30 sept 2013

SE BUSCA ESCRITORA!

SE BUSCA ESCRITORA

¿Te gustaría probar suerte como escritora pero no tenes el espacio para hacerlo?, ¿escribiste algún fanfic y estas buscando algún lugar para publicarlo? Entonces podemos ayudar.
Nuestra página de Fanfics está buscando nuevas novelas para publicar a partir del mes de octubre. 
La única condición es que sea un Fanfiction de algún grupo musical o solista.
Para participar envianos tu novela, en archivo Word, a cualquiera de nuestras páginas:

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Se van a evaluar:

Ortografía (PRINCIPAL)
Originalidad
Coherencia
Realismo (a no ser que sea una historia de ciencia ficción o fantasía)
Vamos a recibir novelas hasta el día 17 de octubre. El fanfic ganador va a ser anunciado y publicado en nuestro Facebook.

Cualquier duda consultar en cualquiera de las páginas anteriores, mucha suerte y esperamos se animen a participar 

#LondonMadnessFanfics

28 sept 2013

Capítulo 58

Un escalofrió recorrió mi espalda mientras veía desde la ventana de mi habitación hacia la casa de Matt.  Todavía no podía entender como un chico tan dulce y educado podía hacer tales cosas solo por envidia y celos.
Mi teléfono sonó interrumpiendo mis cavilaciones. Mire el nombre que aparecía en la pantalla  y sonreí.
-¿Ya me extrañas?-
-¿Extrañarte? Ja, para nada- Contesto una dulce voz del otro lado del auricular- A la única que extraño es a la abuela Lynn.
-Oh, bueno, perdón pero no está disponible en este momento, está trabajando en su huerta sagrada y no le gusta que la interrumpan-
Louis río- Entonces voy a tener que hablar con vos-
-Así parece- Quise borrar mi sonrisa tonta de la cara pero me fue imposible, este chico provocaba algo en mi muy difícil de controlar.
-Hablando en serio- Su voz se volvió más solemne- Tengo una invitación que hacerte.
-Te escucho- Dije con más emoción de la que quería demostrar.
-Kirsten- Se detuvo para que procesara la información y le lo invite a continuar con un ‘aja’- Se va a presentar en Royal Ballet mañana a la noche,  con ‘El lago de los cisnes’ y Harry va a ir a verla pero no quiere ir solo, así que me pidió si lo podíamos acompañar, vos y yo ¿Qué te parece?
-Me encanta la idea- Admití- ¿Es ballet no?
-Exacto, después podemos ir cenar a algún restaurante los cuatro juntos.
-Genial- Reí ansiosa. Me entusiasmaba la idea de relacionarme con las novias de los demás chicos, me caían muy bien y sentía que podía compartir con ellas todo lo que me pasaba con Louis.
-Te pasó a buscar a las 7 en punto- Me informo.
Asentí, aún consciente de que él no podía verme – Perfecto-
-Adiós Fenie- Comenzó a despedirse
-¡Louis espera!- Lo detuve- ¿Qué se supone que hay que ponerse para estas cosas?
El chico del otro lado del teléfono río.
-No te preocupes por eso, cualquier cosa que te pongas te va a quedar magnifico.
….
-¿No te parece que ese vestido es un poco corto?- Inquirió Louis mientras examinaba mi indumentaria.
-No, creo que está bien- Asegure al mismo tiempo que alisaba mi vestido negro de encaje.
-Kirsten usa vestidos más cortos, además este es de mangas largas- Comento Harry en mi defensa.
Le dedique una sonrisa disimulada para que Louis no se diera cuenta,  el chico de rulos me guiño un ojo como respuesta.
Louis suspiró poco convencido- Esta bien, ahora apurémonos, se hace tarde para el show-
Ambos concordamos con el castaño por lo que rápidamente ingresamos en el  Porsche negro de Louis.
-Me podes recordar ¿por qué vinimos en tu auto y no en el mío?- Exigió Harry al conductor desde la parte trasera del auto.
-Porque yo soy el mayor, lo que me da ciertas prioridades-
Su amigo bufó-Pero estamos yendo al espectáculo donde baila mi novia-
-Pero es a mi novia a la que tenemos que llevar- Remató Louis.
-¡Basta!- Grite y ambos chicos se volvieron a verme, incluso Louis que hacia minutos no despegaba ni un ojo de la carretera- ¿Por qué tienen que conducir ustedes? ¿No puedo hacerlo yo?- Me queje.
-¿Vos manejas?- Pregunto incrédulo Harry y pude jurar que Louis estaba a punto de hacerme la misma pregunta.
-Claro, tengo 17 años- Expuse indignada- En Boston tenía mi propio auto.
-Eso nunca me lo dijiste- Intervino Louis-
Me encogí de hombros- Nunca me lo preguntaste.
Unas manzanas más tarde, llegamos al teatro donde Kirsten bailaría. Pude notar lo nervioso que estaba Harry, se acomodaba su perfecta corbata cada cinco minutos y comprobaba con la misma frecuencia si las entradas seguían en el bolsillo de su traje.
Royal Opera House, el gigantesco teatro de vigas blancas, se alzaba sobre nuestras cabezas. En la entrada había dos grandes gigantografias que anunciaban la presentación del día ‘El Lago de los Cisnes’.
Me separe de Louis y de Harry para no llamar la atención y busque dentro de mi bolso negro mi entrada. Le dirigí una mirada a Louis antes de entrar, este me ínsito a continuar con un gesto de la cabeza y una sonrisa. Atravesé las puertas del magnífico teatro y quede extasiada con el lujo de su interior.
Le entregue mi entrada a un empleado vestido de traje, el hombre la examino y ordeno a uno de sus subordinados que me condujera a mi asiento.
Seguí al empleado a través de las butacas bordo hasta llegar a una escalera que conducía a un palco privado. Harry había reservado ese lugar para nosotros tres y para Amy, quien también vendría a ver el espectáculo.
Me senté en una de las butacas del palco a esperar a los demás. Louis y Harry no tardaron en llegar pero Amy no se presentó hasta que el teatro estuvo lleno.
-Perdonen por la tardanza- Se disculpó mientras se acomodaba en su asiento entre Harry y yo- Kirsten estaba muy nerviosa y no dejaba que me fuera.
-¿Nerviosa? ¿Me dejaran ir a verla?- Harry comenzó a ponerse de pie pero la morocha lo detuvo.
-Harry, el show está a punto de empezar, relájate va a estar bien- Lo tranquilizo ella- Sabes que Kirsten es exagerada.
El chico de rizos asintió y espero obediente a que la presentación comenzara.
-¿Zayn no viene? – Le pregunté en voz baja para buscar un tema de conversación.
Amy se encogió de hombros – Está visitando a su familia en Bradford – Explicó – Los ve tan poco que no pude obligarlo a quedarse-
Estaba a punto de responder cuando las luces del salón se apagaron y todo se sumió en la penumbra. Sin embargo la multitud no se sumió en gritos, como se espera en los eventos de gran concurrencia, al contrario, todos se sumergieron en un monótono silencio. Tuve que recordarme a mi misma que estaba viendo ballet, esta clase de gente es más ‘sofisticada’. La imagen de mujeres mayores con vestidos extravagantes sentadas en primera fila que se me vino a la cabeza me hiso reír.
-¿Qué es tan gracioso? – Susurró Louis en mi oído-
Negué con la cabeza mientras  el telón comenzaba a elevarse – No querés saber-
La música clásica invadió la sala por lo que nuestra conversación tuvo que posponerse para más adelante.
Estiré mi vestido y me acomodé un poco mejor en mi butaca, dispuesta a sacar el mayor provecho de la función.
Si bien era la primera vez que asistía a un ballet, recordaba haber leído algo acerca de la obra y el hilo principal de su trama.
El primer acto se sitúa en  los jardines de un castillo. El príncipe Sigfrido celebra, junto con sus amigos de la corte, su vigésimo primer cumpleaños. De repente, la Reina madre de Sigfrido y sus Damas de Honor, llegan a la fiesta para recordarle a su hijo que la siguiente noche deberá, durante la celebración oficial de su fiesta de cumpleaños, escoger una esposa. Esto causa una gran melancolía en Sigfrido. El Bufón intenta restaurar el espíritu de la feliz ocasión y anima al príncipe formando una partida de caza con sus amigos.
Las luces se volvieron más tenues a medida que el espectáculo siguió avanzando, comienza el segundo acto. Esta vez el lugar de los hechos es un bosque con un lago cristalino del que empiezan a salir bailarinas vestidas como cisnes. De entre la multitud de cisnes distingí a Kirsten, y noté que Harry también lo hizo porque suprimió un pequeño grito de emoción desde su asiento. Las bailarinas se movían a la perfección, como si no les costara ningún trabajo hacerlo, con pasos precisos y delicados.
