-Niall, ¡que
sorpresa! No sabía que también ibas a venir- Dije con una sonrisa que ocultaba
mi curiosidad. ¿Qué hacia acá? No es que no me gustara, en realidad me puso muy
contenta verlo pero, no dejaba de ser raro.
-Créeme, yo
tampoco sabía-Declaro Harry algo
sarcástico. Niall ignoro su comentario y continúo sonriendo ¿Qué le pasaba?
El
conductor arranco el auto y comenzamos a
movernos.
Empecé a
mover las manos nerviosamente.
-¿Dónde
vamos a practicar?- Pregunte a Harry para cortar con tanto silencio.
-Podemos ir
a las afueras de la ciudad-Respondió Niall en su lugar- Por Gresley Street.
El chico de
los rizos se encogió de hombros- Si a Lucy le parece bien….
Abrí la
boca para contestar pero no pude hacerlo.
-Si, a ella
le parece bien- Se apresuró a decir.
-Pero si no
dijo nada- Se quejó Harry.
El chico
rubio suspiro fastidiado- ¿Te molesta que te llevemos a manejar a las afueras
de la ciudad?- Me interrogo.
-Me da
igual- Dije restándole importancia. No quería arriesgarme a contradecirlo.
-Ok,
entonces, a Gresley Street- Concluyó Harry.
Gresley
Street quedaba relativamente cerca, después de todo se podía decir que yo ya
vivía en las afueras de Londres.
-Entonces,
¿Qué hiciste ayer?- Estaba vez fue Harry el que se encargó de cortar el
silencio.
En un movimiento
casi involuntario gire mi cabeza para poder ver a Niall. El clavo su mirada en
el piso del auto.
-F… fui a-
Tartamudee- A almorzar con un….amigo de español.
-Ajá…-
Exclamo Harry animándome a que prosiguiera.
-Y después…
fuimos con las chicas a un bar a tomar café- Proseguí sin esperar que alguno
diga algo más.
Niall
carraspeo- Bueno creo que por acá está bien.
-¿Eh?...
Ah, sí, claro- Concordó Harry que estaba distraído escudriñándome con la
mirada.
Enseguida
dirigió el auto hacia el borde de la calle. Estábamos en una carretera en lo
que se podía considerar el medio de la nada. Éramos el único vehículo en
kilómetros a la redonda. Lo que me tranquilizaba y me aterraba al mismo
tiempo.
- Bueno,
¿empezamos?-Pregunto cuando el auto ya estaba estacionado.
Asentí
nerviosa.
Proseguimos
a bajar del auto. Ambos cruzamos el frente del R8, Harry para tomar asiento como
copiloto y yo como conductora.
Me quedé
unos segundo contemplando el paisaje, la
vegetación seca contribuía a agregar un
aire más aislado a todo.
Llené mis
pulmones de aire fresco para inspirarme confianza.
Abrí la
puerta pero no entre. En cambio, me quede inmóvil, sin poder creer lo que veía.
Niall estaba sentado plácidamente en el asiento que poco antes yo había
ocupado.
Harry abrió
la puerta pero se detuvo al ver que su lugar ya estaba ocupado-Creí que yo era
el maestro- Menciono igual de sorprendido que yo.
-Es que no
me gustan los asientos de atrás- Explico Niall sin darle mucha importancia al
asunto- Si no te importa preferiría quedarme adelante.
Harry frunció
el ceño pero no dijo nada. Cerró la puerta y se acomodó en el asiento de atrás de
la misma forma que Niall lo había hecho antes.
Una vez que
todos nos encontramos en nuestras posiciones
comencé a concentrarme en mi respiración hasta que logré calmarme,
aunque al hacerlo pude notar que mis dos acompañantes estaban engorrosamente
cerca de mí. Podía oler el perfume de ambos, el del chico de rizos que se
asomaba desde el asiento trasero y el de mi copiloto que nos miraba con recelo.
-Muy bien-
Comenzó a decir mi instructor- Arranca por favor Lucy.
Con las
manos temblorosas por los nervios tome el manubrio. Si antes estaba nerviosa
ahora con Niall a mi lado lo estaba aún más. Todo mi cuerpo comenzó a templar
al igual que mis manos.
El chico a
mi lado comenzaba a impacientarse.
Con
demasiada lentitud hice el primer intento de arrancar, pero al instante en que
solté el embriague el auto tosió y se detuvo abruptamente.
En realidad esta etapa de la clase ya la había
superado hace mucho, pero la sola presencia de Niall impedía que mueva un solo
musculo de mi cuerpo correctamente.
Además
el Audi de Harry era diferente del viejo auto con que nos hacían practicar en la
escuela de manejo. ¿Qué pasaba si lo dañaba?
