31 ago 2013

Capítulo 54

Estiré mi vestido para acomodar un par de arrugas que se habían formado en la parte delantera. Era blanco
con un estampado de rosas rojas. Un fino cinturón atado en mi cintura y zapatos de plataforma, no demasiado altos, completaban mi atuendo.
Oí el timbre y como la abuela Lynn abría la puerta a Louis y lo invitaba a pasar. Me di un último vistazo en el espejo. Todo estaba en orden, retoqué la fina capa de base en mi rostro y salí del cuarto.
Mientras caminaba intenté dominar el temblor de mis manos. Todo se había vuelto un tanto extraño después de que aceptara la invitación del chico.
Al principio intente convencerme de que sólo eran imaginaciones mías. Pero todavía podía escuchar las palabras de Louis resonando a mi cabeza ‘si quisiera impresionar a una chica la llevaría al cine’ había dicho cuando estábamos en Pizza Hut.
Rápidamente alejé esos pensamientos de mi cabeza. No podía confundir las cosas, Louis era mi amigo, no quería arriesgarme a perder eso en estos momentos.
Aclaré mi garganta al llegar al living donde Louis y la abuela me esperaban sentados en los sillones.
-Oh, ahí está – Dijo ella poniéndose de pie - ¿No está hermosa?-
Clavé la vista en suelo – Abuela… -
-Preciosa – Convino Louis con una sonrisa divertida en el rostro.
-Bueno, váyanse ya, tengo cosas que hacer – Nos apresuró la abuela Lynn mientras yo luchaba por que mis piernas se movieran.
El chico tomó mi mano para darme ánimo y salimos juntos de la casa. Sostuvo mi puerta para que subiera al Porsche negro- .  Luego la cerró y se ubicó en el asiento del conductor.
-¿Qué vamos a ver? – Pregunté cuando el silencio se me volvió inaguantable.
Louis golpeaba suavemente en volante al ritmo de una canción de The Fray que sonaba en su reproductor. Estos últimos días había aprendido que era una de sus bandas favoritas.
– No sé en realidad, pero en E-max siempre tienen algo - Ladeo la cabeza,  meditando sus próximas palabras – Estaba pensando en alguna comedia romántica… -
Me mordí el labio, ¿es que lo estaba haciendo apropósito?  Todo esta situación me tenía con los nervios a flor de piel y terriblemente confundida. Ya ni sabía cómo actuar frente a él, por lo que opté por seguirle la corriente.  Los dos podíamos jugar a este juego.
-Por mí está bien – Subí un poco el volumen de la música - ¿Podríamos ir a comer algo después?
-Claro, ¿a dónde te gustaría?-
-No estoy segura, se me antoja una ensalada en estos momentos-
Louis suprimió una carcajada - ¿Nachos con queso son lo mismo? –
Suspiré de forma exagerada – Solamente espero no terminar con la cara llena de queso, ¿tenés una idea del tiempo que tardé en arreglarme? –
Esta vez los dos reímos. El conductor aumentó un poco la velocidad y dos canciones más tardes ya nos entrábamos en el estacionamiento del E-max.
Antes de bajarnos Louis volvió a ponerse la chistosa peluca negra que ya se me hacía bastante conocida.
-¿Qué podemos ver?- Medito mientras examinaba la cartelera del cine, estaba contemplando la sección romántica.
Seguí con la mirada la hilera de afiches con las distintas películas disponibles hasta que halle una que llamo mi atención.
-Louis- Llame su atención jalando su remera negra.
-¿Encontraste una película?- dijo girándose para verme.
Asentí- Quiero ver ‘Batman: el caballero de la noche asciende’- Le informe entusiasmada mientras le señalaba el afiche de la película nombrada donde se podía observar la imagen de Batman en un fondo oscuro.
-¿Pero no te gustaban las comedias románticas?- Reprocho.
-Si…- Dije arrastrando las palabras- pero también me gusta Batman- Esboce una sonrisa compradora.
El chico de peluca negra rodeo los ojos antes de dirigirse a la boletería arrastrando los pies. Volvió en seguida con dos boletos para ‘Batman el caballero de la noche asciende en 3D’, sonreí abiertamente complacida.
-La película empieza en diez minutos, vayamos a comprar algo para comer- Louis me hizo un gesto con la mano invitándome a avanzar y así lo hice. Compramos popcorn y una gaseosa tamaño familiar para los dos, Louis insistió en pagar y esta vez lo deje, el quería tener una cita, entonces debíamos seguir todas las reglas, y eso incluía que el chico pagara.
Con las manos llenas de comida nos dirigimos hacia la sala 4 donde se reproduciría la película. La habitación estaba casi llena, las luces iluminaban levemente el lugar por lo que tuve que prestar mucha atención a donde pisaba para no caer y desparramar las palomitas por toda la sala. Louis me condujo las butacas del fondo donde la cantidad de espectadores era escaza, justifique su decisión como la forma de pasar desapercibidos.
Las luces del cine se apagaron  y en la pantalla se podía apreciar los trailers de las nuevas películas. Me coloque mis lentes 3D y Louis, que se encontraba sentado a mi derecha, hizo lo mismo. Después de ver unos trailers más la película por fin comenzó.
Contemple la pantalla embobada. Batman era mi héroe favorito, había visto cada película de él, además, Anne Hathaway era una de mis actrices preferidas.
Trate de concentrarme en la película para entender la trama después de haberme perdido una de la historia por hablar con Louis. Pero al parecer mi amigo no compartía el mismo pensamiento porque comenzó a moverse cada 5 minutos, impidiendo que me concentrase en la escena que transcurría frente a mis ojos. Después de varios intentos de ponerse cómodo, Louis encontró la mejor posición y esta era pasando un brazo por mis hombros. Me revolví incomoda en mi asiento incapaz de pensar en otra cosa que no fuera el contacto de su brazo con mis hombros y mi cabello. Por su parte él parecía muy cómodo y hasta apoyo su cabeza en uno de mis hombros para descansar.
Si las luces hubieran estado encendidas probablemente el color rojo de mi cara hubiera resaltado entre las butacas negras.
El resto de la película me dedique a comer palomitas y a tratar de concentrarme pura y exclusivamente en Batman ignorando al chico que parecía dormido sobre mis hombros.
Cuando finalizo ya había devorado todas las palomitas y a falta de algo que morder me dedique a mordisquear mis uñas. Las luces iluminaron la sala permitiéndome contemplar mejor al chico que dormía sobre mí.
-¡Louis despertate!, la película termino- Moví  la castaño para despertarlo, a cambio recibí un quejido y minutos después se incorporó para observarme con ojos cansados.
-¿Tiene que ser lindo hasta recién levantado?- Maldije para mí misma.
-¿Ya termino?- Pregunto mientras se refregaba los ojos con las manos.
-Si- Balbucee.
Se puso de pie mientras estiraba los brazos-Entonces vamos por un milkshake-
-¿Un milkshake?
-Si, a mis hermanas les gusta tomar un milkshake después de ver una película- Aclaro.
-¿Tenes hermanas?- Me pareció extraño enterarme que tenía hermanas, había pensado que era único hijo, mejor dicho nunca había pensado en que, como toda persona normal, debía tener una familia.
-Cuatro hermanas pequeñas- Respondió y pude notar como los ojos  se le iluminaban al hablar de sus hermanas- Charlotte, Felicite y las gemelas Daisy y Phoebe.
-Entonces creo que sabes cómo tratar a una chica ¿no?- Bromé
-Soy todo un experto- Alardeo jalando de mí para levantarme de mi asiento.
Nuestros rostros quedaron a unos centímetros de distancia, la mirada de Louis se desvió hacías mis labios.
-Yo también tengo una hermana- Solté improvisadamente para escapar a su mirada tentadora- Se llama Pam.
-En ese caso algún día vas a tener que presentármela- Siguió mi conversación mientras nos dirigíamos a la salida del cine.
-No quiero que quieras conocerla.
Arqueo la cejas confundido-¿Por qué?-
- No es muy amigable- Respondí haciendo comillas con las manos en la palabra amigable.
-No importa, seguro que le caigo bien- Sonrió- La abuela Lynn me ama, ¿por qué no tu hermana?
-Como quieras – Acepté encogiéndome de hombros - Pero después no digas que no te lo dije-
….
 En camino hacia Milkshake City nos la pasamos hablando de nuestras hermanas. Me entere de que la mayor es Chalotte, o como le dicen ‘Lottie’, después esta ‘Fizzy’ y por ultimo las gemelas Daisy y Phoebe que teran muy pequeñas. Con respecto a mi hermana, le hable sobre sus estudios en Oxford y su temperamento.
Al llegar a Milkshake City pedí un Galxy Cookie Crumble y luego me fui a sentar junto a Louis que tomaba su Milky Way x-large. El lugar estaba vacío, a excepción de nosotros, lo que me pareció bien ya que no corríamos riesgos de salir corriendo nuevamente.
-Sabias que el auto de la abuela Lynn se llama Daisy también- Comente mientras jugaba con el sorbete de mi milkshake.
-¿El amarillo que estaba estacionado frente a la casa?
Me limite a asentir porque mis labios estaban muy ocupados en el licuado.
-Le queda bien, Daisy es rubia así que supongo que es una versión de ella en auto-
Reí- Debe ser raro que un auto se llame como vos.
-¿Raro? ¿Estás loca?, ¡seria genial!- Exclamo- Le voy a poner Louis al Audi de Hazza- Sentencio.
-¿Estás seguro de que va a estar de acuerdo?- Hable entre risas.
-Si él no quiere… todavía me quedan los autos de Niall, Liam y Zayn.
Puse los ojos en blanco - ¿Y por qué tú nombre y no otro nombre cualquiera?-
-Para que siempre me recuerden – Explicó como si fuera la cosa más obvia del mundo.
Aun riendo por las ocurrencias de mi amigo le quite la tapa al bazo que contenía el licuado para poder tomar lo poco que quedaba en el fondo. Era una costumbre que tenía desde pequeña , según Pam era de mal gusto. Satisfecha deje el bazo en la mesa blanca que contrastaba con las paredes pintadas de rosa.
Mire a Louis que tenía una gran sonrisa en su rostro y pude notar que estaba tratando de no reír.
-¿Qué paso?- Lo interrogue asustada por su comportamiento extraño.
El chico de ojos claros no contesto, en cambio se fue acercando cada vez más a mí haciendo que mi pulso se acelerara. Por unos instantes creí que iba a sufrir un paro cardíaco pero luego Louis extendió la mano y paso delicadamente su dedo por la comisura de mis labios.
-Tenías un poco de batido- Explico.
-Ah –En vano intenté no tartamudear -Gra…gracias-
A pesar de que ya no había rastro de batido en mi cara Louis no se movió de su lugar tan próximo al mío. El color comenzó a subir por mi cara y pude notar que las manos me sudaban. Aspire hondo antes de que Louis cortara definitivamente la distancia que nos separaba y uniera nuestros labios en un ingenuo beso.
El castaño coloco una de sus manos en mi cara y otra en mi cintura para atraerme más a él. Deposite mis manos en sus hombros dejando me llevar por el momento. Antes había estado asustada por su proximidad pero ahora no podía concebir la idea de tenerlo tan lejos.
Una tos fingida rompió nuestra burbuja y abrí los ojos exaltada. Me había olvidado por completo que seguíamos en Milkshake City.
-Estamos por cerrar- Dijo el chico que antes nos había vendido los batidos.
-Oh, lo siento, ya nos íbamos- Me disculpe. Levante a Louis, quien  tenía una sonrisa tonta en la cara,  de su asiento y lo empuje hacia la salida saludando al empleado con un gesto de la mano y completamente roja de vergüenza.
Nos dirigimos hasta el estacionamiento donde se encontraba el Porsche y subimos en él.
-¿Sabes qué?- Hablo por fin mi acompañante- Le voy a poner Fiona a mi auto.
Fruncí el ceño- ¿Fiona?
-Sí, ¿o preferís Fenie?
-No, Fiona está bien- Me apresure a decir.

