también, ¿cómo había podido olvidarme del vídeo? Sabía que eventualmente lo lanzarían pero nunca pensé que fuera tan rápido. Contuve la respiración, ¿Qué les iba a decir a mi amigas? ¿Y si mamá lo veía? No es como si ella mirara este tipo de cosas pero con mi suerte todo podía pasar.
Si bien sólo duro unos minutos para mi fueron horas, la mayor parte del tiempo enfocaban a los chicos, pero cada vez que las fans aparecían mi cuerpo se tensaba, aún así, en medio de todo mi miedo, tuve tiempo de derretirme ante la sonrisa perfecta de Liam y la forma en que te torcía cuando cantaba, ¿por qué el Domingo tardaba tanto en llegar?
Por fin la canción terminó y poco a poco logré calmarme.

-No puedo creer que alguien pueda resistirse a Liam- Dijo Lucy unos segundos después.
-¿Qué cosa?- Preguntó Amy incorporándose.
-El otro día Alan Carr los entrevistó y Liam contó que le gustaba una chica pero que ella no le correspondía.
-¿Y Liam es…?
-El que cantó el primer verso.
- ¿Y no dijo quién era la chica?
Me revolví en incómoda.
- No, aunque hay rumores de que es una fan de las que aparecen en el video.
-Tengo sed, ¿alguna quiere que le traiga algo de beber de la cocina?- Las interrumpí. Necesitaba salir de ahí,  estaba demasiado nerviosa, ¿de dónde había sacado Lucy esa información?

Ambas negaron con la cabeza.

Volví de la cocina con un vaso cargado con jugo de naranja y las encontré discutiendo acerca de cuál película miraríamos primero.
-A salvo por ahora- Pensé.
Serían las 4am. Cuando mis amigas y yo despertamos. Nos habíamos quedado dormidas después de una maratón de comedias románticas,
Alguien estaba tocando la puerta.
Mi prima se desperezó y puso su mejor cara de pocos amigos. -¿Quién puede ser a esta hora?
-Tal vez es tu mamá Emm- Comentó mi amiga un tanto preocupada.
-No creo, ella siempre se lleva llave.
-¿Y si es un ladrón?- Inquirió asustada.
-Claro, porque un ladrón va a tocar la puerta para avisarte que ya llegó- Contestó Amy con un tono sarcástico.
-Acompáñenme a ver- Dije y me puse de pie.
Las tres caminamos juntas por el pasillo, mientras Amy trataba de calmar a Lucy. Me puse en puntas de pie para observar por la mirilla.
Al parecer ya se le había vuelto una costumbre aparecerse por mi casa a altas horas de la madrugada. Liam Payne  estaba parado frente a la puerta con una amplia sonrisa en su rostro.

24 nov 2012

Cumplemes y 500 visitas


Para festejar nuestras 500 -520 ahora-  visitas, decidimos hacer una mini 'maratón' de dos capítulos de Superhuman, esta noche a las 00:00hs a modo de agradecimiento. También se cumple un mes (y tres días) de la inaguración el día  21/10/11. Así que atentos a los capítulos 6 y 7

