
Sus besos
eran dulces, delicados y tiernos,
simplemente perfectos como él.
Después de unos
minutos, que se me hicieron demasiado cortos, nos separamos. No pude despegar
la vista de sus ojos y al parecer él tampoco pudo hacerlo de los míos.
Permanecimos allí en el bote totalmente mojados observándonos el uno al otro.
Sonreí y la
sonrisa más linda del mundo respondió a mi gesto.
-Es mejor que
volvamos, estas temblando- Niall rompió el silencio sacándome de mi mundo de
felicidad.
-Claro-
Tome mi remo y ambos nos ubicamos en nuestros lugares para emprender el
regreso.
Hasta el
momento no me había percatado de que el ambiente se había enfriado.
Intenté contener los temblores de mi
cuerpo en vano y Niall me miro preocupado.
Cuando al
fin llegamos a la orilla me ayudo a bajar del bote y luego de agradecerle al
viejo pescador, que nos miró con una
sonrisa cómplice en los labios, nos escabullimos en dirección hacia donde
estaba estacionada la Ranger Rove.
-Así que
este es tu nuevo novio- Una voz masculina que escupía odio en cada palabra hizo
que me detuviera y como íbamos tomados de las manos Niall también se detuvo.
No lo podía
creer, reconocía esa voz, era demasiado familiar para ignorar de quien procedía. El odio se apodero
de mí, con un giro rápido confirme mis sospechas.
-¿Qué querés
Andy?- Dije furiosa conteniéndome para no soltar algunas palabras que tenía
ganas de decir. Niall apretó fuerte mi mano para tratar de tranquilizarme.
-
Tranquila, solamente observo a mi reemplazo- Parecía tranquilo pero su voz
denotaba enfado. Llevaba su uniforme de soccer y estaba todo sudado,
posiblemente venía de práctica. Andy encajaba con la descripción del típico
chico adolescente, popular, capitán del equipo y por el que todas las chicas
suspiran. Carraspeé al recordar que yo había sido tan tonta como para creerme
sus mentiras.- Entonces este duende, ¿Es tu nuevo novio?
Su pregunta
me dejo sin palabras ¿Qué iba a decirle? Si es verdad que nos acabamos de besar
y que lo amo más que a nada en el mundo pero ninguno mencionó la palabra
‘novios’. Además me molestaba el hecho de tener que darle explicaciones, Andy
había dejado de significar algo en mi vida por fin.
-Si -dijo
Niall adelantándose a mi respuesta. Estiro su brazo y lo estrecho con el de
Andy en modo de presentación- Soy Niall, el novio de Lucy ¿Y vos sos?
Andy y yo
lo miramos boquiabiertos.
Después de
un rato de escudriñarlo con la mirada Andy, algo sorprendido por la reacción de
mi acompañante le tendió la mano con falsa cortesía.
-Soy el ex
novio de Lucy- Dijo parándose rectamente tratando de mostrar superioridad.
Desde mi
posición junto a él pude ver que la mandíbula del chico irlandés se tensaba.
Andy rió
con sarcasmo-No te alteres tanto, no soy egoísta-Le dedicó un guió a Niall-¿Socios?
Esto se
estaba volviendo incomodo, especialmente para mí y a todo eso había que sumarle
el hecho de que Niall estaba rojo como un tomate debido a la furia. Tenía que
sacarlo de ahí o las cosas iban a terminar mal.
-Tengo frio
¿Podemos irnos?- Dije apretando la mano de mi compañero con fuerza a modo de
súplica.
-Si vamos- Respondió secamente antes de comenzar a caminar.
No despego los ojos de Andy hasta que logre arrastrarlo lo más lejos posible de
él.
Llegamos
por fin al auto y durante todo el camino no emití ningún sonido. Por su parte
Niall estaba completamente ido, perdido en algún lugar de sus pensamientos. ¿Cómo
es que habíamos pasado de besarnos a esto?
Clavé la
vista en la calle, noté que avanzábamos lentamente, al parecer había mucho
tráfico. Lo que me pareció bastante raro, dado que vivía en las afueras, el
camino hacia mi casa no era muy concurrido. Fue en ese momento en que el auto
se detuvo y me percaté de que no estábamos en mi casa.
…
-¿Por qué
vinimos a tu departamento?- Inquirí.
-Porque
estas toda mojada y mi departamento queda más cerque que tú casa- Contestó
mientras presionaba el botón del elevador.
-¿Estás
enojado?- Pregunte dudosa.
-Sí… no-
Las palabras se atropellaron cuando las pronunció- Estoy enojado, pero no con
vos, es ese….ex novio tuyo ¿Cómo se llamaba? No sé no me importa.
Suspire
aliviada y sonreí.
Niall apoyó
la cabeza contra una de las paredes del elevador y me miró extrañado-¿Qué es
tan gracioso?