-Entonces Fiona será- Concluyo acercándose a mí para depositar un corto beso en mis labios.

25 ago 2013

Capítulo 53

-Harry no te estoy abandonando, solamente me mudo al departamento de al lado- Decía el castaño - No es como si no nos fuéramos a ver nunca más-
Continúe escuchando la conversación mientras entraba por la puerta del nuevo departamento de mi amigo. Llevaba en mis manos una caja bastante grande, por lo que no podía ver nada además de la superficie de cartón.
-¿Dónde dejamos el sillón? – Pregunto Zayn.
Él y el chico de rizos estaban cargando un sillón color hueso. No parecía demandarles demasiado esfuerzo.
Louis estaba arrodillado frente a una de las numerosas cajas que llenaban lo que pronto sería el lobby – Por ahí está bien, en el centro.
Sin pensarlo dos veces los chicos dejaron caer el sillón en el suelo y se recostaron sobre este plácidamente.
Harry suprimió un bostezo-  ¿Eso es todo?
Ambos tenían la tarde libre tanto de trabajo como de sus respectivas novias. Kirsten, quien salía con Harry y según lo que él me había contado, era bailarina de ballet y tenía clases hasta tarde. Mientras que Amy, novia de Zayn, trabaja por las tardes en un Starbucks no muy alejado del centro.
-Sí, sólo falta la caja que… - El castaño recordó mi presencia y extendió sus brazos para ayudarme con la pesada carga – Lo siento Fiona, eso es un poco pesado para vos-
-No hay problema- Le resté importancia. Aunque en fondo los músculos de mi brazos estaban algo resentidos por la fuerza-¿Qué ahí dentro por cierto?-
-Son las partes de mi muñeco de Iron Man-
-¿Muñeco de Iron Man?- Cuestione incrédula.
-Sip, tamaño real- Volvió su mirada hacia mí luego de dejar la caja sobre el piso-
-¿Por qué tenes un muñeco de Iron Man tamaño real en tu departamento?- Seguía sin poder creérmelo.
 -¿Por qué no?- Justifico sin más.
Los demás contuvieron las carcajadas.

