7 nov 2012

Capítulo 3


Me quede ahí parada tratando de decidir si lo  que estaba viviendo era real o no, ¿no estaría soñando?  Todavía estaba deliberando, cuando los gritos del hombre de seguridad me indicaron que siguiera al grupo, las fans ya se encontraban a unos metros de mí dirigiéndose hacia donde estaban las estilistas. Mire a mi alrededor y sopese la posibilidad de escapar, pero con tanta seguridad lo vi imposible, arrastrando los pies me coloque ultima en la fila de chicas que esperaban ser maquilladas.
Me frote los ojos con las palmas de las manos lamentándome por la situación, fue entonces cuando sentí dos manos sujetando mis brazos y arrastrándome hacia un costado oscuro. Me contuve para no gritar, después de todo con tantos guardias ¿qué podría pasarme?
Gentilmente me hizo girar para que viera su rostro, Liam me sonreía.
-¿Me estas siguiendo o qué?
-¿Quién arrastro a la oscuridad a quién? Contrataqué
Observe como esa media sonrisa que ya conocía aparecía. – Touché. Lindo uniforme por cierto.
Bajé la mirada y vi como la pollera azul oscuro flameaba sobre mis piernas, con todo el apuro no me había dado cuenta de que todavía lo tenía puesto.
-Filmar un video clip no estaba en mis planes exactamente.
- No sabía que eras fan.
-No lo soy.
-¿Entonces qué haces acá? Inquirió
Suspiré. –No tengo la más mínima idea.
Reímos juntos nerviosamente.
-¿Te vas a quedar?
-No creo tener otra opción.
-Sé que morís por verme cantar- Se burló.
-Pff, ya quisieras.
Baje la mirada porque sentía el color rojo subirme por las mejillas.
Liam acercó su mano a la mía, pude sentir como el aire  a nuestro alrededor se alborotaba.
-¿Dónde está Liam?- Escuche que alguien preguntaba.
Largue el aire que había estado conteniendo. -  Creo que te están buscando.
-Eso parece- Contesto. Sin embargo se quedó allí inmóvil.
-Va a ser mejor que vallas.
-Supongo- Comenzó a girarse pero se detuvo en seco. –Voy a ver que te consigan algo de ropa para cambiarte.
Lo vi alejarse y esperé unos minutos para asegurarme que nadie sospechara de qué habíamos estado hablando. En cuento puse un pie fuera de la oscuridad vi como un estilista me señalaba y me pedía que viniera junto a él,  en su mano derecha sostenía una pila de ropa. Me entregó el montón y me señalo unos camerinos para que me cambiara, fingí una sonrisa, le agradecí y me dirigí a quitarme el uniforme.
Cuidando de hacer el menor ruido posible entré en el pequeño cuarto,  la luz estaba encendida. Con rapidez me cambie, estaba ansiosa por librarme del ridículo uniforme. Una vez preparada decidí quedarme allí nos minutos más, con algo de suerte los maquillistas se olvidarían de mí y no tendría que soportar un par de manos extrañas sobre mi rostro. Estaba pérdida en mis pensamientos cuando sentí el frío del metal de la puerta chocar contra mi cuerpo.
-Lo siento mucho- Dijo el morocho cuyo nombre era Zayn.
-No, este… - Dude en que decir porque me había tomado totalmente desapercibida.- Está bien- Dije al fin.
-¿Todavía necesitas el camerino?
-No, ya terminé- Contesté señalando el uniforme que llevaba entre mis brazos.
-Genial, igual solo venía a controlar mi cabello
Trate de contener la ría pero fue más fuerte que yo.
-¿Qué es lo gracioso?- inquirió con una media sonrisa es su boca.
-No, no es nada conteste entre risas.
-Okey, pero al menos yo no llevo zapatos de escuela. – contrataco señalando mis negros y gastados zapatos de gamuza.
-Ouch, eso dolió- respondí algo sonrojada.
-Oh, espera aquí un momento – dijo – creo que tengo algo que puede servirte.
