25 nov 2012

Capítulo 7


Mi corazón se paró. Había deseado verlo toda la semana, pero este no era un buen momento para rencontrarnos. Mis amigas no tenian ni idea que el chico que me decia princesa y me manda mensajes todos los días es el mismísimo Liam Payne y no tenia intención de contárselo por ahora.
-Pensá una idea rápido Emma- Me dije a mi misma.
-Eh… Amy porque no siguen durmiendo con Lucy, no se preocupen es solo el portero del edificio, debe querer hablar con mamá, yo me encargo de hablar con él.
-¿El portero? ¿Pero que hace a esta hora tocando la puerta?- Pregunto Amy sospechando mi mentira.
-No sé, a lo mejor tiene que decirme algo urgente. Voy a ver que quiere ustedes quédense acá- Dije y salí rápidamente del departamento sin dejar que me hagan otra pregunta.
Liam me miraba con una gran sonrisa de esas que me gustaban tanto. Trate de concentrarme y lo empuje dentro del ascensor. Él me miro desconcertado.
-¿Qué haces acá a esta hora? ¿Estás loco?- Lo interrogue nerviosa
-Solo quería darte una sorpresa porque llegamos antes, pero, parece que no te agrado mucho verme- Me miro triste y la sonrisa se borro de su cara. Me sentí muy mal y olvidándome de que estaba en pijamas, con pantuflas de jirafa y en un ascensor con un chico a las cuatro de la mañana. Acorte la distancia que nos separaba y lo abracé, el me devolvió el abrazo y estuvimos así un largo rato. Luego me separe y él me estaba mirando con su hermosa sonrisa.
-Lo siento- Dije algo sonrojada- Es solo que están mis amigas  en casa y ellas no saben que te conozco.
-Así que me ocultas de tus amigas empujandome dentro de un ascensor que por cierto ya subió y bajo el edificio varias veces- Respondió divertido.
-Si, deberíamos salir, pero no vallamos a mi piso, todavía no estoy lista para contarles a mis amigas que te conozco, se pondrían como locas.
Rió alegremente- Como quieras. ¿Son fanáticas?, digo, ¿de One Direction?
-Lucy sí, pero Amy se acaba de enterar de su existencia hace unas horas.
-¿Amy? ¿La chica que le gusta a Zayn?, si se llega a enterar que esta acá va a querer conocerla.
-Pero no se va a enterar porque ni vos ni yo le vamos a contar ¿Entendido?- Lo amenace, pero no fui muy convincente.
-Entendido- Asintió. -Pero deberías presentarlos, Zayn es un buen chico- Trato de convencerme.
Lo medité unos minutos - ¿Zayn y Amy?- Dije más para mí que para Liam. –Tal vez… lo voy a considerar.
- Como quieras- Rió
-Y…. contame ¿Cómo te fue en París?
-Bastante bien…- Se dispuso a contarme los detalles de su viaje pero los gritos de Lucy y  Amy buscándome lo interrumpieron.
-¿Qué hacen están locas?- Dije desesperada. –Liam tenés que esconderte si te ven esto no va a terminar bien, por lo menos para mí.
-Creo que mejor me voy así no causo problemas, pero mañana tenés que venir a mi casa a ver una película sin excusas- Me dijo mientras se dirigía de nuevo al ascensor. Puso un pie dentro de él y me volvió a mirar -Por cierto, lindas pantuflas- Concluyó señalando mis pies.