Sigfrido llega al lago y apunta con su ballesta hacia las jóvenes cisnes cuando aparece la joven reina, Odette. Ella le cuenta que fue transformada en cisne junto con sus compañeras por el malvado mago Rothbart, que vuelven a su forma humana solamente en la noche y que el hechizo solo puede romperlo quien le jure amor eterno.
Cautivado por la belleza y lo trágico de su historia, el príncipe decide jurarle amor eterno a Odette, pero cuando está a punto de expresarlo aparece Rothbart, quien hace que las jóvenes se alejen, incluida Odette, para evitar que él rompa el hechizo. Sin darme cuenta me involucré tanto con la historia que tenía las manos cerradas en un puño debido a la bronca que sentía contra Rothbart y su hechizo.
Durante el tercer acto se celebra la fiesta  donde Sigfrido deberá elegir esposa. Se presentan las jóvenes casaderas y la reina le pide a su hijo que elija esposa. Él piensa en Odette y se niega a escoger por lo que su madre se enfada con él. En ese momento el maestro de ceremonias anuncia la llegada de un noble desconocido y su hija. Es el barón Rothbart que llega a la fiesta con su hija Odile. El príncipe, hechizado por el mago, cree ver a Odette en Odile. Él la escoge como su esposa, la reina madre acepta y Sigfrido le jura a Odile amor eterno. Rothbart se descubre y muestra a Odette a lo lejos. Sigfrido se da cuenta de su terrible error y corre desesperado hacia el lago.
A las orillas del lago los cisnes esperan tristemente la llegada de Odette, nuevamente la destreza y delicadeza de Kirsten destacan de entre el grupo.
Odette llega llorando desesperada, contándoles a sus amigas los tristes acontecimientos de la fiesta en el castillo. Aparece Sigfrido y le implora su perdón. Reaparece Rothbart reclamando el regreso de los cisnes. Sigfrido y Odette luchan contra él, pero todo es en vano, pues el maleficio no puede ser deshecho.
Contuve el aliento durante los minutos de batalla, tenía los nervios a flor de piel, ¿quién diría que se pueden sentir tantas emociones con música clásica de fondo?
Los dos enamorados se suicidan lanzándose al lago. Rothbart muere a consecuencia de ese sacrificio de amor y los otros cisnes son liberados del maleficio. Finalmente, mientras cae el telón por última vez,  se ve aparecer sobre el lago los espíritus de Odette y Sigfrido ya juntos para siempre.
La multitud estalló en aplausos. Incapaces de contenernos los cuatro nos levantamos de nuestros asientos para aplaudir a los bailarines que se encontraban nuevamente en el escenario.
Harry buscó desesperadamente a Kirsten con la mirada, hasta que por fin la encuentro y le dedicó un guiño y una sonrisa. Yo aplaudí con más fervor.
Gradualmente los aplausos fueron disminuyendo a medida que los artistas salían de escena y el gentío se iba disipando. Nosotros nos quedamos hasta el final, porque Harry quiera ver a Kirsten y porque intentábamos no llamar demasiado la atención.
Una vez que logramos salir de la sala Harry se separó de nosotros, para esperar a su novia en las proximidades de los vestuarios. Todos reímos ante su actitud tan cursi pero acordamos esperar a la pareja en el Porsche de Louis, dado que durante la función había comenzado a llover.
-No estuvo mal, ¿verdad? – Comentó Louis mientras avanzamos por el pasillo alfombrado.
-¡Fue estupendo! – Exclame incapaz de contener mi emoción – Tenía ganas de estrangular a Rothbart-
Amy y mi acompañante me miraron confundidos -¿Quién? – Inquirieron al unísono.
-El hechicero, ¿nunca leyeron la historia?-
La chica de rizos meditó durante unos segundos – Kirsten explicó un poco de la trama, pero no presté demasiada atención a los nombres, aunque tengo que admitir que estuvo más interesante de lo que esperaba-
-De todas formas creo que las calzas están de más – Añadió Louis – No me vas a decir que no son chistosas-
Amy suprimió una risa pero yo decidí molestar un poco al chico.
-Lo tuyo es envidia – Dije cruzándome de brazos – Te gustaría ser como el príncipe Sigfrido-
-No, gracias, prefiero ser el príncipe Louis – Espetó en tono de broma, dándome a entender que no había creído mi mentira ni por un segundo - ¿Te gustaría ser mi princesa?-
Contuve una carcajada mientras cruzábamos la gran puerta de entrada – Princesa Fiona, no suena tan mal-
Al parecer la lluvia no era tan intensa como habíamos imaginados, era una llovizna apenas perceptible, por lo que no nos apresuramos demasiado para llegar hasta el auto, el piso de mármol está resbaloso a causa del agua y nadie quería caerse.
-¿Te conté alguna vez de la época en la que baile ballet? – Louis continuó bromeando-
Amy y yo pusimos los ojos en blanco y luego volvimos a concentrarnos en nuestros pasos.
-¡Es en serio! – Se quejó el castaño – Déjenme demostrarles-
Louis movía sus pies de manera que las suelas de sus zapatos resbalaban contra el suelo humedecido y le permitan patinar sobre este. Incapaz de resistirnos a sus payasadas nostras reímos.
-Te vas a caer – Le advertí-
Él niego con la cabeza – Soy todo un profesional-
Ni bien terminó de decir esto sus rodillas temblaron haciéndole perder la estabilidad, incapaz de mantenerse en pie cayo y golpeó su cabeza contra el mármol.
-¿Estás bien? – Inquirí entre risas –
El cuerpo del chico permanecía inmóvil en el suelo, no respondía.
-¿Louis? – Volví a llamarlo, mi voz denota preocupación-
-Louis – Lo regañó Amy acercándose a él – No es gracioso, estás asustando a Fiona-
Nuevamente ninguna palabra salió de su boca. Nerviosa me acerque más hacia su cuero y me arrodille a su lado.
-¡Louis! – Dije sacudiendo su brazo – Basta, no es gracioso-
La chica de rizos se colocó a mi lado y juntas intentamos despertarlo, pero no tuvimos éxito. Estaba al borde de un ataque de pánico cuando escuche la voz de Harry a nuestras espaldas.
-¿Qué paso?, ¿están bien? –
Amy respondió porque yo estaba paralizada por el miedo.
-Es Louis, se golpeó la cabeza – Le explicó – No podemos hacer que se despierte-
Sin dudarlo ni un segundo Harry se acercó a su amigo y lo revisó.
-No tiene ningún corte – Dijo al fin – Suban al auto, tiene que verlo un médico-
-Fiona, relájate, estoy segura de que va a estar bien – Me tranquilizó Kirsten, tenía mi cabeza hundida en su hombro para ocultar las lágrimas.
Logre armarme de valor y alzar la cabeza. Le dedique una media sonrisa a Amy y tomé el pañuelo descartable que me tendia.
Mientras limpiaba los restos de maquillaje de mi rostro miré a las chicas.
Kirsten todavía tenía intacto el peinado de cuando bailo hacia solos sesenta minutos. Amy y yo llevábamos una vestimenta demasiado  elegante para estar sentadas en la sala de espera de un hospital, incluso si era la parte privada.
Estaba a punto de hablar cuando vi los rizos de Harry asomándose por el pasillo.
Sin darle tiempo a respirar nos abalanzamos sobre él.
-¿Cómo está? – Logre gesticular-
El chico sujetó mis hombros y me dedicó una sonrisa – Todo está bien, fue sólo un golpe-
-¿Significa eso que puede volver a casa? – Preguntó Amy-
Harry niego con la cabeza – Van a dejarlo en observación por esta noche,  sólo por si acaso-
Sentí como el nudo que tenía en mi estómago comenzaba a desenredarse, Louis estaba bien, había sido sólo un susto.
-Fiona – El chico de rizos llamó mi atención – Ya vuelve a estar consiente si querés pasar a verlo-
No me detuve a pensarlo, le dedique una sonrisa agradecida y prácticamente corrí hasta la habitación donde sabía que Louis me esperaba.
Ansiosa por cerciorarme de que en verdad está bien abrí la puerta sin tocar.
Louis estaba recostado en una cama con sábanas blancas. No tenía ningún tipo de gaza, venda o suero que indicara que algo malo pudo haberle pasado. Pero la expresión en sus ojos me dijo que algo no estaba bien. Me miró con desconfianza, casi como si no me conociera.
-Louis… - Intente hablarle pero él me detuvo con voz seca.
-¿Quién sos y qué estás haciendo en mi habitación?-