Intenté
alejar esos pensamientos de mi cabeza, ya que solo contribuían a aumentar mi
ansiedad.
El irlandés
bufo.
-Lo siento
yo… estoy algo nerviosa- Admití.
- No te
preocupes Lucy- Me tranquilizo Harry- Inténtalo de nuevo.
Aun
temblando hice un segundo intento de arrancar. Esta vez logré avanzar unos
centímetros, aunque a los saltos, tanto que Harry a mi lado se vio obligado a
acercarse más al asiento para sostenerse.
-Perdón-
volví a disculparme agachando la cabeza.
-No hay
problema, la tercera es la vencida- Me
animó el castaño.
Tomé una
gran bocanada de aire y le dediqué una sonrisa, estaba siendo muy paciente.
-Creo que
esto no va a funcionar, no sabe manejar y no va a aprender ahora, mejor vayámonos- Manifestó el chico rubio.
-¡Nialler!
Podes tener más confianza en Lucy- Lo regaño Harry- Esta nerviosa.
Fulmine con
la mirada a mi copiloto. Esta vez se había pasado de la raya. Yo si podía
manejar y se lo iba a demostrar.
Con furia
volví a girar la llave en el contacto. El motor rugió mientras yo jugaba un
poco con el pedal del acelerador, decidida, coloque primera y arranque el auto
que esta vez no se paró. Sonreí victoriosa y tomé el manubrio con fuerza.
Rápidamente todo a nuestro alrededor
comenzó a moverse con rapidez, subí a 2º, miré de reojo a Niall que
tenía los ojos clavados en mí.
-¿qué yo no
sé qué?- pude oír a mi satisfecho subconsciente festejar.
Alentada
por la adrenalina puse 3º, 4º, 5º. Apreté el acelerador a todo lo que daba y
salimos casi volando por la carretera.
-Es muy
rápido Lucy, desacelera un poco- Casi rogo Harry.
No le hice
caso, quería demostrarle a Niall que Lucy Stevenson si podía manejar.
Al notar
que no iba a ceder Harry colocó su mano
sobre mi hombro-Lucy, esto es algo peligroso, de verdad creo…
Niall
decidió hacer lo mismo que su amigo y se aproximo más a mí, aunque no de una
forma tan pacífica-¡nos vas a matar!- gritó mientras apartaba a Harry e
intentaba quitarme las mano del volante.
-Niall, no
hagas eso, solo lo empeoraras-lo regaño Harry con desesperación mientras estiraba
sus brazos para alejar los del otro chico.
Con los dos enfrente me era imposible ver la carretera, por lo que no me
quedo otra que clavar el freno. El auto se paró de golpe lanzando a Harry hacia
adelante quedando así entre Niall y yo.
-¿Qué fue
eso?- Exclamo Harry con la respiración entrecortada por la adrenalina.
-¡Estás
loca!- Grito Niall ignorando la pregunta de Harry.
-¡Yo no
estoy loca! Es que vos son tan…ashhh-había perdido todo mi autocontrol, estaba
harta de su conducta extraña- no sé qué
te pasa conmigo, pero te voy avisando que no voy a soportar tus cambios de
humor por mucho tiempo-
-¡Yo no
quiero soportarte más a vos!- Seguía a los gritos.
-¿Entonces
por qué viniste si no me soportas?- Contraataque.
-Deberías
agradecer que estuviera-se defendió- estás tan embobada con Harry que no medís
las consecuencias de tus actos.
Mi cara
empezó a ponerse roja de furia.
-Está
comprobado: las mujeres son un desastre al volante- Remato.
-¡Esto no
tiene nada que ver con Harry!
Niall se
echó a reír, era una risa sarcástica, desagradable, llena de rabia.
-¿Sabes
qué?, Me canse- Aumente mi tono de vos conforme hablaba- Me voy.
-Bien-
Exclamo mi atacante.
-Bien-
Repetí.
Con fuerza
abrí la puerta del auto y me baje hecha una furia. Después de dar un fuerte
portazo comencé a caminar hacia mi casa que a pie me llevaría más o menos media
hora llegar.
¡No podía
creer lo que me dijo! De verdad, tiene problemas de bipolaridad, un día me
invita a almorzar y es el chico más tierno del mundo y al otro día se la pasa
hiriendo mis sentimientos ¿Quién lo entiende?
Además,
¿qué era todo eso de Harry?, ¿embobada?, ¡estaba nerviosa!
Negué con
la cabeza, necesitaba calmarme,
posiblemente después de esto no volvería a verlos, Harry estaba completamente
espantado y Niall… bueno, al parecer
sólo James estaba interesado en mí.
Un trueno a
la distancia me sacó de mis pensamientos. Miré al cielo y noté un par de nubes
grises.
