Mi corazón se
paró. Había deseado verlo toda la semana, pero este no era un buen momento para
rencontrarnos. Mis amigas no tenian ni idea que el chico que me decia princesa y
me manda mensajes todos los días es el mismísimo Liam Payne y no tenia intención
de contárselo por ahora.
-Pensá una
idea rápido Emma- Me dije a mi misma.
-Eh… Amy
porque no siguen durmiendo con Lucy, no se preocupen es solo el portero del
edificio, debe querer hablar con mamá, yo me encargo de hablar con él.
-¿El portero?
¿Pero que hace a esta hora tocando la puerta?- Pregunto Amy sospechando mi
mentira.
-No sé, a lo
mejor tiene que decirme algo urgente. Voy a ver que quiere ustedes quédense
acá- Dije y salí rápidamente del departamento sin dejar que me hagan otra
pregunta.
Liam me
miraba con una gran sonrisa de esas que me gustaban tanto. Trate de concentrarme
y lo empuje dentro del ascensor. Él me miro desconcertado.
-¿Qué haces
acá a esta hora? ¿Estás loco?- Lo interrogue nerviosa
-Solo quería
darte una sorpresa porque llegamos antes, pero, parece que no te agrado mucho
verme- Me miro triste y la sonrisa se borro de su cara. Me sentí muy mal y
olvidándome de que estaba en pijamas, con pantuflas de jirafa y en un ascensor
con un chico a las cuatro de la mañana. Acorte la distancia que nos separaba y
lo abracé, el me devolvió el abrazo y estuvimos así un largo rato. Luego me
separe y él me estaba mirando con su hermosa sonrisa.
-Lo siento-
Dije algo sonrojada- Es solo que están mis amigas en casa y ellas no saben que te conozco.
-Así que me
ocultas de tus amigas empujandome dentro de un ascensor que por cierto ya
subió y bajo el edificio varias veces- Respondió divertido.
-Si,
deberíamos salir, pero no vallamos a mi piso, todavía no estoy lista para
contarles a mis amigas que te conozco, se pondrían como locas.
Rió alegremente- Como quieras. ¿Son fanáticas?, digo, ¿de One Direction?
-Lucy sí,
pero Amy se acaba de enterar de su existencia hace unas horas.
-¿Amy? ¿La
chica que le gusta a Zayn?, si se llega a enterar que esta acá va a querer
conocerla.
-Pero no se
va a enterar porque ni vos ni yo le vamos a contar ¿Entendido?- Lo amenace,
pero no fui muy convincente.
-Entendido- Asintió. -Pero deberías presentarlos, Zayn es un buen chico- Trato de
convencerme.
Lo medité
unos minutos - ¿Zayn y Amy?- Dije más para mí que para Liam. –Tal vez… lo voy a
considerar.
- Como
quieras- Rió
-Y…. contame
¿Cómo te fue en París?
-Bastante
bien…- Se dispuso a contarme los detalles de su viaje pero los gritos de Lucy
y Amy buscándome lo interrumpieron.
-¿Qué hacen
están locas?- Dije desesperada. –Liam tenés que esconderte si te ven esto no va
a terminar bien, por lo menos para mí.
-Creo que
mejor me voy así no causo problemas, pero mañana tenés que venir a mi casa a
ver una película sin excusas- Me dijo mientras se dirigía de nuevo al ascensor.
Puso un pie dentro de él y me volvió a mirar -Por cierto, lindas pantuflas- Concluyó señalando mis pies.
-Son la última moda en París, deberías saberlo- Repliqué
Liam suprimió
una risa – Que duermas bien Emma.-Me tiro un beso con la mano y las puertas del
ascensor se cerraron justo cuando Amy y Lucy bajaban las escaleras.
-¡Emma! Acá
estabas, te estuvimos buscando por todos lados ¿Qué estás haciendo?- Me
interrogo Lucy preocupada.
-¿Que tenía
que decirte el portero que tardaste tanto?- Inquirió Amy con un tono de
desconfianza. - O tal vez no era el portero el que te estaba entreteniendo- Con
la mirada escudriñó todo el lugar. - ¿Con quién estabas? ¿Era ese chico de los
mensajes?
