Capítulo 4

Estaba parada bajo mi paraguas esperando a que el chofer pasara por mí justo en la esquina del edificio donde vivía. Se me había hecho tarde, gracias a la lluvia, por lo que temía que se hubiera ido sin mí. Repasé mentalmente los sucesos que me llevaron a estar parada ahí esperando un auto para dirigirme a la casa un chico que apenas conocía.

Un auto negro se posó frente a mí, el conductor vestía un traje del mismo color y parecía demasiado arreglado para un Sábado en la tarde, avergonzada observé mis jeans negros, mi remera de Batman y mis viejas Vans gastadas por el uso.

-¿Emma Tomson? -Preguntó.

Asentí con un movimiento de cabeza, él me hizo señas para  que subiera y así lo hice. Condujo por unos 40 minutos hacia el norte. Ya estaba empezando a quedarme dormida cuando paramos frente a un edificio blanco, por fuera no parecía demasiado diferente a cualquier otro de Londres. Con cuidado de tropezar o pisar un charco de agua me bajé.

-Piso 16,  apartamento B56- Dijo el chofer antes de acelerar y desaparecer entre los demás autos.

Al parecer estaba por mi cuenta así que sin esperar que nadie apareciera me puse en marcha. En el momento exacto en el que ingresé al Hall un olor a lavanda me impregnó la nariz, un recepcionista que también llevaba traje me sonrió un tanto extrañado y me preguntó si necesitaba ayuda, le agradecí lo más educadamente que pude, llevaba un distintivo con su nombre, Matt.

Me dirigí al ascensor donde otro chico con traje me esperaba, entré y me pregunto a qué piso me dirigía.

-16 por favor- Contesté con un hilo de voz.

El ascenso transcurrió demasiado lento, el silencio en el elevador me ponía nerviosa. Finalmente nos detuvimos y me baje a toda velocidad, caminé unos minutos hasta encontrar el B56, tomé aire y di tres golpecitos a la puerta.

-Veo que pudiste llegar- Dijo el chico que me esperaba mientras abría la puerta y me invitaba a pasar

-Bueno, no me gusta deberle cosas a la gente- Conteste mientras caminaba dentro del departamento.

El lugar era bastante espacioso, apenas entré me encontré con cuatro sillones blancos dispuestos en forma de cuadrado alrededor de una mesa de café, en frente un Tv pantalla plana, estaba conectado a la cocina, la cual marcaba su inicio con una barra para desayunar. Él me señalo los sillones.

-¿Tenes sed? ¿Querés algo? Inquirió.

-Un vaso de agua estaría bien.

Camino hasta la heladera y sacó una jarra de agua fría, tomo un vaso de la mesada, me lo entregó y se sentó en el sillón a mi lado.

Algo incómoda por nuestra cercanía me apresure a buscar en mi mochila.

Extendiendo le las zapatillas Nike blancas dije. –Acá están sanas y salvas, gracias por prestármelas.

Zayn sonrió y gentilmente las tomó. –De nada, son de la suerte ¿sabes?, siempre que las uso algo bueno pasa.

Inmediatamente se me vinieron a la cabeza los recuerdos de los últimos días.-Creo que funcionan muy bien entonces- Respondí.

-Ajá, ¿se puede saber qué fue lo bueno que te paso?

Me revolví en mi lugar y baje la mirada. –No mucho…

-¿Tiene eso algo que ver con Liam? -Preguntó chistoso.

En ese momento pude sentir como el color rojo subía por mis mejillas, la temperatura parecía haber ascendido unos 10º en menos de un minuto. –No, bueno, sí… no fue algo malo… pero…

Zayn comenzó a reír a carcajadas –Claro, entiendo.

-¡No te rías!- Contesté furiosa y poniéndome más roja todavía. –Liam y yo solamente somos, nosotros somos…

Me quede callada porque no estaba segura de cómo terminar la oración.

-¿Amigos?- Intento adivinar él.

