12 may 2013

Cuarta Parte: Capítulo 37


-El vuelo ha finalizado, muchas gracias por viajar con aerolíneas Lufthansa- La voz que provenía del altavoz finalmente me anuncio que había  llegado a mi destino….Londres.
Desabroche el cinturón con impaciencia.  Quería tocar suelo firme cuanto antes. Aunque había viajado cientos de veces en avión, los aborrecía. El tipo que se sentó durante el viaje junto a mí, un hombre gordo y con mal aliento, no me permitía salir, por lo que me encontré atrapada entre la ventana del avión y su panza.
-Disculpe señor, ¿Podría dejarme pasar?- Trate de parecer cortes.
-Oh, sí, perdón- Dándose envión con el  apoya manos del asiento se puso de pie y se corrió unos centímetros para dejarme pasar. Intente hacerme lo más chiquita posible para poder pasar por el mínimo espacio que me había dejado. No solo que tenía mal aliento sino que también apestaba a transpiración. Arrugue la nariz con asco mientras me concentraba en mi camino hacia la libertad.
Cuando por fin logre salir tome aire aliviada de encontrarme libre para poder moverme. Gire sobre mis talones y me estire para tomar mi bolso del porta equipajes, pero este se había quedado atrapado entre las mochilas  de los demás pasajeros. Tome las tiras del bolso y tire de el con fuerza, logre sacarlo pero las demás mochilas también cayeron golpeándome la cabeza.
-¿Estas bien?- Me pregunto una señora que se aproximaba por el pasillo para salir y vio toda la escena.
-Sí, gracias, solo quería mi bolso- Dije señalando el Loui Vuitton de color rosa pálido que sostenía fuertemente entre mis manos. Acomode mi cabello y me alisé el vestido antes de encaminarme a la salida del avión.
En el aeropuerto había un montón de gente, que esperaban a sus familiares o amigos, estas sostenían  carteles con sus nombres.
Tomé mis dos valijas de la cinta donde se paseaba el equipaje de quien sabe cuántos pasajeros. Las reconocí al instante debido a su color rosa chicle. Luego de una dura batalla con el peso de todas mis provisiones logré sacarlas, volví a chequear me atuendo, tomé un espejo de mano de mi bolso y arregle mi cabello rubio. Una vez satisfecha lo cerré de un manotazo y lo devolví a su lugar. Alce la cabeza para buscar a Amy, habíamos quedado en que ella me vendría a buscar cuando llegara. A lo lejos divise un pequeño cartel con mi nombre escrito en él, la persona que lo llevaba no podía verse ya que la multitud la tapaba. El cartel subía y bajaba, reí imaginándome a Amy saltando para que yo pueda verlo.
Sonreí pícaramente cuando la idea se me vino a la cabeza, sin llamar mucho la atención cruce el gentío, cargando con una valija a cada lado, lo cual me supuso un esfuerzo grandísimo. Sigilosa  me coloque a la espalda de mi amiga, quien no me había visto llegar.
-Creo que te tendrías que comprar unos zapatos de plataforma, están de moda y no tendrías que estar saltando- Susurre en su oído, Amy pego un salto sobresaltada. Mi broma había funcionado.
-¡Kirsten! ¡Me asustaste!- Exclamo la chica de los rizos descontrolados.
- ¡Hola Amy! Te extrañe mucho- Dije mientras abría los brazos para poder abrazarla. La expresión de su cara me hizo recordar su antipatía e inmediatamente los baje- Me había olvidado, nada de abrazos.
Amy sonrió satisfecha- Yo también te extrañe Kirsten.
Le devolví la sonrisa- Muy bien pero lo de los zapatos es enserio- Dije señalando sus Vans.
-Yo no uso zapatos y lo sabes- Me recordó.
-Cierto, pero tengo mucho tiempo para hacerte cambiar de opinión- Sonreí con malicia.
-Ya veremos- Me desafío con la mirada- Pero ahora vamos, Zayn nos está esperando en el auto-Sin esperar a que se lo pidiera tomó una de las valijas y empezó a caminar.
-¡No puedo creer que voy a conocer por fin a tu novio!- Dije mientras comenzábamos a caminar rumbo al estacionamiento del aeropuerto.
-Creo que ustedes dos se van a llevar muy bien- Comento.
-¿Si? ¿Por qué? ¿Le gusta comprar y Taylor Swift?- Indague.