-Estás
celoso- Lo acusé divertida por su conducta.
-Muy
celoso- Me corrigió.
Reí- No te
preocupes, es un estúpido- Tomé una gran bocanada de aire para darme ánimos-
Además, le dejaste en claro quien eras.
La puerta
se abrió y me acerqué para tomar su mano, él me devolvió el gesto y sonrió. De
la mano caminamos hasta ingresar al departamento B55, su departamento. Me mordí
el labio para contener los gritos.
Una vez
dentro Niall se apresuró a hablar -Voy a buscar ropa para prestarte ya vengo-
Informo y desapareció por el único pasillo.
Me senté en
un sillón cercano a la entrada mientras iba inspeccionando el lugar con la
mirada. El departamento era bastante espacioso como el de Liam y tenía fotos
por todos lados, algunas eran de él y su familia o de su familia sola y otras
de sus amigos, todo era hermoso.
No pude
seguir analizando el lugar porque Niall llego con una pila de ropa para mí. Él
también se había cambiado, llevaba un buzo blanco, unos jeans claros y ya no
traía la peluca en su cabeza.
-Te va a
quedar un poco grande, pero es lo más chico que tengo- Explico entregándome la
ropa.
-No
importa, ¿Dónde está el baño?
-Segunda
puerta a la derecha- Señalo con el dedo el pasillo por el que antes había
desaparecido él.
-Ok, gracias.
Camine
hacia donde me había indicado, en el pasillo había en total tras puertas.
-Me
pregunto cuál será la de su habitación-Pensé pero descarté la idea, ya iba a tener tiempo para
eso, o al menos eso esperaba.
Abrí la puerta e ingresé al baño. Me quite mi ropa
mojada y me la cambien por el jogging negro y la remera blanca que Niall me
había dado. Cuando termine salí con el montón de ropa mojada bajo el brazo.
Al verme
comenzó a reír a carcajadas.
-Ya sé que
parezco un payaso, pero no te rías- Me
cruce de brazos haciéndome la ofendida. La verdad es que debía ser muy gracioso
verme vestida con un pantalón que tuve que doblar tres veces para no pisármelo
y una remera que me llegaba hasta las rodillas.
-Perdón-
Dijo tratándo de recomponerse- Pero ahora vas a tener que ponerte este buzo- Me
mostro un buzo gris que me debía quedar más grande que la remera.
-¿Qué? ¿Por
qué?- Me queje.
-Es que se
me mojo la peluca y tarda mucho en secarse, no puedo volver a ponérmela y si yo
no me puedo disfrazar lo vas a tener que hacer vos… ya sabes que nuestras Directioner son un poco…
apasionadas
Sin pesarlo
dos veces le arrebate el buzo de sus manos y me lo puse.
-Muy bien,
ahora ponete la capucha.
Seguí sus
órdenes sin oponerme.
Se acercó a
mí y me acomodo el cabello para que quedara oculto por la capucha del buzo.
-Bien, si
no levantas mucho la cabeza y actúas como si fueras un chico nadie se va a dar
cuenta.
Suspire-
¿De verdad va a ver paparazis cuando salgamos?
-No lo sé, pero mejor prevenir que curar- Me dedico una
sonrisa- ¡Vamos!
Puse los
ojos en blanco y lo seguí hasta la puerta simulando la mejor caminata masculina
de la que fui capaz.
....
El timbre
del teléfono me despertó. A tientas tome el móvil que estaba sobre la mesita de
luz.
-Hola- Dije
con voz ronca.
-¡Hija!
¿Todavía estas durmiendo?- La voz de mamá me hizo reaccionar.
-Si ¿Por
qué?, ¿Qué hora es?- Me preocupe, había quedado en salir con ‘James’ temprano
por la tarde.
-Son las
11:30 Am, ya deberías estar levantada- Me regaño.
Suspire
aliviada- ¡Pero si es domingo mamá!
-No podes
pasarte la vida durmiendo- Reiteró-Además, necesito que me hagas un favor.
Me
restregué los ojos con la palma de la mano-¿Qué pasa?
-Necesito
que le lleves las pastillas a tu abuela Dora, me olvidé de hacerlo antes de
irnos.
-¿Qué
pastillas?-
-Las
blancas, están en el botiquín, en la alacena.
Suprimí un
bostezo-¿Tenemos un botiquín?
Pude notar
que la paciencia de mamá comenzaba a agotarse-Están a dos cajones de donde
guardo tus Oreos.
A
regañadientes me levanté de la cama y bajé las escaleras hasta llegar a la
cocina, luego de unos minutos di con el cajón que contenía el botiquín. Revolví
hasta dar con los medicamentos de mi abuela-Acá están.
-Bien,
tiene que tomarlas a las 4, así que trata de llevárselas antes de esa hora.