-Son la última moda en París, deberías saberlo- Repliqué
Liam suprimió una risa – Que duermas bien Emma.-Me tiro un beso con la mano y las puertas del ascensor se cerraron justo cuando Amy y Lucy bajaban las escaleras.
-¡Emma! Acá estabas, te estuvimos buscando por todos lados ¿Qué estás haciendo?- Me interrogo Lucy preocupada.
-¿Que tenía que decirte el portero que tardaste tanto?- Inquirió Amy con un tono de desconfianza. - O tal vez no era el portero el que te estaba entreteniendo- Con la mirada escudriñó todo el lugar. - ¿Con quién estabas? ¿Era ese chico de los mensajes?
-Em, yo…. – Sinceramente las ideas se me estaban acabando, no acostumbraba mentir, así que no era muy buena, a eso había que sumarle el hecho de que me faltaban varias horas de sueño. Suspiré- Si, era el chico de los mensajes.
Mis amigas comenzaron a gritar y saltar por todo el pasillo.
-¡Lo sabía! ¿Dónde está?- Lucy sonreía de oreja a oreja.
-¡Tienes que presentárnoslo Emm!- Exigió mi prima
-Chicas- Intenté calmarlas en vano. -¡CHICAS!- Grité. -Paren un poco, la gente está durmiendo, nos van a echar.
-Oh, está bien, volvamos al departamento- Dijo Lucy en susurros.
Caminamos por el pasillo cuidando de no hacer ruido, bueno, no más del que ya habíamos hecho. Con sigilo entramos, mamá aún no llegaba.
Mis oídos hubieran estado agradecidos de tener un poco de silencio, pero mis amigas no estaban dispuestas a darles tregua. Se pasaron toda la noche haciendo preguntas acerca de ‘el chico de los mensajes’ a la mayoría las contesté con la verdad, o una versión bastante parecida, aunque me negué rotundamente a darles un nombre, lentamente el cansancio nos fue venciendo hasta quedar profundamente dormidas.
….