-Nop, pero es bastante vanidoso y con eso alcanza.
-¡Eh! ¡Yo no soy vanidosa!- Me queje.
-Si claro y yo soy Madonna- Dijo sarcástica.
-Okey puede que sea algo vanidosa, pero eso no le hace mal a nadie ¿No?
Sin poder contenernos comenzamos a reír. Realmente había extrañado a Amy, su simpleza era algo que admiraba de ella. A mis otras amigas les gusta hablar de chicos y de moda pero con Amy no es lo mismo con ella me siento relajada y puedo ser yo misma.
Amy se detuvo cuando llegamos al Bentley Continental GT negro que estaba estacionado en lo más alejado del estacionamiento.
-Lindo auto- Dije encantada por la belleza del automóvil.
Amy me dedico una sonrisa al mismo tiempo que abría la puerta trasera del Bentley y me invitaba a entrar.  De pronto la puerta del conductor se abrió y un chico con cabello castaño, prolijamente peinado en hopo y ojos castaños se bajó para hacerse cargo del equipaje.
-Kirsten él es Zayn Malik- Nos presentó Amy.
-Un gusto conocerte Zayn- Esboce una sonrisa de aprobación, Amy había hecho un buen trabajo eligiendo novio.
Cuando recibí su llamada la semana pasada y me confesó lo de su relación con uno de los miembros de la banda pop del momento me costó algo procesarlo, al principio pensaba que todo era un chiste ‘que graciosa Amy, ahora enserio, ¿cómo se llama?’, pero no, todo era cierto. No se me podía considerar una fanática, sabía lo básico, One Direction, son cinco, tengo algunas de sus canciones en mi Ipod, y ahí terminaba mi conocimiento, aunque, siendo sincera luego de enterarme del secreto de mi amiga decidí hacer un poco de investigación, sólo para estar informada.
-Lo mismo digo Kirsten-Contestó mientras depositaba una maleta-Ustedes deberían ir subiendo-Añadió mirando a Amy de forma inquisidora, ella asintió y me hizo señas para que entrara al coche.
-Supongo que así son las cosas cuando sales con famosos-Pensé para mis adentros.
De buena gana me metí en el auto pero no era la única que se encontraba sentada allí, un chico de rizos castaños permanecía jugando con su móvil, cuando me acomode a su lado levanto la vista y sonrió al percatarse de mi presencia. Pude notar que tenía unos ojos verdes deslumbrantes y una sonrisa encantadora, era lindo…. muy lindo.
-Hola, soy Kirsten Hoppe- Me presente extendiendo mi mano, él la tomo y deposito un beso en ella.
-Harry  Styles,  a sus órdenes señorita.
Genial, el chico era todo un Don Juan.
- Muy bien, entonces, ¿las llevo ahora a tu casa?- Pregunto Zayn a Amy acomodándose en el puesto del conductor.
-Sí, tenemos que prepararnos, vamos a pasar la noche en casa de Lucy-La chica de rizos se giró para verme- Mis amigas están emocionadas por conocerte.
-Un pijama party ¡qué divertido!- Exclame ante la idea, quería aprovechar al máximo mis últimos dos día de libertad antes de verme condenada en el exilio de mis clases de adaptación en el  Salder’s Wells Ballet  Theatre.
Zayn arranco el automóvil y partimos hacia la casa de Amy.
El auto se detuvo enfrente de un edificio blanco,  de unos 10 pisos. Nunca antes había estado en casa de Amy, aunque se había visto un par de fotos de su apartamento. Una vez en la calle tomé mi primer gran bocanada de aire Inglés. Después de todo, esto era completamente nuevo para mí, todavía me costaba creer que hubiera conseguido ingresar al Royal Ballet, ¡era una locura!
-Kirsten, ¿me ayudas?-Pidió mi amiga que estaba peleando con mi equipaje.
-Sí, perdón-Me apresuré a tomar una de las valijas del baúl y luego cerré la puerta.
La chica de los rizos se acercó a la ventanilla del conductor e intercambio unas palabras con Zayn. Yo por mi parte me mantuve alejada y me limité a sonreír, conociendo a mi amiga lo mejor sería darle privacidad.
Una vez terminados los saludos ambas nos adentramos en el hall del edificio. Tomamos el asesor y subimos hasta el piso  5, departamento A12.