Clavé la vista en el suelo, en realidad no sabía que éramos, nunca me lo había puesto a pensar, no es como si hubiera tenido demasiado tiempo para hacerlo, sin embargo, sentía que el término ‘amigos’ no se aplicaba a nosotros.

-Quedate tranquila, yo no le voy a contar- Dijo guiñándome el ojo.

-¿Contarle qué?

-Que te gusta- Tomó un sorbo de agua y luego continúo. –Aunque si de algo sirve, creo vos también a él, así que ¿todo arreglado no?

No sé qué fue exactamente lo que me detuvo de negarlo todo, tal vez estaba demasiado colorada como para atreverme a mirarlo a los ojos, ¿o es que en realidad no pensaba que fuera mentira?

-Bien, si vas a salir con uno de nosotros va a ser mejor que te informes- Zayn interrumpió el silencio.

-Yo no voy a…

-Ah, sh, sh, sh- Con un gesto de su dedo me tapo la boca. -¿Qué sabes de él?

Su color favorito es el morado, su banda favorita es N Sync, sus películas favoritas son las de Toy Story, igual que yo, no usa cucharas y tiene una sonrisa que me corta la respiración.

No dije ni una palabra.

Luego de unos minutos volvió a preguntar -Okey, entonces ¿qué sabes de One Direction?

-Este… es una banda, de chicos- Conteste tímidamente.

Zayn golpeó la palma de la mano contra su frente. –Vas a necesitar un curso intensivo.

-¿Me vas a convertir en una fan?-

-Voy a hacer lo que pueda para convertirte en una Directioner- Concluyó sarcástico.

…

La tarde paso volando, Zayn comenzó contándome cosas sobre el inicio de la banda.

The X Factor, la casa de los jueces, Torn, los shows, The X Factor Tour. No entrabamos mucho en detalles sobre los integrantes, sólo la historia en general, y él no quiso contarme mucho sobre Liam porque consideraba que debía ser decisión de él que cosas contarme. Aunque me cueste admitirlo, me dolió saber que Liam podría ocultarme cosas. Pero siendo realista no es como si nos conociéramos mucho. Con el paso del tiempo comencé a relajarme, era fácil hablar con Zayn, teníamos gustos muy similares en varias cosas. Si bien la idea era informarme sobre la historia de 1D, terminó contándome cuáles eran sus secretos para peinarse el hopo todas las mañanas y mantenerlo intacto durante el día.

-Creo que usas más productos para el pelo que yo- Comenté suprimiendo una risa.

-¿Y qué tiene de malo? Me gusta verme bien- Contesto algo ofendido.

-¿Y de verdad tenes necesidad de llevar un espejo a todos lados?

-Nunca se sabe cuándo lo podes necesitar- Se defendió.

-¿Y qué pasa si alguien te despeina?

-No existe persona que se atreva a tocarme el pelo.

-¿Estás seguro?- Dije con una mirada maliciosa.

-No se te ocur...

No llego a terminar la frase porque yo ya me encontraba abalanzándome sobre él para lograr desacomodarle el cabello prolijamente peinado.

Con un rápido reflejo Zayn salió corriendo por la habitación.

-No es para tanto, solamente quiero que veas lo que se siente.

-No, Emma, es enserio.

No encontrábamos parados uno en cada extremo de la mesa. Nuestras miradas se encontraron y por unos minutos guardamos silencio. Intente adivinar para que lado iba a salir corriendo. Amagó hacia la derecha, pero yo no me percaté, para cuando quise cambiar de dirección era muy tarde, ya se encontraba detrás de mí. Quise zafarme pero él me tomó por la cintura.

-Ahora vas a ver lo que se siente- Rio mientras me despeinaba el pelo que ya estaba hecho un desastre gracias a la humedad

La puerta de entrada se abrió, en un acto de reflejo intenté apartarme de Zayn, pero fue en vano, él ya nos había visto.

-¿Zayn?- Inquirió extrañado al ver a su amigo un poco desalineado. Fue entonces cuando me vio parada justo detrás de su amigo. -¿Emma?

