
No quería
avanzar, mi cabeza daba vueltas y no podía creer todo lo que había pasado. ¿En
que estaba pensando cuando acepte? De ninguna manera podía concebir que yo,
Kirsten Hoppe, perdiera una pisca de orgullo alojándome en su casa, preferiría
dormir en algún hotel mugroso que pueda pagar con la tarjeta que papá me había
dejado para gastos de emergencia.
Me había
pasado los minutos anteriores a mi ‘rendición’ sopesando las posibles
alternativas a esto. Sin embargo todas estas incluían hablar con Beth, lo que
inmediatamente provocaría que se pusiera en contacto con mis padres, lo que era
impensable. Lucy y Emma no podían ayudarme, sus padres estaban en la misma
posición que Stella y en el instituto los cuartos estaban todos ocupados.
Luego de
ingeniar un mentira para Beth, le hicimos creer que Gemma era mi prima lejana y
que me alojaría con ella, armé mis medio
desechas valijas y me apresuré a partir.
Cerré los
ojos apretándolos fuertemente, tal vez así todo desaparecería y me despertaría
en mi nueva habitación con Wittchen a mis pies sabiendo que todo fue un mal
sueño.
-Kirsten,
es tarde y Harry va a matarme- Casi suplico la morocha.
Suspire.
Mis intentos no servirían de nada y lo
único que estaba haciendo era perder el tiempo, así que me arme de valor y
cruce la puerta dejando atrás la academia y dirigiéndome hacia el auto de
Gemma.
-Por fin-
La morocha abrió la puerta del conductor y se desplomo en su asiento.
-Me podes
recordar por qué estoy haciendo esto- Estaba haciendo lo que ella quería, tenía
permitido al menos quejarme ¿No?
Suspiro-
Harry te está haciendo un favor, no sé qué paso entre ustedes dos que no querés
verlo pero te aseguro que es lo mejor que vas conseguir.
Asentí.
Para mi pesar ella tenía razón.
Sin embargo
me sorprendió que él aceptara lidiar con todo esto. Luego de que Gemma le
aclarara quién era ‘su amiga’, Harry no cambio de opinión. Yo me hubiera
esperado que pusiera una excusa para
retractarse pero no lo hizo, tal vez no era tan malo.
Sacudí la
cabeza para alejar esos pensamientos.
-Seguro lo
hace para molestarme-Susurré.
Por suerte
la música del estéreo de la conductora tapó mi suave voz. Continuamos nuestro
camino tarareando las canciones del chart de la BBC.
…
Al llegar
al edificio donde se suponía que vivía Harry los nervios me invadieron. ¿Qué es
lo que iba a decirle? Gemma me empujo fuera del auto pero al llegar a la puerta
de entrada volví a trabarme.
-¡Kirsten
por favor no!- Exclamo.
-Gemma no
puedo hacerlo- Mi orgullo comenzaba a interponerse y cuando eso pasaba nada
podía ganarle.
-Si podes,
ya vas a ver- Dijo y al instante me quito mi bolso de Chanel blanco donde se
encontraba Wittchen escondida.
-¿Qué está
haciendo?- Exigí saber.
-Me llevo
tu bolso… y a Wittchen- La cabecita de la gata se asomaba por el borde del
bolso blanco.
-¡Gemma no!
¡Mi bolso Chanel no! Es mi favorito- Me queje.
-Si no
entras y subís esas escaleras hasta el departamento de mi hermano tu bolso Chanel
va a ser historia.
Entre cerré
los ojos con rabia ¿Cuánto hace que nos conocemos? ¿Cómo puede saber cómo
chantajearme?
-Está bien-
Accedí. Me dirigí hacia el ascensor con paso firme y derramando rabia por donde
pasaba. El chico de la recepción me observó pasar junto a él con extrañeza, no
le di importancia y continúe con mi camino.
-¿A qué
piso vamos?- Pregunte a Gemma cuando ya nos encontrábamos dentro del ascensor.
-16- Dijo
dejando escapar una risita contagiosa ¿Yo le parecía graciosa?