El lugar era muy acogedor. Al entrar nos encontramos con un mono ambiente bastante amplio que contenía el living y, dividido por una barra, la cocina; luego un pasillo que dirigía a las habitaciones. La de Amy poseía un bonito balcón desde el cual se podía ver una pequeña parte del Big Ben.
-Ya no estás en Alemania, eso es seguro-Me dije a mi misma.
La casa de mi amiga era completamente diferente a la mía. En mi familia éramos cinco, papá, mamá, mis Ky y Derek  y yo. Vivíamos en una gran casa en un barrio privado en Alemania. No solíamos salir mucho, sólo para ir a la escuela y en mi caso a mis clases de ballet,  que en los últimos tiempos se habían vuelto diarias y con una duración de tres horas.
Mamá y papá estaba obsesionados con  los muebles de época, del siglo XV y XVI, así que todo tenía un toque de antigüedad, tonos pasteles y pálidos. Completamente contrarios a  los posters de bandas colgados en el cuarto de Amy.
-Esta noche vos vas a dormir en mi cama y yo en un colchón en el suelo, ¿te parece?-Inquirió ella devolviéndome a la realidad.
-Yo podría dormir en el suelo, no quiero que te sientas usurpada-Comenté.
-No hay problema-Amy hizo un gesto con la mano para restarle importancia-Son sólo dos noches.
Me encogí de hombros-Como quieras, si te arrepentís avísame.
Iba a contestarme pero el sonido de unos golpes en la puerta de calle nos interrumpió.
Algo extrañada la chica de los rizos abrió.
-¿Emma?, ¿qué estás haciendo acá?-
-Vengo a comunicarte del cambio de planes-Respondió abriéndose paso. Tenía el cabello lacio corto sobre los hombros, llevaba una remera blanca con el logo de Aeropostales, unos jean claros y zapatillas converse.
-Hola-Dije para hacer notar mi presencia.
-Oh, vos debes ser Kirsten-Se acercó a mí y me estrechó la mano-Un gusto, yo soy Emma, prima de Amy.
-El gusto es mío-Respondí a su gesto con una sonrisa sincera-Amy me habló un montón de vos.
-No sé qué te habrá dicho, pero sea lo que sea, no es cierto-Bromeó.
Reí al ver como Amy ponía los ojos en blanco.
-¿Y bien?, ¿qué cambios de planes hubo?
-Ah, sí, eso-Emma se encaminó al cuarto-Esta noche vamos a Fabric.
-¡¿Qué? ¿Cuándo acordamos eso?!-Amy sonaba enfadada.
-Vos nunca-Respondió con naturalidad- Es cosa mía y de Lucy.
-¡Saben que no me gustan esas cosas!-Se quejó la chica de rizos.
Emma bufó-No seas así Amy, los chicos van a ir, es una forma de estar todos juntos, entre tanta gente vamos a pasar más desapercibidos.
Mi amiga se dejó caer en la cama, sabiéndose derrotada-Kirsten, ¿qué decís?
-Con una condición-Dije y luego abrí una de mis valijas, revolví unos minutos hasta dar con los últimos zapatos de plataforma Jimmy Choo que había comprado en línea.
Ambas chicas me miraron extrañadas.
-Tenés que usar plataformas-Sentencié mientras se los extendía con una sonrisa pícara.
Amy puso los ojos en blanco antes de tomarlos y taparse la cara con la almohada. – ¡Están todas complotadas en mi contra!
Emma y yo reímos victoriosas.
-No puedo creer que me hayan convencido de venir-Se continuaba quejando mi amiga de cabello rizado mientras hacíamos la fila para entrar a Fabric.
Según tenía entendido era un club bastante prestigioso. Con licencia para funcionar las 24 hs del día, se podía decir que nunca cerraba y recibía a miles de personas  cada fin de semana. El lugar perfecto para perderse entre la multitud.
Tomé el móvil de mi cartera color satén y  revisé mis mensajes. Mi madre había atiborrado mi bandeja de entrada, a pasar de qué habíamos estado como una hora hablando mientras Emma y Amy discutían en casa de mi amiga.
Luego de bañarme y seleccionar nuestra ropa Amy, Emma y yo habíamos tomado un taxi a casa de Lucy, la chica de cabello colorado. Allí cenamos y luego comenzamos a alistarnos.
Guardé el teléfono e inspeccioné mi vestido, un Chanel original color perla, noté una pequeño pliegue que me apresuré a estirar.
-Identificación por favor- Una voz gruesa y algo ruda me distrajo.