Intenté descifrar lo que sus ojos intentaban decirme, no era odio, ni enojo como lo que yo pensaba encontrar, parecía lastimado.

- Está loca ¡intentó despeinarme!- Dijo Zayn aparentemente ajeno a toda la situación.

- Liam, yo… -Comencé a hablar pero él no me dejo terminar.

-¿Qué estás… -No termino la pregunta. - Está bien, entiendo.

- ¿Entender qué? -Inquirió el chico del hopo.

- No importa-  Se apresuró a contestar. – Con Harry y Niall teníamos planeado salir a comer algo pero veo que estás ocupado- Dijo y sin dar tiempo a ningún tipo de respuesta dio media vuelta y se fue.

-¡Liam, espera!- Grité desde el otro extremo del pasillo.

Él se detuvo en seco, pero no se giró, solo espero a que yo lo alcanzara.

Prácticamente corrí los pocos metros que nos separaban, cuando llegué a su lado me costaba respirar, estaba roja y sentía un nudo en el estómago. –Déjame que te explique.

Se puso frente a mí. –No hay nada que explicar, todo está perfectamente claro, no quise verlo el día que filmamos el video, y después de lo de anoche yo… -No terminó la frase.

-Anoche…- Le incité a que siguiera.

-No importa, estaba equivocado de todas formas, solamente me hubiera gustado que me lo dijeras en lugar de jugar conmigo.

-¿Jugar a qué Liam? Solamente estábamos hablando.

Pude ver la furia en sus ojos –Ya está Emma, no hace falta que lo sigas ocultando, te gusta Zayn, tienen un montón de cosas en común y lo viniste a ver sin más después de que yo prácticamente te tuviera que rogar para que salieras conmigo , puedo aceptarlo.

Si hasta ese momento me estaba costando respirar, lo que me dijo no ayudo demasiado, las piernas me temblaban y mi cuerpo se negaba a responder cualquiera de mis órdenes, estaba tan enojada. – Entre Zayn y yo no pasa nada, si tenemos cosas en común, por eso somos AMIGOS, lo vine a ver para devolverle las zapatillas que me prestó y la otra noche tenía planes ¿te acordas? Estás exagerando todo- Le grité.

Él me sostuvo la mirada un momento. – No hace falta que me mientas, no viniste a verlo por eso- Insistió. –También tenes mi campera y no pensaste en contactarme para devolvérmela.

Ah!, me dieron ganas de estrangularlo.- Yo no miento no puedo creer que hagas tanto espamento por esto- Respondí.

-¡Yo no hago espamento, vos haces espamento, vos me seguiste hasta acá! -Ahora el también gritaba.

-¡No quieras echarme la culpa a mí por todo esto ahora!, te seguí porque estás sacando conclusiones equivocadas.

-Bueno, pero nadie te pidió que me sigas, lo puedo superar, no es como si fuera tan importante.

Creo que fue en ese momento cuando sentí un crack dentro de mí, mi cuerpo volvió a su funcionamiento normal y con él, mi cerebro. Me sentí una idiota por estar parada ahí dándole explicaciones a un chico que había dejado claro que ‘no era tan importante’. Para empezar nunca debería haber ido a ese edificio, ni haber filmado ese video, ni haber dejado que un completo extraño me acompañar a mi casa, ¿cómo pude ser tan tonta? Era obvio que no iba a durar, era demasiado bueno para ser real.

Avergonzada abrí una vez más la mochila, saqué la prenda roja y prácticamente se la arrojé en la cara. –Acá está tu campera- Dije secamente.

Sin mirarlo comencé a salir del edificio. Lo único que quería era dejar cuanto antes el lugar, dejar todo atrás. Borrar todos los sucesos de los últimos días y volver a mi vida normal y aburrida. No más salidas a escondidas de mamá, no más filmaciones de videos, no más One Direction, no más Zayn, y lo más importante, no más Liam Payne.