Negué con la cabeza y seguí con mi trabajo. Aunque ya habíamos trasladado todas las cosas de Louis al nuevo departamento, todavía teníamos muchas cajas y ropa por desempacar. El chico tenía mucha ropa, más que yo e incluso más que Pam, y eso era decir mucho.
-Deberíamos llevar las cajas con ropa al cuarto – Propuse – Para tener más espacio y poder ir acomodando todo en la cocina-
-¿De dónde sacas tanta energía? – Se quejó Zayn – Yo propongo un descanso-
-Por mí está bien – Lo secundó Harry – Cuando más demore Louis en dejarme, mejor-
-¡Que no te estoy dejando! – Lo regañó el anfitrión de la casa mientras sacaba cuatro botellas de la heladera.
Le lanzó una a cada uno de sus amigos y luego me entregó una a mí con mayor delicadeza. La tomé y le di un pequeño sorbo, era jugo de manzana.
-El favorito de Harry – Explicó.
El aludido sonrió desde su posición en el sillón.
-El mío también – Comenté con timidez mientras tomaba asiento en el suelo frente al sofá.
Louis sonrió y se sentó junto a mi – Genial, así solamente voy a tener que recordar un solo sabor  - Bromeó y rodeó mis hombros con su brazo izquierdo.
Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo ante su tacto. Sin embargo no me moví ni tampoco le pedí que lo retirara. Los chicos desviaron sus miradas algo incómodos.
-¿Y están holgazaneando? – Se mofó una voz desde la puerta.
-Es un break – Explicó Zayn en el mismo tono chistoso.
Dirigí la vista hacia la puerta para observar al nuevo  visitante. Para mí sorpresa eran dos. Un cuarto miembro de la banda que me pareció reconocer como Liam y…
-¿Emma? – Pregunté sorprendida.
La chica pareció sorprendida de verme también - ¿Fiona?, ¿cómo? –
-Louis me pidió que lo ayudara con la mudanza  - Expliqué para aclarar sus dudas – Pero creo que ya sé por qué estás vos acá –
Ella se sonrojó y me dedico una sonrisa algo avergonzada – Liam, ¿recordás a Fiona del parque?-
– Claro, creo que no nos presentaron formalmente antes - El chico dio un paso al frente y me saludó con simpatía – Es un placer Fiona –
-Lo mismo digo Liam – Dije y correspondí a su saludo.
Se produjo una especie de silencio incómodo unos instantes antes de que Harry lo interrumpiera.
-Bien – Dijo levantándose del sillón - ¿Qué dicen si volvemos a trabajar? Todo esto no va a desempacarse solo –
Emma asintió y añadió – Niall y Lucy van a pasar a ayudar después de su clase de español –
-Genial, mientras más, mejor – Respondió Louis.
- Deberíamos dividirnos, para trabajar más ordenados – Propuso Zayn, quien hasta entonces había permanecido callado – Harry y yo podemos ocuparnos del living –
-Por mí está bien, yo quiero la cocina – Aceptó Liam y luego miró a Emma - ¿Venís conmigo?-
La chica se mordió el labio – En realidad creo que Fiona y yo deberíamos encargarnos del cuarto de Louis, por la ropa, ya sabes –
El chico analizó el rostro de la castaña por un instante, como si intentara descubrir que estaba tramando. Luego le dedicó una sonrisa despampanante – Okey, entonces somos  nosotros dos Louis –
-Será mejor que nos apresuremos – Advirtió el aludido – Tenemos que guardar la comida antes de que Niall llegue –
Todos los presentes reímos. Ya había oído hablar de la fama de ‘comilón’ del chico rubio. El único miembro de la banda al que no había conocido formalmente, aún.
-¿Lista? – Preguntó Emma tomando una de las cajas.
Asentí e imité su accionar. Juntas nos encaminamos al pasillo que conducía al dormitorio.
Primero trasladamos la inmensa cantidad de cajas que contenían toda la ropa de Louis. Trabajábamos con rapidez, dado que no eran demasiado pesadas. Sin embargo, nos llevó algo de quince minutos moverlas todas.  Después de eso, procedimos a desempacar la ropa y colocarla en el enorme placar.
-No sabía que Louis y vos habían conectado tan bien – Comentó Emma mientras doblaba una remera estampada con la bandera mi país natal.
-Oh, bueno…. – Balbuceé, su comentario me había tomado con la guardia baja, ¿a qué se refería con ‘conectar’? – Sólo nos vimos un par de veces –
-¿Un par? – Inquirió con entusiasmo.
-No fue nada de otro mundo - Tomé otra remera, esta tenía el logo de Súperman estampado- Después de visitar el London Eye… se pasó por mi casa, yo no estaba pero mi abuela lo dejó entrar, cuando llegué me los encontré tomando té juntos-
Emma soltó una risita – Típico de Louis, no es para nada tímido –
-La abuela Lynn dice que es simpático – Me encogí de hombros – Parece que ellos también conectaron –
La chica volvió a reír, pero esta vez con más potencia – Es obvio que le gustas –
Me quedé helada en mi lugar – Somos amigos –
Ella también se detuvo. Me dedicó una sonrisa divertida y alzó las cejas – Ajá, claro,  ¿y por eso va a buscarte hasta tu casa en vez de mandarte un mensaje de texto? –
Guardé silencio. Tuve que pensar mi respuesta más de lo conveniente – Ya sabes que Louis es algo excéntrico a veces –
Emma suspiró – Claro, como digas Fiona, pero después no digas que no te lo advertí –
Continuamos trabajando, por suerte logré desviar el tema de conversación. Me contó que el grupo ecologista que había organizado el evento en el parque estaba muy contento con mi participación. Incluso me invitó al próximo e insistió en que debería considerar unirme. Dije que lo pensaría, aunque en el fondo sabía que no necesitaba hacerlo. ¡Por supuesto que  aceptaría! La abuela Lynn se emocionaría cuando se lo contase.
Estábamos en plena charla cuando oímos golpes en la puerta de entrada al departamento.
-Ya llegaron- Dijo Emma emocionada y tiró de mi muñeca – ¡Lucy te va a encantar!
Algo confundida la seguí por el pasillo hasta el living. Un chico rubio, Niall y una chica colorada, quién supuse era Lucy estaban parados saludando a los demás.
-¡Hola!- Saludó Emma a los recién llegados.
Ambos respondieron con sonrisas amistosas en sus rostros.
La chica de cabello corto tiró un poco más de mi muñeca para indicarme que me adelantara. Le hice caso y dirigí una sonrisa tímida a la pareja.
-Esta es Fiona – Explicó – Es… una amiga… de Louis –
Por el rabillo del ojo miré al chico castaño. No pareció reaccionar de ninguna manera en especial ante la palabra ‘amiga’. Me regañé a mi misma por ser tan estúpida. Nosotros éramos amigos, Emma estaba confundida, eso era todo.
Tan pronto como terminé de presentarme a Niall y Lucy se oyeron otros golpecitos en la puerta. Aunque esta vez eran más delicados. Liam abrió y se encontró con dos chicas.  Amy y Kirsten. Ingresaron y se repitieron las presentaciones. Rogué que a nadie más se le diera por aparecer, al menos por hoy. Ya me estaba mareando con tantos nombres y rostros nuevos.
Los chicos ya habían terminado con sus tareas. Pero a Emma y a mí todavía nos quedaban un par de cajas. Las demás se ofrecieron a ayudarnos. Mientras Liam, Harry, Niall, Zayn y Louis pedían algo de comida.
Encerrada en el cuarto no me había percatado de que ya eran casi las nueve. Por suerte la abuela Lynn sabía que estaba con Louis y parecía tener absoluta confianza en él. Por lo que esperé no se preocupara ante mi retraso.
Con la ayuda extra no nos tomó más de veinte minutos terminar con la ropa, zapatos y algunos adornos del cuarto del chico. Hasta tuvimos tiempo de armar el Iron Man de tamaño real. Yo volví a expresar lo peculiar que me parecía y las chicas estuvieron de acuerdo conmigo. Me caían bien, las cuatro. Definitivamente no pegaban con el estereotipo de novia de celebridad que tenía armado en mi cabeza. Ellas eran chicas normales, con responsabilidades y los pies bien puestos sobre la tierra.
-¡Llegó la pizza! – Gritó Zayn desde el living y todas nos dirigimos hacia allí. Satisfechas ahora que habíamos terminado con nuestra labor.
Los chicos estaban sentados al rededor de la mesa blanca que Louis y Liam habían armado  en la cocina. Las demás se sentaron junto a sus novios, yo me senté junto a Louis y tenía a Harry de mi lado derecho.  Intenté controlar el rubor que amenazaba con subir por mis mejillas, ¿por qué de repente me sentía tan extraña cerca de él?
-Y bien Fiona – Dijo Amy tomando una porción de pizza del centro de la mesa - ¿Qué te parece Londres hasta ahora? –
 – Es… lindo, al menos lo que vi hasta ahora –
-Creí que Louis te estaba mostrando la ciudad – Comentó Niall que ya iba por su segunda porción –
-Louis está demasiado ocupado mirando a Fiona como para preocuparse por los puntos de interés en Londres últimamente – Bromeó Harry –
El aludido a mi lado se ahogó el vaso de Pepsi que estaba bebiendo.  Incapaz de pode seguir disimulando sentí como las mejillas me ardían, debía de estar al rojo vivo y el pensar en eso sólo hizo que me sintiera más avergonzada.
Los demás intentaban disimular sus risas pero no muy exitosamente. Esperé a que Louis negara el comentario de Harry, sin embargo él no lo hizo. Se limitó a bajar la mirada. Tragué saliva e intenté enfriar mis cachetes con la parte fría de mis manos.
-Dejen de molestar a la pobre chica – Me defendió Lucy – No te preocupes, con el tiempo te acostumbras a los comentarios desubicados – Continuó dirigiéndose a mí.
-Eso es pero – Respondí con el tono más amigable del que fui capaz.
Eran casi las once cuando por fin salimos del departamento. Como los chicos no podían salir con sus novias del edificio un chofer las llevaría a cada una a sus respectivas casas, como yo había ido caminando también me llevaría a mí.
Mientras las felices parejas se despedían con Louis nos dedicamos a hacer caras de asco a las que todos respondieron poniendo los ojos en blanco. Por fin las despedidas terminaron y nos avisaron que el auto estaba esperando. Salimos al pasillo y nos dirigimos al ascensor. Estaba a sólo unos metros de este cuando oí a Louis llamándome.
-¿Fiona?-
Me volteé sorprendida - ¿Qué pasa?-

Él me dedicó una sonrisa, aunque pude notar algo distinto en sus ojos grises, ¿es que estaba nervioso? - ¿Te gustaría ir al cine conmigo?-