22 sept 2013

Capítulo 57

Mis dedos temblaban nerviosamente mientras el auto avanzaba rumbo a su edificio.

Luego de mi discusión con Matt regresé a casa de la abuela Lynn decidida a aclarar las cosas. Pensaba caminar pero la abuela ni tardó en ofrecerse para llevarme.
-¿Está todo bien Fenie? – Preguntó mientras conducía a Daisy por las transitadas calles de Londres.
Alcé la vista – Sí – Mentí pero mi voz sonó menos firme de lo que esperaba.
La abuela asintió y luego subió un poco más el volumen de la música. Dado la antigüedad del pequeño escarabajo no contábamos con un reproductor de CD’s por lo que siempre escuchábamos sus viejos casetes.
Continuamos nuestro camino al ritmo de  Here Comes The Sun. Internamente agradecí que la abuela se limitara a tararear en lugar de seguir insistiendo en obtener respuestas de mi parte.
Me concentré en observar el paisaje. Necesitaba relajarme, ¿cómo se suponía que iba a hablar con él en este estado?, peor aún, ¿qué iba a decirle?
La abuela dobló hacia la izquierda y un par de metros después ya nos encontrábamos frente a nuestro destino. Rápidamente noté al grupo de chica que se abarrotaban frente a la puerta  del edificio.
-Matt – Pensé y me apresuré a bajarme del coche.
-Fenie- Me detuvo con su suave voz – Sea lo que sea, estoy segura de que tiene solución –
Una sonrisa franca se dibujó en mi rostro, ¡cómo amaba a esta mujer! – Gracias abuela-
A medida que me acercaba el grupo de chicas parecía ser cada vez más numeroso, ¿qué podía hacer ahora? Tenía que entrar de alguna forma, ya había llegado hasta acá, era demasiado tarde para acobardarse.
Estaba sumida en mis pensamientos cuando sentí que una mano tomaba de mi cintura y tiraba de mí. Arrastrándome a un lugar más apartado. Como acto reflejo abrí la boca para gritar con todas mis fuerzas.
-Sh – Susurró tapándomela mano con la boca
Suspiré aliviada, no podía estar más contenta de verlo.
-¿Qué estás haciendo acá? – Preguntó Louis.
Estábamos en un pasillo estrecho que separaba el edificio donde él vivía del contiguo. La falta de espacio nos obligaba a permanecer muy cerca el uno del otro.
Le hice señas con las manos para indicarle que me destapara la boca y así poder contestar, cosa que hizo algo avergonzado.
Haciendo uso de todas mis fuerzas y autocontrol hablé – Tenemos que hablar –
-Sí, ya lo sé, pero no acá- Contesto a mi reclamo- Seguime- Tomo mi mano y me condujo por el estrecho pasillo.
 Mientras avanzábamos comencé a sentirme incomoda, el encierro en el que me encontraba me provocaba claustrofobia. Para mi suerte el viaje fue corto y tan pronto como ingresamos en la pequeña puerta de uno de los extremos del pasillo volví a respirar con normalidad.
-¿Estas bien?- Se preocupó Louis.
-SÍ, Sí, ¿Siempre entras por esta puerta?- Pregunte para cambiar de tema, no estaba para nada interesada en explicarle que sufría de claustrofobia.
Tomo aire para recomponerse antes de responder- No, es sólo para emergencias.
-¿Tiene que ver con los fotógrafos y las chicas de afuera?
-Exacto. Según me dijo uno de los guardias de la entrada, alguien le dijo a la prensa que ‘la nueva novia de Louis’ venía a verlo hoy.
Abrí los ojos como platos y maldecí por lo bajo a Matt. Todo este alboroto era por mi culpa, por haber confiado en él.
-Sobre eso te quería hablar-
-¿Sobre las fans?
-No – Ladeé la cabeza -  Sobre ese alguien que habló con la prensa no solo esta vez sino también las anteriores- Hice una pausa para examinar su reacción. Su cara permanecía impasible aunque pude notar algo de esperanza en sus ojos.
-Matt…- Dije antes de que Louis me detuviera.
-Espera, este lugar tampoco es seguro- Jalo de mí y me condujo hacia un ascensor cercano a la pequeña habitación en la que nos encontrábamos.
-¿A dónde vamos?- Inquirí mientras el ascensor asedia.
-A mi departamento-
Asentí. Quería decirle todo lo que había estado pensando durante el trayecto en el auto. Terminar con todo esto ya,  pero sentía que lo mejor era esperar a encontrarnos solos y seguros de que nadie más oiga.
-Ahora sí- Anunció sentándose en su nuevo sillón una vez que llegamos al departamento- Te escucho-
Tome aire para serenarme y comencé mi relato- Matt lo admitió. Él es el que está dando toda la información acerca de ustedes y…. – Dude antes de seguir, no quería usar la palabra ‘novia’, se supone que estábamos ‘peleados’ o algo así - Nosotras, a la prensa.
-Lo sabía- Susurró por lo bajo- ¿Y cómo fue? ¿Lo admitió así sin más?- Elevo el tono de voz para interrogarme.
-En realidad no fue para nada fácil- Medite- Me estuve rompiendo la cabeza pensando desde que me dejaste en casa después del Yorkshire tea, hasta que decidí preguntarle a Matt pero él dijo que solamente estabas siendo una celebridad celosa y caprichosa- Hice una pausa para tomar aire y pude observar como las manos de Louis se cerraban en puños.
-Como no estaba del todo conforme con lo que me dijo,  aunque intenté creerle,  hable con Emma. Ella me conto todo, entonces volví a enfrentarlo y  le exigí respuestas sinceras. Después de un par de preguntas confesó ser él el que los vende- Me deje caer en el sillón junto a Louis agotada después de haber usado todos mis esfuerzos para contarle a Louis lo que había pasado.
El castaño permanecía con la vista fija en el piso, contemplándolo pensativo.
-Lo siento- Dije con el último aliento que me quedaba.
El chico levanto la vista sorprendido por mi repentina disculpa- ¿Por qué?
-Por no haber confiado en vos- Estaba realmente arrepentida y me costaba contener las ganas de llorar.