-Está
bien-Respondí entre bostezos a medida que regresaba a mi cuarto.
-Tus
abuelos te mandan saludos-Añadió ya con un tono más suave.
-Mándale
otro a ellos, chau mami te quiero- Corte rápido antes de que siga hablando.
Tape mi
cara con la frazada y todos los recuerdos del día anterior volvieron a mi
mente.
Una sonrisa
se dibujó en mi rostro, de pronto me entraron unas ganas locas de estar con él.
-Y yo que
creía que ya estaba enamorada antes de conocerlo- Me dije.
De un salto
me levante de la cama y empecé mi rutina de aseo. Cuando ya estuve lista volví
a bajar a la cocina por algo de comida.
Dado que no
había nada que pudiera recalentar en la heladera decidí hacer un poco de arroz.
Una vez que estuvo listo lo coloqué en un plato y me senté en el sillón frente
al televisor. Normalmente mamá hubiera enloquecido al verme hacer algo así,
pero ella no estaba, ni tampoco alguien que pudiera acusarme. Comencé a hacer
zapping mientras disfrutaba de mi soledad.
Estaba
distraída riendo con Bob esponja cuando el timbre sonó. Me levante de un salto
asustada por el ruido repentino. Después de recordarme que era solo el timbre
aspire profundamente, deposité el plato, que ya estaba vacío en la mesa
cafetera y me encaminé hasta la puerta. Parada en el umbral estaba Niall. Luego
de saludarme entro en casa y me miro expectante, traía la peluca castaña en la
mano.
-Creí que
nos íbamos a ver a las 5-Dije algo confusa.
El chico
revoloteó su cabello algo nervioso-Si, lo sé, pero pensé en venir antes, para
sorprenderte- Me miró un tanto avergonzado-Si estás ocupada puedo volver más
tarde.
-¡No!-Respondí
sonando bastante desesperada-Digo, me alegro de que hayas venido.
Niall se
acercó para besar mi mejilla-Entonces, ¿qué hacías?
Cerró los
ojos y me estremecí ante su contacto, Dios, ¡me volvía loca!
-Nada-Di
media vuelta y tomé el plato de la mesa frente al sofá-Estaba terminando de
almorzar.
Él me
siguió hasta la cocina.
-¿No te
parece un poco tarde para almorzar?-Inquirió mientras me miraba lavar los
platos- Son casi las 4 de la tarde.
-¡¿Qué?!-Abrí
los ojos de par en par al mismo tiempo que corría hasta el living para mirar el
reloj, faltaban 10 minutos para las 4-Mi mamá me va a matar-
-¿Pasa
algo?-Niall se asomó desde la cocina, parecía preocupado.
Caminé
hasta donde él estaba y tomé las pastillas que había dejado sobre la mesada.
Las alcé para que él las viera.-Tengo que llevarle esto a mi abuela, antes de
las 4, ¿te moles quedarte solo unos minutos?
-Era eso-
Suspiró aliviado-¿No querés que te acompañe?
-¿No te
molesta?-Lo escudriñe con la mirada-Son solo unos minutos, después podemos ir
al cine como habíamos planeado y si querés quedarte afuera no hay problema…-Las
palabras salían de mi boca sin control.
-Lucy,
Lucy-Niall se acercó y me tomo por los hombros con delicadeza-No hay problema,
te acompaño a visitar a tu abuela…
-Dora
-A tu
abuela Dora y después vamos al cine, ¿Qué te parece?
-Me encanta
la idea- Sonreí.
-Entonces
vamos- Beso mi mejilla y me tomo de la mano arrastrándome hacia su auto.
…
La casa de
mi abuela no quedaba muy lejos de la mía, estaban en el mismo barrio, por lo
que llegamos enseguida. En el camino le reiteré a Niall que no era necesario
que entrara, pero él decidió hacerlo de todas formas.
-Te voy advirtiendo que mi abuela es igual e incluso más chismosa
que yo, así que de seguro te va a hacer un interrogatorio, no te asustes solo
responde con tranquilidad y si hay algo que no quieras decir me haces una seña
¿Esta bien?
-Sí, cuando
llegue voy a recibir un interrogatorio, respondo con tranquilidad y si no quiero
contestar te hago una seña-Repitió mis
palabras con tono irónico.
-Exacto,
vamos.
Me lo quede
mirando mientras bajaba del auto.
-¿Qué tengo?-
Inquirió cuando se percató de que lo miraba fijamente.
-¿No te vas
a poner la peluca?- Dije señalando el montón de cabello que Niall había dejado
en el asiento del auto.
-No, no
creo que se dé cuenta de quién soy, ni que se ponga a gritar si lo hace.
-Yo no
anticiparía nada, si se trata de mi abuela nada puede predecirse.
El rubio
rio al mismo tiempo que tomaba mi mano.