18 ago 2013

Capítulo 52

Change Your Life de Little Mix sonaba de fondo mientras terminaba de asearme, después de mi sesión diaria de Yoga había decidido tomarme un baño caliente.
En la mañana cuando desperté me planteé inscribirme en el estudio de yoga donde solía ir la abuela Lynn, cuando su cuerpo era más joven y flexible, por lo que me apresure a secarme el pelo y enfundarme en mi ropa vintage.
-¿Abuela como dijiste que se llamaba ese estudio de yoga al que ibas?- Dije con la boca llena de masitas de avena que ella había preparado para mí.
-Satyananda Centre- Respondió sin apartar la vista de los cactus en los que estaba trabajando.
-¿Dónde queda?, Quiero inscribirme- Le informe.
-Es el mejor estudio de yoga de Londres Fenie, te va a encantar- Dijo encantada ante la idea de que siga sus pasos- Esta en Thurleigh Road cerca del gran mercado- Explico.
De un salto me baje de la silla para buscar mi bolso, tenía que terminar con este asunto cuanto antes.
-Fenie- La abuela Lynn llamo mi atención- Podes pasar por el mercado, tengo que comprar unas cosas para el almuerzo de mañana, voy a hacer macarrones gratinados con tomate.
-Está bien ¿Qué necesitas?
- Macarrones, queso rallado y 2 huevos- Me examino con la mirada antes de continuar- Mejor te lo anoto en un papel, conociéndote te vas a olvidar de lo que te pedí antes de salir de la casa.
Puse los ojos en blanco ante su falta de confianza y espere a que anotara todo lo que debía comprar en una hoja blanca de libreta.
-Listo, acá esta todo-
 Tome la lista de alimentos y el dinero antes de dirigirme a la puerta y despedirme de la abuela agitando mi mano izquierda.
Al salir de la casa me encontré a Matt tratando de podar las hojas de un arbusto frente a su casa.
-¿Te está dando pelea?- Bromee al ver que cada vez se le hacía  más difícil controlar las ramas del árbol.
-¡Fiona!- Exclamo al notar mi presencia ignorando mi comentario anterior- ¿Salís?
-Sí, voy al supermercado por unas cosas que me encargo la abuela  y después inscribirme en el estudio de yoga.
- ¿El Satyananda?- Pregunto dejando la tijera de podar en la tierra junto al tronco del árbol.
-El mismo.
-¿Puedo acompañarte?- Inquirió- Es obvio que este árbol no quiere ser podado.
Reí ante su broma- Esta bien.
Me alegre de que Matt hubiera decidido acompañarme. Él conoce Londres mejor que yo y eso es una gran ventaja por lo que llegamos a Satyananda antes de lo planeado.
Un hombre, con una barba insipiente y una vestimenta bastante extraña,  aún para mí, nos sonrió al ingresar en el centro.
-¿En qué puedo ayudarlos pequeños?- Nos interrogo.
-Quería inscribirme para las clases de yoga- Hable un tanto intimidada por el extraño hombre que me miraba con una gran sonrisa en su rostro.
-Por supuesto, síganme- Intercambie una mirada con Matt que parecía más divertido que asustado y luego lo seguimos por la sala.
Después de haber llenado unas formas y observar los dientes amarillentos del dueño del estudio por unos largos minutos más ya estaba inscripta y  me podía considerar  una alumna más de las clases de yoga. Cuando por fin estuvimos libres nos encaminamos hacia  el mercado a comprar lo que la abuela me había encargado.
Saque la lista de mi bolsillo y recorrí las góndolas en busca de todo lo que necesitaba. Matt me ayudo a encontrar las cosas, ya que el lugar era muy grande y corría el riesgo de perderme en alguno de los pasillos.
La bolsa de macarrones se encontraba en la estantería más alta. Estire mi cuerpo todo lo que pude para alcanzarla pero todavía me faltaban unos centímetros más para llegar a ella. Por suerte Matt estaba ahí, sin mucho esfuerzo alcanzo la bolsa de macarrones y me la entrego.
-Gracias-  Dije conteniendo la vergüenza -Si, solo fuera un poco más alta-
-De nada- Sonrió.
Caminamos hasta la caja. Una chica de pelos castaños con leves ondas en las puntas y una gorra azul que combinaba con el uniforme de trabajo nos atendió. La castaña le dedico una sonrisa cómplice a mi acompañante mientras colocaba en una bolsa todos los productos que yo había comprado. El chico le  respondió el gesto con otra sonrisa. Contuve las ganas  de reír ante la escena,  pero se me estaba haciendo difícil así que me apresure a pagar y salir del lugar.
-Es una vieja amiga- Escuche que Matt dijo de repente mientras volvíamos a la casa de la abuela Lynn.
-¿Quién?- Dije sin entender, había estado examinando las baldosas con formas extrañas del piso, pensando cómo las abrían hecho,  por lo que había olvidado que él caminaba junto a mí.
-La cajera del supermercado- Explico.
-Ah, la chica de la gorra azul, parece amable- Comente.
-Sí, supongo- El rubio me examino con la mirada, parecía esperar alguna reacción más de mi parte pero yo no tenía pensado decir nada.
De vuelta en casa de la abuela  Matt insistió en llevar la bolsa de las compras aún cuando le dije que podía sola. Saque la copia de la llave que la abuela me había hecho hacer no hacía mucho tiempo y abrí la puerta que curiosamente estaba sin cerrojo.
Algo extrañada ingrese en la casa. Una voz masculina mezclada con la típica risa de la abuela llegaron a mis oídos cuando atravesé la entrada.
-En serio señora Moore- Decía la voz que comenzaba a sonarme familiar-  Le aseguro que sus masitas de avena son espectaculares-
-Oh, gracias querido, estas invitado a venir cuando quieras- Respondió la anciana alagada.
Abrí la puerta de la cocina con brusquedad, segura de quien era el chico que charlaba relajadamente con la abuela Lynn.
-¿Louis?- Inquirí al ver como el chico de cabellos alborotados le daba mordiscos a una galleta de avena y reía con la abuela que tomaba sorbitos de una taza de té.
-¡Fiona!- Exclamo la abuela al verme. Detrás de mí sentí la presencia de Matt que permanecía callado.
-Louis vino a buscarte, pero como no estabas lo invite a tomar un poco de té-
Louis, que hasta hacia unos segundos se encontraba cómodamente sentado. Se puso de pie y me sonrió antes de desviar la mirada hacia Matt. Cuando los dos chicos se encontraron una expresión de disgusto se formó en el rostro de ambos.
-Quería invitarte a comer a Pizza Hut- Siguió hablando el chico de ojos claros sin despegar su mirada asesina de mi vecino.
-¿Pero no ibas a hacer macarrones gratinados abuela?- Me dirigí a ella que contemplaba ajena a lo que pasaba entre los chicos.
Se encogió de hombros para restarle importancia-Puedo hacerlo mañana Fenie, anda a comer con Louis-
-En ese caso… ¿por qué no? – Acepté vencida.
Matt coloco la bolsa de las compras con brusquedad en el piso mientras que la expresión de Louis volvía a ser de alegría.
-Tengo que irme- Anuncio el rubio- Adiós Fiona, señora Moore- Nos saludó a ambas ignorando a Louis y luego salió por la puerta hecho una furia.
-¿Qué le pasa al este chico?-Pregunto la abuela.
Louis se hiso el desentendido- ¿Nos vamos Fiona?-
- ¿Fiona?- Insistió al ver que no respondía, estaba muy distraída tratando de descifrar la razón por la cual Matt estaba tan molesto.
-¿Eh?, si vamos- Respondí al fin.
-Llévate un abrigo, más tarde va a hacer frio- Me aconsejo la abuela mientras guardaba las cosas en la alacena.
