20 abr 2013

Capítulo 35


La felicidad rebosaba de mi cuerpo, un millar de sentimientos me embargaban y solo era por una razón… Sus besos.
Sus besos eran dulces, delicados y tiernos,  simplemente perfectos como él.
Después de unos minutos, que se me hicieron demasiado cortos, nos separamos. No pude despegar la vista de sus ojos y al parecer él tampoco pudo hacerlo de los míos. Permanecimos allí en el bote totalmente mojados observándonos el uno al otro.
Sonreí y la sonrisa más linda del mundo respondió a mi gesto.
-Es mejor que volvamos, estas temblando- Niall rompió el silencio sacándome de mi mundo de felicidad.
-Claro- Tome mi remo y ambos nos ubicamos en nuestros lugares para emprender el regreso.
Hasta el momento no me había percatado de que el ambiente se había enfriado. Intenté  contener los temblores de mi cuerpo en vano y Niall me miro preocupado.
Cuando al fin llegamos a la orilla me ayudo a bajar del bote y luego de agradecerle al viejo pescador, que nos miró  con una sonrisa cómplice en los labios, nos escabullimos en dirección hacia donde estaba estacionada la Ranger Rove.
-Así que este es tu nuevo novio- Una voz masculina que escupía odio en cada palabra hizo que me detuviera y como íbamos tomados de las manos Niall también se detuvo.
No lo podía creer, reconocía esa voz, era demasiado familiar para  ignorar de quien procedía. El odio se apodero de mí, con un giro rápido confirme mis sospechas.
-¿Qué querés Andy?- Dije furiosa conteniéndome para no soltar algunas palabras que tenía ganas de decir. Niall apretó fuerte mi mano para tratar de tranquilizarme.
- Tranquila, solamente observo a mi reemplazo- Parecía tranquilo pero su voz denotaba enfado. Llevaba su uniforme de soccer y estaba todo sudado, posiblemente venía de práctica. Andy encajaba con la descripción del típico chico adolescente, popular, capitán del equipo y por el que todas las chicas suspiran. Carraspeé al recordar que yo había sido tan tonta como para creerme sus mentiras.- Entonces este duende, ¿Es tu nuevo novio?
Su pregunta me dejo sin palabras ¿Qué iba a decirle? Si es verdad que nos acabamos de besar y que lo amo más que a nada en el mundo pero ninguno mencionó la palabra ‘novios’. Además me molestaba el hecho de tener que darle explicaciones, Andy había dejado de significar algo en mi vida por fin.
-Si -dijo Niall adelantándose a mi respuesta. Estiro su brazo y lo estrecho con el de Andy en modo de presentación- Soy Niall, el novio de Lucy ¿Y vos sos?
Andy y yo lo miramos boquiabiertos.
Después de un rato de escudriñarlo con la mirada Andy, algo sorprendido por la reacción de mi acompañante le tendió la mano con falsa cortesía.
-Soy el ex novio de Lucy- Dijo parándose rectamente tratando de mostrar superioridad.
Desde mi posición junto a él pude ver que la mandíbula del chico irlandés se tensaba.
Andy rió con sarcasmo-No te alteres tanto, no soy egoísta-Le  dedicó un guió a Niall-¿Socios?
Esto se estaba volviendo incomodo, especialmente para mí y a todo eso había que sumarle el hecho de que Niall estaba rojo como un tomate debido a la furia. Tenía que sacarlo de ahí o las cosas iban a terminar mal.
-Tengo frio ¿Podemos irnos?- Dije apretando la mano de mi compañero con fuerza a modo de súplica.
-Si vamos-  Respondió secamente antes de comenzar a caminar. No despego los ojos de Andy hasta que logre arrastrarlo lo más lejos posible de él.
Llegamos por fin al auto y durante todo el camino no emití ningún sonido. Por su parte Niall estaba completamente ido, perdido en algún lugar de sus pensamientos. ¿Cómo es que habíamos pasado de besarnos a esto?
Clavé la vista en la calle, noté que avanzábamos lentamente, al parecer había mucho tráfico. Lo que me pareció bastante raro, dado que vivía en las afueras, el camino hacia mi casa no era muy concurrido. Fue en ese momento en que el auto se detuvo y me percaté de que no estábamos en mi casa.
-¿Por qué vinimos a tu departamento?- Inquirí.
-Porque estas toda mojada y mi departamento queda más cerque que tú casa- Contestó mientras presionaba el botón del elevador.
-¿Estás enojado?- Pregunte dudosa.
-Sí… no- Las palabras se atropellaron cuando las pronunció- Estoy enojado, pero no con vos, es ese….ex novio tuyo ¿Cómo se llamaba? No sé no me importa.