-Camino hacia una mochila en la que logre divisar el logo de una banda, Nirvana, y saco un par de zapatillas Nike blancas que combinaban con el jean negro y el top gris que me había dado el estilista. Me las entrego para que me las ponga.
-¿Te gusta? -Pregunte señalando la mochila.
-Se podría decir – contesto - ¿Por qué?  ¿Te gustan?
-Son una de mis bandas favoritas- Igual no parecen de tu estilo.
-¿Y mi estilo cual es exactamente?
Me quede pensando en que responderle cuando la puerta se abrió y Liam entro.
-Zayn es hora de empezar- dijo algo molesto al notar mi presencia. - ¿Estas bien Emma?
Empecé a responderle cuando Zayn me interrumpió – ¿Emma? ¿Se conocen?
Mi ‘no’ resonó como un eco sobre el ‘si’ de Liam, quién me miró un poco herido.
-¿Sí o no? Volvió a preguntar.
-Será mejor que nos apuremos los deben estar esperando- Me  apresuré a decir y prácticamente los empujé fuera del camerino
La filmación transcurrió tranquila, traté de aparecer lo menos posible y las fans no tuvieron ningún problema en taparme durante las tomas grupales, que eran casi todas en las que aparecíamos. Me crucé con Zayn un par de veces en los minutos de ‘recreo’ que nos daban entre toma y toma, conversamos, a decir verdad congeniábamos muy bien, éramos parecidos en muchas cosas, incluso intercambiamos números. Por su parte Liam dedico el resto del día a ignorarme, aunque podía sentir sus ojos clavados en mi espalda cada vez que Zayn se acercaba a mí,  juraría que cada minuto que cantó durante el video me estaba mirando, no sé si lo hacía apropósito o si solo era mi imaginación. Para cuando me di cuenta ya eran las 7pm, el sol se estaba poniendo,  y pude sentir la fresca brisa de verano chocar contra mi piel. Tan pronto como nos dijeron que nos podíamos retirar puse camino a casa, no quería arriesgarme a que se arrepientan y tuviéramos que filmar otra escena.
Llegué a casa antes de lo que pensaba, mamá ya estaba preparando la cena y para mi suerte no pregunto dónde había estado.  Luego de cenar me bañé,  respondí los mensajes que Lucy había dejado en mi Facebook sobre el viernes a la noche y me acosté.

A la mañana siguiente me levante y cuando fui a ponerme el uniforme me di cuenta de que me lo había olvidado en el camerino, por suerte tenía otro pero debía encontrar la forma de recuperarlo sin que nadie se entere.
En la escuela me encontré con Lucy quien me taladro la cabeza toda la mañana con los planes para esa  noche. No me atreví a decirle que no había podido alquilar la película, ni lo del CD. El timbre sonó marcando el comienzo del fin de semana. Apenas salí de la escuela me dirigí al video club evitando completamente el centro y sus alrededores. También pase por una disquería y le compre un CD nuevo a Lucy.
Llegue a casa y mamá ya se había ido al hospital, sus dos días de franco habían terminado y debía volver a trabajar. Era doctora.
Me tome mi tiempo para asearme y me vestí con un jean claro roto y una remera musculosa blanca con una estampa que decía moustache, en los pies llevaba una zapatillas Adidas blancas. Mire con recelo el montón de ropa y las zapatillas Nike que todavía debía devolver. Pensé en llamar a Zayn en ese momento pero justo sonó el timbre y corrí hacia la puerta, la abrí y me detuve en seco.
-No pareces muy contenta de verme- Dijo Liam que se encontraba allí parado con sus pantalones de jean oscuros, su campera roja y una mochila al hombro.
-¿Qué estás haciendo acá ?– pregunte
- ¿No me vas a invitar a pasar?-Estaba a punto de negarme cundo sentí unas voces femeninas al final de pasillo. Rápidamente Liam entro en mi departamento y cerró la puerta tras de sí.
Nos quedamos en silencio hasta que las voces desaparecieron.
-¿Cómo supiste cual era mi departamento?- Le exigí que respondiera.