Asentí con un movimiento de cabeza. Tomé una campera de media estación que descansaba sobre un de los sillones y  me despedí de ella con un beso en la mejilla.
-Adiós Fenie.
-Chau abuela.
….
-¿Nunca habías venido a Pizza Hut?- Me interrogo Louis mientras sostenía la puerta para que entrara al restaurante. La peluca oscura volvía a estar sobre su cabeza.
-Nop, lamentablemente no tenemos uno en Boston.
-¿No?- Inquirió incrédulo.
Negué con la cabeza.
-No sé cómo podes vivir en ese lugar entonces- Hablo más para sí mismo que para mí.
Reí- No todos estamos enamorados de este lugar.
-Bueno pero ya vas a estarlo- Nos sentamos en una mesa apartada de las ventanas en una de las esquinas del local.
-Entonces, ¿querés una pizza con pepperoni?- Levantó el menú para revisarlo.
-No, no como carne, soy vegetariana.
Louis bajo el menú inesperadamente haciendo que me asustara- ¿Vegetariana?
-Si- Confirme esperando su reacción. Por lo general la gente me trata de loca cada vez que se los cuento, no me extrañaría que el también lo creyera.
-Vegetariana- Repitió- No me digas que vas a querer comer ensalada, odio cuando las chicas hacen esas cosas para impresionar a los chicos es tan….
Corte lo que estaba diciendo con una sonora carcajada.
-¿Qué es tan gracioso?- Inquirió a la defensiva.
-Es solo que yo había pensado en la pizza de queso, si estás de acuerdo.
Frunció el ceño- ¿De queso? ¿Nada de ensalada?
-No, quiero comer pizza de queso- Insistí- Si hubiera querido comer ensalada me habría quedado en la casa de la abuela Lynn.
Louis sonrió complacido y luego le hizo una seña al mozo para que tomara nuestra orden. Con todo ya pedido retomamos nuestra conversación.
-¿Y desde cuando sos vegetariana?- Se interesó.
-Desde los trece.
-¿O sea que no tiene nada que ver con conquistar chicos?- Bromeo.
-Digamos que no es una de mis estrategias-
-¿y cuál sería una de tus estrategias?- Pregunto tomando un trago de Pepsi que acababa de depositar en la mesa el mozo.
- Bueno… creo que optaría por usar un poco de maquillaje y me pondría algo más…. presentable- Dije mirando mis  jeans viejos y la remera ancha gris que llevaba, con la visita sorpresa de  Louis se me había olvidado cambiarme.
Louis rio- Si yo quisiera conquistar a una chica probablemente la llevaría al cine-
-¿Y que irían a ver?- Indague bebiendo mi Pepsi.
-Supongo que una película romántica ¿No le gustan esas a las chicas?
-Depende de que chica- Sugerí- Por ejemplo, yo prefiero las comedias románticas-
-Ese es un buen dato- Esbozo una sonrisa-
El mozo trajo nuestra comida y luego que de que le agradezcamos volvió a su trabajo.
- ¿Dejaste algún novio en Boston?- Soltó Louis dejándome desconcertada.
-No, mi último novio me dejo un mes antes de venir a Londres-Dije algo incomoda ya que no quería recordar a mi ex novio- ¿Vos tenes alguna chica en la mira?- Pregunte para cambiar de tema.
-No, pero mis amigos si- Dejo el pedazo de pizza que comía sobre el plato antes de continuar- Vivir con Harry ya no es tan cómodo. Al menos no desde que no puede salir con su novia como antes, se pasan todo el día en el departamento.
-¿No te agrada su novia?- Lo interrogue.
Se apresuró a negar-No, Kirsten es genial pero…
-Pero…-Lo animé a que continuara-
-No puedo evitar sentirme un mal tercio cada vez que ellos están en el apartamento-
Asentí con la cabeza-Entiendo-
-Por eso voy a mudarme al departamento de al lado- Informó retomando la porción de pizza-Por cierto, ¿podrías ayudarme con eso?
- Creí que los famosos contrataban gente para hacer ese tipo de cosas-
-Son dos metros Fenie, ¿qué tan cómodo crees que soy?-
Lancé una carcajada –Podes contar conmigo, ¿y desde cuándo me decís Fenie?-
Louis se encogió de hombros- Tu abuela te dice así, ¿crees que le va a molestar si le robo el apodo?-
-No lo sé-Ladeé la cabeza- Tendría que consultárselo, tal vez tengas que pagar los derechos de autor-
-¡Pago lo que sea!-Exclamó chistoso y ambos rompimos a reír a carcajadas.
Estuvimos así un rato largo hasta que un nuevo comensal ingresó a Pizza Hut y nos interrumpió.
Como estaba de espaldas no pude verle, sin embargo Louis se tensó en el momento exacto en que lo vio entrar.
-¿Estás bien?- Inquirí preocupada-
Él no respondió. Clavó la vista en el nuevo cliente. Reconocí el mismo rencor que le había transmitido a Matt en casa de la abuela. Lo que me recordaba que todavía no le había preguntado de que iba todo eso, ¿de dónde conocía a mi vecino?
Dispuesta a averiguar qué era lo que tanto perturbaba a mi acompañante me dispuse a voltear.
-No-Me detuvo tomando mi muñeca-Será mejor que nos vayamos ahora-
Arqueé las cejas, ¿qué estaba pasando? De todas formas asentí con la cabeza y me puse de pie.
Louis volvió a tomar mi mano-Por atrás- Informo y empezó a arrastrarme fuera del local por una puerta no muy alejada de la nuestra.
Al pasar por debajo leí el cartel ‘Sólo personal autorizado’ Salimos al estacionamiento, del otro lado y continuamos caminando hasta el auto. El chico no dijo ni una palabra.
-¿Qué significa todo esto? – Dije una vez que estuvimos dentro del auto-
-Era un paparazzi- Explicó mientras ponía el auto en marcha – El hombre que estaba en Pizza Hut-
Abrí los ojos sorprendida-¿Estás seguro?, ¿nos estaba siguiendo?-
-No lo sé- Intentó tranquilizarme- Tal vez-
Se produjo un silencio mortal en el interior del vehículo. Louis conducía con la vista clavada en la carretera. Me acurruqué en el asiento, temerosa de hacer más preguntas.
-Perdón por todo esto- Su voz rompió la quietud-
Hice un gesto con la mano para restarle importancia- Está bien, esto debe pasarte todo el tiempo-
-No Fiona, no está bien-Parecía irritado. Apretó con fuerza el volante- No fui del todo sincero con vos-
-¿Cómo?-
Louis suspiró- Alguien no está siguiendo, más de lo normal- Explicó- Ya no es sólo a nosotros, a las novias de mis amigos, al principio no era nada, pero viene empeorando-
-Louis- Tomé la mano que mantenía sobre la palanca de cambios para calmarlo- No pasa nada, nosotros no somos…-
El chico detuvo el auto. Habíamos llegado. Reconocí la enredadera de la abuela Lynn a sólo unos metros.
-Pero ellos no saben eso – Me interrumpió presionando nuestras manos entrelazadas- Están como locos intentando averiguar las identidades de las chicas, ni si quiera pueden salir juntos en público.
-Estoy segura de que no debe ser para tanto-
Soltó mi mano- ¿Qué pasaría si ya no pudieras salir a la calle sin un grupo de 50 personas siguiéndote?, ¿o si le llegaran amenazas a la abuela Lynn?-
Me quedé en silencio sin saber que decir, ¿es que ahora se había enojado conmigo?
-Lo que intento decir es…- Louis volvió a tomar mi mano e intentó suavizar el tono de su voz- Es verdad, es genial encontrarse con las fans y gente que nos apoya, pero también hay gente que nos odia, sin motivo y posiblemente nunca cumplan sus amenazas, pero ninguno de nosotros quiere poner en riesgo a nuestro seres queridos, ¿me explico?-
-Entiendo- Convine-
-¿Ya te espanté?- Inquirió al notar que yo no tenía intenciones de seguir hablando.
Reí-Eso te gustaría, vas a necesitar más que un par de camarógrafos para deshacerte de mi Tomlinson-