-¿Tengo
algo en la cara?- Indague ya que ella continuaba riendo.
-Sí, esta
roja- No pudo contenerse más y comenzó a reírse a carcajadas. No pude evitarlo
y también empecé a reír. Su risa era muy contagiosa.
-Debe ser
la ira- Respondí entre risas- Me pongo colorada cuando me enojo.
-Ya veo-
Contesto Gemma con el poco aire que le quedaba.
Seguíamos
riendo cuando las puertas del ascensor se abrieron.
-¿Se puedo
saber que es tan gracioso?- Pregunto una voz desde fuera del ascensor.
Me trague
la risa y fulmine con la mirada al chico de ojos verdes que se encontraba
frente a mí.
-Nada-
Dijimos al unísono.
Harry nos
examinó a ambas con la mirada y luego la dirigió hacia mi bolso clavando la
vista allí. Wittchen maullaba desde dentro de este mientras realizaba por su
parte un análisis de Harry.
-¿Y este
tierno gatito de donde lo sacaron?- Pregunto Harry y saco a Wittchen de su
escondite. El animal escondió su cabeza entre sus brazos mientras él acariciaba
su pelaje.
-Es de
Kirsten, lo encontró en una caja abandonado en la calle-Explico Gemma.
-Oh es muy
hermoso ¿Quién pudo abandonarlo?- Al parecer a Wittchen y Harry se habían hecho
amigos en muy poco tiempo. Traidora.
-Es hermosa
y se llama Wittchen.
-¿Wittchen?
Qué clase de nombre es ese.
Puse los
ojos en blanco- Es alemán y…
-De ahora
en más para mi vas a ser Chloe- Harry me interrumpió hablando con la gata.
-Wittchen es
mi mascota y yo decido como se va a llamar- Quite a Wittchen de sus manos y la
envolví en mis brazos en forma protectora.
-Eh… Harry
por qué no le mostras donde va a dormir a Kirsten-Gemma intervino antes de que
comiensara la guerra.
El chicos
de rizos me fulmino con la mirada- Por acá- Hizo un ademan con las manos para
que lo sigamos y nos encaminamos dentro del departamento número B53.
El lugar
era muy espacioso y la decoración era magnifica. Un sillón negro en forma de
semicírculo ocupaba el living y por una de las puertas laterales se podía ver
una parte de la cocina de estilo moderno.
-Creo que
voy a poder acostumbrarme a esto- Pensé.
Harry nos
condujo por un pasillo con varias puertas y entro en la tercera de la
izquierda.
-Esta es tu
habitación provisional- Anuncio.
Me asome en
la puerta para poder contemplar mi nuevo cuarto. Tenía aproximadamente el mismo
tamaño de mi habitación de la academia pero con la diferencia de que las
paredes eran totalmente blancas y la única decoración era un armario de madera
gigante.
-¿Y tus
valijas?- Inquirió Harry al notar que no las traía.
-Están en
el auto- Le informo su hermana.
-Dame las
llaves, voy a buscarlas.
-Bueno
nosotras te ayudamos- Ofreció Gemma.
-No importa
voy yo- Insistió el castaño.
Accedí
mientras reía para mí misma –Como quieras, pero después no te quejes- Quería ver cómo se
las arreglaba para traer todas mis valijas solo.
Harry
partió hacia el auto para buscar mis valijas y Gemma y yo nos enfrascamos en
una conversación sobre cómo arreglar la habitación para que no parezca tan
deprimente, no es que fuera a quedarme por mucho tiempo pero este cambio
favorecería también a futuros visitantes. Cuando ya teníamos una vaga idea de
cómo queríamos arreglar el cuarto Harry llego cargando con mis valijas, parecía
agotado y apenas atravesó la puerta las dejo caer al piso mientras tomaba una
bocanada de aire fortalecedor.
-¿Qué tenes
ahí adentro?- Pregunto indignado.
-Ropa,
zapatos… cosas de mujeres- Explique esbozando una media sonrisa.