-El portero es un hombre muy amable, y más si estas dispuesto a pagarle una buena propina- Puse los ojos en blanco. Ya más tarde me encargaría de regañar a Arnold, el portero del edificio.
-Emm… yo vine a traerte el uniforme que te dejaste- Soltó sacando la ropa de su mochila
-Oh, este,  gracias – conteste un poco sonrojada mientras estiraba la mano para tomarlo pero él no me dejó retirarla, delicadamente me tomo y me obligó a mirarlo a los ojos.
Me quede allí conteniendo la respiración.
-¿Te gustaría salir conmigo? Inquirió.
-Sí, digo, no, perdón, no puedo. . . tengo planes con una amiga- Con un movimiento brusco me aparté de él.
Observe como la sonrisa se borraba de su rostro y se me hizo un nudo en el estómago. –Está bien pero…
Mi celular comenzó a sonar, era Lucy, me apresuré a atender para evitar la mirada triste de Liam.
-Hey Emma, yo sé que te prometí que esta noche ibas a venir a casa pero, surgió algo, Andy vino, se está sintiendo algo enfermo, y creo que me voy a quedar con él hasta que mejore, ¿no podemos dejarlo para otro día?.
Suspiré.- No no, está bien, entiendo, otra vez será, ojalá se mejore- Corté, en realidad no estaba de humor para escuchar otra de sus excusas.
Me di vuelta para encontrarme con Liam sentado en mi sillón.
-¿Está todo bien?
-Si…
Dio unas palmaditas en el almohadón junto a él para indicarme que me siente. – ¿Es idea mía o tus planes se acaban de cancelar?- Inquirió mientras esa media sonrisa reaparecía.
-¿No te parece de mala educación escuchar conversaciones ajenas?- Contra taqué.
-Bien, si estás libre entonces… eso significa que salís conmigo, ¿tenes hambre? Porque Niall me hablo de un Nando’s no muy lejos, eso si tenes hambre, sino, podemos ver una película o…
Escuché rugir a mi estómago y eso fue la respuesta que Liam necesitaba.
-Nando’s será- Concluyó tomándome por la muñeca y prácticamente arrastrándome fuera del apartamento.
Estábamos  en el ascensor cuando lo vi sacar una peluca rubia de su mochila y colocársela en la cabeza, luego tomó un pote con maquillaje y se tapó su mancha de nacimiento, la misma que me ayudó a reconocerlo el día anterior.  Una vez listo dio media vuelta y rio.
-¿Qué tal?
-¿Qué estás haciendo?- Yo también reía.
-Me camuflo, no creo que quieras salir corriendo si alguien me reconoce.
-No serás tan famoso- Dije algo sarcástica.
El ascensor se detuvo. –De verdad no tenes ni idea de quién soy.
Salimos a la calle y caminamos en silencio, casi rozándonos, las cuadras que nos separaban de Nando’s.  Entramos  y el olor a comida me abrió más el apetito,  nos sentamos en la esquina más alejada de todas, se suponía que estábamos pasando desapercibidos. Yo pedí un Veggie wrap y Liam un Chicken Breast Fillet. Aunque suene extraño para cuando la comida estuvo lista el estómago se me había cerrado de tal forma que no creía poder tragar un bocado, casi nunca me pasaba solo cuando estaba nerviosa pero eso sería muy estúpido ¿no?
Trate de actuar normal tomé mi Wrap y lo mordisquee. Para empeorar las cosas Liam no dejaba de mirarme.
-¿Tengo algo?- Inquirí cuando la curiosidad fue más fuerte que yo.
-No sé, prácticamente no te conozco, ¿cuál es tu color favorito?
-¿Siempre haces preguntas así?
Esa sonrisa otra vez. –No, solamente cuando estoy muy interesado en otra persona, ¿me vas a contestar?
-Anaranjado, ¿el tuyo?
-Morado, ¿banda favorita?
-Mmm… esa es difícil… McFly, ¿vos?
-N sync, ¿película favorita?
Suprimí una risa. -¿N sync? ¿De verdad?