18 nov 2012

Capítulo 5


Afuera todavía llovía pero no me importo estaba demasiado enojada. Camine sin rumbo fijo porque no sabia donde estaba ni como llegar casa. Nunca había venido por esta zona de Londres, parecía un barrio privado, no le di importancia y seguí vagando.
Estaba completamente mojada. Me percate de que no solo era agua lo que caía por mis mejillas. Estaba llorando, no entendía porque lo hacia pero no iba a permitir que un chico que apenas conocía me hiciera sentir mal.
Empezaba a desesperarme porque no sabía como volver, cuando escuché una voz, que me resulto conocida, gritando mi nombre. Trate de no mirar para atrás y apreté el paso, lo ultimo que quería era hablar con él. Pero Liam fue más rápido y me alcanzó, me tomo del brazo y me obligo a girarme para mirarlo.
-Emma perdóname yo no quise decirte esas cosas es que estaba muy…. Se detuvo en seco. - ¿Estas llorando?
-No, es que esta lloviendo ¿no ves? – le respondí de forma cortante.
- Ja, Ja- Rió sarcástico. - No soy tonto, estas llorando a mi no me engañas ¿Es por mi?
-Te digo que no estoy llorando – Dije casi gritando.
-Este bien, esta bien, ganaste,  no estas llorando ¿contenta?
-Un poco, ahora si me disculpas tengo que encontrar el camino casa- Comencé a girarme para continuar mi camino pero me detuvo.
-Emma espera por favor, por lo menos déjame llevarte a tu casa. Estas toda mojada y no quiero que te resfríes.
-Ah ¿así que ahora te preocupa mi salud? No gracias, puedo soportar un simple resfriado- Con un movimiento brusco lo aparté.
- ¿A si? Bueno eso si encontras tu casa, porque para tu información queda para el otro lado- Se burló con una sonrisa en su cara.
Mierda. Me quede parada en donde estaba y no dije nada, ¿Porque  tenia tanta mala suerte?
-Emm… yo podría llevarte en mi auto- Respondió casi riéndose. Me di media vuelta y camine hacia él.
-Esta bien podes llevarme a casa pero solo porque no se como llegar, todavía sigo enojada- Respondí a regañadientes.
-Okey, allá esta mi auto-Señalo un mini cooper negro que estaba estacionado en la otra cuadra ¿Cuánto tiempo abría estado siguiéndome? Comencé a caminar hacia el auto sin decir ni una palabra, entre en el y Liam hizo lo mismo. Arrancó el auto y salió rumbo a mi departamento.
Trate de no decir nada en todo el viaje pero al parecer mi ‘chofer’ no pensaba dejar las cosas como estaban.
- Te juro que no fue mi intención hacerte sentir mal es que estaba...- Pude ver como los músculos de su cuerpo se tensaban, le estaba costando mucho trabajo terminar la frase. –Estaba celoso- Soltó al fin.
 Me quede helada en mi asiento. ¿Era cierto? Liam Payne, ese chico con unos ojos hermosos, una sonrisa que puede derretir a cualquiera y una vos de ángel, ¿Estaba celoso?… ¿por MI?
-¿Celoso? ¡Ya te explique lo que paso!, aparte ¿Porque estarías celoso si no somos nada?- Dije a la defensiva.
-No lo sé- respondió y la sonrisa se borro de su cara.
Después de eso no hablo mas en todo el trayecto al departamento, el silencio era asfixiante, me pregunté si no estaría siendo muy dura con él, pero rápidamente borre esa idea de mi cabeza. Cuando llegamos me baje del auto y le di las gracias para luego salir corriendo a casa.
Entre en el departamento y me fui a sacar la ropa mojada. Mamá todavía no había llegado del trabajo puesto que me bañe y me fui a acostar sin tener que dar ningún tipo de explicaciones de por qué estaba toda mojada y llorando.
….
Al otro día me desperté temprano y me quede con mi  pijama de Coca-Cola puesto. Me lo había comprado una vez cuando había ido a USA  de vacaciones con mamá. Junto  con mis pantuflas de jirafa eran el conjunto perfecto para un día gris y lluvioso como aquel, parecía que mi humor controlaba el clima, no tenia pensado salir de casa. Fui a la cocina a buscar algo para desayunar  y allí estaba mi mamá con su uniforme del hospital lista para volver a su trabajo.
-Buenos días má- Dije suprimiendo un bostezo
-Hola hija ¿Queres que te prepare algo para desayunar?
-Oh, si, gracias- Sonreí. Me preparo el té y algunas tostadas para que coma.
-Emma ¿Tuviste otra pesadilla anoche?- Me interrogo preocupada
-No ¿Por qué?- Mentí
-¿Segura? Tenes ojeras y pareces cansada.
-No, no, enserio no me paso nada, debe ser porque anoche me acosté tarde, ¿Queres una tostada?- Cambié de tema rápidamente.
-No, esta bien gracias. Bueno me voy a trabajar, nos vemos a la noche- Besó mi mejilla y se fue. 
Lo cierto era que si había tenido un sueño algo raro que no me había dejado dormir bien.