 Louis extendió su mano para colocar un mechón de cabello detrás de mi oreja- Créeme que lo último que quiero es perderte- 

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No sé si alguna de ustedes es Galaxy Defender o le gusta McFly, pero estoy escribiendo un Fanfic nuevo con Dougie. Si les interesa les dejo el link :)

11 ago 2013

Capítulo 51

-Sabía que están participando celebridades  pero nunca pensé que fueran ustedes- Comente al chico de ojos grises- Emma no fue muy específica con esa información.
-¿Emma? ¿Conoces a Emma?- Pregunto Louis ignorando mi comentario.
-Sí, ella es la que me invito a participar- Respondí extrañada por su excesivo interés por conocer mi relación con Emma.
Sonrió para sí mismo dejándome aún más desconcertada.
-Entonces… ¿También conoces a Emma?
Louis abrió la boca para contestar pero no fue él quien aclaro mi duda.
-¡Fiona, por fin te encuentro!, necesitamos que nos ayudes, la mayoría de las chicas no saben ni lo que es una pala- Hablo Emma con rapidez, se la veía alterada- Vamos ten…- Iba a continuar hablando pero enmudeció al percatarse de la presencia de Louis.
-¿Louis?- El desconcierto era notable en su voz.
-Hola Emma- La saludo el aludido.
-¿Se conocen?- Pregunto esta vez dirigiéndose a ambos.
-Evite que su perro escapara- Explico Louis.
-Oh bueno, que pequeño es el mundo ¿no?- Dijo la castaña un poco más relajada.
Sonreí amistosamente.
-Bueno, no quiero interrumpir su charla pero Fiona en serio te necesitamos- Me dirigió una mirada de súplica.
-No te preocupes ¿Cómo puedo ayudar?
Emma sonrió alegremente-Necesito que les enseñes a algunas chicas como cavar un hoyo para plantar el árbol.
Seguí a Emma obedientemente hasta donde se encontraba un grupo de chicas un poco más jóvenes que yo, de unos 13,14 años y les enseñe a hacer hoyos en la tierra fresca. No fue una tarea muy sencilla ya que se la pasaban mirando embobadas hacia donde se encontraba Louis junto con sus 4 compañeros de grupo, pero con mucho empeño logre que cavaran varios pozos.
-¿Conoces a Louis?- Me pregunto una de las chicas, creo que se llamaba Sophie- Te vi hablando con él hace un rato.
-Eh, algo así- Respondí nerviosa ante su acusación.
Sophie suspiro- Me encantaría poder hablar con él, debe ser muy gracioso ¿Es gracioso? Porque así es como aparenta ser, seguro que lo es- Volvió a suspirar- Me encantaría poder hablarle ¿Y a vos que te pareció?- Clavo su mirada en mi expectante.
-Yo creo que es, es…simpático- Conteste.
La niña pareció conforme y sonrió abiertamente.
Seguimos trabajando durante una hora. Sophie se la pasó hablando de One Direction especialmente de Louis, se podría decir que era su favorito. Parecía no cansarse nunca y estaba a punto de perder la cordura cuando Emma llego para rescatarme.
-¿Todo bien?- Inquirió.
-Sí, las chicas están trabajando muy bien.
-Genial- Sonrió, se la veía un poco más relajada. Tomo una de las palas sobrantes y comenzó a trabajar junto conmigo.
Emma era divertida y alegre. Me conto que estaba aburrida de su rutina y por eso había decidido unirse al club, ‘Además es muy importante cuidar al medio ambiente’ dijo mientras me explicaba sus razones y de qué forma había llegado a ocupar su lugar en el club. Por mi parte le relate mi historia; por qué me había mudado a Londres y mi vida en Boston, también le hable de Pam y de la abuela Lynn.
-Estos días de libres los voy a usar para conocer Londres- Expuse.
-¡Te va a encantar!, tenes que conocer el Big Ben, el puente de Londres, el London Eye- Exclamo emocionada mi nueva amiga- ¡Yo podría llevarte!, sería como una guía de turismo.
-Me encantaría que me acompañes, así corro menos riesgo de perderme- Esboce una gran sonrisa, ahora la que estaba emocionada era yo.
-Entonces está decidido- Anuncio.
-¿Qué están planeando pequeñas?- Nos indago Louis quien estaba un tanto despeinado.
-Voy a llevar a Fiona a conocer el London Eye- Explico Emma.
-¿No lo conoces?- Se extrañó el castaño.
Negué con la cabeza- Soy de Boston y la última vez que vine a Londres era muy chica.
-¿De Boston? Dimos un concierto ahí hace poco-
-Sí, creo que recuerdo algo de eso- Dije.
Un silencio incomodo se formó entre nosotros hasta que Louis hablo.
-Y… ¿Aceptan a alguien más en el grupo?- Pregunto.
Lo mire asombrada ¿Quería acompañarnos? ¿Por qué?
-Por mi está bien- Conteste.
Louis me dedico una sonrisa de dientes blancos.
-Pero Louis no crees que es algo… peligroso- El comentario de Emma borro la sonrisa de su cara.
-Si ya sé, pero estoy cansado de esconderme quiero salir y divertirme un poco- Se quejó.
-Como quieras, pero si pasa algo no es mi culpa- Se defendió Emma.
Pase la mirada de uno a otro tratando de entender de qué hablaban. Se hablaban como viejos amigos, definitivamente se conocían, o sabían algo que yo ignoraba por completo. De todas formas me pareció grosero preguntar. Tal vez en Londres era normal.
La sonrisa de Louis volvió y  posó su mirada en mí.
-Entonces nos vemos pronto Fiona.
….
-¡Fiona te buscan una chica y un muchacho de pelo raro!- Me llamo la abuela Lynn desde abajo.
-¡Ya bajo!- Grite.
Tome mi mochila marrón que se encontraba sobre mi cama y baje las escaleras trotando. Rectamente parados en la puerta me esperaban Emma y Louis, el último llevaba una peluca negra despeinada y bastante graciosa.
-¿Lista?- Dijo cuándo me vio llegar.
-Sí señor pelusa- Me burle.
-Ja ja que graciosa, ahora vamos que esta peluca pica- Se quejó mientras se rascaba la cabeza.
-Me parecía que no podía ser tu pelo- Suspiro aliviada la abuela al momento que dejaba escapar la risa que había estado conteniendo.
Agradecí que no encontrara extraño el hecho de que estuviera usando una peluca, así como también que estuvieran completamente desinteresada en las noticias. Así me ahorraba las explicaciones.
-Adiós abuela- La salude.
-Chau Fenie, no llegues muy tarde.
-Si abuela- Cerré la puerta y seguí a Louis y a Emma hacia el Porsche negro que se encontraba estacionado en frente de la casa. Reí al notar que era bastante extravagante comparado con los demás coches de la cuadra, ¿cómo pretendía Louis no llamar la atención con un auto así?
El viaje hacia Jubilee Gardens se pasó volando gracias a los cómicos comentarios del conductor que no nos daba ningún descanso para parar de reí, según Emma tendría que haber prestado más atención a la carretera pero en mi opinión un poco de humor siempre es bueno para romper el hielo.
Louis estaciono su auto un tanto alejado por lo que tuvimos que caminar un par de cuadras.
-Este es el plan- Comenzó a decir Emma- Cuando lleguemos nos dirigimos rápidamente a la boletería y pedimos los tickets de embarque prioritario y…- El tono de teléfono la interrumpió,  saco el móvil del bolsillo de su pantalón, su expresión de incertidumbre fue remplazada por una gran sonrisa de satisfacción.
-¿Amor? ¿Paso algo?- Dijo llevándose el aparato al oído. Estuvo hablando por teléfono unos minutos mientras Louis y yo la observábamos.
Miré al chico con ojos inquisidores a lo que él respondió encogiéndose de hombros.
 Sin entender de qué iba la conversación permanecimos en silencio. Después de unos 10 minutos volvió a guardar el móvil en su bolsillo.
-¿Era Li… tu novio?- La interrogo Louis.
-Sí, dice que necesita verme- Explico- Lo siento Fiona pero tengo que irme- Se disculpó.
-Oh, no importa Emma, todavía me queda Louis- La tranquilicé, su rostro revelada lo culpable que se sentía por no poder acompañarnos. Aunque para ser sincera, me preocupaba un poco la idea de quedarme a solas con Louis, él era una celebridad, ¿qué tema de conversación podíamos tener?
-Si Emma, no te preocupes yo la cuido- El castaño rodeo mis hombros con sus brazos.
La chica sonrió y luego se despidió de nosotros con un nervioso movimiento de las manos. La vi alejarse por la calle mientras me tragaba el nudo que comenzaba a formarse en mi garganta,  luego me volví hacia Louis que miraba distraídamente las palomas que revoloteaban en el centro del parque.
-¿Te gustan las palomas?- Bromee.
-Solo las de plástico-Respondió burlón.
Seguimos el plan de Emma y sin perder un minuto nos dirigimos hacia la boletería. Intente por todos los medios posibles evitar que Louis pague mi boleto, pero me fue más difícil de lo que pensaba.
-¡Mira haya esta Emma!-  Exclamo señalando un punto detrás de mí, sorprendida por la idea de que hubiera regresado gire para comprobarlo, pero no se veía a Emma por ningún lado. Desconcertada me volví a girar para regañar a Louis por su broma pero él ya no estaba, lo busque frenéticamente por todos lados hasta que lo encontré junto a la boletería comprando los tickets.
-Muy astuto Tomlinson- Dije cuando volvió muy airoso por haber ganado la batalla.
-Tal vez si no fueras tan despistada….- Dijo mientras extendía uno de los boletos para que lo tomara.
Lo agarre y camine directo hacia la parte de embarcación rápida.
Cuando dicen que es boleto prioritario no se equivocan, en menos de quince minutos ya estábamos embarcando. Pensé en todas las demás personas que estaban en la fila estándar, quién sabe cuánto tendrían que esperar.
 El recorrido dura 30 minutos y dentro de la capsula había más o menos 25 personas.
No tuve tiempo de razonar nada, la capsula no paraba y debía embarcar de inmediato. Antes cuenta estaba dentro de la atracción y el río Támesis corría por debajo de mis pies. La sensación de vértigo, que tan conocida se me hacía, volvió a mí. Creía que ya lo había superado, pero en eso momento mi hipótesis se veía frustrada. Corrí hacia el centro de la capsula y me senté sobre el banco marrón del medio mientras intentaba normalizar mi respiración.
-¿Qué estás haciendo Fiona? ¡No podes perderte esta vista!- Me animo en un tono elevado. Si seguía gritando así no tardaría en levantar sospechas.
-Prefiero quedarme acá, es más seguro- Hable entrecortadamente.
-¡Estás loca! Observar la vista es el chiste del London Eye- Me regaño.
-Louis no puedo… tengo vértigo- Me excuse.
-Pero si es una capsula totalmente cerrada, vamos- Me tomo del brazo para llevarme pero clave mis pies al piso- ¡Fiona!, vas a ver que te va a encantar- Insistió.
Al ver que no iba a ceder opto por una nueva técnica. Me tomo por la espalda y me arrastro por la capsula hasta el gran ventanal y aunque luche no pude evitarlo, Louis tenía mucha fuerza. Cerré los ojos y trate de imaginar que estaba en casa de la abuela Lynn, en tierra firme, pisando el suelo de baldosas blancas de la abuela.
-Fiona abrí los ojos- Exigió el castaño.
Negué con la cabeza en un movimiento frenético.
-Por favor Fiona, te prometo que te va a gustar- Trato de persuadirme.
Suspire vencida. Seguramente todos estarían mirando a los dos locos gritando,  sería mejor acabar con esto rápido.  Lentamente abrí mis ojos dispuesta a enfrentarme a mí temor. Frente a mis ojos se extendía Londres con su bellísima arquitectura y su esplendor. Desde allí se podía también contemplar el Big Ben y los autos que cruzaban el puente parecían muy pequeños al igual que la gente que caminaba por el parque.
-Es increíble- susurre.
-Te lo dije- Alardeo- ¿Sabías que el London Eye fue terminado en 1999 y hasta no hace mucho fue la mayor noria-mirador del mundo?-
Me gire para verlo sorprendida por sus conocimientos.
-Además alcanza una altura 135m- Agrego.
-Wow, no sabía que lo conocías tanto, me sorprendiste- Comente.
-Si… en realidad lo leí hace un rato en el folleto- Admitió en tono chistoso.
Contuve la risa y me volví a girar para seguir contemplando.
-Realmente es hermoso- Exclame asombrada.
-Sí, muchos me dicen que soy lindo- Dijo Louis mientras se peinaba la peluca.
Puse los ojos en blanco-No vos tonto, la vista-
-Igual soy lindo- Aseguró- Y vos también sos linda, pero vamos a tener que dejar algo en claro si vamos a ser amigos-
Intenté ocultar el color rojo que subía por mis mejillas, ¿es que este chico no medía sus palabras?
- Yo soy el más lindo de los dos…- Continuó hablando.
-¿Vamos a ser amigos?- Lo interrumpí  entre sorprendida y extrañada.
-Sí, necesito un amigo, todos mis amigos tienen novia y ya no tienen tanto tiempo para divertirse- Ladeo la cabeza mientras me escudriñaba con la mirada- Además, serías una buena amiga.
Me mantuve en silencio un instante, analizando sus palabras-¿Siempre sos tan directo?-
-Ajá- Sonrió orgulloso -Entonces ¿Amigos?- Extendió su mano frente a mí.