Con mi mejor cara de pocos amigos le extendí mi carnet al guardia de seguridad. Este la revisó y luego me dio permiso para entrar.
En cuento puse un pie dentro del lugar los flashes me segaron por un instante, hasta que mis ojos se acostumbraron a la oscuridad. Mi cuerpo temblaba al son de la canción que el DJ estaba mezclando.  Divisé a las chicas un par de metros delante de mí, aceleré el paso para no quedar atrás.
Me situé junto a Lucy, quién me dirigió una sonrisa amistosa.-El club tiene un sistema que te permite sentir las vibraciones de los bajos de las canciones a través de los pies- Dijo como si hubiera estado leyendo mi mente- Genial, ¿no?
Asentí algo impresionada.
-Tenemos que buscar a los chicos- Grito Emma sobre el ruido de la música.
-Niall me dijo van a estar en la zona VIP, vayamos allá- Respondió Lucy también gritando.
Esquivando a las personas que bailaban atravesamos la pista hacia el apartado VIP. Dos hombres con trajes negros custodiaban la entrada. Emma, que era  quien iba primero, se detuvo a unos pasos alejada de los guardias. Con decisión trate de adelantarla para enfrentar a los monstruos de negro pero una mano me detuvo.
-¿Estás loca?- Exclamo Amy que me tenía agarrada del vestido- ¿No viste lo grande que son esos tipos?  No hay forma de que nos dejen pasar.
-No tenemos pase VIP- La apoyo Emma.
-Por eso es que voy a hablar con ellos- Dije y me libre del agarre de Amy.
-O…- Esta vez fue Lucy quien me paro- Podemos pedirle a los chicos que nos ayuden a pasar.
-Ya intenté llamar a Liam, con la música no creo que escuchen sus teléfonos-Espetó Emma
Me mordí el labio intentando pensar- ¿Probaron llamando a los demás?
Lucy saco su celular del bolso rojo que llevaba colgado del hombro y Amy hizo lo mismo con su móvil. Ambas intentaron, en vano, llamar a los chicos.
Luego de unos minutos suspiré frustrada-Deberíamos intentar por nuestra cuenta, ¿qué tan malos pueden ser?
Las chicas se limitaron a encogerse de hombros y dejarme hacer lo que quería.
Tomé una gran bocanada de aire y me encaminé hacia los dos mastodontes que custodiaban el área VIP.
-Es todo cuestión de actitud-Me dije para darme ánimos.
En vista de que ambos hombres nos ignoraron por completo mientras nos acercábamos decidí que tal vez podríamos colarnos al  VIP y no lo notarían. Giré la cabeza y les guiñé el ojo derecho a las demás para indicarles que me siguieran. Emma negó con la cabeza algo asustada, pero no le hice  caso, era nuestra única opción.
-Con confianza, con confianza-Volví a susurrar por lo bajo.
Al principio pensé que todo iba a salir bien, sin embargo tan pronto como puse en pie en el sector restringido un brazo fornido me detuvo.
-¿Y sus pases señoritas?-Inquirió uno de los hombres.
Con la mirada busqué apoyo de parte de alguna de las chicas, pero todas estaban tan nerviosas que solo podían balbucear.
-Es una historia bastante graciosa …-Empecé a decir con la sonrisa más cortés que pude fingir.
Él bufó-Déjame adivinar, ¿se los olvidaron en casa?
-¿Cómo supiste?-Fingí sorpresa, aunque en el fondo sabía que sólo se estaba burlando de mí-¿Sos adivino o algo así?
-Va ser mejor que se vayan, no queremos sacarlas-El otro guardia intervino por primera vez.
-Scheiße!-Dije a regañadientes, segura de que mis interlocutores no podrían comprenderme , luego puse mi mejor cara de pocos amigos y di media vuelta para retirarme con la frente en alto. En ese instante un chico apareció de entre la multitud.
-Está bien, están conmigo-Dijo Louis, quien volvía de la barra cargando con un vaso en cada mano.
-Hey Louis, ¿son amigas tuyas?-Inquirió el primer guardia.
-Amigas de la banda John-Louis le dedicó una sonrisa amistosa- ¿Cómo está tu sobrina?
-Muy bien, me ama después de que le conseguí esos autógrafos- Respondió mientras nosotras nos escabullíamos dentro del sector VIP- Te debo una de paso.
-No hay problema- El chico le restó importancia-Nos vemos John.