En él me encontraba sumergida en una especia de océano, pero por extraño que sueno no me faltaba el aire, solamente flotaba, era bastante relajado en comparación con mis pesadillas de siempre, hasta que siento que una gran fuerza comienza a arrastrarme al fondo, intento luchar para ascender pero mis esfuerzos son imposibles, me estoy ahogando. La superficie parece cada vez más lejana, la luz comienza a desaparecer, cada vez me hundo más hasta que finalmente, llego al fondo, durante unos segundos todo es oscuridad, de pronto una luz se enciende e ilumina una única porción de arena, allí reposa tranquila una rosa roja,  la tome con delicadeza pero eso no fue suficiente, puedo sentir la espina clavándose en mi dedo cuando despierto.
Algo turbada me miro la mano donde debería estar la marca del pinchazo, no hay nada. No sé que podría significar ese sueño pero fue muy extraño.
Termine de desayunar y llame a Lucy para preguntarle si quería venir  a ver películas conmigo, pero como siempre ya tenia planes para salir con Andy. Le dije que no me importaba y que no se preocupe, luego me fui a mi cama y empecé a hacer zapping para ver si encontraba alguna película interesante.
Como no encontré ninguna decidí dejar el programa de Alan Carr, Chatty Man, me encantaba, siempre me hacia reír mucho, además cada tanto están invitadas algunas de mis celebridades favoritas, aunque contadas veces.
Mientras revolvía el frizzer buscando helado escuche que Alan hablaba de una banda que iba a estar en su programa pero no pude escuchar quien era. Ni se me ocurrió que pudieran ser ellos, digo ¿cuánta mala suerte puedo tener?,   hasta que los vi bajar por las escaleras no me di cuenta de lo cruel que el destino estaba siendo conmigo, casi todos tenían  unas sonrisas grandes en sus caras, parecían felices, excepto uno.
¿Por qué no cambie de canal inmediatamente después de que lo vi?, no sé, creo que soy algo masoquista después de todo.
Alan hizo sus chistes habituales, les ofreció algo de beber y se acomodó en su sillón listo para empezar la entrevista. La mayoría de las preguntas estaban dirigidas a los otros miembros de la banda, así que Liam no era enfocado por la cámara muy a menudo, hasta que llego la hora de la pregunta que menos me hubiera gustado que él contestara.
-Entonces, Liam- Comenzó a decir Alan.
Pude sentir puntadas en el pecho cuando hicieron un primer plano de su cara, como el pinchazo de la espina, pero multiplicado mil veces.
-Eres uno de los solteros más codiciados de Londres, por no decir de todo el Reino Unido, pero, lo que todo el mundo se pregunta es ¿no hay ninguna chica especial en tu corazón?
-Oh, genial- Pensé en voz alta.
Liam se revolvió en su asiento algo incómodo, pude ver como Zayn lo miraba fijamente. –Bueno, en realidad hay una chica- Contesto.
El público en el estudio murmuraba.
-Aja, ¿se puede saber quién es la afortunada?- Se apresuró a preguntar Alan.
-En realidad no creo que ella quisiera que diga su nombre, además, está fuera de mi alcance.
-Sinceramente Liam no creo que ninguna chica pueda resistirse a vos ¿qué paso entre ustedes?
-Ella no es como las otras chicas, es especial- Vi como intercambiaba miradas con sus compañeros de banda. –Pero fui un completo idiota y arruine todo.
Gritos de decepción por parte de la audiencia.
-Oh, conmovedor. Aunque no creo que debas darte por vencido ¿qué tal si le dices lo que sientes? Con suerte estará mirando el programa en este momento, si es que tiene buen gusto claro está- Bromeó el conductor.
Liam dudo unos minutos algo inseguro.
-Vamos Liam, ¿Qué perdés con intentarlo?- Lo animó Zayn.
Plano completo de su cara otra vez, el dolor que hasta entonces sentía en el pecho se había esparcido por todo mi cuerpo, contuve la respiración.
-Ni se te ocurra- Le susurré a la pantalla.
- Si por esas casualidades estás viendo esto, quiero que sepas que de verdad lamento todo lo que dije, no sé que es lo que tenés pero desde la primera vez que te vi sos lo único que  ronda mi cabeza, Dios, anoche no pude pegar un ojo pensando en lo que estarías pensando. Se detuvo un momento para tomar aire, alzó la mirada directamente a la cámara y prácticamente pude sentir que me estaba mirando ahí sentada, echa un lío. –Sé que te decepcioné, pero por favor, solamente te pido una segunda oportunidad, si alguna vez siquiera sentiste lo mismo que yo, quiero que nos des una oportunidad. 
El público enloqueció, todos aplaudían.
-Ahí lo tienen, ¿no es tierno?, esperemos que esa chica sea capaz de devolverle el corazón a este enamorado. Lamentablemente no podremos averiguarlo porque se nos acabó el tiempo-  Alan se levantó para despedir a sus invitados, la pantalla se puso negra unos segundos y luego, comerciales.