-Em, yo…. –
Sinceramente las ideas se me estaban acabando, no acostumbraba mentir, así que
no era muy buena, a eso había que sumarle el hecho de que me faltaban varias
horas de sueño. Suspiré- Si, era el chico de los mensajes.
Mis amigas
comenzaron a gritar y saltar por todo el pasillo.
-¡Lo sabía!
¿Dónde está?- Lucy sonreía de oreja a oreja.
-¡Tienes que
presentárnoslo Emm!- Exigió mi prima
-Chicas- Intenté calmarlas en vano. -¡CHICAS!- Grité. -Paren un poco, la gente está
durmiendo, nos van a echar.
-Oh, está
bien, volvamos al departamento- Dijo Lucy en susurros.
Caminamos por
el pasillo cuidando de no hacer ruido, bueno, no más del que ya habíamos hecho.
Con sigilo entramos, mamá aún no llegaba.
Mis oídos
hubieran estado agradecidos de tener un poco de silencio, pero mis amigas no
estaban dispuestas a darles tregua. Se pasaron toda la noche haciendo preguntas
acerca de ‘el chico de los mensajes’ a la mayoría las contesté con la verdad, o
una versión bastante parecida, aunque me negué rotundamente a darles un nombre,
lentamente el cansancio nos fue venciendo hasta quedar profundamente dormidas.
….
Nos
despertamos a las once de la mañana. Mi estómago rugió lo que me recordó
que ya casi era la hora de almorzar.
Decidimos ir a McDonald’s. Trate de despertar a mamá para que venga con
nosotras pero estaba muy cansada, recordé que no la había escuchado entrar
anoche ¿hasta qué hora habrá estado trabajando?, decidí que dejarla dormir sería lo mejor.
Cuando
salimos del edificio me hubiera gusta encontrarme con un rayo de sol, pero
vivía en Londres, así que en lograr de eso me recibieron unas grandes nubes
grises, otro día de lluvia. Nos pusimos en marcha cuanto antes para tratar de
evitarla.
Llegamos a
McDonald’s justo a tiempo para cuando las primeras gotas comenzaban a caer.
Pedimos lo usual, 3 cuarto de libra, y una vez que estuvieron listas nos
acomodamos en una de las mesas junto al ventanal, para poder ver hacia afuera.
-¡Son muy tiernos!- Dijo Lucy mirando su teléfono embobada.
-¿Quiénes?-
La interrogo Amy mientras le daba un mordisco a su hamburguesa.
-One
Direction – Contesto Lucy. - Mira, no me podes decir que es mentira- Levanto el
celular y se lo mostró a su amiga.
-Em… Si, supongo. Tomó una servilleta y con cuidado se limpió la boca. -¿Cómo se llama el
morocho del hopo?, es lindo.
- Zayn, si es
lindo.
Trate de
reprimir la risa pero no pude.
-¿De que te reís? Son lindos- Me reto Lucy.
-Si, no digo
que sean feos. Es solo que Amy….- Seguí riendo.
-¿Qué tiene
que me guste uno? Inquirió ofendida. -Seguro que a vos también te gusta alguno.
-Si Emma,
contanos ¿quién te parece más lindo? Mi amiga acercó el celular a mí para que
pudiera ver mejor la foto.
-Em….- No
sabía si confesarles que el que más me gustaba era Liam o mentir diciendo que
era otro de los chicos, pero no tuve tiempo de contestar porque el móvil sonó
en mi bolsillo.
“Te paso a buscar a las
4, nos vemos hermosa xx”
Mi corazón se
paro y una gran sonrisa apareció en mi cara, las chicas lo notaron.
-¿De quién es
el mensaje princesa?- Se burlo Amy.
-¿Qué te
dijo?- Quiso saber Lucy.
-Nada- Mentí
para restarle importancia.
-No puedo
creer que no confíes en nosotras- Lucy sonaba herida.
Su reproche
me hizo sentir culpable así que decidí contarles. - Dijo que me va a pasar a
buscar a las cuatro para ir a ver una película, ¿felices?
-Aw, es más
tierno.
-Genial
podemos ayudarte a elegir la ropa así de paso lo conocemos- Dijo Lucy contenta.
-¡No!- Grite
– Digo, no hace falta que me ayuden, ya saben que yo soy muy simple, a parte él
es muy tímido.