-Está bien Fiona, te perdono-Su mirada se dulcifico y desasió el puño de su mano para acariciar mi mejilla- Aunque viendo el lado positivo… vos fuiste la que resolviste todo este problema, deberíamos agradecerte.
El color subió por mi rostro- No creo que sea para tanto  pero podemos decir que estamos a mano.
Louis sonrió ya más alegre- Como quieras.
-¿Significa eso que estamos bien?-
-¿Cuándo estuvimos mal? – Inquirió arqueando las cejas.
Me mordí el labio inferior e intenté controlar mi balbuceo al hablar – Bueno, yo pensé que… como después del Yorkshire Tea no volviste a llamar…
El chico lanzó una carcajada - ¿Creíste que te iba a dejar ir tan fácilmente?-
No respondí, sólo me lleve las manos a las mejillas para controlar el calor que emanaban.
-Te estaba dando espacio – Explicó – Asumí que cuando estuvieras más tranquila ibas a buscarme-
Fruncí el ceño - ¿Y qué pasaba si no venía?-
-Naturalmente te hubiera ido a buscar si tardabas demasiado- Él suspiró frustrado y deposito un tierno beso en mi mejilla, cerca de comisura de los labios- Pero viniste, porque  tenía que pasar-
Baje la vista hacia mis manos incapaz de sostenerle la mirada-¿De verdad ibas a dejar nuestra relación librada la suerte?-
-No es suerte, es…- Rebuscó la palabra correcta en su mente – El universo, sabía que el universo quería que estuviéramos juntos-
Puse los ojos en blanco – Pero…
-Ah, sh- Me regañó – No discutas con el universo-
Suspiré y suprimí una  sonrisa – Sos imposible-
Louis rió y me rodeo con sus brazos – Te extrañé-
Apoyé mi cabeza sobre su hombro. Me sorprendí al notar lo cómodo que era – Yo también te extrañé – Admití con un hilo de voz.
Nos mantuvimos en silencio unos minutos. Louis jugaba con unos mechones de mi cabello desarreglado mientras yo me concentraba en su respiración.
-Fiona, tenemos que decírselo a Simon- Anuncio y mi cuerpo templo.
-¿Estás seguro?- Inquirí
-¡Claro!, si le decimos todo este asunto de las escabullidas y los problemas de privacidad van a terminar ¡Vamos a poder salir más seguido!- La voz de Louis dejaba en claro que estaba muy contento y optimista.
-Pero ¿Qué le va a pasar a Matt?
El chico de ojos claros se encogió de hombros- No lo sé, supongo  que una orden de restricción o algo por el estilo-
-¿Lo van a arrestar?- Sabía que Matt no merecía mi compasión pero aun no podía olvidar lo bien que se había portado conmigo cuando éramos amigos.
-¿Arrestarlo? ¡Por supuesto que no! – Respondió algo divertido – No es como si fuera un asesino o algo así-
Mis músculos se relajaron ante la explicación de Louis- Pero es mi vecino ¿Cómo vamos alejarnos si vivimos al lado?
-No lo sé, Simon va a encargarse de eso. Pero  lo quiero bien lejos tuyo- La cólera invadió al castaño.
Deje escapar una risita. Se veía muy tierno  estando celoso.
-¿Vamos?- Insistió.
-No sé…- Dudé.
-Fiona no lo van a encerrar o algo así, Simon puede parecer intimidante pero es una buena persona además te prometo que Matt va a recibir lo que se merece-Dijo y me sorprendió lo decidido que sonaba.
-Te creo- Afirme, ya había cometido el error de desconfiar de su palabra una vez y no lo iba a repetir- ¿Pero crees que Simon pueda hacerme algo a mí?- Bromeé.
El chico río- Estoy seguro de que no, pero por si acaso – Louis tomó mis brazos con firmeza -  Yo te protejo.
Lo abracé fuertemente. Era sorprendente cuanto lo había extrañado y lo feliz que estaba porque ya todo estuviera resuelto. Él me devolvió el gesto y supe que su anhelo había sido tan grande como el mío.
….
Louis estaciono su Porsche negro en Addison Crescent frente a una gran mansión victoriana.
-Y esta es la casa Cowell  - Explicó - ¿Modesta no?-
No podía entender como podía bromear aún en momentos así, pero no pude evitar reír por su comentario sarcástico.
El chico no se molestó en tocar el timbre.  Ni bien estuvo bajo el campo de visión de la cámara de seguridad de la entrada, las rejas que nos separaban de la mansión se abrieron de par en par permitiéndonos ingresar.
Mientras yo temblaba de los nervios, Louis saludaba relajadamente al guardia de la puerta principal al momento en que este nos la abría para darnos paso.
 Si bien el otoño había comenzado no hacía mucho tiempo, el aire acondicionado estaba encendido provocándome escalofríos. Louis me rodeo con sus brazos para calentarme y se lo agradecí.
-¡Louis! Que gusto verte- Simon, un hombre de buena estatura y avanzada edad, nos recibió al ingresar al hall de la gran casa y estrecho la mano de mi acompañante -  ¿Y quién es tu amiga?-
-Fiona Moore- Respondí por Louis, necesitaba hablar para relajarme.
-Oh, Fiona, claro- Beso mi mano por lo que le dedique una sonrisa- ¿Y qué los trae por acá?
-Tengo buenas noticias Simon- Anuncio Louis- Descubrimos quien es el que nos está acosando.
-¿En serio? ¡Eso es fabuloso!- Exclamo el dueño de la casa- Vayamos a la sala de estar,  así me pueden contar todo más tranquilos.
Nos condujo hacia una habitación blanca y nos invitó a tomar asiento en uno de los muchos sillones de la estancia y él se acomodó en otro.
-Entonces - Nos animó Simon- ¿Qué pasó exactamente?-
-Bueno es una larga historia pero te la voy a resumir- Comenzó Louis- ¿Te acordas de Matt? ¿El chico que trabaja en nuestro edificio?
Simon medito por unos minutos antes de contestar- ¡Ah sí! ¿El rubio irrespetuoso?
-El mismo-Confirmó- Admitió, más bien, le admitió a Fiona que él era el que vendía nuestra información a la prensa.
Simon clavo su mirada en mi provocando que me sintiera pequeña y vulnerable- Fiona ¿Podrías explicarme que te dijo con exactitud ese chico Matt?