Decidí aceptar, después de todo, Louis me caía bien, era gracioso y parecía sincero-Amigos- Confirme estrechando nuestras manos en un pacto de amistad.

4 ago 2013

Capítulo 50

Bostece al llegar a la cocina para desayunar. La abuela Lynn me esperaba con una taza de té caliente sobre la mesa y Pam, con su cabello algo revuelto, tomaba la suya en pequeños sorbitos.
-Fiona, encontré algo que puede interesarte- Comento la abuela mientras me tomaba mi té.
-¿Si?,  ¿Qué es?-
-Un folleto sobre un proyecto para los jóvenes, creo que es de Greenpeace- Me extendió el papel para que lo contemplara.
En él invitaban a los jóvenes de Londres a unirse a un proyecto de ‘Cuidemos los árboles’, la actividad consistía en una reunión en los parques principales de las ciudad para una jornada ‘masiva’ en la que se plantarían árboles.
-Se ve interesante- Respondí algo entusiasmada mientras continuaba examinándolo con la mirada.
-Oh,  me encantaría poder ir- Hablo la abuela con tristeza -  Pero  mis años de juventud pasaron hace rato.
Le dediqué una sonrisa intentando darle ánimos- Estoy segura de que serías de gran ayuda abuela.
Pam puso los ojos en blanco y se puso en pie. –Será mejor irnos ahora- Anuncio algo irritada, que era su humor vespertino habitual.
Suspiré vencida mientras me levantaba de la silla para seguirla.
Pensé en que no le vendría nada mal hacer un poco de yoga al despertar al igual que yo.  Nada como una buena elongación para aclarar las ideas. No me sorprende que Pam esté tan tensa todo el tiempo.
….
-A la estación Cotswold- Le indico Pam al taxista.
Nos dirigíamos hacia la estación de trenes ya que Pam debía tomar uno hacia Oxford, sus clases empiezan la semana entrante. Ella estudia leyes, algo sinceramente aburrido para mí pero creo que ella tiene el carácter.
El taxista, un hombre de unos treinta y tantos, asintió y emprendió camino. Con un gesto de la mano me despedí de la abuela Lynn, quién nos observaba partir desde el umbral de la puerta. Ella no podría acompañarnos, porque sus clases de pintura se interponían con el horario de partida del tren. Además, mi hermana había insistido en que ya sabía cuidarse sola y no necesitaba ser escoltada a todos lados.
Intente llevar una conversación con mi hermana, pero mis intentos se vieron frustrados por su respuestas entre dientes y carraspeos. Opté por dejarla tranquila y contemplar Londres por la ventanilla del auto.
Cuando doblamos por la calle de Hyde Park  mis pensamientos se desviaron hacia la tarde anterior. Recordé a Luke escapando y mi encuentro con ese extraño chico. Bueno, en realidad no tan extraño.
Me mordí el labio para contener las ganas que tenía de comentárselo a Pam. Aunque lo mejor sería no hacerlo, posiblemente no me lo creyera, hasta a mí me daba trabajo creerlo. ¡Louis Tomlinson!
No es que se me pudiera considerar una gran fanática de la banda, pero esto definitivamente era una buena señal. Encontrarme con un famoso en mi primer día en Londres, mi nueva vida había empezado con el pie derecho.  
Me sentí un tanto cohibida recordando que él había  contemplado mi accidente. Posiblemente se había reído de mis gritos también.  Aunque el chico parecía ser una persona relajada y se podía afirmar que tenía los pies puestos sobre la tierra. Aunque no sé que me esperaba realmente, digo, no es como si conociera muchos famosos, por no decir ninguno.
-Hey-La voz de mi acompañante me distrajo-¿Estás bien?, estás roja
Rápidamente me lleve las manos a los cachetes en un gesto instintivo-Sí, estoy bien-
Se encogió de hombros y volvió a girar su rostro- A  veces pienso que estás loca – Añadió  dejando en claro que la conversación estaba terminada-
Cuando llegamos a la estación ayude a Pam con sus valijas y luego la acompañe a abordar. De Londres a Oxford había 80 Km de distancia, serían unos 40 aburridos minutos de viaje. Pero mi hermana parecía muy entusiasmada. 
Tomó una valija en cada mano, luego me miró- Cuida mucho de la abuela Lynn-
Asentí con una sonrisa, podía hacerse todo lo dura que quisiera, todos sabíamos que en fondo adoraba a esa mujer tanto como yo- Seguro-
-Y cuídate vos también Fiona- Añadió con una sonrisa que me recordó a mamá –
-Bueno, bueno, no te pongas tan sentimental-
Pam rió- Me preocupa dejarlas a ustedes dos hippies solas, ¿quién sabe lo que podrían hacer?
-Vamos a estar bien Pam, además, son sólo unos meses, antes de darte cuenta me vas a tener molestándote en el campus.
-Ah…  mejor le voy advirtiendo a todo el mundo que mi hermana loca llega dentro de poco, para que se preparen-
Puse los ojos en blanco-Lamento que tengas que sacrificar tu reputación por mí-
Ambas nos miramos y reímos, más para tapar nuestro nerviosismo que otra cosa. Luego de con un asfixiante abrazo terminamos de despedirnos.
 El tren partió rumbo a Oxford. Agite mi mano en forma de saludo hasta que la perdí de vista a lo que ella respondió con un gesto casi tan efusivo como el mío.
Opté por caminar el camino de vuelta, así podría comenzar a familiarizarme con el lugar. Mientras caminaba rumbo a casa de la abuela Lynn pase por  Hyde Park, otra vez. Suspire aliviada al comprobar que había seguido correctamente las indicaciones de la mujer que vendía los tickets en la estación de trenes.
-¡Hola!- Una chica de más o menos mi edad se interpuso en mi camino.
-Hola- Dije extrañada ¿Tenía que conocerla por alguna razón?
-Soy Emma-Se presentó -  Y quería invitarte a participar de nuestro nuevo proyecto ‘Cuidemos los árboles’- Comenzó a decir la castaña que llevaba el pelo corto hasta los hombros- Lo único que tenes que hacer para participar es llenar esta forma-
Al principio no comprendí de que me hablaba pero después recordé el folleto que la abuela Lynn me había mostrado esa mañana.
-Muchos jóvenes nos van a ayudar a plantar árboles, solo durara un día pero es algo muy importante para el cuidado del medio ambiente- Continuo- Es el próximo miércoles y puede que hasta algunos famosos participen- Luego de decir esto una sonrisa de orgullo se dibujó en su rostro. Tal vez esa era su mejor técnica para atraer reclutas. Pero  no necesitaba hacer todo eso conmigo. Yo ya estaba decidida a participar.
De todas formas Emma prosiguió con su  invitación por unos 10 minutos más.  La chica no paraba de hablar, lo que me causo gracia. Cuando por fin termino su discurso sobre ‘la importancia de tener muchos árboles dispuestos a ofrecernos oxigeno’ se me quedo mirando expectante.
-Me encantaría participar- Al fin pude contestar. En Boston yo era parte de GreenFinder, un club formado por Greenpeace.
-¡Genial!- Exclamo satisfecha-No te vas a arrepentir, ¿qué te parece si llenamos un formulario ahora?
La obedecí sin chistar. Rápidamente me condujo hasta dónde unas mesas estaban armadas para que pudiera darle todos mis datos. Nombre, dirección, teléfono, experiencia previa y lo demás.
-Muy bien, Fiona, una cosa más- Emma comenzó a rebuscar en una caja de cartón que estaba oculta bajo la mesa - ¿Sos talle M verdad?