-No vas a
poder tenerlo oculto para siempre- Espetó mi amiga.
Logré evadir
el tema de ‘mi cita’ el resto del almuerzo, aunque me costó bastante. Cuando
terminamos de comer ya era bastante tarde por lo que las chicas decidieron irse
cada una a su casa, no sin antes desearme suerte con ‘mi cita’.
La lluvia ya
casi había parado así que me las arreglé para llegar a casa sin mojarme
demasiado. Cuando llegue encontré una nota de mamá en la heladera.
Emma: Me fui a visitar a tu tía para
que me muestre las fotos del viaje, no sé a qué hora voy a volver. Si necesitas
algo llámame.
Te quiero, Mamá
Suspire
aliviada, al menos no tendría que explicarle a dónde pasaría la tarde.
Todavía
faltaban un par de horas para las 4 así que decidí darme una ducha rápida. Puse
mi CD favorito de McFly a todo volumen y comencé a prepararme.
…
Cuando salí
por la puerta del edificio ya eran las 4:30, nunca había tardado tanto tiempo
en vestirme. No es como si alguna vez le hubiera dado mucha importancia, la
mayoría de las veces me ponía lo primero que encontraba o algo con lo que me
sintiera cómoda, pero el saber que me encontraría con Liam me había puesto
particularmente nerviosa, en los libros siempre hablan de sentir ‘mariposas en
la panza’, bueno, en mi caso eran avispas, asesinas, girando sin control dentro
de mi cuerpo y provocándome unas horribles ganas de vomitar. Tanto así que
mientas bajaba por el ascensor tuve que recordarle a mis pulmones como respirar
y ni hablar de cuando vi el reloj y me di cuenta que llevaba media hora de
retraso, ¿estaría esperándome?.
Me quede
parada en la puerta esperando que alguien llegara. No pasó mucho hasta que
comencé a sentirme como una completa idiota.
-¿Dónde
estás? Susurré.
En ese momento
alguien habló detrás de mí. –Ya estaba pensando que me habías dejado plantado.
Gire para
encontrarme con la versión rubia de Liam parada junto a su Mini Cooper negro.
-¿Alguna vez
te dije que me gustas más rubio?- Bromeé
Se acercó a
mí y me tomo de la mano. –En realidad nunca me dijiste que te gustaba.
Mi cara se
puso roja al instante.
-Está bien,
te prometo que no le voy a contar a nadie- Agregó mientras abría la puerta del
coche para dejarme entrar.
Una vez me
encontré dentro cerró la puerta muy delicadamente y se apresuró a subirse del
lado del conductor. Puso el auto en marcha y comenzó a conducir hacia el norte.
Por el
rabillo del ojo vi que tenía un par de CD’s
junto a su asiento. Con cuidado los tomé y me puse a examinarlos, metido
entre un CD de N Sync y uno de The Script encontré + de Ed Sheeran, sin
pensarlo dos veces lo coloqué en el reproductor del auto y escuché los primeros
acordes de The A Team.
-No sabía que
te gustaba- Comenté.
-¿Ed?,
escribió un par de canciones para nosotros, es un gran artista y muy simpático.
-¿Conoces a
Ed Sheeran en persona?- Contuve las ganas de ponerme a gritar.
Liam rió. –
Si, pero es más amigo de Harry que mío.
Continuamos
hablando acerca de Ed el resto del camino, nos detuvimos justo cuando UNI iba
por la mitad.
Cuando me
bajé del auto me di cuenta de que era el mismo edificio en el que vivía Zayn,
lo que me pareció un tanto extraño.
Entramos y
nos dirigimos directamente al ascensor, cuando pasamos junto al mostrador de la
recepción Matt me dedicó una sonrisa.
El chico que
me esperaba en el ascensor la última vez no estaba ¿lo habrían despedido? Liam
se acercó y apretó el número 16.
-Creí que
Zayn vivía en el 16.
-Así es- Asintió mientras se quitaba la peluca.
-¿No íbamos a
tu casa? Inquirí.
-Oh, sí,
vivimos todos en el mismo piso, pero diferentes departamentos, menos Harry y
Louis que viven juntos
-¿No se
cansan de estar siempre juntos?