-Genial, lo
que me faltaba, lluvia-monologué sarcástica.
Aún
maldecía en voz alta cuando una mano me tomo del hombro parando mi paso
-Harry, no
quiero hablar- Dije mientras me giraba para poder verlo. Pero no era Harry.
-Si vas a
seguir insultándome mejor volvete al
auto- Exclame.
Él me miro
con tristeza. ¿Qué le pasa ahora?
-Lo siento,
no pretendía decir esas cosas, es solo que estoy…. –ladeo la cabeza y me miró
inquisidor.
Hice uso de
todas mis fuerzas para no devolverle la mirada. Que terminara la frase, una
disculpa completa era lo menos que me podía dar.
-Estoy
realmente cansado y suelo ser algo
irritable en este estado- añadió al fin.
Lo estudie
con la mirada. De verdad parecía arrepentido. Tenía su cabeza gacha.
¿Exactamente
por qué estaba enojada?, ¿era por mi conducción?, ¿por Harry?...
Torcí el
gesto, yo sabía perfectamente que eso no era lo que verdaderamente me enfadaba.
Estaba herida, ¿por qué no le contaba a los demás que me conocía?, ¿es que no
soy lo suficientemente buena como para relacionarme con Niall?, ¿siempre iba a
ser así?
Tome aire.
Tenía dos opciones.
Opción uno:
confrontarlo.
Opción dos:
perdonarlo.
-Deberías
tener más cuidado con lo que decís-comencé
a decir en tono suavizado- puede que no todos te perdonen como yo.
Levanto el
rostro y esbozo una sonrisa esperanzada-¿Eso quiere decir que me perdonas?
También
sonreí mientras asentía.
Camino los
pasos que nos separaban y me abrazó levantándome del piso.
-Prometo no
volver a tratarte así- me susurró al odio con ternura.
¿Es que
intentaba darme un paro cardíaco?, no pude contenerme y le devolví el abrazo.
-Sera mejor
que volvamos al auto- volvió a susurrar en mi oído unos instantes más tarde.
Asentí con
la cabeza y, muy a mi pesar, me separé de él.
Me soltó de
su agarre y juntos emprendimos el regreso al auto.
Otro trueno
sonó y mi compañero aceleró el paso. En
realidad había recorrido una distancia considerable antes de que Niall me
detuviera.
Cuando
llegamos a donde estaba el coche, Harry, de quien ya me había olvidado, estaba
sentado en el asiento de atrás. Me sonrió cuando entre. Le devolví la sonrisa
un tanto apenada por la escena que tuvo que presenciar.
Niall tomo
el lugar del conductor y todos emprendimos el viaje de regreso.
El trayecto
transcurrió en silencio. Nadie se animaba a sacar a relucir el asunto de la
pelea y sinceramente no se me ocurría nada para decir.
Cuando por
fin llegamos a casa me dispuse a bajar del auto pero Harry llamo mi atención.
-Nialler, ¿Por
qué no acompañas a Lucy a la puerta?
Me paralice
con la puerta medio abierta. Niall asintió sin chistar y se bajó del auto.
Fingí una
sonrisa clamada a Harry para por fin
irme.
-Espera,
tengo que decirte algo- Me detuvo.
Lo mire
confundida.
-No te
enojes mucho con Niall, es solo que estaba celoso.
Se me corto
la respiración-¿Celoso?- La palabra se me escapo de la boca.
-Créeme lo
está- afirmó con una sonrisa traviesa en su rostro- deberías darle una oportunidad.
En estado
de shock baje el auto y me dirigí tambaleando hacia la puerta de casa donde
Niall esperaba por mí.
¿Una oportunidad?,
¿oportunidad para qué?
Como pude
inserte la llave en la cerradura de la puerta y después de varios intentos, ya
que mis manos temblaban, pude abrirla.
-Lucy- Me
llamo.
-¿S...s...i?-
maldito tartamudeo.
¿Por qué no
puedo hablar bien cuando estoy con él?
-En verdad
no creo todas esas cosas que te dije- Explico.
-Sí, te
creo.
Sonrió
abiertamente- Gracias- Dijo y se inclinó para besar mi mejilla
Me quedé
congelada en mi lugar, ¡esto tenía que ser un sueño! El rostro me ardía y
sentía un cosquilleo extraño en la mejilla donde él me había besado.
Roja como
un tomate y avergonzada hasta más no poder observé como con un paso alegre volvía
al auto.
aaaaaaaaa gracias en serio¡¡¡ me alegraron el dia sigan escribiendo porfavor
ResponderBorrarHola nuevaa lectora me encanta tu novee siguela porfa...
ResponderBorrarporfaa sigue con el capitulo 32
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