Asentí algo confusa.
Por fin me alcanzo una remera blanca con la estaba de un árbol en verde y el logo de Greenpeace estampados.
 – Bienvenida al equipo-
Le dediqué una sonrisa amigable, me caía bien- Gracias.
Luego de despedirme de Emma y con mi remera bajo el brazo continué con mi camino.
Llegué a casa antes de darme cuenta. Luke me recibió dando saltitos y ladrando a mí alrededor, mientras que la abuela Lynn me gritó desde el patio, estaba trabajando en su huerta, como era de esperarse.  Sin dudarlo tomé una pequeña palita que se encontraba sobre la mesa y me dirigí a ayudarla.
Mientras trabajamos en una planta de tomate que se había visto maltratada por una inesperada helada, le comenté sobre lo ocurrido en Hyde Park. No de mi encuentro con Louis, si no de Emma y  el proyecto para plantar árboles, incluso le mostré la remera.
La abuela Lynn se mostró muy entusiasmada al respecto. Alegó que le recordaba a sus días de juventud. No tardó demasiado en embarcarse en un largo relato acerca de cómo ella y mi abuelo se habían conocido en una marcha de activistas.
La abuela era una fanática de los Beatles, liberal y amante de la naturaleza. Junto con un grupo de amigos se habían unido a un grupo que organizaba marchas contras las compañías petroleras que se estaban instalando en la ciudad. Según ella asistía a todas las marchas y fue en una de ellas que conoció al abuelo.
-Era abogado hasta la médula, desde el  primer momento en que lo vi con su traje y su maletín supe que me iba a traer muchísimos problemas-
Reí ante el comentario de la abuela. Obviamente ya había escuchado esa historia cientos de veces. La sabía casi de memoria. Pero a la abuela le encantaba contarla, era su forma de recordar al abuelo, y yo no me cansaba de escucharla.
Estábamos llegando casi al final de la historia. La parte en que el abuelo y la abuela discuten en plena manifestación frente a toda la ciudad prácticamente. Cuando decidimos dejar la huerta en paz y entrar al living para tomar algo de té.
Agotada me dejé caer en la silla. Tomé el té de Yorkshire que la abuela me ofrecía, esa era nuestra marca favorita. Y me tragué sus palabras junto con él.
-Me dijo que era una loca rematada, que nunca había conocido a una mujer tan exasperante y que le encantaría llevarme al cine algún día- La abuela sonrió y podría jurar que algo de rubor subió por sus mejillas- Acepté y bueno… creo que te imaginas el resto Fenie.
- Creo que sí.
Ambas nos miramos y luego rompimos a reír a carcajadas. Reímos hasta que me dolieron las mejillas y el estómago.
Luego subí a mi habitación para bañarme y cambiarme de ropa. Bajé a cenar con la abuela Lynn y me acosté relativamente temprano.
El resto de la semana fue bastante similar. Me levantaba temprano en la mañana. Hacía mis ejercicios de yoga, luego bajaba para desayunar con la abuela. La acompañaba al centro para hacer alguna que otra compra. Volvíamos, almorzábamos. En la tarde trabajamos con la huerta y siempre lograba sacarle una nueva historia a la abuela, lo que nos mantenía entretenidas hasta tarde.  Además de sacar a pasear a Luke dos o tres veces.
Podría considerarse algo monótono, pero la verdad es que yo me la pasaba de maravilla. Era un buen descanso antes de empezar la universidad.
El miércoles por la tarde me encaminé a Hyde Park para encontrarme con Emma y el resto del grupo.
Me puse la remera que ella me había entregado. Llevaba pantalones de algodón,  pensé en jeans pero no creí que fueran convenientes para trabajar en la tierra y mis viejas Converse. Me sujeté el pelo en un rodete algo desaliñado, mechones de cabello lacio se escapaban, pero me gustaba así, me parecía que me daban un aire más natural. Yo no era una persona alineada.
Al llegar a destino me sorprendió la cantidad de gente que se había agrupado. Divisé varias remeras similares a las mías. Pero no pude identificar a Emma entre el gentío.
Comencé a avanzar, introduciéndome en la multitud. No té que muchos de los concurrentes eran  chicas, adolescentes, como de mi edad, algunas más jóvenes, otras mayores. Todas estaban arregladas y no me refiero a  sólo jeans, algunas hasta tenían pollera, lo que me hiso pensar que tal vez mis joggings no fueran bien vistos. Parecían bastante emocionadas. Sonreí para mis adentros,  tal vez en Londres no me considerarían un bicho raro por interesarme en la botánica.
Por fin llegué a una mesa dónde reconocí el rostro de algunos de los chicos que estaban con Emma el día en que me inscribí, pero ni rastros de ella por ningún lado, ¿estaba enferma acaso?
Para mi suerte uno de los chicos recordaba mi rostro. Con un gesto de la mano me llamó.  Caminé hacia donde se encontraba. 
El chico era joven, de unos 25 años, tenía cabello castaño oscuro y ojos verdes.
-¿Día ocupado? – Comenté-
-Ni me digas - Suspiró mientras anotaba algo en un cuaderno de forma frenética-  Quién diría que un par de celebridades podrían atraer tantas chicas.
-¿Celebridades? , ¿O sea que no están acá por los árboles?
-Me temo que no- Me dedicó una sonrisa torcida al notar la desilusión en mi voz – Pero necesitamos más ayuda de la que pensamos, en tu ficha dice que sabes de jardinería.
Asentí orgullosa, gracias a la abuela Lynn esos conocimientos habían aumentado bastante.
-¿Podrías ayudarnos?, hay chicas que no saben ni como agarrar una pala- 
Le dediqué una sonrisa para calmarlo, se notaba que el pobre chico estaba estresado – Seguro, yo me encargo-
-Genial, las cosas están allá – Dijo señalando un extremo apartado del parque donde descansaban varios plantines – Tenemos palas, guantes y todo lo que necesites-
-De acuerdo -  Di media vuelta dispuesta a marcharme.
-Gracias- Añadió con un hilo de voz casi inaudible.
Iba a responderle pero tan pronto como dejé mi lugar frente a la mesa un grupo de chicas se abalanzó sobre él, lo que me imposibilitó volver.
Decidí que no era importante y continué mi camino.
Cuando llegue a donde estaban todas las herramientas me arrodillé y  comencé a tomar algunas palas  y pares de guantes.  Pensaban llamar algunas chicas, armar un  pequeño grupo e indicarles lo básico. No importaba porque se encontraba ahí, pero mientras estuvieran, sería mejor aprovecharlas.
-¿Qué celebridades habrán venido? – Pensé y la respuesta apareció como si hubieran estado leyendo mi mente.
-No sabía que te gustaba la jardinería – Me llamó la atención una voz familiar.
 Me puse de pie para poder verlo y asegurarme de que mis oídos no me estaban jugando una broma.  Así que eran ellos, las ‘celebridades’ que había atraído a esas chicas.
Efectivamente allí estaba él. Había clavado una pala en la tierra y descansaba con el brazo derecho apoyado sobre el mango.
-No sabes mucho de mí aparte de mi nombre- Respondí – No sabía que participabas en campañas ambientales-

Louis respondió con una media sonrisa-No sabes mucho de mí aparte de mi nombre-