- Cosas que
pesan una tonelada- Se quejó.
- Entonces
Gemma vos te vas a quedar ¿no?- Dije ignorando su último cometario y cambiando de tema.
-Por esta noche
si pero mañana debo volver a casa, tengo asuntos que atender en Homes Chapel-
Me dedico una mirada de disculpa.
-Pero…- Iba
a reprochar pero mi amiga me detuvo.
-Ya es
tarde, vamos a dormir mañana hablamos de esto- Me interrumpio.
Iba a
seguir las órdenes de Gemma pero un recuerdo se me vino a la cabeza.
-¿Gemma no
habías dicho que Harry vivía con Louis?
-Por esta
noche se queda en casa de Liam porque estas usando la habitación de Gemma-
Aclaró Harry que ya se encontraba a mitad de camino de su cuarto, que
casualmente estaba justo frente al mío.
Asentí con
la cabeza y luego de despedirme ingrese a mi habitación provisoria cerrando la
puerta tras de mí.
….
-¡Gemma por
favor no me dejes con tu hermano!- Rogué. Estábamos en la estación de trenes,
el de Gemma partía en unos minutos y nos estábamos despidiendo- No voy a
sobrevivir a una semana con él, ¡te
necesito!
-Kirsten no
seas melodramática- Me regaño la morocha.
Harry se
encontraba a unos metros de nosotras, con sus lentes de sol y un gorro de lana sobre
la cabeza. Intentando pasar desapercibido mientras nos daba unos minutos para
hablar a solas. No había problema con que lo vieran con su hermana, pero una
rubia desconocida, eso sería peligroso para mi salud. No quería fans
persiguiéndome por toda la estación.
-Quiero que
ustedes…- Una bocina que anunciaba la partida del tren me impidió escuchar lo
que Gemma decía.
-Tengo que
irme-Ella se inclinó para besar mi mejilla y luego dirigió un saludo disimulado
a su hermano.
Con
parsimonia y una sonrisa en su rostro se montó en el tren.
Cuando
todos los pasajeros estuvieron a bordo la bocina volvió a sonar, comenzó a
salir humo por la chimenea y el tren se puso en marcha.
Suspire. ¿Y
ahora que iba a hacer? Tenía que pasar toda una semana con Louis y Harry sola.
No es que no esté acostumbrada a convivir con hombres, tengo dos hermanos que
no son para nada tranquilos, pero esto era muy diferente. Primero a uno de
ellos casino lo conocía y con el otro prácticamente nos odiábamos desde aquel
mal entendido.
Con la
cabeza gacha y la cabeza llena de pensamientos caminé hasta donde se encontraba
Harry.
Su produjo
un silencio incómodo entre nosotros, el cuál ninguno de los dos se molestó en
romper. Para intentar distraerme miré mi reloj.
-¡Oh no! Es
tarde- Proferí. Se suponía que debía estar en la academia a las ocho en punto.
-¿Tarde
para qué?- Quiso saber Harry.
-Para mi
primera clase, comienza a las 8 y son las 7:45.
-Vamos, yo
te llevo- Dicho esto aceleró el paso hasta que nos encontramos frente a su Audi
R8
Lo seguí
algo desconcertada pero sin oponerme, debía llegar a la academia cuanto antes.
Cuando
estuvimos acomodados cada uno en su asiento Harry acelero el auto y corrimos
rumbo al instituto.
Él no me
preguntó dónde quedaba, supongo que ya debía conocer bien la cuidad, además era
un edificio bastante importante.
Para mi
suerte llegamos en menos de quince minutos. Carrie me estaba esperando a fuera
junto con otras compañeras de clase.
-Gracias-
Dije cuando baje del auto, luego me dirigí rápidamente al encuentro de mis
compañeras.
-Hola –Le
dediqué una sonrisa a la chica de rizos rubios-¿Llego tarde?
-No, vamos
a tener una clase especial con Sarah Lamb y se está preparando- Me informo
Carrie- ¿Te trajo el hermano de Gemma?