Suspire aliviada y sonreí.
Niall apoyó la cabeza contra una de las paredes del elevador y me miró extrañado-¿Qué es tan gracioso?
-Estás celoso- Lo acusé divertida por su conducta.
-Muy celoso- Me corrigió.
Reí- No te preocupes, es un estúpido- Tomé una gran bocanada de aire para darme ánimos- Además, le dejaste en claro quien eras.
La puerta se abrió y me acerqué para tomar su mano, él me devolvió el gesto y sonrió. De la mano caminamos hasta ingresar al departamento B55, su departamento. Me mordí el labio para contener los gritos.
Una vez dentro Niall se apresuró a hablar -Voy a buscar ropa para prestarte ya vengo- Informo y desapareció por el único pasillo.
Me senté en un sillón cercano a la entrada mientras iba inspeccionando el lugar con la mirada. El departamento era bastante espacioso como el de Liam y tenía fotos por todos lados, algunas eran de él y su familia o de su familia sola y otras de sus amigos, todo era hermoso.
No pude seguir analizando el lugar porque Niall llego con una pila de ropa para mí. Él también se había cambiado, llevaba un buzo blanco, unos jeans claros y ya no traía la peluca en su cabeza.
-Te va a quedar un poco grande, pero es lo más chico que tengo- Explico entregándome la ropa.
-No importa, ¿Dónde está el baño?
-Segunda puerta a la derecha- Señalo con el dedo el pasillo por el que antes había desaparecido él.
-Ok,  gracias.
Camine hacia donde me había indicado, en el pasillo había en total tras puertas.
-Me pregunto cuál será la de su habitación-Pensé pero  descarté la idea, ya iba a tener tiempo para eso, o al menos eso esperaba.
Abrí  la puerta e ingresé al baño. Me quite mi ropa mojada y me la cambien por el jogging negro y la remera blanca que Niall me había dado. Cuando termine salí con el montón de ropa mojada bajo el brazo.
Al verme comenzó a reír a carcajadas.
-Ya sé que parezco un payaso,  pero no te rías- Me cruce de brazos haciéndome la ofendida. La verdad es que debía ser muy gracioso verme vestida con un pantalón que tuve que doblar tres veces para no pisármelo y una remera que me llegaba hasta las rodillas.
-Perdón- Dijo tratándo de recomponerse- Pero ahora vas a tener que ponerte este buzo- Me mostro un buzo gris que me debía quedar más grande que la remera.
-¿Qué? ¿Por qué?- Me queje.
-Es que se me mojo la peluca y tarda mucho en secarse, no puedo volver a ponérmela y si yo no me puedo disfrazar lo vas a tener que hacer vos… ya  sabes que nuestras Directioner son un poco… apasionadas
Sin pesarlo dos veces le arrebate el buzo de sus manos y me lo puse.
-Muy bien, ahora ponete la capucha.
Seguí sus órdenes sin oponerme.
Se acercó a mí y me acomodo el cabello para que quedara oculto por la capucha del buzo.
-Bien, si no levantas mucho la cabeza y actúas como si fueras un chico nadie se va a dar cuenta.
Suspire- ¿De verdad va a ver paparazis cuando salgamos?
-No lo sé,  pero mejor prevenir que curar- Me dedico una sonrisa- ¡Vamos!
Puse los ojos en blanco y lo seguí hasta la puerta simulando la mejor caminata masculina de la que fui capaz.
....
El timbre del teléfono me despertó. A tientas tome el móvil que estaba sobre la mesita de luz.
-Hola- Dije con voz ronca.
-¡Hija! ¿Todavía estas durmiendo?- La voz de mamá me hizo reaccionar.
-Si ¿Por qué?, ¿Qué hora es?- Me preocupe, había quedado en salir con ‘James’ temprano por la tarde.
-Son las 11:30 Am, ya deberías estar levantada- Me regaño.
Suspire aliviada- ¡Pero si es domingo mamá!
-No podes pasarte la vida durmiendo- Reiteró-Además, necesito que me hagas un favor.
Me restregué los ojos con la palma de la mano-¿Qué pasa?
-Necesito que le lleves las pastillas a tu abuela Dora, me olvidé de hacerlo antes de irnos.
-¿Qué pastillas?-
-Las blancas, están en el botiquín, en la alacena.
Suprimí un bostezo-¿Tenemos un botiquín?
Pude notar que la paciencia de mamá comenzaba a agotarse-Están a dos cajones de donde guardo tus Oreos.
A regañadientes me levanté de la cama y bajé las escaleras hasta llegar a la cocina, luego de unos minutos di con el cajón que contenía el botiquín. Revolví hasta dar con los medicamentos de mi abuela-Acá están.
-Bien, tiene que tomarlas a las 4, así que trata de llevárselas antes de esa hora.
-Está bien-Respondí entre bostezos a medida que regresaba a mi cuarto.
-Tus abuelos te mandan saludos-Añadió ya con un tono más suave.
-Mándale otro a ellos, chau mami te quiero- Corte rápido antes de que siga hablando.
Tape mi cara con la frazada y todos los recuerdos del día anterior volvieron a mi mente.
Una sonrisa se dibujó en mi rostro, de pronto me entraron unas ganas locas de estar con él.
-Y yo que creía que ya estaba enamorada antes de conocerlo- Me dije.
De un salto me levante de la cama y empecé mi rutina de aseo. Cuando ya estuve lista volví a bajar a la cocina por algo de comida.
Dado que no había nada que pudiera recalentar en la heladera decidí hacer un poco de arroz. Una vez que estuvo listo lo coloqué en un plato y me senté en el sillón frente al televisor. Normalmente mamá hubiera enloquecido al verme hacer algo así, pero ella no estaba, ni tampoco alguien que pudiera acusarme. Comencé a hacer zapping mientras disfrutaba de mi soledad.
Estaba distraída riendo con Bob esponja cuando el timbre sonó. Me levante de un salto asustada por el ruido repentino. Después de recordarme que era solo el timbre aspire profundamente, deposité el plato, que ya estaba vacío en la mesa cafetera y me encaminé hasta la puerta. Parada en el umbral estaba Niall. Luego de saludarme entro en casa y me miro expectante, traía la peluca castaña en la mano.
-Creí que nos íbamos a ver a las 5-Dije algo confusa.
El chico revoloteó su cabello algo nervioso-Si, lo sé, pero pensé en venir antes, para sorprenderte- Me miró un tanto avergonzado-Si estás ocupada puedo volver más tarde.
-¡No!-Respondí sonando bastante desesperada-Digo, me alegro de que hayas venido.
Niall se acercó para besar mi mejilla-Entonces, ¿qué hacías?
Cerró los ojos y me estremecí ante su contacto, Dios, ¡me volvía loca!
-Nada-Di media vuelta y tomé el plato de la mesa frente al sofá-Estaba terminando de almorzar.
Él me siguió hasta la cocina.
-¿No te parece un poco tarde para almorzar?-Inquirió mientras me miraba lavar los platos- Son casi las 4 de la tarde.
-¡¿Qué?!-Abrí los ojos de par en par al mismo tiempo que corría hasta el living para mirar el reloj, faltaban 10 minutos para las 4-Mi mamá me va a matar-
-¿Pasa algo?-Niall se asomó desde la cocina, parecía preocupado.
Caminé hasta donde él estaba y tomé las pastillas que había dejado sobre la mesada. Las alcé para que él las viera.-Tengo que llevarle esto a mi abuela, antes de las 4, ¿te moles quedarte solo unos minutos?
-Era eso- Suspiró aliviado-¿No querés que te acompañe?
-¿No te molesta?-Lo escudriñe con la mirada-Son solo unos minutos, después podemos ir al cine como habíamos planeado y si querés quedarte afuera no hay problema…-Las palabras salían de mi boca sin control.
-Lucy, Lucy-Niall se acercó y me tomo por los hombros con delicadeza-No hay problema, te acompaño a visitar a tu abuela…
-Dora
-A tu abuela Dora y después vamos al cine, ¿Qué te parece?
-Me encanta la idea- Sonreí.
-Entonces vamos- Beso mi mejilla y me tomo de la mano arrastrándome hacia su auto.
La casa de mi abuela no quedaba muy lejos de la mía, estaban en el mismo barrio, por lo que llegamos enseguida. En el camino le reiteré a Niall que no era necesario que entrara, pero él decidió hacerlo de todas formas.
-Te voy advirtiendo  que mi abuela es igual e incluso más chismosa que yo, así que de seguro te va a hacer un interrogatorio, no te asustes solo responde con tranquilidad y si hay algo que no quieras decir me haces una seña ¿Esta bien?
-Sí, cuando llegue voy a recibir un interrogatorio, respondo con tranquilidad y si no quiero contestar  te hago una seña-Repitió mis palabras con tono irónico.
-Exacto, vamos.
Me lo quede mirando mientras bajaba del auto.
-¿Qué tengo?- Inquirió cuando se percató de que lo miraba fijamente.
-¿No te vas a poner la peluca?- Dije señalando el montón de cabello que Niall había dejado en el asiento del auto.
-No, no creo que se dé cuenta de quién soy, ni que se ponga a gritar si lo hace.
-Yo no anticiparía nada, si se trata de mi abuela nada puede predecirse.
El rubio rio al mismo tiempo que tomaba mi mano.
Mientras caminábamos por el sendero de entrada a la casa de la abuela no pude dejar de mover las manos intranquila. La abuela está caracterizada por hablar de más en muchas ocasiones y eso me ponía nervioso.
Toque la puerta algo arrepentida de haberlo traído y después de varios golpes  la abuela, que esta algo sorda, por fin abrió la puerta.
-¡Lucy querida! ¡Qué lindo verte!- Mi abuela me abrazo con más fuerza de la que imagine que podría tener.
-Hola abuela- Dije algo avergonzada por el exceso de cariño.
-¿Quién es este chico tan buen mozo?- No tardó ni dos segundos en preguntar luego de soltarme  de su agarre.
-Abuela él es Niall Horan, Niall ella es mi abuela Dora.
-Un gusto conocerla Dora- Dijo Niall cortésmente.
-Ah no, el gusto es mío querido-Contesto la abuela alegremente a su saludo- Pero no se queden ahí afuera pasen, pasen.
Niall me miro divertido y luego entro en la casa de la abuela. Lo seguí por detrás.
-Estaba haciendo té ¿Quieren un poco?- Nos ofreció.
-Me encantaría- Se adelantó a responder mi acompañante.
Lo mire extrañada ¿Estaba seguro de querer hacer esto?
Me dedico una sonrisa y tome eso como un sí.
La abuela sirvió el té en unas tasas antiquísimas que tenía desde que mama era chica. Tome con cuidado la taza para no romperla y, soplando un poco para no quemarme, tome un sorbito de té que, debía admitir, estaba muy rico.
-¿A qué debo tan grata visita?, ¿y dónde está mi hija?, tu madre no viene nunca a visitarme- La abuela comenzó su interrogatorio rutinario.
-Eso te quería decir, se fue con papá y Will a visitar a mis abuelos de Newcastle-Tomé mi fiel bandolera, la abrí y le entregué la tableta de pastillas a mi abuela-Mamá me pidió que te diera esto.
-Ah, no te hubieras molestado-Las tomo con suavidad-De todas formas siempre me olvido de tomarlas a horario, ¿ya son las 4?
Suspiré, después de todas las molestias que me había ocasionado, resulta que no era tan importante. –Si abuela, ya son las cuatro-Confirmé mientras tomaba un poco más de té.
Luego de mandarse una pastilla blanca a la boca la abuela volvió a hablar-Entonces, Niall ¿Cuántos años me dijiste que tenías?
¡Oh no! Ya empezó.
-18 – Contesto despreocupado.
-¿Y estas trabajando?
Tenía una leve esperanza de que no tenga muchas ganas de hacer preguntas, pero me equivoque.
-Sí, soy cantante de una banda.
-Ah, músico, mi yerno es músico ¿Tocas algún instrumento?
-La guitarra.
-Oh, Lucy toca la guitarra y muy bien- El orgullo de mi abuela me hacía sonrojar.
-Si estaba enterado pero nunca tuve el placer de escucharla tocar- Hablo dirigiendo su mirada hacia mí.
Me sonroje aún más de lo que estaba.
El resto de la visita a la abuela fue igual de vergonzosa. Dora se encargó de mostrarle a Niall portarretratos con fotos mías y de Will cuando éramos chicos y de contarle anécdotas de lo traviesa que solía ser cuando era pequeña, además de una serie de comentario acerca de lo orgullosa que se sentía de ser mi abuela.
Niall a diferencia de mí se la paso muy bien y no quiso irse hasta que anocheció, que fue el momento en que finalizo mi tortura.
-Tu abuela es muy simpática y le gusta hacer preguntas- Comento mientras el auto se detenía frente a mi casa- Debe ser cosa de familia.
Volví a sonrojarme por enésima vez en el día- Si es la mejor, no les digas nada a mis otros abuelos, pero ella es mi preferida.
El chico de ojos rio ante mi comentario.
-Perdón por no haberte llevado al cine, es que realmente la estaba pasando bien- Se disculpó apenado cuando llegamos ante la puerta de entrada.
Reí- Esta bien, después de todo yo también la pase muy bien.
-Prométeme que otro día me vas a llevar a visitar a Dora de nuevo.
-Te lo prometo-Fruncí el ceño-Aunque primero voy a esconder todas las fotos mías que tiene en su casa, son tan vergonzosas
-A mi me parecieron tiernas- Alzó la mano para acariciar mi mejilla-Eras linda como ahora.
Acaricio mi mejilla con la yema de los dedos y se fue acercando su boca poco a poco a la mía.
Cerró los ojos dispuesta a dejarme llevar pero el sonido de la puerta de calle al abrirse me sobresaltó.
-Lucy, ¡¿qué estás haciendo?!

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