Nos despertamos a las once de la mañana. Mi estómago rugió lo que me recordó que  ya casi era la hora de almorzar. Decidimos ir a McDonald’s. Trate de despertar a mamá para que venga con nosotras pero estaba muy cansada, recordé que no la había escuchado entrar anoche ¿hasta qué hora habrá estado trabajando?,  decidí que dejarla dormir sería lo mejor.
Cuando salimos del edificio me hubiera gusta encontrarme con un rayo de sol, pero vivía en Londres, así que en lograr de eso me recibieron unas grandes nubes grises, otro día de lluvia. Nos pusimos en marcha cuanto antes para tratar de evitarla.
Llegamos a McDonald’s justo a tiempo para cuando las primeras gotas comenzaban a caer. Pedimos lo usual, 3 cuarto de libra, y una vez que estuvieron listas nos acomodamos en una de las mesas junto al ventanal, para poder ver hacia afuera.
-¡Son muy tiernos!- Dijo Lucy mirando su teléfono embobada.
-¿Quiénes?- La interrogo Amy mientras le daba un mordisco a su hamburguesa.
-One Direction – Contesto Lucy. - Mira, no me podes decir que es mentira- Levanto el celular y se lo mostró a su amiga.
-Em… Si, supongo. Tomó una servilleta y con cuidado se limpió la boca. -¿Cómo se llama el morocho del hopo?, es lindo.
- Zayn, si es lindo.
Trate de reprimir la risa pero no pude.
-¿De que te reís? Son lindos- Me reto Lucy.
-Si, no digo que sean feos. Es solo que Amy….- Seguí riendo.
-¿Qué tiene que me guste uno? Inquirió ofendida. -Seguro que a vos también te gusta alguno.
-Si Emma, contanos ¿quién te parece más lindo? Mi amiga acercó el celular a mí para que pudiera ver mejor la foto.
-Em….- No sabía si confesarles que el que más me gustaba era Liam o mentir diciendo que era otro de los chicos, pero no tuve tiempo de contestar porque el móvil sonó en mi bolsillo.
“Te paso a buscar a las 4, nos vemos hermosa xx”
Mi corazón se paro y una gran sonrisa apareció en mi cara, las chicas lo notaron.
-¿De quién es el mensaje princesa?- Se burlo Amy.
-¿Qué te dijo?- Quiso saber Lucy.
-Nada- Mentí para restarle importancia.
-No puedo creer que no confíes en nosotras- Lucy sonaba herida.
Su reproche me hizo sentir culpable así que decidí contarles. - Dijo que me va a pasar a buscar a las cuatro para ir a ver una película, ¿felices?
-Aw, es más tierno.
-Genial podemos ayudarte a elegir la ropa así de paso lo conocemos- Dijo Lucy contenta.
-¡No!- Grite – Digo, no hace falta que me ayuden, ya saben que yo soy muy simple, a parte él es muy tímido.
-No vas a poder tenerlo oculto para siempre- Espetó mi amiga.
Logré evadir el tema de ‘mi cita’ el resto del almuerzo, aunque me costó bastante. Cuando terminamos de comer ya era bastante tarde por lo que las chicas decidieron irse cada una a su casa, no sin antes desearme suerte con ‘mi cita’.
La lluvia ya casi había parado así que me las arreglé para llegar a casa sin mojarme demasiado. Cuando llegue encontré una nota de mamá en la heladera.
Emma: Me fui a visitar a tu tía para que me muestre las fotos del viaje, no sé a qué hora voy a volver. Si necesitas algo llámame.
                                                                               Te quiero,  Mamá
Suspire aliviada, al menos no tendría que explicarle a dónde pasaría la tarde.
Todavía faltaban un par de horas para las 4 así que decidí darme una ducha rápida. Puse mi CD favorito de McFly a todo volumen y comencé a prepararme.
Cuando salí por la puerta del edificio ya eran las 4:30, nunca había tardado tanto tiempo en vestirme. No es como si alguna vez le hubiera dado mucha importancia, la mayoría de las veces me ponía lo primero que encontraba o algo con lo que me sintiera cómoda, pero el saber que me encontraría con Liam me había puesto particularmente nerviosa, en los libros siempre hablan de sentir ‘mariposas en la panza’, bueno, en mi caso eran avispas, asesinas, girando sin control dentro de mi cuerpo y provocándome unas horribles ganas de vomitar. Tanto así que mientas bajaba por el ascensor tuve que recordarle a mis pulmones como respirar y ni hablar de cuando vi el reloj y me di cuenta que llevaba media hora de retraso, ¿estaría esperándome?.
Me quede parada en la puerta esperando que alguien llegara. No pasó mucho hasta que comencé a sentirme como una completa idiota.
-¿Dónde estás? Susurré.
En ese momento alguien habló detrás de mí. –Ya estaba pensando que me habías dejado plantado.
Gire para encontrarme con la versión rubia de Liam parada junto a su Mini Cooper negro.
-¿Alguna vez te dije que me gustas más rubio?- Bromeé
Se acercó a mí y me tomo de la mano. –En realidad nunca me dijiste que te gustaba.
Mi cara se puso roja al instante.
-Está bien, te prometo que no le voy a contar a nadie- Agregó mientras abría la puerta del coche para dejarme entrar.
Una vez me encontré dentro cerró la puerta muy delicadamente y se apresuró a subirse del lado del conductor. Puso el auto en marcha y comenzó a  conducir hacia el norte.
Por el rabillo del ojo vi que tenía un par de CD’s  junto a su asiento. Con cuidado los tomé y me puse a examinarlos, metido entre un CD de N Sync y uno de The Script encontré + de Ed Sheeran, sin pensarlo dos veces lo coloqué en el reproductor del auto y escuché los primeros acordes de The A Team.
-No sabía que te gustaba- Comenté.