La mire
sorprendida por su pregunta- Si- Respondí restándole importancia.
Mis otras
compañeras de clase se miraron entre si susurrándose algo que no conseguí oír.
-¿Pasa
algo?- Inquirí.
-Creo que
no es extraño que hayas llegado tarde- Comento una de ellas que llevaba un
rodete tirante en la cabeza.
Fruncí el
ceño confundida y algo ofendida, ¿qué estaba insinuando?
-¿Hay mucha
diferencia entre revolcarse con un inglés y un alemán?- Agrego una morocha de
pelo largo y cejas gruesas.
-Yo no me
estaba revolcando con nadie- Proteste.
-Si claro-
Dijo la chica del rodete en tono baja pero que todas pudimos escuchar.
La fulmine
con la mirada- Piensen lo que quieran, no me importa-
Empecé a
caminar hacia la puerta de entrada con la cabeza en alto, nadie iba a pasar por
encima de Kirsten Hoppe y menos esas patéticas bailarinas. Carrie me siguió
luego de dedicarles una mirada de reproche a sus compañeras.
-No les
hagas caso-Me consoló-Es la presión.
-No importa
Carrie-La tranquilicé-No es nada.
Me mordí el
labio, por supuesto que no era nada. Eran un montón de cosas, ¿por qué todos
piensan que me siento atraída por Harry?, ¿es acaso alguna clase de regla?,
¿todas las chicas deben estar a merced de Harry Narciso Styles?
Suspiré, no
tenía sentido seguir gastando mis energías en eso. En su lugar me concentraría
en humillar a esas chicas en dónde más les doliera, en la pista de baile.
La clase
con Sarah fue muy productiva, ella es artista principal en la opera de la
academia y nos dio muchos consejos para mejorar nuestro estilo de baile. Por su
parte el dúo, como yo llamaba a la chica de rodete y a la morocha, ya que no
recordaba sus nombres, se pasaron toda la clase observándome con rencor. Opte
por ignorarlas y todo fue de maravillas. Aunque debo admitir que me aseguré de
rebajarlas con las miradas cuando Sarah me felicitó por mi ‘perfecto Jeté pas’.
Al terminar
las clases me quede un rato hablando con Carrie, realmente no había pasado gran
cosa desde el momento en que me fui. Ella había estado vigilando a Beth en caso
de que no se hubiera tragado nuestra historia y hubiera llamado a mis padres de
todas formas. Pero todo parecía ir bien. Además ninguna de las alumnas había
hecho demasiadas preguntas.
Por el
rabillo del ojo miré a tonta y retonta, como había decidido bautizarlas, y me
figuré que pronto empezarían a esparcir cualquier clase de rumores.
-¿Kirsten?-Mi
amiga me trajo de vuelta la tierra-¿Me estás escuchando?
-Sí
claro-Mentí con la mejor cara de amigos que pude.
Carrie no
se lo creyó ni por un minuto-Claro, ¿estás pensando en el hermano de Gemma?
-¿Vos
también?-La acusé
Ella
intento contener su risa-Hey, con ese auto, da que pensar.
Revoleé los
ojos-Después yo soy la materialista.
La chica me
golpeó en el hombro-Por supuesto.
-¡Ouch!-Me
quejé-¿No es que las bailarinas de ballet son delicadas?
Carrie hizo
un ademán con las manos-Es una leyenda urbana, en realidad nos encerramos a
practicar boxeo.
Ambas
comenzamos a reír ante la ocurrencia de mi amiga. Cuando logramos recobrar la
compostura me acompañó a tomar un taxi. Nos despedimos y parti rumbo al
departamento de Harry y Louis.
…
Luego de
rebuscar en mi bolso por unos veinte minutos por fin encontré la pequeña llave
de metal. La encajé con la cerradura.
Al entrar a
mi hogar provisorio me sorprendí cuando sentí una pequeña bolita rosa golpeando
contra mi pie y luego vi una bola más grande, blanca, que se abalanzaba sobre
mí.
-¿Wittchen?-Exclamé
preocupada-¿Qué estás haciendo?