Mientras
caminábamos por el sendero de entrada a la casa de la abuela no pude dejar de
mover las manos intranquila. La abuela está caracterizada por hablar de más en
muchas ocasiones y eso me ponía nervioso.
Toque la
puerta algo arrepentida de haberlo traído y después de varios golpes la abuela, que esta algo sorda, por fin abrió
la puerta.
-¡Lucy
querida! ¡Qué lindo verte!- Mi abuela me abrazo con más fuerza de la que
imagine que podría tener.
-Hola
abuela- Dije algo avergonzada por el exceso de cariño.
-¿Quién es
este chico tan buen mozo?- No tardó ni dos segundos en preguntar luego de soltarme de su agarre.
-Abuela él
es Niall Horan, Niall ella es mi abuela Dora.
-Un gusto
conocerla Dora- Dijo Niall cortésmente.
-Ah no, el
gusto es mío querido-Contesto la abuela alegremente a su saludo- Pero no se
queden ahí afuera pasen, pasen.
Niall me
miro divertido y luego entro en la casa de la abuela. Lo seguí por detrás.
-Estaba
haciendo té ¿Quieren un poco?- Nos ofreció.
-Me
encantaría- Se adelantó a responder mi acompañante.
Lo mire
extrañada ¿Estaba seguro de querer hacer esto?
Me dedico
una sonrisa y tome eso como un sí.
La abuela
sirvió el té en unas tasas antiquísimas que tenía desde que mama era chica.
Tome con cuidado la taza para no romperla y, soplando un poco para no quemarme,
tome un sorbito de té que, debía admitir, estaba muy rico.
-¿A qué
debo tan grata visita?, ¿y dónde está mi hija?, tu madre no viene nunca a
visitarme- La abuela comenzó su interrogatorio rutinario.
-Eso te
quería decir, se fue con papá y Will a visitar a mis abuelos de Newcastle-Tomé
mi fiel bandolera, la abrí y le entregué la tableta de pastillas a mi abuela-Mamá
me pidió que te diera esto.
-Ah, no te
hubieras molestado-Las tomo con suavidad-De todas formas siempre me olvido de
tomarlas a horario, ¿ya son las 4?
Suspiré,
después de todas las molestias que me había ocasionado, resulta que no era tan
importante. –Si abuela, ya son las cuatro-Confirmé mientras tomaba un poco más
de té.
Luego de
mandarse una pastilla blanca a la boca la abuela volvió a hablar-Entonces,
Niall ¿Cuántos años me dijiste que tenías?
¡Oh no! Ya
empezó.
-18 –
Contesto despreocupado.
-¿Y estas
trabajando?
Tenía una
leve esperanza de que no tenga muchas ganas de hacer preguntas, pero me
equivoque.
-Sí, soy
cantante de una banda.
-Ah,
músico, mi yerno es músico ¿Tocas algún instrumento?
-La
guitarra.
-Oh, Lucy
toca la guitarra y muy bien- El orgullo de mi abuela me hacía sonrojar.
-Si estaba
enterado pero nunca tuve el placer de escucharla tocar- Hablo dirigiendo su
mirada hacia mí.
Me sonroje
aún más de lo que estaba.
El resto de
la visita a la abuela fue igual de vergonzosa. Dora se encargó de mostrarle a
Niall portarretratos con fotos mías y de Will cuando éramos chicos y de
contarle anécdotas de lo traviesa que solía ser cuando era pequeña, además de
una serie de comentario acerca de lo orgullosa que se sentía de ser mi abuela.
Niall a diferencia
de mí se la paso muy bien y no quiso irse hasta que anocheció, que fue el
momento en que finalizo mi tortura.
…
-Tu abuela
es muy simpática y le gusta hacer preguntas- Comento mientras el auto se
detenía frente a mi casa- Debe ser cosa de familia.
Volví a
sonrojarme por enésima vez en el día- Si es la mejor, no les digas nada a mis
otros abuelos, pero ella es mi preferida.
El chico de
ojos rio ante mi comentario.
-Perdón por
no haberte llevado al cine, es que realmente la estaba pasando bien- Se disculpó
apenado cuando llegamos ante la puerta de entrada.
Reí- Esta
bien, después de todo yo también la pase muy bien.
-Prométeme
que otro día me vas a llevar a visitar a Dora de nuevo.
-Te lo
prometo-Fruncí el ceño-Aunque primero voy a esconder todas las fotos mías que
tiene en su casa, son tan vergonzosas
-A mi me
parecieron tiernas- Alzó la mano para acariciar mi mejilla-Eras linda como
ahora.
Acaricio mi
mejilla con la yema de los dedos y se fue acercando su boca poco a poco a la
mía.
Cerró los
ojos dispuesta a dejarme llevar pero el sonido de la puerta de calle al abrirse
me sobresaltó.
-Lucy,
¡¿qué estás haciendo?!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario