12 oct 2013

Capítulo 60

Revolvía la comida de mi plato distraídamente cuando la abuela Lynn habló.
-Fenie no probaste bocado, ¿Qué te pasa?- Se preocupó - ¿Es por Louis?-
-No importa lo que haga abuela, él no me recuerda- Apoye los brazos sobre la mesa y enterré mi cara en ellos- Ya no sé más que hacer.
La abuela, cuya mirada era de compasión y tristeza, se colocó a mi lado y froto su mano en mi espalda en un gesto de aliento
-Pronto se va a acordar de todo y va a ser en el momento menos esperado- Predijo- Creé en lo que te dice una vieja que tiene tanta experiencia como años de vida.
Esboce una sonrisa sincera. Agradecí tener a la abuela conmigo en un momento así y no a Suzanne o a Pam, ella de verdad me entendía.
Mi teléfono sonó impidiéndome que siga imaginado lo que Suzanne me habría dicho.
Miré la pantalla del teléfono y mi cuerpo se paralizo.
¿Por qué me estaba llamando? ¿Acaso había recuperado los recuerdos?
Con manos temblorosas marque contestar y me lleve el móvil al oído.
-Lo…Louis- Tartamudeé.
-Hola Fenie- Dijo con una voz cantarina. Sonaba contento- ¿Estas ocupada hoy?
-No- Conteste. No sabía lo que Louis pretendía con la llamada pero no podía evitar esperanzarme.
-Genial, pensaba que podíamos seguir con eso de visitar los lugares a los que fuimos juntos ¿Qué te parece?- Propuso.
Sonreí- Que es una buena idea.
- Paso a buscarte en media hora- Anuncio y me lo imaginé sonriendo al otro lado del auricular.
….
-¿Dónde estamos yendo?- Pregunte. Louis había cumplido y en  media hora estaba tocando la bocina de su auto, ahora nos encaminábamos a alguna parte de Londres.
-En el camino se me ocurrió que podríamos ir al London Eye- Sugirió.
Fruncí el ceño-¿Cómo sabias que fuimos al London Eye?- Inquirí.
-No lo sabía, es solo que pareces una chica que ama las alturas- No sabía si lo estaba diciendo en serio o si era una broma. Opte por la primera ¿Cómo podría recordar mi miedo por las alturas si había perdido la memoria?
-Te equivocaste,  odio las alturas, prefiero la seguridad de la tierra firme- Enfatice la palabra ‘odio’ para que quedara bien en claro.
-¿En serio? ¿No tendrás vértigo no?- Pregunto incrédulo.
Lo fulminé con la mirada- Precisamente, tengo vértigo- Confirme.
Distraída con la charla que estábamos teniendo no me percaté de que habíamos llegado. Louis estaciono su auto en el mismo lugar donde lo había dejado la última vez que habíamos venido y luego se dispuso a colocarse la peluca negra de siempre.
Todo me resultaba tan familiar, como un deja vú, lo único que faltaba era la presencia de Emma.
Mientas nos acercábamos a la gran rueda comencé a arrepentirme, ciertamente la vista había sido hermosa, pero no tenía muchas ganas de volver a estar a tanta altura de suelo.
-Louis- Lo llame.
-¿Si?
-Subí vos, yo te espero abajo- Dije.
-¿Qué? No, no, no, vos vas a subir conmigo- Camino hacia mí y me tomo del brazo- Vamos Fiona, ya lo hiciste una vez ¿No es cierto?
Negué con la cabeza – Una vez es más que suficiente-
-Por favor Fiona, vamos, es divertido- Insistió.
-No puedo Louis-
Su expresión se ensombreció- No me hagas obligarte como la última vez.
Rodeé los ojos cansada y me dirigí al banco más cercano. Sentía mi cuerpo muy pesado y fue un alivio poder sentarme.
Louis se acomodó junto a mí - ¿No hay forma de que cedas?
Mantuve la vista clavada en el suelo, algo avergonzada por el miedo – No-
-Está bien - A mi lado el chico suspiró-Pero por lo menos vayamos a comer a Nando’s- Propuso- Se me antoja comer pollo.
-No como pollo, soy vegetariana-
El chico suprimió una sonrisa- Entonces podemos tomar un helado, además, me lo debes.
Suspire al momento en que sonreía. Con Louis era imposible estar triste, siempre sabe cómo sacarle una sonrisa a alguien.
Recorrimos Jubilee Garden en busca de un carrito de helados, el parque por lo general estaba lleno de ellos pero no podíamos encontrar ninguno. Estábamos a punto de llegar a nuestro punto de partida cuando divise uno.
-¡Louis!- Exclame haciendo que el chico girara repentinamente hacia mí- Allá hay uno- Señale con el dedo índice, él siguió con la mirada hacia donde le indicaba.
-¡Vamos antes de que se escape!- Me indico y ambos corrimos hacia el pobre hombre de los helados,  quién  nos observaba acercarnos aterrorizado.
-Queremos…- Louis comenzó a hablar cuando llegamos,  pero tuvo que detenerse a recuperar el aire que había perdido durante la carrera - Dos helados.
El hombre, quién tenía unos cuarenta y tantos,  nos dedicó una sonrisa apacible-¿De qué sabor?-
Louis me miro esperando a que respondiera primero.
-Frutilla- Dije sin vacilar, siempre había sido mi sabor de helado favorito.
-El mismo- Me secundó él-
El heladero nos entregó nuestros helados por los que pague yo, después de todo, le había prometido que le iba a comprar uno.
-¿Y ahora?- Inquirió Louis.
Suspire- No sé, estoy cansada, mejor sentémonos a tomar nuestros helados- Sugerí. No estaba dispuesta a continuar insistiendo porque lo único que iba a conseguir era frustrarme más y más.
-¿Cansada? – Se quejó -  ¡No podemos quedarnos acá esperando a que mis recuerdos vuelvan solos!
-Es que ya no sé a dónde más ir- Me justifique.
-No hace falta que vayamos a un lugar donde ya estuvimos- Dijo- Podemos ir a uno nuevo.
Lo mire confundida.
-¿Pero…dónde?
-Ya vas a ver- Tomo mi mano, la que no tenía el helado, y me arrastro por el parque hasta su auto- Te va a encantar el nuevo lugar.
….
-¿Vamos al London Bridge?- Inquirí
-Ajá – Confirmó -  ¿alguna vez habías venido?
-No que recuerde – Respondí  dubitativa -  Tal vez vine con mis papas cuando era chica.
Louis estaciono su auto negro en uno de los parques del estacionamiento más cercano al puente. Luego de caminar un par de cuadras llegamos a destino.
-¿Estás seguro de que se puede subir?- Pregunte al ver la gigante torre que se alzaba frente a mí.
-Claro – Me tranquilizó con un gesto de la mano – Está lleno de turistas-
Asentí.
Louis pago por nuestras entradas e ingresamos a la torre. Ni bien pusimos un pie dentro de ella nos encontramos con un grupo de turistas acompañados por un guía que les relataba la historia del puente, cuándo y por qué motivos fue construido, sus materiales y hasta hacían una pequeña demostración del funcionamiento del mismo. Sin embargo, Louis no parecía interesado en nada de todo eso. Prácticamente me arrastró escaleras arriba.
-¿Crees que podes lidiar con 72 plantas? – Inquirió divertido a medida que avanzábamos con paso firme-
Dado que mis pulmones no tenían el aire suficiente para responderle me limité a asentir. A pesar de que, interiormente, sabía que me desmoronaría en cualquier momento.
Mientras subíamos los escalones pude observar algunas fotografías antiguas del puente en distintos ángulos, tenían inscripciones con las fechas en que habían sido tomadas y de más datos. Pero no pude prestarles demasiada atención, dada la prisa de mi acompañante.
 Por fin pude divisar algunos rayos de sol indicando la superficie de la torre. Haciendo uso de todas mis fuerzas recorrí los últimos escalones y prácticamente me desmoroné sobre el suelo al llegar.
Louis recuperó el aliento mucho más rápido que yo y no tardó en comenzar a burlarse de mi mal estado físico.
-Creo que el yoga no está funcionando muy bien, ¿verdad? – Comentó con un deje chistoso-
Puse los ojos en blanco y lo golpeé en el hombro – Cállate Tomlinson – Lo regañé aún con dificultades para gesticular las palabras- ¿Y cómo sabes lo de la yoga?
-Vos me lo dijiste – Se excusó algo nervioso - ¿No te acordas?-
Me quedé en silencio unos instantes, pero no podía recordar haberle dicho eso. De todas formas, con todo lo que había estado sucediendo en estos últimos días se me podría haber pasado.
Louis se puso de pie y tiró de mí para que lo siguiere hasta uno de los extremos de la torre.
-Todavía estoy cansada – Me quejé
El chico me ignoró y continuó avanzando – El horario de visitas termina a las 6, y si esperamos a que te recuperes no vas a poder apreciar la vista-
Sus últimas palabras bastaron para que mis pies se clavaran con fuerza en suelo- ¡Ya te dije que tengo vértigo!-
-Tenés que enfrentarte a tus miedos – Me regañó pero luego suavizó un poco la mirada - ¿Por favor?
Negué una sola vez con la cabeza.
Louis se me quedó mirando expectante -¿Una oportunidad?
Noté que los demás turistas en la cima de la torre nos miraban interesados. Después de todo, estábamos montando un show bastante entretenido para ellos. La pareja de locos que se pelea en el London Bridge. Creo que no estábamos haciendo un buen trabajo en eso de pasar desapercibidos y no llamar la atención. 
Opté por dejar que él ganara. No quería que continuáramos arriesgándonos así. Además, si me desmayaba Louis tendría que cargarme hasta el auto.
Suspiré y tomé su mano, si iba a hacer esto por lo menos quería sentir que alguien me acompañaba.
Louis me sonrió y me ayudó a dar los últimos pasos que me separaban del borde.