Me agaché
para tomar la cosa rosa. La sostuve a la altura de mis ojos para examinarla.
Era una pelota de peluche, un juguete para gato, evidentemente.
-¿De dónde
sacaste esto Wittchen?-Pregunté mientras la tomaba en mis brazos.
En ese
momento una voz que venía del pasillo nos interrumpió.
-¡Chloe!-Harry
apareció ante mí-Oh, ya llegaste…
Lo
escudriñé con la mirada, llevaba un peluche en su mano derecha-¿Qué es eso?
Él también
examinó mi rostro en busca de indicios pero procuré demostrar una cara de póker-¿Qué cosa?
Puse los
ojos en blanco-Lo que tenés en la mano Harry.
-Ah,
esto-Alzó el muñeco para que pudiera verlo, era un osito de peluche que ya
estaba marcado con arañazos, posiblemente de Wittchen-Chloe estaba aburrida así
que fuimos de compras.
-Primero
que nada se llama Wittchen, es mi gata, yo decido el nombre-Dejé a la gatita en
el suelo y luego proseguí-Y no necesita que le compres cosas, yo puedo hacerlo.
-Es TU
gata, pero eso no te detiene para abandonarla una tarde entera-Me acusó.
-¿Perdón?-Le
dediqué una mirada asesina-Explícate.
-Ya que
Chloe se va a quedar todas las tardes conmigo, creo que eso me da cierto
derecho sobre ella.
-¡Es
Wittchen!-Ya estaba empezando a enfurecerme-Y es MÍ mascota, no tenés ningún
tipo de derecho sobre ella-Me detuve para calmarme-Y en cuanto recupere mi
cuarto me la llevo devuelta al instituto.
-¿Para
tenerle encerrada en un ropero?-El chico de ojos verdes tomó a mi mascota en
brazos y comenzó a acariciarle la cabeza-Ni lo sueñes, se queda conmigo.
Le lancé
una mirada amedrentadora- No, no vamos a discutir esto, Wittchen se queda
conmigo, yo la encontré-Intenté quitársela de las manos pero esta se resistió
con un maullido.
-¿Ves?, me
quiere.
Me crucé de
brazos-¿Qué le hiciste?
Harry
suprimió una risa.-Dicen que las mascotas se parecen a sus dueños, vos me
querés, por ende ella me quiere.
Sentí como el color rojo subía por mis
mejillas-¡¿Qué?!
El chico de
rizos suspiró-No volvamos con eso Kirsten, ya deberías haber supera lo del
beso.
-¡¿Qué?!-Reiteré
mi pregunta porque sinceramente no sabía que otra cosa decir, ¿cómo es que la
conversación había terminado así?, ¿por qué tenía que sacar ese tema a
colación?, ¿no podía dejarlo pasar?, ¡¿y cómo que yo no lo había superado?, no
había nada que superar, su beso no había significado nada. Es más, ni siquiera
lo recordaba.
Dejó a
Wittchen en el suelo y se acercó a mi-Aunque claro, Wittchen no intento
besarme.
-Ah, claro
ahora sí recuerda el nombre-Pensé y tuve que controlarme para no pensar en lo
bien que le salía la pronunciación.
-Ambos
sabemos que si hubiera estado en mis cabales eso nunca hubiera pasado-Contraataqué
en un momento de lucidez.
-¿Estás
segura?-Se acercó otro poco más a mí.
Estábamos
tan cerca que podía sentir su respiración contra mi piel y nuestras narices
casi se chocaban.
Una
sensación de deja vú me invadió, ¿había
sido así la noche en que lo besé? Me
refiero al estómago hecho un nudo y la cabeza dándome vueltas.
Estábamos
los dos en trance cuando la puerta se abrió y nos vimos interrumpidos.
-Traje la
cena-Louis entró al departamento cargando un par de cajas.
Me encantaaa ;) Cuando subes el siguiente??
ResponderBorrarEsta noche :)
BorrarGracias! Enseguida nos pasamos por tu blog :)
ResponderBorrar