-Tenemos
nuestros días. Se acercó a mí para acariciarme el pelo. –Pero los chicos
salieron así que esta tarde estamos sólo nosotros- Se inclinó para besarme la
frente.
Hubiera
querido quedarme así para siempre, pero la puerta del elevador se abrió y me
devolvió a la realidad.
Liam tomo mi
mano. – ¿Vamos?
Lentamente
caminamos hasta una puerta blanca, departamento B50. Liam revolvió en su
bolsillo hasta sacar un juego de llaves. Abrió la puerta y me invitó a pasar.
El
departamento era casi igual al de Zayn pero se notaba que estaba decorado con
los gustos de su dueño, muy diferentes a los del otro chico.
-Entonces
¿Qué película querés mirar?- Me pregunto mientras revolvía entre la mesita de
la TV- A ver tengo Toy Story….
-¡Esa! –
Grite más con más emoción de lo que
debería – Veamos esa- Agregué algo más calmada.
-Bien. Se
agachó para poner la película dentro del reproductor de DVD. – ¿No quieres algo
para tomar o para comer?, creo que tengo algo de palomitas de maíz.
-Si claro- Respondí lo suficientemente fuerte como para que pudiera oírme desde la cocina.
Me dediqué a
observar mejor los detalles del departamento. Sobre una mesita me encontré con
un par de fotos. En una de ellas se podía a ver a Liam parado junto a un hombre
alto, de cabello oscuro y una mujer rubia ¿sus padres tal vez?, justo en frente
había otra en dónde él y dos chicas rubias reían, pero la que más llamo mi atención fue
una de un nene de unos 5 o 6 años vestido con un traje de vaquero y sosteniendo
un muñeco de Woodie.
Me obligué a contener la risa y seguí caminando hasta que me encontré con dos
peceras. Absorta me acerqué para verlas mejor, en ellas nadaban dos tortugas, a
una le faltaba una pata.
- Bien, creo
que estará listo en unos minutos- Liam volvió de la cocina. –Ah, veo que ya
conociste a mis tortugas – Dijo muy orgulloso- Son Archimedes y Boris, ¿Te
gustan?
-¿Por qué a
una le falta una pata?- Inquirí algo asqueada.
Liam rió.
-No sé
exactamente que paso, llegue de una gira y se estaban mordiendo entre sí y a
Archimedes le faltaba una pata, tuve que separarlas después de eso – Lo
gracioso de su historia no me dejó contener más la risa, me miro con cara de
ofendido.
-Bueno deja
ya de reírte de mis pobres tortugas.
-Lo siento- Tragué saliva y continué hablando. -¿Cuándo pensabas contarme de tu pasado como
cowboy? Pregunté señalando la foto.
Las mejillas
de Liam ardieron. – ¡Se suponía que no tenías que ver eso!
-Eras muy
tierno, ¿qué te paso?
-No todos
podemos ser tan tiernos- Con delicadeza me acarició la mejilla.
Pude sentir
el calor de su mano contra mi piel. Intenté decir algo pero para ser sincera no
se me ocurría nada y no estaba segura de que mi boca fuera capaz de articular
palabra. Liam continuó acercándose a mí,
me pregunté si no estábamos yendo demasiado rápido, digo, no nos conocíamos
tanto, pero parecía que ya no tenía control sobre mi cuerpo, no quería apartarlo.
Antes de poder hacer algo un ruido me sacó de mis pensamientos.
Asustada di
un salto. - ¿Qué fue eso?
Liam se asomó
a la cocina. –Creo que las palomitas ya están listas- Tomó un boul de una de
las alacenas y lo llenó. Luego camino hasta la mesita frente al sillón y lo
dejó allí.
-¿Te podes sentar
sabes?- Dicho esto me empujo hacia el sillón que se hallaba frente al televisor
y se sentó junto a mí.
Durante la
película me puse nerviosa al sentir la cercanía de Liam y me pareció que me
estaba sonrojando, por suerte estaba oscuro y no se podía ver mi cara.
Estábamos ya por la mitad cuando me
rodeo con sus brazos, lo que hizo que mi corazón comenzara a latir a mil por
hora. Poco a poco me fui relajando, más aún cuando vi que él también se sabía
todos los diálogos de memoria. Cuando aparecieron los créditos terminamos
cantando juntos ‘You’ve got a Friend in Me’. Apoyé mi cabeza contra su pecho
para poder sentir mejor su voz.