Liam comenzó a cantar por lo bajo -‘Baby, when you finally get to love somebody  guess what ? It's gonna be me’ son geniales, ¿película favorita?
-Si a vos te gustan. Toy Story, la trilogía.
-Bueno, al fin algo que tenemos en común.
Estuvimos así un rato largo, para ser sincera me olvide completamente de la hora y para cuando reaccioné ya no quedaba nadie en el local, lentamente nos pusimos de pie y salimos.
Camino a casa compré un helado, al parecer mis nervios se había ido y mi estómago estaba ofendido por el warp a medio comer que había dejado en Nando’s, le pregunté a Liam si quería pero dijo que no, algo sobre una fobia a las cucharas, ¿qué tan raro es eso?
En la calle sin el aire acondicionado me di cuenta de que la temperatura había bajado, me froté los brazos con las palmas de las manos para calentarme.
-¿Tenes frío? Pregunto
-No, estoy bien-Respondí con menos convicción de la que quería mostrar.
Sin darme tiempo a protestar se quitó su campera y delicadamente me ayudo a ponérmela.
-¿Estás seguro de que no la necesitas?, no tengo tanto frío, además no  sea cosa que te enfermes y después tenga que cargar con la culpa.
-Creo que puedo sobrevivir a un vientito- Dijo en un tono burlón.
Le dediqué una media sonrisa. –Gracias.
Llegamos al edificio donde vivía antes de lo que hubiera querido, con cuidado saque el móvil, que por cierto se apagó casi al instante, de mi bolsillo, eran las 2 am, por suerte mamá no estaba en casa esa noche.
Cuando subíamos por el ascensor pude notar que Liam estaba nervioso otra vez, prácticamente no hablamos  hasta llegar a la puerta de mi departamento.
Me puse a juguetear con las llaves solamente para concentrarme en algo. – Bien… ya es tarde ¿no?
-Si bueno, será mejor que te deje, debes estar cansada y eso.
-Sí, claro… - Me detuve pensado en que decir para no sonar como una completa estúpida. - Gracias, la pase muy bien esta noche- Si bueno, hablar no es lo mío.
Liam me dedico una amplia sonrisa. –Yo también.
-Entonces, nos vemos- Dije alejándome unos pasos para poder abrir la puerta
-Nos vemos- Contestó y comenzó a caminar por el pasillo.
Estaba de espaldas colocando la llave en la cerradura cuando sentí sus manos sobre mis hombros.
-¿Emma?
-¿Si?- Me volteé para asegurarme de que en realidad era él.
-De verdad me gustaría volverte a ver, ¿crees que podrías hacer un lugar en tu ocupada agenda para mí?-
Tarde unos minutos en responder porque a mi cuerpo le estaba costando trabajo respirar.
-Creo que puede haber un hueco para vos- Solté al fin.
La cara de Liam se iluminó y esa hermosa sonrisa que me sacaba el aire se hizo presente una vez más.
-Genial.
Intercambiamos números, y prometimos ponernos de acuerdo durante la semana. Él se inclinó para besarme la frente, si la frente, de verdad era raro y con un tímido ‘nos vemos’ se alejó por el pasillo.
No estoy segura de sí pasaron 3 minutos o media hora hasta que las manos me respondieron y logré abrir la puerta. Me fui directo a la cama, con las emociones de lo que había pasado di un millón de vueltas hasta que logré conciliar el sueño.
La mañana siguiente me desperté con un hilo de luz que atravesaba mi ventana, con cuidado me senté en la cama convencida de que mis últimos dos días habían sido un sueño extremadamente realista.
Me incliné un poco para ver en mi ropero la pila de ropa sobre la que descansaban las zapatillas de Zayn, luego gire la cabeza y ahí estaba la campera roja de Liam sobre mi mesita de luz, pruebas consistentes de que todo era real.
Estaba todavía perdida en mis pensamientos cuando mi celular sonó, era un mensaje de un número desconocido.

Creo que tenes algo que me pertenece ¿lo puedo usar de excusa para que nos volvamos a ver?

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