Me enderece para demostrar más confianza mientras comenzaba a narrarle mi versión de los hechos.

21 sept 2013

No hay capítulo

Superhuman: les avisamos que no vamos a subir capítulo esta noche. Es el día del estudiante en Argentina y bueno, la cosa es que no vamos a estar en zona con wifi hasta mañana. Por lo que el capítulo  lo vamos a estar subiendo en algún momento de mañana. Perdón, please no se enojen :(

14 sept 2013

Capítulo 56

Mis pies parecían de plomo al intentar bajar las interminables escaleras. La cabeza me dolía desde la estúpida pelea con Louis y no había pastilla que funcionara para detenerlo.
-Fiona apurte que las galletitas ya están casi listas- Me incitó Matt, estaba en casa para hacerme compañía ya que la abuela tenía un desayuno con amigas.
-Ya voy, ya voy- Salte el ultimo escalón que quedaba y aterrice en el piso provocando que el dolor se intensificara. Busque estabilidad en el respaldo de la escalera y camine como si nada hubiera pasado a la cocina.
El olor a masitas de chocolate que la abuela Lynn había dejado en el horno antes de irse, me recibió al abrir la puerta.
Matt estaba intentando sacarlas del horno con una manopla floreada.
-¿Te ayudo?- Ofrecí.
El chico se sobresaltó antes de responder- No, gracias, ya casi esta.
Me encogí de hombros y tomé asiento en una de las sillas alrededor de la mesita decorada con mantel también floreado. A la abuela Lynn le gustan mucho las flores, tanto que había por toda la casa floreros llenos de las mismas.
Con cuidado Matt fue sacando la bandeja del horno y la deposito sobre la mesada de la cocina.
-Está caliente- Afirmo mientras  sacudía la mano donde antes había estado la manopla.
-¿Puedo comer una?
-Están un poco calientes ahora- Me advirtió.
-Está bien, voy a preparar el café mientras se enfrían- Me puse de pie nuevamente y me dirigí a la cafetera para comenzar a preparar el café. Pude notar como Matt tomaba asiento y miraba por la ventana con la vista perdida en algo que ocurría fuera. Me mordí el labio pensando si era correcto abordarlo con el tema ´ ¿Por qué Louis desconfía tanto de vos?’ A esta hora de la mañana pero ciertamente el remordimiento me estaba carcomiendo.
Una vez que el café estuvo listo tome dos tazas de la alacena y acomode todo sobre la mesa. Busque el tarro con azúcar y continúe con la misma rutina de llevarlo a la mesa. Para cuando estaba sirviéndome un poco de café en la taza mis nervios habían aumentado. El autocontrol había desaparecido para ser remplazado por la desesperación de hacerle la pregunta que rodeaba por mi cabeza desde la pelea con Louis.
-¿Qué pasa entre Louis y vos?- Solté al fin y las palabras fueron tan atropelladas que dude que Matt hubiera entendido algo.
-¿Qué?
Suspire, si quería respuestas debía formular mis preguntas con más lentitud y de forma relajada.
-Cada vez que se encuentran, Louis y vos, actúan raro-Lo volví a intentar pero esta vez más pausado- Quería saber  por qué y espero que me lo digas porque Louis solo dice que no….- Me detuve, estaba comenzando a acelerarme de nuevo.
-Está bien, ya lo entendí- Me tranquilizó.
Bebí de mi taza de café esperando una respuesta.
Después de mi ‘desacuerdo’ con Louis la tarde anterior había ido a casa de Matt, pero tan pronto como puse un pie dentro Pam y la abuela llegaron, por lo que no tuve tiempo de conversar con él.
Esa noche me las arreglé como pude para evitar las molestas preguntas de Pam acerca de mi ‘novio’, por suerte la abuela no intervino. En la mañana acompañamos a Pam a tomar el tren de vuelta a Oxford, antes de que la abuela me devolviera a casa para salir con sus amigas.
Dado que no me apetecía estar sola fui en busca de mi vecino, quería aprovechar la oportunidad para limpiar mis interrogantes.
-¿Qué es exactamente lo que Louis te conto sobre mí? – Inquirió arrancándome de mis pensamientos.
-Bueno dijo que trabajabas en la recepción de su edificio y…-
-¿Y qué?- Se impaciento.
-Y sospecha que vos sos él que nos delato ayer.
No hablo. Se quedó mirando pensativo la mesa con el ceño fruncido, parecía estar muy enojado ¿o preocupado?
-¿Es…  es cierto?- La voz me templo al hablar.
Matt me miro sorprendido- ¿Vos crees que yo soy capaz de hacer una cosa así?-
-No, no sé, es que además de la abuela y Pam vos eras el único que sabía a dónde íbamos- Medite.
-¿Y no se te ocurrió pensar que tal vez Louis le conto a alguien más donde iba? A lo mejor a algún guardia- Remato.
-Sí, tenes razón.
-¡Claro que la tengo!- El tono de voz de mi amigo iba en ascenso.
-¿Entonces vos no fuiste?- Inquirí.
-¡No!- Exclamo- Tengo cosas más importantes que hacer que molestar a una celebridad estúpida.
Enmudecí mientras el rubio seguía despotricando en contra de Louis.
-¿No te das cuenta Fiona que todo esto lo hace porque esta celoso y no quiere que seamos amigos?
-No sé puede ser…
-¡Es por eso! Él y todos los demás, piensan que por ser famosos pueden manejar a las personas a su antojo- Dijo haciendo comillas con las manos en las últimas palabras- Idiotas.
Las palabras de Matt salían de su boca con cólera e ira.
-Está bien Matt, perdóname por desconfiar de vos- Me disculpe.
-No importa – Intentó suavizar su tono de voz pero todavía se podía percibir la ira.
-Igual no creo que sean las típicos famosos arrogantes, ayer Louis fue muy cordial y amistoso con las fans que lo fueron a saludar- Lo defendí, podía creer que Matt no hubiera  sido el soplón pero Louis me había demostrado ser una muy buena persona.
Bufo rodeando los ojos- Fiona, Fiona, sos muy ingenua- Acaricio mi cabello pero me aleje- ¿No te das cuenta que es toda una pantalla para que confíes en él?
No respondí. El enojo de Matt se le estaba yendo de las manos por lo que decidí cambiar de tema.
-Ok, ya me quedo claro, vos no fuiste asunto resuelto.
-Bien.
-Bien.
-De todos modos se lo tenían merecido- Susurró por lo bajo.
….
-¡Silencio por favor!- Stefan, el chico de cabellos oscuros y ojos claros que había conocido cuando plantamos árboles en el parque, trato de calmar a la multitud que estaba compuesta por jóvenes pertenecientes al club de Greenpeace del cual me había hecho miembro gracias a Emma.