Continuamos avanzando hasta estar seguros de haber dejado a los otros dos hombres atrás.
-Gracias por salvarnos Louis– Dijo Lucy.
-De nada, ¿por qué no llamaron a alguno de los chicos?, se hubieran ahorrado todo ese problema.
-Intentamos, pero con la música no escuchan sus teléfonos-Espetó Amy-Por cierto, esta es mi amiga Kirsten.
Él giró la cabeza a su izquierda para saludarme-Louis Tomlinson, ¿te puedo ofrecer un trago?
-Yo..-Dudé unos minutos. No acostumbraba beber, aunque supongo que una copa no haría daño-Claro-Respondí al fin.
Louis me extendió el vaso que contenía un líquido transparente, lo olí y lo reconocí al instante, era Vodka. Aunque tenía un gusto bastante peculiar, como a cereza bastante dulce. Me gustaba, tanto que antes de darme cuenta ya había acabado con el  vaso entero.
Los demás me miraron sorprendidos.
-Wow, parece que es cierto lo que dicen acerca de los alemanes, aunque creí que sólo bebían cerveza, no Raspberry Vodka
Suprimí una risa-No tenés ni idea Tomlinson-
Continuamos avanzando entre risas hasta detenernos en unos sillones blancos, ubicados en una zona casi oculta del club, dónde los demás nos esperaban.
-¿Dónde está Niall?, quiero presentarle a Kirsten-Dijo Amy.
-Fue a buscar algo para beber-Respondió Zayn.
-Creí que Louis había ido-Comentó Lucy
-No te desesperes enamorada, como Louis tardaba tanto decidió ir por su cuenta, pero estoy seguro de que enseguida regresa-
-Tardé porque en el camino rescaté a sus novias de ser echadas del club por querer entrar al área VIP sin pases-Se defendió el chico castaño.
-Bien, supongo que luego los presentaré, mientras tanto, Kirsten, el es Liam Payne-Continuó la chica de rizos haciendo caso omiso a la discusión.
-Un placer-Liam se acercó para besar mi mejilla.
-Lo mismo digo-
Un chico rubio entró en escena cargando con una botella de, o que sorpresa, más Vodka, bajo el brazo-¿De qué me perdí?
-Niall, acá estás, justo a tiempo, te presento a Kirsten.
-¿Tu amiga alemana?-Niall depósito la botella sobre una mesa frente a los sillones luego se acercó a saludarme-Encantado de conocerte Kirsten
-Un gusto Niall-Repetí con la misma sonrisa amigable.
-¡Encontré los vasos!-Nuevamente nos vimos interrumpidos, sólo que esta vez era Harry -¿Qué hay de la bebida?
-En la mesa-Zayn señaló la botella.
Sin dudarlo Harry la destapó y con rápidos movimientos sirvió y comenzó a repartirlos.
Zayn tomó uno, al igual que Louis, Niall y Lucy. Liam, Emma y Amy se negaron. Curiosamente me dejó a mí para el último, tal vez sean ideas mías pero me daba la impresión de que lo hacía apropósito.
-¿Kirsten?
Volví a dudar,  como dije antes, yo no bebía, al menos no más de un vaso, mi profesora de danza , Frau Troffea, nos tenía terminantemente prohibido consumir alcohol porque disminuía nuestro crecimiento muscular y agotaba nuestras vitaminas. Sin embargo, esta sería mi  última noche de ‘libertad’ en quién sabe cuánto tiempo, una vez dentro del instituto mi único pensamiento sería la danza, después de todo no había viajado tanto para  fracasar. Decidí que esta noche sería mi despedida, bebería cuanto quisiese, bailaría como loca y tal vez, con algo de suerte,  besaría a algún inglés antes de encerrarme.
-Louis, ¿crees que podrías conseguirme más de ese Raspberry Vodka?-
El aludido lanzó una carcajada-Por supuesto-Dijo y desapareció entra la multitud
-Genial- Respondí con una sonrisa maliciosa mientras tomaba el trago que Harry me tendía. Sin pensarlo dos veces lo tomé todo de un solo trago y luego lo dejé sobre la mesa. Los demás a mi lado gritaron victoriosos , miré a mí alrededor y vi a la gente bailando, hasta sentí que la música aumentaba su volumen. Louis  reapareció con una botella en la mano. Mi sonrisa se ensanchó más, la noche recién empezaba.

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