Apoyé mi cabeza contra la almohada rogando que la cama me succionara y poder desaparecer de este mundo. Liam Payne acababa de dedicarme posiblemente el discurso más tierno del mundo, en televisión y ahí estaba yo, con un pijama viejo, un kilogramo de helado de chocolate y sin el valor suficiente para levantar el teléfono y llamarlo.
¿Cómo se atrevía a ser tan tierno cuando trataba de estar enojada con él? Lo odiaba, odiaba la forma en que me hacía sentir, odiaba que cada vez que estaba cerca me costara respirar, odiaba pensar en su sonrisa hipnotizante, sus hermosos ojos y esa marca de nacimiento tan tierna. Lo odiaba porque me hacia quererlo.
Frustrada me levante de la cama, camine hasta el televisor y prendí el DVD. No podía lidiar con todo eso ahora, no estaba emocionalmente preparada y sinceramente no tenía ni idea de que hacer. A lo mejor si actuaba como si nada todo pasaría, Liam me olvidaría y encontraría alguna chica famosa que encaje más con su mundo o tal vez una fan ¿quién sabe?, y yo, bueno, yo  encontraría a alguien también, algún día, o sino podría comprar un gato.
Puse el DVD de The Notebook y me senté otra vez en la cama colocando el pote de helado en mi regazo. Dije que lo iba a superar, nunca aclaré como.
...
Fueron unos fuertes golpes en la puerta los que me despertaron,  me había quedado dormida a mitad de la película, de verdad necesitaba descansar, las pesadillas me estaban volviendo loca. Frotándome los ojos con la palma de la mano me acerqué a la puerta. Mire a través de la mirilla, era tarde, nunca se sabe con que clase de loco te podes encontrar. No había nadie. Consideré dar media vuelta y volver a dormir,  quien quiera que fuera ya se había ido, sin embargo la curiosidad fue más fuerte que yo, me arme de valor y abrí la puerta.
La rosa estaba ubicada sobre la alfombra en la puerta de mi departamento,  tuve suerte de no pisarla. Con cuidado la tome,  ¿es  que alguien se estaba metiendo en mis sueños y después usándolos para torturarme?
Di unos pasos fuera de mi departamento, con sutileza me asomé lo que más pude para ver si había alguien en el pasillo. Nada, mi único acompañante era el carrito con los artículos de limpieza ¿quién podría limpiar a estas horas?
Extrañada volví a mirar la rosa, atado al tallo tenía un cartelito escrito con esa hermosa letra que yo ya conocía.
‘Perdón’
Intenté desatarlo, lo que fue una mala idea porque me pinché el dedo pulgar con una de sus espinas.
-Aw-Grite más por reflejo que por dolor.
-¿Ves? Te dije que la rosa era una mala idea- Escuché que una voz decía detrás del carrito.
-No es una mala idea, ella no tenía que desatar el cartel, fue su culpa, no mía.
Observé como Louis y Harry salían de su escondite y continuaban discutiendo.
-¡Hey miren!, encontré una de esas máquinas expendedoras de comida- Niall apareció por el pasillo cargado con un montón de barras de chocolate.
-¡Están arruinando todo el plan!- Zayn también había salido de su escondite para regañar a sus amigos.
-Este… ¿hola?- Interrumpí  tímidamente.
-Oh, creo que ya nos vio- Señaló Louis.
-No me digas ¿estás seguro?- Respondió Harry algo sarcástico.
-¿Qué están haciendo acá?- Pregunté.
-Ayudamos a Liam a recuperarte- Contestó un Niall con la boca manchada de chocolate.
- Si bueno, creo que no fue tan buena idea- Su voz sonaba algo sombría, más apagada que en televisión.
Me giré y vi a Liam parado detrás de mí.
-¿Te das cuenta lo desesperado que estoy ahora?- Una media sonrisa fugaz cruzo su rostro.
Di un paso para acercarme a él. –Un equipo bastante interesante-  Reí más por los nervios que por otra cosa.
Él se acercó ya un poco más animado. –Necesitaba toda la ayuda necesaria.
Nuestros brazos se rosaban. –Creí que no era tan importante- No iba a dejarle las cosas tan fáciles.
Un atisbo de tristeza volvió a sus ojos, lo que me hizo sentir inmediatamente culpable.
-No sé si estuviste viendo la televisión últimamente- Empezó a decir.
-Oh, si, creo haber visto algo sobre un programa, ¿Alan Carr puede ser el conductor?- Reí.
-El mismo- Alzó la mano para acariciar mi mejilla. –Todo lo que dije es cierto, lo siento Emma, de verdad, ¿no puedo tener una segunda oportunidad?
Nos miramos fijamente a los ojos por unos minutos.
-Puede ser… pero vas a tener que salvarme un par de veces más para eso.
-Todas las que quieras- Contesto.
-¡¡aww!!- dijeron al unísono los chicos.
Apenas unos centímetros separaban nuestros labios, podía sentir la sangre correr por mi venas a mil kilómetros por hora, ¿sería Liam capaz de sentir lo fuerte que me latía el corazón? Continuamos acercándonos. No sabia si era mi imaginación o qué pero la temperatura parecía haberse elevado de repente. Prácticamente podía sentir la respiración de Liam.
-Ejem…- Nos interrumpió Louis algo incómodo.