Esta era mi primera reunión como miembro oficial. Pensar que casi se me olvidaba por estar con Louis. El encuentro era  en Hyde Park, el parque al que ya me había acostumbrado a frecuentar desde mi llegada a Londres.
Luke merodeaba por el lugar olfateando las flores y molestando a las palomas que volaban despavoridas cuando el corría hacia ellas. Había decidido traerlo porque no pude resistirme a su mirada de pobrecito cuando me vio dejar la casa con mi remera del club.
-Estamos reunidos para discutir cual va a ser la próxima intervención que haremos- Stefan empezó a hablar cuando todos se callaron-¿Alguien tiene alguna idea?
Emma, que se encontraba sentada en el pasto junto a mí, levantó la mano.
-Emma- La invitó a continuar.
-Podríamos ir a las escuelas para juntar firmas para salvar el Ártico- Sugirió.
Murmullos de aceptación invadieron el silencio.
-Buena idea, ¿alguna otra?
La reunión duró varias horas, las cuales se pasaron volando, debatimos por un largo rato hasta que el sol comenzó a bajar y Stefan dio por concluido el encuentro.
Emma quiso acompañarme a casa ya que estaba empeñada en charlar más a fondo con la abuela Lynn, de quien, según ella aseguraba, Louis nunca dejaba de hablar, además de mí. Su última afirmación me puso algo incomoda y más aún al recordar mis últimas horas con él.
-No creo que quiera hablar mucho de mi ahora- Me lamente. Siendo sincera, lo extrañaba.
-¿Cómo va tu relación con Louis?- Indago Emma golpeándome anisadamente con su hombro.
-¿Cuál relación?- Trate de zafarme del tema.
Emma puso los ojos en blanco-Fiona no te hagas la tonta-
Suspire. No había alternativas, si no confiaba en Emma ¿En quién más lo haría? ¿En la abuela?
-Mal- Admití.
-¿Qué? ¿Por qué?-
-Anoche tuvimos una pequeña pelea-
-Eso es normal Fiona, todas las parejas tiene peleas y más si esta Louis de por medio- Me animo.
-Es que no somos pareja, ese es el problema.
-Sí, claro- Respondió sarcástica - ¿Y por qué pelearon?
-Bueno… es complicado, el no quería que me quedara en casa de Matt porque sospechaba de que él fue el que nos delato en el Yorkshire tea- Dije con un hilo de voz.
Emma se llevó la mano a la cabeza y bufo.
-Y tenía que estar metido el burro en este asunto- Exclamo para sí misma y luego se calló porque habíamos llegado a casa y la abuela Lynn se encaminaba hacia nosotras para darle la bienvenida a mi nueva amiga.
Después de los saludos  la abuela prometió llevarnos dos vasos de jugo a la habitación. Ya a solas me puse a interrogar a Emma, esta vez me tocaba a mí.
-¿Por qué todos están en contra de Matt? ¿Qué les hizo?- Hable ya cansada de todo el asunto.
-Qué no nos hizo querrás decir- Emma suspiro y se acomodó mejor en mi cama- Mira Fiona yo sé que para vos Matt es una buena persona y un amigo confiable pero no es así y yo puedo demostrártelo.
Escuche el relato de Emma con mucha atención, sin interrumpirla más que para hacerle preguntas puntuales y cuando la abuela Lynn trajo los vasos de jugo. Al finalizar estaba sorprendida y aún más confundida.
-¿O sea que Matt me mintió?
Emma asintió y pude notar la lastima en sus ojos- Al igual que a mí.
Esa noche me costó más que nunca conciliar el sueño. Todos los sucesos de los últimos días merodeaban por mi cabeza impidiendo que mi cerebro desconectara. Matt, Louis, Emma y los malditos paparazis. ¿A quién se supone que debía creerle? No es como si tuviera una relación de años con ninguno.
Finalmente logré dormirme, aunque fue un sueño intranquilo. Al despertar estaba tan contracturada que tuve que duplicar mis ejercicios matutinos para poder  relajarme. Efectivamente algo no estaba bien.
Ya vestida y después de un delicioso desayuno con la abuela Lynn me encaminé a casa de Matt para ponerle fin a todo este absurdo drama.
-Quiero la verdad y la quiero ahora – Dije mientras me interponía entre él y su recién lavado automóvil.
Matt bufó - ¿Y ahora de qué estás hablando?-
Puse los ojos en blanco – Ya sabes…. –
-No puedo creer que sigas con eso, ¿qué fue lo que te dijo Emma?-
-No importa lo que ella me dijo – Me detuve al comprender mejor su comentario anterior - ¿Cómo sabías que hable con Emma?-
El cuerpo del chico se tensó. Sus ojos desviaron y su voz parecía insegura – Las vi entrar a tu casa ayer por la tarde –
-Me estabas espiando – Lo acusé.
-Es un país libre – Se defendió – Sos mi vecina Fiona, es normal que sepa ese tipo de cosas –
Me limpié la cara con las palmas de las manos. Tenía razón, era mi vecino, tenía completo acceso a mis horarios. Con quién salía, cuándo y dónde, todo lo que tenía que hacer era sentarse en la entrada de su casa y observar.  – No es la primera vez que estás al tanto de mis horarios, ¿verdad?-
-No – Admitió ladeando la cabeza.
-Sabías de mi cita con Louis, la primera, en Pizza Hut – Mis pensamientos se expresaron en voz alta sin que yo pudiera controlarlos, estaba atando los cabos sueltos de todo este lío.
-Fiona- Empezó a decir pero lo interrumpí.
Escudriñé al rubio con la mirada. Llevaba unos jeans gastados, una remera estampada que parecía nueva y unas converse blancas. Era martes en la mañana, se suponía que debía estar trabajando - ¿Dónde está tu uniforme? –
Matt empezó a jugar con sus manos nerviosamente – Voy a saltearme el  trabajo por hoy –
-Estás faltando bastante últimamente, ¿cierto? –
-Sí, ¿qué es esto? , ¿Un interrogatorio? – Espetó a la defensiva - ¿Qué hay de malo con ganar un poco de dinero extra? –
Me le quedé mirando perpleja – Fuiste vos –
-No es tan malo como parece – Intentó justificarse – De todas formas nadie salió herido, y ¡por favor!, son famosos, le deben su vida a la prensa-
-¡Son personas Matt! – Grité enfurecida – Que sean famosos no te da derecho a hacer lo que hiciste- Intenté calmarme. Estaba enojada, más que con él, conmigo misma, por haberle fallado a Louis de esa manera.
-¡Fiona!- Oí al chico llamándome mientras me alejaba de su casa - ¿Qué vas a hacer ahora?-