-¿Ed?, escribió un par de canciones para nosotros, es un gran artista y muy simpático.
-¿Conoces a Ed Sheeran en persona?- Contuve las ganas de ponerme a gritar.
Liam rió. – Si,  pero es más amigo de Harry que mío.
Continuamos hablando acerca de Ed el resto del camino, nos detuvimos justo cuando UNI iba por la mitad.
Cuando me bajé del auto me di cuenta de que era el mismo edificio en el que vivía Zayn, lo que me pareció un tanto extraño.
Entramos y nos dirigimos directamente al ascensor, cuando pasamos junto al mostrador de la recepción Matt me dedicó una sonrisa.
El chico que me esperaba en el ascensor la última vez no estaba ¿lo habrían despedido? Liam se acercó y apretó el número 16.
-Creí que Zayn vivía en el 16.
-Así es- Asintió mientras se quitaba la peluca.
-¿No íbamos a tu casa? Inquirí.
-Oh, sí, vivimos todos en el mismo piso, pero diferentes departamentos, menos Harry y Louis que viven juntos
-¿No se cansan de estar siempre juntos?
-Tenemos nuestros días. Se acercó a mí para acariciarme el pelo. –Pero los chicos salieron así que esta tarde estamos sólo nosotros- Se inclinó para besarme la frente.
Hubiera querido quedarme así para siempre, pero la puerta del elevador se abrió y me devolvió a la realidad.
Liam tomo mi mano. – ¿Vamos?
Lentamente caminamos hasta una puerta blanca, departamento B50. Liam revolvió en su bolsillo hasta sacar un juego de llaves. Abrió la puerta y me invitó a pasar.
El departamento era casi igual al de Zayn pero se notaba que estaba decorado con los gustos de su dueño, muy diferentes a los del otro chico.
-Entonces ¿Qué película querés mirar?- Me pregunto mientras revolvía entre la mesita de la TV- A ver tengo Toy Story….
-¡Esa! – Grite más con más emoción  de lo que debería – Veamos esa- Agregué algo más calmada.
-Bien. Se agachó para poner la película dentro del reproductor de DVD. – ¿No quieres algo para tomar o para comer?, creo que tengo algo de palomitas de maíz.
-Si claro- Respondí lo suficientemente fuerte como para que pudiera oírme desde la cocina.
Me dediqué a observar mejor los detalles del departamento. Sobre una mesita me encontré con un par de fotos. En una de ellas se podía a ver a Liam parado junto a un hombre alto, de cabello oscuro y una mujer rubia ¿sus padres tal vez?, justo en frente había otra en dónde él y dos chicas rubias reían, pero la que más llamo mi atención fue una de un nene de unos 5 o 6 años vestido con un traje de vaquero y sosteniendo un muñeco de Woodie.
Me obligué a contener la risa y seguí caminando hasta que me encontré con dos peceras. Absorta me acerqué para verlas mejor, en ellas nadaban dos tortugas, a una le faltaba una pata.
- Bien, creo que estará listo en unos minutos- Liam volvió de la cocina. –Ah, veo que ya conociste a mis tortugas – Dijo muy orgulloso- Son Archimedes y Boris, ¿Te gustan?
-¿Por qué a una le falta una pata?- Inquirí algo asqueada.
Liam rió.
-No sé exactamente que paso, llegue de una gira y se estaban mordiendo entre sí y a Archimedes le faltaba una pata, tuve que separarlas después de eso – Lo gracioso de su historia no me dejó contener más la risa, me miro con cara de ofendido.
-Bueno deja ya de reírte  de mis pobres tortugas.
-Lo siento- Tragué saliva y continué hablando. -¿Cuándo pensabas contarme de tu pasado como cowboy? Pregunté señalando la foto.
Las mejillas de Liam ardieron. – ¡Se suponía que no tenías que ver eso!
-Eras muy tierno, ¿qué te paso?
-No todos podemos ser tan tiernos- Con delicadeza me acarició la mejilla.
Pude sentir el calor de su mano contra mi piel. Intenté decir algo pero para ser sincera no se me ocurría nada y no estaba segura de que mi boca fuera capaz de articular palabra.  Liam continuó acercándose a mí, me pregunté si no estábamos yendo demasiado rápido, digo, no nos conocíamos tanto, pero parecía que ya no tenía control sobre mi cuerpo, no quería apartarlo. Antes de poder hacer algo un ruido me sacó de mis pensamientos.
Asustada di un salto. - ¿Qué fue eso?
Liam se asomó a la cocina. –Creo que las palomitas ya están listas- Tomó un boul de una de las alacenas y lo llenó. Luego camino hasta la mesita frente al sillón y lo dejó allí.
-¿Te podes sentar sabes?- Dicho esto me empujo hacia el sillón que se hallaba frente al televisor y se sentó junto a mí.
Durante la película me puse nerviosa al sentir la cercanía de Liam y me pareció que me estaba sonrojando, por suerte estaba oscuro y no se podía ver mi cara. Estábamos ya por la mitad cuando  me rodeo con sus brazos, lo que hizo que mi corazón comenzara a latir a mil por hora. Poco a poco me fui relajando, más aún cuando vi que él también se sabía todos los diálogos de memoria. Cuando aparecieron los créditos terminamos cantando juntos ‘You’ve got a Friend in Me’. Apoyé mi cabeza contra su pecho para poder sentir mejor su voz.
-Deberías ser cantante- Bromeó.
-¿Crees que tengo una oportunidad de entrar a la banda?
Liam estaba entretenido jugando con mi cabello. –No estamos buscando un sexto miembro por ahora, pero si alguna vez lo hacemos, vas a ser la primera en la lista.
Ambos reímos. Otra vez quedamos muy cerca uno del otro. Una corta distancia separaba nuestros labios. Mi corazón se aceleró parecía un sueño, pero me había olvidado que no podía tener tanta suerte.
Mi teléfono comenzó a sonar.
`Hija ¿dónde estás?’