-Deberías ser
cantante- Bromeó.
-¿Crees que
tengo una oportunidad de entrar a la banda?
Liam estaba
entretenido jugando con mi cabello. –No estamos buscando un sexto miembro por
ahora, pero si alguna vez lo hacemos, vas a ser la primera en la lista.
Ambos reímos.
Otra vez quedamos muy cerca uno del otro. Una corta distancia separaba nuestros
labios. Mi corazón se aceleró parecía un sueño, pero me había olvidado que no
podía tener tanta suerte.
Mi teléfono
comenzó a sonar.
`Hija ¿dónde estás?’
-Tengo que
irme. Dije con un hilo de voz. –Mamá está preocupada.
-Oh, está
bien- Liam sonaba decepcionado. –Yo te llevo.
Sin dar lugar a discusión me tomó de la mano y
me ayudó a levantarme.
…
Liam me
acompañó hasta la puerta del edificio. Había dejado el auto un par de cuadras
más lejos.
-No tenías
que acompañarme hasta la puerta. Comenté
- Con tu
suerte caminar sola dos cuadras puede ser muy peligroso.
Lo golpeé en
el hombro.
-Ouch, eso me
dolió.
-¿Y así me
vas a proteger?- Comenté sarcástica.
-Ya funciono
un par de veces. Espetó.
Continuamos
caminando hasta detenernos a unos metros de la puerta.
-¿Vas a poder
subir sola hasta tu departamento?
-
Sobreviviré.
Con cuidado
me besó la frente.
-Nos vemos
Emma- Dijo y comenzó a alejarse de mí.
-Nos vemos- Conteste
Cuando la
figura de Liam se perdió en la oscuridad di media vuelta y entré en el
edificio.
Abrí la
puerta y me encontré a mamá sentada frente al televisor.
-¿Te
acordaste de que tenés una casa?
Con cuidado
me acerqué a ella. – Perdón, estaba con Lucy y te juro que se me paso la hora,
no fue mi intención.
Se quedó en
silencio unos minutos, luego suspiró. – Está bien Emma, ¿tenés hambre? Puedo
cocinar algo.
Pude notar
las ojeras en sus ojos, el trabajo la estaba matando. –No, está bien, me las
puedo arreglar con las sobras.
-De acuerdo- Apagó la TV y se levantó del sillón. –Si no te molesta creo que voy a dormir.
Se acercó
para darme un beso en la mejilla y luego comenzó a caminar hacia su cuarto.
-Hasta
mañana- Dije.
Rápidamente
tomé unos restos de pollo que había en la heladera, desde quien sabe cuándo, y los puse en el
microondas. Cuando el aparato sonó saque el plato, tomé un vaso con agua y me
senté en la mesa. Tomé mi notebook y la encendí.
Estaba
revisando mi twitter cuando sonó mi celular. Hable lo más bajo posible para no
despertar a mamá.
-¿Es que no podes pasar una hora sin verme?- Cuando terminé de hablar me mande un pedazo de
pollo en la boca.
-Emma, tengo que decirte algo- Parecía
preocupado.
Tragué
rápidamente. -¿Pasa algo?
Liam tardó
unos minutos con contestar. –Creo que va ser mejor si lo ves vos misma. ¿Por
casualidad no tenés una computadora cerca?
-Si, tengo mi
notebook prendida.
-Bien, esto
va sonar raro, pero ¿el nombre Perez Hilton te suena?
-Liam, se que
parece que vivo en un termo, pero no es tan así- Comenté sarcástica.
-Lo siento- Otra vez el silencio. –Deberías entrar a su página y ver su última foto.
-Está bien
pero no entiendo por qué tanto misterio.
Me apresuré a
tipear y abrir la página, fue entonces cuando vi la foto. Sin querer dejé caer
el tenedor al piso y tuve que tomar un gran sorbo de agua para no ahogarme con
la comida.
-¿Estás bien?
Preguntó Liam.
Intenté
calmarme, con cuidado tragué saliva, suspiré y dije. –Liam, ya no podemos hacer
esto.