-Arreglar el lío en que me metí por tu culpa – Respondí con rabia.

8 sept 2013

Capítulo 55

Tocaron la puerta de mi habitación sobresaltándome. Estaba muy nerviosa por la ‘cita’ con Louis.
-Fiona tu novio vino a buscarte.
-No es mi novio Pam- Regañe a mi hermana que había vuelto de Oxford a pasar el fin de semana conmigo y la abuela Lynn -  Ya te expliqué.
-Bueno lo que sea, ahora abrí la puerta, quiero verte.
Obedientemente  sostuve la puerta blanca de madera para que ella pudiera ingresar. Automáticamente la cabellera castaña de mi hermana se asomó por el espacio abierto.
-Wow, estas hermosa- Observo mi hermana una vez dentro - ¿Desde cuándo usas rímel?
-Desde siempre- Mentí,  ya que no me gustaba usar productos de belleza.  De todas forma me había asegurado de que no fuera testeado en animales, pero nunca se puede confiar completamente en la palabra de las grandes compañías de cosméticos. Mi conciencia comenzaba a hacerme sentir culpable.
-¿Usaste mi rímel no? Por eso no lo encontraba- Dedujo.
-Te lo iba a pedir prestado pero no estabas- Me excuse roja de la vergüenza, esto cada vez se volvía más incómodo.
-Está bien, no estoy enojada, me gusta que intentes ser un poco más… - Ladeó la cabeza intentando buscar las palabras adecuadas - Femenina-
Puse los ojos en blanco. Pam y sus comentarios ‘halagadores’.
-Vamos, tu novio se debe estar preocupando- Me apresuro.
Tomé mi bandolera y salí detrás de Pam rumbo a las escaleras sin molestarme en corregirla. Por más que lo intentara no iba a dejar de decirlo.
Louis me esperaba sentado el sillón beige de la entrada, donde conversaba cómodamente con la abuela Lynn sobre su nueva gira mundial.
-Hola- Salude tímidamente.
-Hola Fenie- Louis me devolvió el saludo mientras se ponía de pie y me examinaba- Me gusta tu remera.
Mire mi remera suelta negra que rezaba ‘Grease’ en la parte delantera, era una de mis películas favoritas.
-Gracias, amo Grease -
-¿Quién no?-
Le dedique una gran sonría
-Vamos, se hace tarde para tomar el té- Dijo Louis despertándome de mi ensoñación. Recordaba mi escena favorita de la película, cuando Danny y Sandy cantan Summer Nigth.
Asentí para luego despedirme de Pam y  la abuela.
Fuera de la casa Matt, quién sacaba la basura, nos vio salir y sonrió en mi dirección. Le devolví la sonrisa mientras agitaba mi mano en forma de saludo.
-¿Salís?- Inquirió ignorando a mi compañero que aferraba mi mano con fuerza.
-Sí, Louis y yo vamos a ir a…- Me detuve. No tenía ni idea de hacia dónde nos dirigíamos.
-Al Yorkshire Tea Train- Completo Louis y pude notar por su tono de voz que no estaba muy feliz.
-Entonces que lo pases bien- Hablo Matt ignorando nuevamente a mi acompañante
El castaño lanzaba miradas furiosas a mi vecino.
-Gracias.
Louis tiro de mí y me condujo hasta su auto. Sin despegar la mirada del chico rubio que sonreía abiertamente.
-¿Qué es lo que te pasa?-Lo interrogue una vez que estábamos en el auto rumbo a la estación de trenes London Victoria.
-Nada- Respondió más relajado- Es solo que no confió en Matt.
-¿Por qué?- Insistí.
-Porque no demostró ser de confianza-Se limitó a responder dejándome aún más desconcertada.
-¿Y vos de dónde lo conoces?- Solté al fin. La relación entre Louis y Matt me carcomía la cabeza desde ese encuentro en casa de la abuela Lynn.
Suspiro derrotado- Trabaja en la recepción del edificio en donde vivo.
-¿De verdad?- Pregunte incrédula al mismo tiempo que recordaba que Matt me había dicho que trabajaba en un edificio donde vivían famosos- Pero no lo vi cuando fui a ayudarte con la mudanza.
-Ese día no trabajó, últimamente falta mucho al trabajo, no sé porque- Miro pensativo la carretera.
-Sigo sin entender por qué no confías en él -
-Fiona, hay cosas que no sabes y creo que yo no soy el indicado para contártelas - Note la tristeza en sus ojos por lo que decidí no hurgar más en el tema, ya hablaría con Matt más tarde.
En la estación un desfile de trompetas y empleados disfrazados como tazas y teteras nos dieron la bienvenida, me sentía como Alicia en el país de las maravillas.
Louis me tomo la mano y me condujo hacia la boletería para comprar los pasajes. El lugar era maravilloso, barroco y delicado. Y el tren mantenía la misa decoración.
Los empleados del tren, que llevaban delantales rojos, nos invitaron a abordar. Ya acomodados en nuestros asientos nos tomaron la orden. Sobre la mesa descansaban dos teteras rojas y un par de tazas estampadas.
-¿Te gusta?- Indago Louis.
-No.
-¿No? ¿Querés ir a otro lado? Podemos bajar, estamos a tiempo- Se impaciento el chico de ojos claros.
Reprimí una risa.
-Louis- Lo calle- No me gusta, me encanta.
Su semblante se relajó y dejos escapar un suspiro.
-Creo que eso me lo merecía por no dejarte dormir anoche-Acepto.
-Y por no dejarme hablar con Emma cuando te lo pidió- Agregue recordando la extensa conversación telefónica que habíamos tenido la noche anterior.
Uno de los camareros nos trajo el té y unos bocaditos. Comenzamos a comer.
-¿Vos no tendrías que ir a la universidad?- Soltó Louis tomándome desprevenida.
-Sí, el trimestre que viene comienzo las clases en Oxford.
-Tu hermana también estudia en Oxford, ¿no?- Tomo su taza y bebió un sorbo de té mientras preguntaba.
Asentí- Ya hace tres años.
-Mi ex novia quería estudiar en Oxford- Comento.
Me atragante con el té que estaba bebiendo y comencé a toser.
- ¿Y no pudo?- Pregunte tratando de parecer relajada. Sería estúpido de mi parte pensar que Louis no hubiera tenido otras relaciones en el pasado, pero hablas de su ex me resultaba un tanto incómodo-
-No, se quedó estudiando en Manchester.
-¿Y  vos? - Inquirí para cambiar de tema- ¿qué sería de tu vida si no fueras cantante?
-No sé, pensaba estudiar en la universidad de Drama, quería ser actor.
-¿Te gusta actuar? – Comenté entre risas – Ciertamente tenés el perfil-
-Me encanta- La cara se le ilumino al responder.
- A mamá también le gustaba actuar- Dije recordando lo que papá me había contado de ella.
-¿Gustaba? -  Me interrogo el castaño que llevaba una camisa celeste claro que hacia resaltar sus ojos.
Ladeé la cabeza y dejé el pocillo con té sobre la mesa-Murió cuando yo era bebé-
-Lo siento- Estiro su mano por sobre la mesa para tomar la mía y me miro a los ojos dejándome sin aliento.
-Está bien- Conseguí decir. Se me hacía raro contarle todo esto. A veces se me olvidaba que aunque sentía que conocía a Louis de toda la vida, en realidad sólo habían pasado unas semanas - Creo que su partida afecto más a Pam que a mí, yo era muy chica para darme cuenta de lo que pasaba.
Asintió mientras apretaba mi mano en forma de consuelo.
-¿Y cómo está Luke?- Dijo tratando de cambiar de tema y se lo agradecí.
-Bastante bien, el aire Inglés le sienta bien – Expliqué en tono chistoso - Aunque  su relación con la  abuela Lynn es bastante mala.
Mi compañero rio- ¿Si? ¿Por qué?
-Digamos que las garras de Luke son una terrible amenaza para su preciado huerto -
Louis se llevo el dedo índice a la barbilla, analizando mis palabras – Deberías llevarlo con Wittchen-
-¿Wittchen? ¿Quién es?
-Es la gatita de Kirsten y Harry- Explico – Es como su hija, una hija malcriada y consentida-