-Tengo que irme. Dije con un hilo de voz. –Mamá está preocupada.
-Oh, está bien- Liam sonaba decepcionado. –Yo te llevo.
 Sin dar lugar a discusión me tomó de la mano y me ayudó a levantarme.
Liam me acompañó hasta la puerta del edificio. Había dejado el auto un par de cuadras más lejos.
-No tenías que acompañarme hasta la puerta. Comenté
- Con tu suerte caminar sola dos cuadras puede ser muy peligroso.
Lo golpeé en el hombro.
-Ouch, eso me dolió.
-¿Y así me vas a proteger?- Comenté sarcástica.
-Ya funciono un par de veces. Espetó.
Continuamos caminando hasta detenernos a unos metros de la puerta.
-¿Vas a poder subir sola hasta tu departamento?
- Sobreviviré.
Con cuidado me besó la frente.
-Nos vemos Emma- Dijo y comenzó a alejarse de mí.
-Nos vemos-  Conteste
Cuando la figura de Liam se perdió en la oscuridad di media vuelta y entré en el edificio.
Abrí la puerta y me encontré a mamá sentada frente al televisor.
-¿Te acordaste de que tenés una casa?
Con cuidado me acerqué a ella. – Perdón, estaba con Lucy y te juro que se me paso la hora, no fue mi intención.
Se quedó en silencio unos minutos, luego suspiró. – Está bien Emma, ¿tenés hambre? Puedo cocinar algo.
Pude notar las ojeras en sus ojos, el trabajo la estaba matando. –No, está bien, me las puedo arreglar con las sobras.
-De acuerdo- Apagó la TV y se levantó del sillón. –Si no te molesta creo que voy a dormir.
Se acercó para darme un beso en la mejilla y luego comenzó a caminar hacia su cuarto.
-Hasta mañana- Dije.
Rápidamente tomé unos restos de pollo que había en la heladera,  desde quien sabe cuándo, y los puse en el microondas. Cuando el aparato sonó saque el plato, tomé un vaso con agua y me senté en la mesa. Tomé mi notebook y la encendí.
Estaba revisando mi twitter cuando sonó mi celular. Hable lo más bajo posible para no despertar a mamá.
-¿Es que no podes pasar una hora sin verme?- Cuando terminé de hablar me mande un pedazo de pollo en la boca.
 -Emma, tengo que decirte algo- Parecía preocupado.
Tragué rápidamente. -¿Pasa algo?
Liam tardó unos minutos con contestar. –Creo que va ser mejor si lo ves vos misma. ¿Por casualidad no tenés una computadora cerca?
-Si, tengo mi notebook prendida.
-Bien, esto va sonar raro, pero ¿el nombre Perez Hilton te suena?
-Liam, se que parece que vivo en un termo, pero no es tan así- Comenté sarcástica.
-Lo siento- Otra vez el silencio. –Deberías entrar a su página y ver su última foto.
-Está bien pero no entiendo por qué tanto misterio.
Me apresuré a tipear y abrir la página, fue entonces cuando vi la foto. Sin querer dejé caer el tenedor al piso y tuve que tomar un gran sorbo de agua para no ahogarme con la comida.
-¿Estás bien? Preguntó Liam.
Intenté calmarme, con cuidado tragué saliva, suspiré y dije. –Liam, ya no podemos hacer esto.

2 comentarios:

  1. dioooos me apasiona mucho!! es pura perfección enserio! como lo canceles me da algo! me encantaaa! *______*

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  2. OMG,k no aguanto para el siguiente, de verdada es ta muy buena, es lo mejor que e leidooo, esyoy con mi cara todo el tiempo de *-*

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