Sentía la adrenalina correr por mi cuerpo, en cierto punto creí que iba a ser capaz de hacerlo, de enfrentarme a mis miedos por mí misma. Pero toda esa valentía momentánea se desvaneció en el momento exacto en el que clavé los ojos en el agua debajo de nosotros. Me acobardé e intenté dar un paso atrás por lo que choqué contra él y terminé con la cabeza hundida en su pecho.
-No puedo – Solloce – Tengo miedo-
Sentí como acariciaba mi cabeza con delicadeza – Sí podes, vamos Fenie, en el London Eye no te pasó nada-
-Por qué me obligaste – Le recordé – Fue todo tan repentino que no tuve tiempo de asustarme-
Louis dejó escapar una carcajada – Cerrá los ojos-
-¿Qué? – Pregunté confundida – Louis, ¿qué estás tramando?-
-¿Confías en mí?-
Tal vez  había perdido la capacidad de razonar a causa del miedo, o tal vez estaba demasiado drogada con el olor de su perfume. Cualquiera haya sido la razón, decidí darle un voto de confianza el chico de los ojos claros.
Cerré los ojos con fuerza y dejé que él  levantara mi rostro y lo pusiera de frente al borde la torre.
Acercó su boca a mi oído y me susurró – Ahora, a la cuenta de tres abrís los ojos, ¿lista?-
-No – Admití aterrorizada.
-Uno- Dijo ignorando mis comentarios-
Intenté detenerlo, esto era una mala  idea  - ¡Louis, para!
-Dos-
-En serio, no es gracioso –
-¡Tres! –Gritó para tapar mis quejas, estoy segura de que los turistas tenían los ojos clavados en nosotros.
Con un esfuerzo sobre humano y más parsimonia de la necesaria, abrí los ojos y dejé la vista me deslumbrara.
Desde arriba el viento soplaba fuertemente enredándose entre mis cabellos.  Primero me enfoqué en el horizonte, los edificios parecían desdibujarse entre las espesas nubes. Las casas y los peatones de Londres parecían hormigas desde dónde nos encontrábamos.  Continué examinando el paisaje, incluso me atreví a mirar hacia abajo, hacia el Támesis. Unos barcos avanzaban por debajo del puente, totalmente ajenos a nosotros.
Louis apoyó la cabeza en mi hombro y rodeó mi cintura con sus brazos - ¿Valió la pena?-
Asentí sin saber exactamente qué decir – Es muy bonito-
-Esta vez no tuve tiempo de leer el folleto – Admitió – Así que no voy a poder fingir que soy inteligente-
Reí al recordar cuando en el London Eye Louis había intentado impresionarme con sus conocimientos en historia. Pero luego me percaté de algo más importante, algo que venía sospechando pero que no quería creer por miedo a albergar falsas esperanzas.
-Creí que no recordabas nadas – Espeté con tonos suspicaz.
El chico chasqueó la lengua – Sí, bueno, podes ser muy persuasiva a veces-
-¡Lo sabía!  - Exclamé victoriosa- ¿Cuánto hace que estás fingiendo?-
-Desde el beso en el parque – Admitió algo avergonzado.
Como pude me volteé para golpear sus hombro - ¿Y no pensaste en decirme?, ¿Tenés una idea de lo preocupada que estaba?
-Es que la idea de molestarte un rato más era muy tentadora, además…-
Esperé a que completara la frase pero no lo hiso- ¿Además?-
Louis ladeo la cabeza – No me acuerdo…  tal vez otro beso me ayude a refrescar la mente-
Puse los ojos en blanco- Sos imposible-
-Sí- Admitió sin ninguna clase de conflictos – Pero te amo así que eso lo compensa-
Dejé que una media sonrisa se escapara de la comisura de mis labios – Yo también te amo – Convine y me acerqué más a él para unir nuestros labios en un beso pero no en uno cualquiera, sino en un beso  de bienvenida a sus recuerdos  y de felicidad porque, después de muchos esfuerzos había logrado mi cometido. Sonreí entre sus labios y lo abrase fuertemente, no lo iba a dejar escapar nunca más.



FINAL QUINTA PARTE


Para los que estén interesados o todavía no sepan, la supuesta sexta parte se vio reemplazada por un epílogo que le va a dar un cierre a la historia de las cinco parejas. El mismo lo vamos a publicar la próxima semana, junto con un par de noticias más, así que nos vemos el domingo que viene, espero :)

2 comentarios:

  1. se acabó :( lloro, menos mal que queda el epílogo :D
    Esta fic es y será una de mis favoritas por siempre jamás jajaj. De todas formas voy a seguir siendo vuestra lectora más fiel porque sé que vais a empezar nuevas ficsss BIENNNN!!
    espero ansiosa el epílogo de la semana que viene, asique nos vemos el domingo :DD
    love <3

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  2. OHHHHHHHHHHHHH
    QUE BONIIIIIITOOOOOOO
    pero no quiero que se acabe.... :(:(
    Amo esta fanfict!!!!

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