Contuve una carcajada – Entonces no creo que se lleven bien, Luke no es para nada educado -
Louis rió – Mejor todavía, le vendría bien algo de compañía, para aprender a compartir-
Ambos rompimos a reír ante lo absurdo de nuestra conversación. A pesar de que, siendo sinceros, todas nuestras charlas eran absurdas y mayormente sin mucho sentido, como la noche anterior cuando nos habíamos pasado dos horas nombrando recetas para preparar con zanahorias. No es exactamente las cosas de las que la mayoría habla en los comienzos de una relación, pero con Louis era distinto, me gustaba nuestra extraña y divertida relación, o lo que sea que fuese.
Continuamos hablando un rato largo, las mismas estupideces sin sentido de siempre. Aproximadamente unas cinco tazas de té después mi vejiga me pedía a gritos que fuera al baño. Con delicadeza me levanté de la mesa y pedí indicaciones a una moza para que mi indicara el camino al tocador.
Los baños no eran demasiado grandes, no es como si se pudiera pedir mucho de una cabina de tren. De todas formas me sirvió, antes de salir limpié los restos de rímel que quedaban sobre mis pestañas. No necesitaba todo para impresionar a Louis, él ya me conocía sin maquillaje y desarreglada, me sentí un poco tonta al respecto. Tomé una gran bocanada de aire y volví al vagón dónde él me esperaba.
Sin embargo parecía que nuestra tarde había sido interrumpida. Un grupo de chicas adolescentes, fanáticas asumí, se arremolinaban alrededor del chico pidiendo por autógrafos y fotografías. Louis alzó la cabeza por sobre el grupito y sus ojos se encontraron con los míos.
Percibí la consternación en su mirada. No podían vernos juntos, al menos no todavía, esto ni siquiera era una relación seria. Le dediqué una sonrisa para darle ánimos y me senté en una de las mesas desocupadas cercanas a  la nuestra.
Desde mi posición pude observar como Louis conversaba con las fans, sonreía y posaba para las fotografías y hacía chistes mientras firmaba algunos posters con su cara. Verlo ‘en acción’ era realmente alucinante, pensé en todos mis ídolos y como me gustaría que ellos me trataran así si algún día lograra conocerlos.
Los minutos pasaban y la multitud en lugar de disminuir, aumentaba. Era tal mi aburrimiento que terminé ordenando una nueva taza de té. Una vez que me di cuenta de que nuestra cita ya no tenía salvación tomé mi teléfono y envié un mensaje a Louis para indicarle que me bajaba del tren y me volvía a su auto, podíamos encontrarnos cuando él terminara.
Pagué a la moza y me bajé del concurrido vagón. Para mi suerte las chicas obstruían el campo de visión del chico por lo que no pudo verme partir.
No tuve mayores problemas para llegar al estacionamiento y luego encontrar el coche de Louis. Después de todo la estación no era tan grande. Como no tenía la llave tomé asiento en el suelo junto al coche. Maldije el no tener un Ipod o al menos auriculares para distraerme hasta que él apareciera. Apoyé la cabeza sobre una de las puertas y cerré los ojos frustrada.
-Pensé que me estabas plantando – Una voz conocida me trajo de vuelta a la realidad.
Me puse de pie y encontré a Louis recostado sobre el capó  - Te estaba dando espacio –
-Perdón – Se disculpó llevándose la mano izquierda a la cabeza – No podía negarme –
-No importa – Lo tranquilicé – Estuviste genial –
El castaño arqueó las cejas confundido.
-Con las fanáticas – Expliqué – Se nota que las aprecias –
-Son maravillosas – Afirmó y vi como se le iluminaban los ojos – Pero hoy sólo quería estar con una chica –
Me mordí el labio inferior – ¿Quién es la afortunada? –
Louis sonrió y se acercó a mi – Se llama Fiona, hace yoga y le gustan los árboles –
-Y Grease – Añadí.
-Y Grease – Convino atrayéndome hacia él y depositando un tierno beso en mis labios.
Unas voces en la distancia nos distrajeron.
-Deberíamos irnos – Propuse – Por sí acaso te siguieron hasta acá –
Louis suspiró y me soltó  de mala gana – Está bien.
Nos subimos al auto y él comenzó a conducir rumbo a la casa de la abuela Lynn. El trayecto fue bastante silencioso. Mi conductor estaba meditabundo y se la pasaba murmurando cosas entre dientes. Supongo que intentaba averiguar quién había sido el soplón de nuestra ubicación.
Personalmente no le di mayor importancia, al fin y al cabo, nada mala había pasado.
Cuando nos detuvimos en nuestro destino noté que las luces de la casa estaban apagadas. Posiblemente Pam había acompañando a la abuela al súper o algo por el estilo.
-¿No están en casa?-
Negué con la cabeza – No te preocupes, puedo quedarme con Matt hasta que vuelvan –
La cara del chico se transformó. Su mandíbula se tensó y parecía que sus ojos ardían en frustración – No, de ninguna manera te voy a dejar a solas con él –
-Louis – Dije intentando suavizar el tono de mi voz – Es muy tierno que seas celoso, pero todo tiene sus límites-
-No son celos Fiona – Se justificó – En verdad, creo que él pudo habernos delatado hoy –
Arqueé las cejas y tuve que hacer un esfuerzo inhumano para controlar mi expresión de desagrado –Por favor Louis no hagas esto, ni siquiera tenés pruebas-
Tragó saliva – Pero conozco a Matt más que vos, no lo quiero cerca tuyo, por favor, podes quedarte en mi apartamento.
Suspiré. Por supuesto que podía irme con él, aceptar su invitación. Pam y la abuela no se preocuparían si sabían que estaba con Louis. Pero esto se trataba de poner límites, si íbamos en serio él iba a tener que aprender a controlar sus impulsos.
-Louis, me quedo acá – Sentencié – Te guste o no –
-No puedo creerlo – Se quejó - ¿Confías más en él que en mí? –
Puse los ojos en blancos – No hagas esto, es estúpido.
-¿Yo soy estúpido? – Su tono de voz se había elevado y apretaba el volante del auto con fuerza – Posiblemente tengas razón, ese chico posiblemente haya vendido mi privacidad y la de todos mis amigos por quién sabe cuánto tiempo y ahora dejo que mí novia se pasee por ahí con él, sí tenés razón, soy un estúpido –
-Yo no… - Quise explicar pero las palabras se negaban a salir de mi boca – Nosotros no… -
-No te detengas – Me animó en tono seco – Me gustaría escuchar toda la explicación –
Su último comentario fue la gota que colmó el vaso. Con todo el orgullo del que fui capaz abrí la puerta y me bajé del auto, ¿por qué me trataba así?, ¿cómo es que habíamos pasado de besarnos a pelearnos en tan poco tiempo?, ¿quién se creía que era para decirme en quién podía y no podía confiar?

-Adiós Louis – Dije con tono indiferente y luego di un portazo. 

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hola! bueno, como la mayoría no sabe, Superhuman está próximo a terminar, nos quedan algo así como 6 capítulos. Por eso con la otra administradora estamos planeando escribir un Fanfic nuevo, pero no con 1D. Estamos haciendo una encuesta para ver de quién puede ser la próxima historia, pueden votar al costado de esta post.
Las principales opciones son 5SOS o The Vamps pero también pueden marcar la opción 'Otros', en ese caso dejen un comentario en esta publicación sobre que banda/artista les gustaría. Bien... creo que eso es todo esperamos sus votos :)